sábado, 10 de enero de 2015

Amor a primera vista, Wislawa Szymborska




Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
—quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún «lo siento»
o el sonido de «se ha equivocado» en el teléfono—,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.

Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,

una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.


Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.

Todo principio
no es más que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.




Guitarra suena más bajo, Nicola di Bari



Guitarra suena mas bajo
que alguien puede oírte
quiero me lleves muy suave
todo el amor que yo siento
y nadie debe saberlo
cantan los grillos del campo
y un pájaro en el ramo
ninguno duerme esta noche
tampoco ella que a esta hora
suspira aprieta la almohada
tal vez firme en el cielo
melosa con sus rayos
guitarra mía suena más bajo
aunque sea cierta la mano
suena guitarra ya es hora

La hora
de darle todo el bien
que hay mi alma
ceñirla con mi brazo y protegerla
y así amarla como nadie puede

La hora
de respirar el sol con aire puro
un prado es verde cuando es primavera
la noche baja y el sol
me deja junto
a mi amor ...


Todos los veranos (fragmento), Haroldo Conti



Dos o tres veces salí con él. No habló ni una palabra. Ya no decía "Hijo, esto", "Hijo, aquello", como tenía por costumbre y como a mí, después de todo, me gustaba oírselo decir. Ya no decía nada. Se sentaba en medio del bote y empezaba a remar con esa pachorra propia de los viejos, sin proponerse llegar a ninguna parte. Por la noche nos acurrucábamos en el fondo del bote y dormíamos cubiertos por una lona, el perro entre los dos. Muchas veces llegué a olvidarlo, pero otras me volvía hacia él impresionado de pronto por esa gran soledad que despedía mi padre, y contemplaba su rostro.


Fue una ilusión eso de olvidarlo. Ya para entonces el viejo había penetrado en mi vida de una manera lenta y obstinada. Ahora, en el recuerdo, revivo aquel aire taciturno, ese estar y no estar en medio de las cosas, esa turbadora presencia de su cuerpo abandonado al tiempo, esa leve y remotísima ironía.

Pero, después de todo, no sé si eso sale de él o de mí.

Entonces no advertí nada expresamente, o casi nada, porque la vida pugnaba dentro de mí y estaba impaciente por mi estrella. Fue mucho más tarde, el día que me senté en la costa y me comenzaron a rondar los recuerdos. Una tarde cualquiera de verano.

El último tiempo fue un largo y casi ininterrumpido vagabundeo sobre el río.

En realidad parecía buscar algo. Su corazón nunca estaba allí donde estaba el resto de su cuerpo. Siempre más adelante, o en cualquier otro lugar, pero no allí.

Una confusa ansiedad, apenas una llamita vacilante, lo apremiaba cada mañana con mansa, pero terca insistencia. Conozco ahora esa misma ansiedad. Esa congoja y esa alegría a un mismo tiempo, ese anhelo desasosegado por algo impreciso que le hace a uno erguir la cabeza y aspirar profundamente como si le faltase el aire.




¿Sabías que este año será un segundo más largo?




Este año será un segundo más largo, debido a que los relojes se ajustarán para adaptarse a una disminución en la rotación de la Tierra. Así lo ha aconsejado el Servicio Internacional de Rotación de la Tierra y Sistemas de Referencia (IERS), del Observatorio de París, a las autoridades responsables de la medición y la distribución del tiempo.

De acuerdo con ABC.es el segundo intercalar o adicional se agrega al Tiempo Universal Coordinado (UTC) para mantener la escala de tiempo de los relojes atómicos, los más precisos del mundo, acorde a la rotación de la Tierra. La escala de tiempo producida por estos relojes es mucho más estable y fiable que la basada en la rotación de nuestro planeta y, sin el segundo adicional, ambas escalas se separarían cada vez más.

El segundo extra no se añadirá el último día del año con el final de las campanadas, sino que se hará justo antes de la medianoche del 30 de junio, cuando los relojes estén a punto de cambiar al 1 de julio. Científicos del Servicio Internacional de Sistemas de Rotación y Referencia de la Tierra dijeron que el 30 de junio al llegar las 11:59:59, el reloj marcará 11:59:60 antes de pasar a las 12:00:00.

Los relojes atómicos, basados en las vibraciones dentro de los átomos, son los más exactos que existen. En 2013, un par de relojes atómicos experimentales basados en átomos de iterbio establecieron un nuevo récord por su precisión.

Diseñados en el estadounidense National Institute of Standards and Technology (NIST), funcionan como péndulos o metrónomos que podrían dar la hora de forma adecuada desde los últimos 21 siglos. Los físicos del NIST han explicado que es "más estable que cualquier otro reloj atómico".

De hecho, su actividad es unas 10 veces mejor que cualquiera de los resultados presentados para otros relojes de estas características.

Existe un continuo debate sobre si se debe abolir o no el segundo intercalar y permitir que la hora atómica se separe poco a poco de la hora solar. Algunos países han propuesto eliminar esta medida por las dificultades que suponen para los sistemas que dependen de la sincronización exacta, como los sistemas informáticos e Internet, y el tiempo y el esfuerzo necesarios para programar los equipos de forma manual, con el consiguiente riesgo del error humano.
Pero Gran Bretaña defiende la medida, ya que el no añadir los segundos rompería el vínculo que la humanidad tiene entre el concepto del tiempo y la posición del Sol en el cielo. Este vínculo se encuentra en el uso del Tiempo del Meridiano de Greenwich, el momento en que el Sol se posa sobre el meridiano y que marca el mediodía.

Durante el último salto de un segundo en 2012, algunos sitios web, como Reddit, LinkedIn o Yelp experimentaron problemas.

En aquella ocasión estos sitios se cayeron debido a que los servidores entraron en pánico al registrar el mismo segundo dos veces, explica el sitio Techie News.

“Si a una computadora se le pide llevar a cabo una operación al momento en que el segundo se repite, nos sabe qué hacer, lo que ocasiona una caída”, dice el sitio.


Para que este año no ocurra ningún incidente, Google ha estado preparándose, según explican en The Verge. La solución del famoso buscador es cortar el segundo extra en milisegundos y luego repartir estas pequeñas porciones de tiempo en el sistema de manera imperceptible a lo largo del día.

Para crear el UTC se genera primero una escala de tiempo secundaria, conocida como "tiempo atómico internacional2 (TAI): el UTC sin segundos añadidos o quitados. Cuando se instituyó el sistema en 1972 se determinó que la diferencia entre el TAI y el tiempo real de rotación de la Tierra era de 10 segundos. Desde entonces se han añadido segundos en intervalos que van de seis meses a siete años, y el más reciente se agregó el 30 de junio de 2012.


Fuente:
http://www.culturizando.com
http://www.tecnoblog.mx