miércoles, 26 de septiembre de 2012

Las Meninas, Diego Velázquez

Hoy comenzamos contemplando y admirando un cuadro


Velázquez, pintor español del Siglo de Oro, fue nombrado Pintor del Rey Felipe IV en 1623.
En los últimos años de su vida, creó la obra que tenemos ante nosotros y una de las más famosas del arte universal: Las Meninas.
Para leer esta obra tenemos que centrar nuestra mirada en tres aspectos fundamentales: los personajes retratados, el espacio y la mirada del pintor.



 Lo que puedes ver, los personajes:
 El tema del cuadro parece trivial, la infanta y sus damitas de compañía (meninas en portugués) irrumpen en el estudio de Velázquez, pintor de cámara del rey Felipe IV, que se encuentra pensativo y observa los modelos que se dispone a pintar. Nosotros podemos ser esos modelos ya que somos contemplados por Velázquez. Sin embargo, los reyes Felipe IV y Mariana de Austria, a quienes vemos reflejados en el espejo del fondo, son las personas que el pintor retrata.

 La escena transcurre en una de las estancias del Alcázar de Madrid. La infanta Margarita se encuentra en primer término, en el centro de la composición, un factor que, junto a la luminosidad que le ha dado el pintor, la convierte en el personaje más relevante del cuadro. Resulta ser una deliciosa y encantadora niña de seis añitos de edad. A sus lados, Isabel Velasco y Agustina Sarmiento son las “meninas”, junto a las que se encuentran los enanos de la corte, en actitud lúdica con el perro que hay a sus pies. María Agustina Sarmiento está haciendo una reverencia y ofreciendo en una bandeja plateada un jarrito o búcaro rojo a la infanta Margarita que acepta con su mano el jarrito y nos observa con su candorosa mirada infantil.
 Un poco más a la derecha vemos a otra menina, Isabel de Velasco, que también muestra sus respetos mediante una suave reverencia. La siguiente es Maribárbola, enana macrocéfala de origen alemán, que también nos mira y, finalizando este plano, Nicolasillo Pertusato, que parece un niño pero también era un enano, bastante travieso por cierto, pues ya ves que le está dando una patada a un gran mastín tumbado en el suelo.


Un poco más atrás, a la izquierda, está el pintor Velázquez sujetando un pincel en la mano derecha y la paleta con los demás pinceles en la izquierda. Se está inspirando para pintar a los reyes y se ha representado a sí mismo muy elegante y como de cuarenta años cuando ya rondaba los cincuenta y siete. Delante de él está la parte posterior del lienzo sobre un caballete.
Ahora pasas a la zona derecha y, en un segundo plano, ves dos personajes: la dama Marcela Ulloa, “guarda menor de damas” y un caballero sin identificar que sería un sirviente de la corte y que tiene las manos juntas mientras escucha la conversación de la dama. Para marcar la distancia y el espacio, Velázquez los sitúa a ambos en penumbra y más abocetados que las meninas.
Al fondo, una puerta de madera con cuarterones se abre a una estancia posterior muy iluminada y José Nieto, aposentador de la corte, está en las escaleras, no sabemos si viene o se va. Lleva un sombrero en la mano y viste una elegante capa negra. La luz es de tal intensidad que hace brillar la escalera, la puerta y la persona de José Nieto.
Colgado en la pared ves un espejo que refleja la luz y donde el rey y la reina aparecen con un cortinaje rojo. No sabemos si están quietos posando para Velázquez o si entran en ese momento en la habitación.

 Si no fuera por el toque de luz que el pintor da al espejo no repararíamos en ellos, e incluso parece que sea un cuadro más dentro de la estancia. Este juego visual, un tanto enigmático, nos permite obtener más información de las personas que hay en el espacio representado.
La estancia es amplia y de techo alto, sería el estudio del pintor y por eso hay grandes cuadros por las paredes (identificados en la actualidad). Existen ventanas en la pared derecha y están alternativamente abiertas y cerradas lo que nos acentúa la sensación de profundidad y de atmósfera real. El gran tamaño de las figuras, casi natural, subraya aún más su presencia en un espacio muy creíble.
  
La instantaneidad del momento se puede ver en los gestos de los personajes, que parecen haber sido alertados por la llamada de alguien exterior a la escena. 

El espacio:
 Velázquez nos presenta en esta obra la intimidad del Alcázar y con su maestría nos hace penetrar en una tercera dimensión. Con la escena que muestra inmortaliza un solo instante de la vida cotidiana de sus personajes. La luz y la atmósfera del cuadro son la consecuencia del dominio y el genio artístico del pintor sevillano. 

