jueves, 8 de agosto de 2013

El dedo y la luna, Alejandro Jodorowsky


Por la noche, sobre todo en este momento en que mi actividad es intensa y me cuesta conciliar el sueño, practico un ejercicio que me gusta mucho. Me digo: 
-A partir de ahora, dejo de pensar. 
Me relajo y, al cabo de un momento, mi pensamiento se disuelve. Entonces añado: 
-¿Y ahora? Ahora me entrego a la nada. No soy nada. 
Me entrego a la nada un cierto tiempo, luego se me ocurre pensar: 
-Estoy muy contento. Lo consigo…¡Basta! ¡Deja de estar contento! Si estás contento dejas de estar en la nada… De acuerdo, no estoy contento. 
Entro en esta idea, pero termino diciéndome: 
-¡No estés tampoco triste! ¡Abandónate a la situación! ¡Entra en la nada! ¡Acéptala! 
Al cabo de unos segundos, duermo profundamente. Parece que uno se duerme en el momento en que acepta la nada porque el intelecto desaparece. Cuando anulas el intelecto, duermes: entras en el Universo. 
No hay nada más vivo que un ser dormido. Completamente en el Universo, su intelecto se ve absorbido. Entrar en la nada sin dormirse sería maravilloso. Por desgracia, todavía no lo he conseguido.



¿Tiene traducción todas las palabras de un idioma a otro?



La pesadilla de todo traductor es no poder encontrar términos equivalentes en distintos idiomas. Existen muchas palabras en idiomas extranjeros que no pueden expresarse con una sola palabra en español, sino que necesitan toda una frase o expresión que las explique. A continuación te presentamos 10 palabras sin equivalente en castellano.


Pochemuchka
Esta palabra proveniente del idioma ruso se utiliza para definir a una persona que hace muchas preguntas y que resulta molesta, pesada. En español podríamos decirle “preguntón” pero no completa totalmente el significado. La palabra Pochemuchka proviene de la palabra rusa “pochemu” que significa “por qué”. A su vez, el vocablo se inspira en un famoso libro infantil ruso titulado “Alesha Pochemuchka”, que relata la historia de un niño de alrededor de 5 años que preguntaba mucho y nunca se terminaba de sentir satisfecho con las explicaciones.

Hyggelig
Cualquiera que visite Dinamarca escuchará enseguida el término "hyggelig" y será la primera palabra que aprenda en danés. Se trata de una expresión coloquial que simboliza el sentimiento de estar a gusto en un lugar acogedor, sentirse cómodo. Los habitantes adoran el término "hyggelig" y lo utilizan para definir esas situaciones con una atmósfera de armonía y calidez.

B'shert
Este termino se trata de una palabra relacionada al ámbito humano y personal, de origen hebreo, y es utilizada para expresar la acción de buscar al "bashert", que sería la persona con la que uno se complementa perfectamente y de manera mutua. En español, podríamos llamarlo algo así como la búsqueda del alma gemela.

Pilkunnussija
Esta palabra con origen en Finlandia, se utiliza para definir a aquellas personas que corrigen compulsivamente la gramática y ortografía de todo texto a su alrededor. Se pasan el día marcándole los errores a todo el mundo, generando antipatía entre quienes lo rodean y obsesionándose a niveles exagerados.

L'esprit de l'escalier
¿A quién no le ha pasado que durante una conversación o ante un comentario que lo toma de sorpresa, no logra expresar la respuesta más afortunada posible, pero un rato después ella llega a la mente con demora? Bueno, los franceses tienen una expresión para definir esto. "L'esprit de l'escalier" se utiliza para definir ese momento en que llega la respuesta ideal pero demasiado tarde, situación que genera cierta bronca.

Iktsuarpok
Este término inventado para explicar algo muy raro. Su origen es esquimal y se utiliza para definir a una persona tan impaciente, que sale de su casa (de su iglú, para los esquimales) una y otra vez para comprobar si han llegado sus invitados, con una actitud un tanto obsesiva.

Meraki
Este término griego relativamente moderno se utiliza para calificar un acto cuando se realiza con gran creatividad y dedicación, de manera apasionada, poniendo el corazón o el alma en dicho asunto. Se usa cuando se puede decir que uno da algo de uno mismo para hacerlo, como el hecho de preparar una comida para alguien o decorar una casa.

Tingo
Este término proveniente de la Isla de Pascua se utiliza para describir la acción de pedir o tomar prestados diversos objetos de la casa de un amigo o vecino, uno tras otro, hasta no dejar ninguno. Un conocido libro español sobre el tópico de este artículo menciona esta palabra es su nombre: “El significado de Tingo”, del autor Adam Jacot de Boinod. Allí se analiza una gran cantidad de vocablos interesantes, de diversas culturas y de imposible traducción.

Kualanapuhi
Con este término, los hawaianos se refiere a un servidor del rey que se dedica a alejar de su amo las moscas u otros insectos que puedan molestarlo durante el reposo. Utiliza una especie de cepillo hecho de plumas para tal fin, que va agitando mientras el rey duerme plácidamente.

