viernes, 22 de marzo de 2013

Solo en sueños, Jaime Sabines





Sólo en sueños,

sólo en el otro mundo del sueño te consigo,

a ciertas horas, cuando cierro puertas

detrás de mí.

¡Con qué desprecio he visto a los que sueñan,

y ahora estoy preso en su sortilegio,

atrapado en su red!

¡Con qué morboso deleite te introduzco

en la casa abandonada, y te amo mil veces

de la misma manera distinta!

Esos sitios que tú y yo conocemos

nos esperan todas las noches

como una vieja cama

y hay cosas en lo oscuro que nos sonríen.

Me gusta decirte lo de siempre

y mis manos adoran tu pelo

y te estrecho, poco a poco, hasta mi sangre.

Pequeña y dulce, te abrazas a mi abrazo,

y con mi mano en tu boca, te busco y te busco.

A veces lo recuerdo. A veces

sólo el cuerpo cansado me lo dice.

Al duro amanecer estás desvaneciéndote


y entre mis brazos sólo queda tu sombra.







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