Técnicamente el cuadro es insuperable. El conjunto de perspectivas utilizadas es único y produce un efecto “atmosférico” en el ambiente representado, como si el pintor hubiese pintado el aire entre las figuras. Vamos a analizarlo: la primera perspectiva que observas es la lineal, diversas líneas imaginarias o no (línea del techo-pared; cuadros colgados, el suelo) guían nuestra vista hacia el fondo y nos hacen creer en una fuerte tridimensionalidad. Este asombroso efecto se refuerza con un suelo neutro, de moqueta, que avanza hacia nuestra posición y, sobre todo, con unos espacios alternativamente iluminados y en penumbra que subrayan el efecto de alejamiento. La otra perspectiva es la aérea, la difuminación progresiva de los contornos y la degradación de las gamas tonales con el aumento de la distancia y el alejamiento. Como remate, Velázquez pone un agujero iluminado en el centro (la puerta abierta) que da a una estancia donde no vemos el fin, es decir, el cuadro tiene una perspectiva ilimitada.

Esta combinación de perspectiva aérea y lineal es lo que ha fascinado a todos, expertos o no, desde el siglo XVII.

 La gama cromática empleada por Velázquez en esta obra es limitada y contenida, predominan los grises y los ocres, no obstante, aplica colores fuertes como el rojo fuego en pequeños detalles de la vestimenta de las niñas como lacitos, pasadores de pelo y adornos florales. De este modo rompe la monotonía de colores y atrae nuestra atención. La calidad de representación de las sedas brillantes con grises y blancos muy luminosos resultan de una belleza deslumbrante.

La mirada: Velázquez nos mira fijamente
Lo más original de Las Meninas es el juego de miradas y espejos que contiene, un efecto habitual en el arte Barroco.
Velázquez (la mirada del pintor) se retrata en el cuadro pintando a los reyes, cuya imagen vemos reflejada en un pequeño y poco destacado espejo, al fondo de la escena.
Como espectadores, nos sentimos observados ante la mirada del pintor. Nuestra visión de la escena es la misma que la de los reyes que están siendo retratados por Velázquez.
Este gesto de Velázquez confirma la importancia que en aquel momento tenía la figura del pintor en la corte (que cobra protagonismo en un retrato real). Además, da un paso importante en la representación del mundo real a través del arte, ya que consigue integrar el espacio del espectador (nuestra mirada) con el espacio representado (la mirada de los reyes).
Por otra parte, el espejo es la burla espacial por antonomasia, nos engaña y confunde, crea espacios ilusorios y, si te colocas de espaldas y miras el cuadro con un espejito, te llevarás una sorpresa por el efecto fuertemente realista que produce. Cuando contemplas el cuadro directamente, tu vista es dirigida hacia el fondo y el espejo te devuelve la imagen. Así se crea una interrelación tan estrecha entre lo pintado y lo real que resulta difícil distinguirlos.
La aparente trivialidad del tema es también engañosa ya que Velázquez estuvo toda su vida reivindicando la superioridad de la pintura por encima de las actividades puramente artesanales entre las que estaba incluída; él consideraba la pintura como una actividad intelectual superior, cuyo momento importante no era el acto de pintar sino la idea, el concepto y el pensamiento previos al hecho mecánico de aplicar el óleo sobre el lienzo. En resúmen, la superioridad del artista sobre el artesano.

Otro mensaje es el futuro prometedor de la monarquía española, con la sucesión asegurada. La última lectura de la obra sería la relación de profunda amistad del pintor con el rey y la infanta , todos ellos aparecen representados en el mismo cuadro.

Existen detalles que puedes observar para que comprendas la excepcionalidad de este cuadro único. Fíjate en el perro, tan real que sólo le falta ladrar, o en la carita delicadísima de la infanta, o en el cabello de Nicolasillo, brillante y recién lavado, o en la prestancia y apostura de Velázquez con su cuidado bigote, su peinada melena y su esbeltez anatómica. O bien en los cuadros de la estancia, identificados como Minerva y Aracne (Rubens) y Apolo y Pan (Jordaens) y que vuelven a incidir en el tema de la superioridad de lo intelectual sobre lo manual.
Hay que señalar que la obsesión del pintor por demostrar la superioridad de la pintura sobre otras artes perseguía, entre otras cosas, la exención de impuestos.
Interesante es también el espejo iluminado (de bronce muy bruñido) y las ventanas laterales, una abierta en primer término, las tres siguientes cerradas y la última abierta.
 
