miércoles, 3 de abril de 2013

Una frase para hoy...



Pensar en ti, Luis Miguel


Pensando en ti...Recordandote
descubro cada amanecer
sintiendote...mas y mas en mi
espero al sol mas de una vez
y sucede que este tiempo sin amor
me hizo saber
que aunque existe otro camino
va llenandose mi fe
pensando en ti...
como entender...
lo que pasa en mi
despues que ayer te pregunte
si habia en ti amor...
dijiste no
es algo extraño pero no
y resulta que mi alma sigue igual
formando tu figura
hallando en tu sonrisa la felicidad
pensar en ti...pensar en ti
seria mas hermoso oir tu voz
viajar al cielo ilusionada
y regresar enamorada de mi amor
pero puedo seguir
estando solo asi
pensando en ti...
y resulta que mi alma sigue igual
formando tu figura
hallando en tu sonrisa la felicidad
pensar en ti...pensar en ti
seria mas hermoso oir tu voz
viajar al cielo ilusionada
y regresar enamorada de mi amor
pero puedo seguir
estando solo asi
pensando en ti...


Juegos, JpTorga


Hace sol. Mi  garganta reseca pide una cerveza.
Entro en un bar elegido al azar. Me da igual, solo quiero refrescar la boca, leer la prensa deportiva y distraerme.

Estoy bien, hace tiempo que no me siento tan bien…
Pido la cerveza con voz ronca. La camarera me mira como quien espera algo de mí.
Me pone la cerveza con sonrisa amable. Le indico con la mirada que retire el vaso. Me encanta beber directamente de la botella, sabe mucho mejor, pienso de forma distraída mientras la recojo de la barra.

Con una servilleta de papel limpio el bocal con gesto despreocupado.



Mi mirada va a parar a una esquina del local.


Un rayo de electricidad recorre mi cuerpo.
¡Ella está allí!
Siento cómo me llama en silencio…

Una agitación incontrolable se pasea por todo mi cuerpo. La ansiedad se eleva en mi interior hasta hacerme marear.
Cierro los ojos.
¡No puede ser!
Hace tiempo que lo he dejado atrás.
¿Por qué me persigue?

Abro los ojos y me obligo a mirar hacia la ventana. Siento cómo gotas de sudor perlan mi frente.
No… no quiero mirar, pero sé que está allí.

Pongo un billete de cinco euros sobre la barra. La camarera me mira con gesto vacilante. Deja de fregar los vasos. Centro la mirada en la crónica del partido, pero soy incapaz de leer.

Quiero mirar hacia donde está ella… y a la vez me obligo a no mirar a ese maldito rincón.
La camarera con gesto amable me devuelve el cambio. Tres monedas de euro. Las recojo y noto que mi mano tiembla, mientras un torrente de sudor frío se adueña de mi cuerpo.
Miro de nuevo hacia el rincón. Luces de colores brillan de forma intermitente. Azul, rojo, amarillo… parpadean y parpadean hasta hacerme seducir.

Sacudo la cabeza para ahuyentar mis pensamientos.
Sacudo la cabeza para ahuyentar mis miedos.

Camino con paso firme hacia el baño. Paso a su lado y allí está llamándome en silencio. Empujo la puerta, de forma frenética me abalanzo sobre el lavabo.

Abro el grifo y lleno las manos del elemento líquido y frío.
Empapo la cara.
Miro al espejo.
Allí estoy yo, sonriendo y lleno de miedo a la vez.
Recojo más agua, la estampo contra la piel.
Bebo un poco.
Cierro el grifo.
Suspiro, parece que me siento mejor.

Miro al hombre del espejo.
Le sonrío.
Solo serán tres euros, nada más, le digo.
No hay ningún problema en ello.
El hombre del espejo me devuelve la sonrisa.
Me siento seguro.

Salgo.
Cierro la puerta con mimo.
Miro a mí alrededor.
Todos están ajenos a mi persona. Incluso la camarera parece ignorarme mientras de forma atareada recoge tres tazas de café depositadas sobre una mesa.

Introduzco la  mano en el bolsillo.
Siento un leve calor en mis dedos al tocar las monedas.
Disfruto de una excitación en el pecho que ciega mis sentidos.
La miro. Está ahí, ante mí... entregada.
Me saluda de forma silenciosa. Ya nos conocemos. Somos viejos amigos.