Uitwaaien
Esta palabra de origen holandés se encuentra en los diccionarios con el significado de "un soplo de aire fresco". Se dice que comúnmente se utiliza este término en Holanda para expresar el placer de pasear cuando sopla algo de viento solo por diversión y por el disfrute de sentir el aire en la cara.

Pero también hay otras palabras que sí aparecen en nuestro diccionario y que deberían de traducirse a aquellos idiomas 
que no tienen su traducción...

Y con sentido de humor, os dejo las siguientes palabras o expresiones que dotan a nuestro castellano de una riqueza que quizás, y digo solamente quizás, otros idiomas no tengan...


Puede que el castellano carezca de un puñado de términos extranjerizantes para abarcar todo el espectro de lo narrable pero, en justa compensación, nuestro idioma tiene una larga recua de vocablos intraducibles. Es por ello que el inglés necesita como agua de mayo nuestros “cuñado” y “tuerto”; el alemán los muy castizos “trapicheo” y “chanchullo” y el árabe el imprescindible “ojiplático”.
Cojo/tuerto

Qué idioma: Inglés
Por qué debería apropiarse de ella: Que un idioma como el inglés, célebre por su prolífico vocabulario, carezca de una palabra para definir a un tuerto y tenga que recurrir a una perífrasis como “one-eyed man” es un atraso intolerable. Lo mismo vale para “coja”, que los angloparlantes resuelven con el discutible “one-legged woman”.
Y aprovechando que la coja pasa por Valladolid, animamos a los españoles a utilizar cuando se requiera esa bonita palabra que es “renga”, que no define a la coja que le falta una pierna sino a la que cojea o arrastra su patita.
Maruja

Qué idioma: Francés
Por qué debería apropiarse de ella: Maruja, no hace falta explicarlo es el término comúnmente usado para definir a esa mujer entrada en años, de profesión “sus labores” y que gusta de ver los programas matinales de la TV. En Francia no existe tal concepto, porque la femme francesa, incluso si es de Le Villavèrde lleva lencería fina incluso cuando va al mercado.
Isabelle, francesa hasta el tuétano, nos recomienda esta palabra, que en francés sería algo así como “Une ménagèrequi regarde trop la télé et se régale des commérages” (“ama de casa que ve demasiada televisión y se nutre de cotilleos”).
Trapicheo

Qué idioma: Alemán
Por qué debería apropiarse de ella: El chanchullo y el trapicheo forman parte del ADN del español como el ajo y el aceite de oliva de la cocina. En otras latitudes resulta difícil captar la esencia de un concepto tan sonoro e inequívoco como “trapicheo”, así que recurren a metáforas ganaderas. En alemán, trapicheo se diría Kuhhandel”, que significa literalmente “comercio de vacas”, según nos explica Johannes, el hamburgués errante.
Pero ese término -“Kuhanndel”- tiene un matiz: “Allí se utiliza para trapicheos a gran escala, política, finanzas y traficantes de armas, no para mercadillos y menudeo de drogas, como en España”, según Johannes.
Chapuza

Qué idioma: Portugués, inglés
Por qué debería apropiarse de ella: Chapuza: “obra hecha sin arte ni esmero”, despacha lacónicamente el diccionario de la RAE. Por más que una chapuza sea un “trabajo mal hecho”, “a shoddy piece of work”, como se dice en inglés, o “fazer una gambiarra”, en portugués, ni uno ni otro sintetizan en un solo vocablo ese alicatado puesto “en dos patadas”, con la silicona chorreando mugrienta por entre los baldosines.

Cuñado

Qué idioma: Inglés
Por qué debería apropiarse de ella: “Cuñado” en inglés se dice “brother in law” pero no hay que ser un eagle para darse cuenta de que el concepto es bien distinto, para lo bueno como para malo: ese cuñado graciosete que todos tenemos sería un “funny brother in law”, perífrasis que pierde todo el matiz astracanado que tiene la expresión en castellano (intenta hacer el “cuñaoooo” del Risitas con su equivalente en inglés). Por otro lado, un “hermano de ley” puede dar lugar a equívocos: por ejemplo, si el príncipe Felipe hace referencia a su “brother in law” no queda claro si se refiere a su cuñado, a su hermano metido en problemas legales o a su cuñado, hasta el cuello de chanchullos.
La misma confusión es aplicable a suegro (“father in law”) y todo el resto de parentesco político, que en castellano ha dado lugar a vocablos tan finos como “yerno”, “nuera” y, sobre todo, el inefable e intraducible “cuñao”.
Y hablando de cuñados…
Ojiplático

Qué idioma lo necesita: Árabe
Por qué debería apropiarse de ella: Ojiplático “no existe ni como palabra ni como expresión en árabe –explica Ali, saharaui en el exilio -y deberiamos introducirla, porque se nos han quedado los ojos como platos con la famosa primavera árabe”.
Para expresar el concepto ojiplático en árabe habría que decir “عندما يفاجأ شخص من شيء وضعو العيون الكبيرة و المستديرة مثل الصحون”, lo que viene siendo “cuando se sorprenda a alguien de algo y se le pone los ojos grandes y redondos como platos”.
Estrenar

