lunes, 17 de marzo de 2014

Mía, José Ángel Buesa




Mujer soñada: Ya tú eres mía...
Ya tú eres mía, como las rosas
son del rosal, y el Sol, del día...
Todos los seres, todas las cosas,
me están diciendo que ya eres mía...

¿No oyes el canto que alza el jilguero,
revoleteando sobre el alero,
vertiendo a chorros su melodía. ?
Es que él bien sabe cuanto te quiero;
es porque sabe que ya eres mía...

¿No sientes cómo la mano blonda
del Sol oculto tras de la fronda
te unge del oro tibio del día?
Es que el Sol sabe también cuán honda,
cuán dulcemente ya tú eres mía...

¿No ves la lluvia -que canta ahora-,
regando perlas? Ya ella no llora
con infinita melancolía,
y es que la lluvia tampoco ignora
que ya eres mía...

¿No ves los juegos que entre las rocas
las mariposas juegan airosas,
en una móvil policromía?
Es porque saben las mariposas
que ya eres mía...

¿No estas sintiendo que dulcemente
la fresca brisa besa tu frente
y alarga el beso sobre la mía?
Es que ella sabe cuán hondamente
ya tú eres mía...

¿No ves las noches ahora más bellas?
Es que han surgido nuevas estrellas,
y entre relámpagos de pedrería,
decir parecen que saben ellas
que ya eres mía...

¿No oyes al río, que descendiendo
por los barrancos, calma su estruendo
y se hace ahora blanda armonía?.
¿No te parece que va diciendo
que ya eres mía?

Mujer soñada: Ya tú eres mía,
ya tú eres mía como las rosas
son del rosal, y el Sol del día.
Todos los seres, todas las cosas,

-ríos, estrellas y mariposas-,
oyen el himno de mi alegría,
y hay más perfumes, porque hay más rosas,
desde que puedo llamarte mía...



Cerca de las vías, Fito y Fitipaldis

Hay días que parece que nunca se va a apagar el Sol,
y otros son más tristes que una despedida en la estación.

Es igual que nuestra vida, que cuando todo va bien...
un día tuerces una esquina y te tuerces tú también
Esa telaraña que cuelga en mi habitación,
no la quito, no hace nada, sólo ocupa su rincón.

Yo he crecido cerca de las vías y por eso sé,
que la tristeza y la alegría viajan en el mismo tren
¿quieres ver el mundo? Mira, está debajo de tus pies.

Con el paso de los años nada es como yo soñé.
Si no cierras bien los ojos muchas cosas no se ven.

No le tengo miedo al diablo ¿no ves que no puedo arder?
no hay más fuego en el infierno del que hay dentro de mi piel.

Todo lo malo y lo bueno cabe dentro de un papel.
¿Quieres ver el mundo? Mira, está debajo de tus pies