Encajo una moneda en su interior con dedos temblorosos.
Miro a ambos lados, siento que no deben verme jugar con ella.
Pulso la tecla verde con la misma fuerza que aprieto mis labios, los símbolos centrales se movilizan alocadamente.

Repito de nuevo el gesto. Mis dedos se deslizan sobre la tecla con la habilidad de un pianista. Parece que lo hago con desinterés, pero mi corazón late aceleradamente.

Una nueva moneda.
Mi dedo corazón pulsa de nuevo la tecla de juego.
Uso la tercera moneda.
La máquina me mira impasible, pero yo sé que va a darme el premio. Siempre lo hace. Primero me provoca y luego se entrega a mí. Soy  afortunado en el juego.

Llevo la mano a mi bolsillo, saco un billete de veinte euros. Con gesto mecánico indico a la camarera mi deseo.

Veinte monedas más.
La prebenda será mía.
Me siento repleto de emoción.
Mis dedos han dejado de temblar.
Pulso las teclas con rapidez y destreza. Me devuelve cinco monedas.
Sonrío… ¡ya eres mía!
La excitación llena me pecho. Eso es… ¡lo sabía!  Sabía que sería capaz de dominar el juego de esta máquina.

La rueda central gira vertiginosamente.
Cambio un nuevo billete sin pensar.
Mmmmm… ¡se resiste!
Su luz me ciega. Voy a la barra y recojo mi cerveza.
Me sitúo de nuevo impasible ante el juego.
Mis ojos brillan.
Me queda solo un billete de cinco, lo convierto en nuevas monedas.
Miro a los lados, no quiero que nadie intente jugar… ¡¡el premio tiene que ser mío!!

Ya sólo me queda una moneda.
La introduzco mientras cierro los ojos apelando a la superstición. Esta tiene que ser…
No… no ha sido. ¡¡Maldita embustera!!
Si tuviera otro billete… ¡¡ya le diría yo a ella!! ¡Seguro que le sacaba el premio especial!

No me queda dinero.
Apuro el último trago de cerveza.
Raquel se enfadará conmigo. He gastado el dinero que iba a ingresar en la cartilla bancaria del niño. Eran los cincuenta euros que Javi había ahorrado.

Pestañeo repetidamente.
¡He vuelto a jugar!!
Pero… mmmm, estuve a punto de sacarle a esa máquina el premio especial..!!

Salgo por la puerta.
No saludo al marchar. Los ignoro. Todo me da igual.
Poso los pies en la acera.
Dejo atrás la excitación del juego…
De nuevo un rayo de ansiedad recorre mi cuerpo.
De nuevo sudor frío en mi frente…

¿Qué he hecho?
¡He vuelto a jugar!
Había prometido a Raquel y Javi, que no volvería a hacerlo…

Hundo las manos en los bolsillos.
Mi espalda se encorva en un gesto abatido.
Miro al suelo.
Dejo que los pies me lleven…

No lo sabrán…
Les diré que perdí el dinero al sacar el pañuelo del bolsillo.
Me creerán…
¡Tienen que creerme!
No tienen que dudar de mí…
Yo…
¡¡Yo... he dejado el juego!!



¿Sabías que hay avispones que capturan la energía del sol para poder volar y trabajar?




Se suele decir que la naturaleza es sabia, y esta noticia viene a corroborar lo anteriormente dicho, ya que gracias a una investigación realizada por un grupo de científicos la Universidad de Tel Aviv, en Israel, se acaba de descubrir que los avispones orientales tienen células solares en su piel y utilizan la energía del Sol para funcionar desde hace ya más de 50.000 años.
Los avispones utilizarían como paneles solares dos partes -una de color amarillo y otra de color marrón- que se encuentran en su exoesqueleto o cutícula, echando por la borda la creencia tradicionalmente que apuntaba a que dichos pigmentos servían sólo como señal de peligro y para hacer saber a otros animales que contenían elementos venenosos con los cuales atacar. Ahora los científicos han descubierto que, además, sirven para capturar la energía solar. Este hecho se explica debido a que los avispones se encuentran mucho más activos a la hora del mediodía y suelen trabajar mucho más frenéticamente en verano que en invierno, además de que si la actividad solar descendía lo mismo ocurría con la actividad de estos, al contrario que otras clases de avispas que tienden a demostrar una actividad más frenética a primera hora de la mañana.
Según explican los investigadores este es el primer caso descubierto de una criatura que utiliza el sol como forma directa de energía, la cual es capturada por sus propios paneles solares que consistirían en muchas capas -hasta 30 en el caso de la parte marrón que contiene melanina y 15 en la sección amarilla, que contiene xantopterina- y ambas serían las responsables de capturar un 99% de las radiaciones ultravioleta que le llegan al avispón, la cual les permitiría volar y trabajar.