Qué idioma lo necesita: Inglés
Por qué debería apropiarse de ella: ¿Qué dice de un idioma la carencia de un verbo tan útil como “estrenar”? ¿Acaso los angloparlantes no estrenan ropa? ¿Sucede tal vez lo contrario, que estén tan acostumbrados a estrenar que no necesiten si quiera un término para definirlo? Mientras algún filólogo nos resuelve esta duda seguiremos utilizando su ampulosa perífrasis: “Use something for first time”.
Refunfuñar

Qué idioma lo necesita: Italiano
Por qué debería apropiarse de ella: “En italiano no tenemos una palabra como “refunfuñar”” –explica Alessandra, milanesa de nacimiento, madrileña de adopción- “para poder expresar algo parecido tendríamos que decir “borbotare, ser infastiditti, contiunare tutto il giorno a lamenatarse e criticare…” y todo eso se puede decir en castellano con un sintético “refunfuñar”.

Aperitivo

Qué idioma: Árabe
Por qué debería apropiarse de ella: El español observador y patriota se habrá dado cuenta que la costumbre de poner un aperitivo o tapa antes de la comida principal no se estila en la mayor parte del mundo (motivo suficiente para muchos para no salir jamás del territorio nacional). En Marruecos a veces caen unas aceitunas antes del tallín, pero la palabra como tal no existe en árabe, explica el panadero Mohammed:
“En árabe se diría algo así como “Uklah jafifa kabla el Gidaa”, que quiere decir algo así como “picar algo antes de comer”, pero no tenemos ni la palabra ni el concepto”.

Abrazo

Qué idioma: Francés
Por qué debería apropiarse de ella: “Del español me encanta la palabra “abrazo” –cuenta la parisina Celina- “porque en francés no tiene traducción, sería algo así como “je bust a colade?”, pero no tiene el sentimiento que tiene en español”.



Fuente:
http://www.culturizando.com

http://blogs.lainformacion.com


¿Por qué este paisaje nos resulta tan reconfortante?




Deja que tu vista se fije durante unos minutos en este paisaje, permite que el verde impregne tus pupilas mientras imaginas en tu piel la caricia de la brisa que llega del fondo, de esa superficie azul, tal vez un lago o quién sabe si una playa marina. Respira profundamente mientras las nubes pasan lentamente sobre tu cabeza, alternando momentos de cálido de sol con otros de reconfortante sombra.
Eres un humano del siglo XXI pero en tus genes está profundamente marcada la experiencia de miles de generaciones de homínidos a lo largo de millones de años. Empecemos por el color predominante: el verde es el color de la clorofila, el que tiñe la totalidad de las plantas; es indicio de alimento y, por tanto, de agua. Nuestro cerebro activa su área de recompensa cuando la vista percibe el color verde. El color verde nos hace felices. Literalmente.
Fíjate ahora en ese árbol solitario que se erige en el centro de la imagen. Su copa está baja, lo que significa que sus ramas pueden alcanzarse trepando. Si un depredador apareciera repentinamente en la escena podríamos encaramarnos a la enramada de un salto. Recordemos que hace relativamente poco –un puñado de millones de años- nos movíamos de rama en rama, así que el árbol es “casa”.
Y no sólo “casa”, sino también “despensa”. Durante millones de años nuestros ancestros simios  que vagaban en las selvas del Mioceno se alimentaban casi exclusivamente de fruta, como nos recuerda el profesor José Enrique Campillo.
Pero, ¡ojo!, si en lugar de un puñado de árboles dispersos estuviéramos viendo una selva cerrada, la sensación no resultaría tan reconfortante. En la jungla las amenazas pueden venir de todas partes, no sólo desde dos dimensiones sino de tres. Nuestro antepasado arborícola era predador de insectos y pequeños mamíferos, pero también presa de serpientes, aves, felinos y otros simios. Nos empezamos a distanciar de aquellos primates (actuales orangutanes y gorilas) entre 20 y 5 millones de años atrás.
Cuando por fin bajamos de los árboles y empezamos a caminar por las sabanas africanas (homo habilis, hace 2 millones de años) nos volvimos primero carroñeros y más tarde cazadores. Hay quien sostiene que consumir carne nos hizo humanos. Sea o no el caso, lo cierto es que la horizontalidad de este paisaje también resulta tranquilizadora: nuestros ojos están dispuestos en horizontal sobre la cara y a gran altura –más de 1,5 metros- ideal para otear el horizonte (una vez más: de “horizontal”) en busca de presas y depredadores.
Vuelve a mirar el paisaje y fíjate ahora en las suaves lomas que moldean el suelo, formando apacibles valles en los que se puede acumular el agua y, avanzando en fast forward varios miles de años, sembrar un huerto primigenio.
Unas colinas más allá, una extensión de agua nos recuerda nuestros remotos orígenes: esa “sopa primitiva” de la que una vez salimos hace 475 millones de años, cuando la vida llevaba 3.500 millones de años en remojo. Sin agua no hay vida, de modo que este paisaje idílico no sería lo mismo sin esa promesa de color azul.

Fuente:
http://www.experiensense.com