Fuente:
 http://www.veoverde.com



¿Qué es un halo de luz?

Un halo es un efecto óptico que usualmente se ve en lugares fríos como Alaska, los polos o en zonas donde se están desarrollando tormentas o mal tiempo. El halo está causado por partículas de hielo en suspensión en la troposfera que refractan la luz haciendo un espectro de colores alrededor de la luna o el sol.


Por lo general hacia adentro tienden a tener colores rojizos mientras que hacia afuera cuentan con amarillo, verde y azul claro o simplemente puede parecer un arco iris.
Dentro del halo, el cielo parece ser más oscuro que fuera de él. Los halos son anillos de color blanco o de una tonalidad pálida que se forman alrededor del Sol o de la Luna. En este caso el mecanismo físico que los produce tiene que ver con procesos de reflexión y refracción en los pequeños cristales de hielo que constituyen las nubes altas de tipo cirros. El tipo más común es el generado por procesos de refracción en cristales de hielo hexagonales. En este caso el diámetro del círculo que forma el halo es tal, que si uno apunta con un brazo en la dirección del Sol (o de la Luna) y con el otro en la dirección de cualquier punto del halo, el ángulo entre los brazos es 22°.


En la tropósfera están casi todos los fenómenos meteorológicos. En ésta capa suceden los cambios climáticos; además, se alojan en ésta zona casi todos los tipos de nubes. La tropósfera se hace cada vez mas fría con la altura, y en su límite superior, aproximada a 10km, la temperatura es de -60ºC. Esta capa contiene partículas de polvo y cristales de sal marina, elemento indispensables para la formacion de las nubes.


Existen los halos de 46º, los halos complejos y los halos incompletos. Los halos de 46º son iguales que los de 22º, pero de mayor tamaño. Los halos complejos son halos bastante extraños. Puden citarse dos: Halos con parhelio. Son halos de 22º, con un parhelio en cada esquina. Los halos dobles son los halos que encajan uno sobre otros. Por ejemplo, un halo de 22º con otro de 46º.
  • El halo solar , debe ser visualizado evitando la mirada directa al sol debido a la radiación solar y los rayos ultravioleta, que traspasan la capa de ozono y que producirían un daño al tejido ocular (retina, cristalino, etc.). Para ello, puede emplearse algún objeto de forma circular en la posición del sol a fin de dejar a la vista únicamente el círculo de colores que lo rodea, simulando un eclipse. Al igual que un arco iris, se forman halos alrededor del Sol debido a la humedad (en este caso los cristales de hielo) que es refractada por los rayos del sol en la atmósfera superior.
    A veces dos o más áreas del círculo o arcos que rodean el Sol serán más brillantes, formando lo que se llama “Sun dogs”. También puede formar halos alrededor de la Luna y, en ocasiones, el más brillante alrededor de estrellas y planetas como Venus.

  • El halo lunar : El anillo se forma cuando la luz de la Luna es refractada (se dobla) al pasar a través de cristales de hielo. Los anillos lunares sólo serán visibles si hay nubes suficientemente altas (léase frías, para que se formen los cristales de hielo) y delgadas. La forma típica hexagonal de un cristal de hielo desvía la luz de la Luna en un ángulo de 22 grados (el equivalente a dos puños cerrados con el brazo extendido), así que el anillo completo describe un diámetro de 44 grados desde nuestro punto de vista. Sólo se han visto anillos cuando la Luna está próxima a ser llena. La Luna debería ser capaz de producir un anillo en cualquiera de sus fases, pero tal vez son demasiado débiles para verse excepto cuando es luna llena.


Fuente:
http://es.wikipedia.org
http://www.veoverde.com