 Un cuadro así no podía pasar desapercibido para la imaginación popular y el hecho que dio pie para inventar una bonita leyenda lo provocó la cruz de Santiago que lleva pintada Velázquez sobre su vestimenta. Sabemos que fue nombrado caballero de la Orden de Santiago a título póstumo en 1.660. eso significa que alguien se la pintó después de muerto en Las Meninas. Sería, según la tradición el propio rey Felipe IV, que, agradecido por los numerosos servicios de Velázquez como aposentador real y, sobre todo, como pintor, realizaría la cruz con su regia mano.

¿Sabías que...?
Las Meninas era el nombre con el que se conocían a las acompañantes de los niños reales en el S.XVII.
La cruz de Santiago que hay en la vestimenta del pintor fue añadida póstumamente por orden de Felipe IV, demostrando su gratitud por los servicios prestados durante tantos años a la Corte. Las Meninas es, pues, un ejemplo de cómo Velázquez hizo un arte noble y liberal.


Contigo, El canto del loco

...Y sólo quiero vivir contigo
Y sólo quiero bailar contigo
Sólo quiero estar contigo
Y quiero ser lo que nunca he sido
Sólo quiero soñar contigo
Sólo voy a cantar contigo
Lo voy a hacer todo contigo
Ya ves, sé lo que me digo

Siento cuando estás, y tú me das tu voz con esa fuerza
Quiero oírte más tu voz gritar ese susurro loco

Contigo, quiero escuchar contigo
Esta canción que solamente habla de ti y de mi
Contigo, lo soy todo contigo
Me haces falta y ya no puedo vivir sin ti

Contigo, quiero estar contigo
Y decirte que ya no puedo vivir sin ti

Música de película...


Preguntas curiosas

¿Tienen los gemelos las mismas huellas digitales?
Todas las personas comenzamos como un huevo fertilizado. En el caso de los gemelos, dos personas surgen de un mismo huevo y después de que el huevo ha sido fertilizado, se divide en dos. Por ello los gemelos son del mismo sexo. A menudo tienen casi la misma altura, el mismo peso y el mismo color de cabello.
Pero si te fijas bien, encontrarás algunas diferencias en los gemelos. Las más comunes tienen que ver con características, tales como marcas de nacimiento, lunares, patrones del cabello, el desarrollo de los dientes y huellas digitales.
Los gemelos son los identicos genéticamente, pero las leyes de la genética no determinan completamente tu apariencia física. Por ello, las huellas digitales de los gemelos se parecen más que las de dos personas sin ningún parentesco. Pero no son idénticas. 
¿Cuál es la sustancia más apestosa que existe? 
Es una clase de moléculas conocidas como mercaptanos.
Puede que te hayas topado con los mercaptanos en el rocío de un zorrillo, en un trozo carne podrida, en el mal aliento, en el agua de pantano e incluso en algunos quesos.
La nariz humana tiene una gran sensibilidad a los mercaptanos y es capaz de detectar tan sólo unas pocas moléculas de mercaptanos entre billones de moléculas de aire. Cuando en tu casa dices: “huele a gas”, en realidad estás oliendo mercaptanos, ya que las compañías de gas añaden un mercaptano al gas natural, para que podamos detectar incluso pequeñas pérdidas de gas dentro de nuestros hogares.
Los mercaptanos a veces son utilizados en estudios de científicos pero los expertos opinan que, incluso en el laboratorio, manipular mercaptanos es un trabajo apestoso. 

¿Por qué las estrellas parecen brillar con mayor intensidad en el invierno que en el verano?
En realidad durante el verano se ven más estrellas desde la Tierra ya que durante esta época estamos viendo hacia el centro de la Vía Láctea. Sin embargo, no podemos ver muchas de estas estrellas ya que son opacadas por el polvo espacial que se interpone entre éstas y la Tierra.
Durante el verano, el cielo nocturno se ve brumoso debido a la gran cantidad de luz que emana de miles de millones de estrellas.
Por otro lado en el invierno estamos viendo en dirección opuesta, hacia el brazo espiral de la galaxia. Las estrellas en esta parte del cielo están más cerca y aunque sean menos, algunas son gigantes.
Por ello en el invierno el cielo está más despejado y las estrellas se ven con más nitidez que en el verano.

¿Cuanta información existe en el mundo? 
Muchísima. Si almacenáramos la información actual en discos compactos y los apiláramos uno sobre otro, la torre de discos llegaría más allá de la Luna.
Esto, de acuerdo con un grupo de científicos que publicaron el primer inventario de la capacidad del mundo para almacenar, comunicar y procesar información generada por los seres humanos, tales como números, oraciones, imágenes y textos.
Los científicos utilizaron más de mil fuentes para averiguar cuanta capacidad de alcenamiento de información existe en todo el mundo.
Los expertos nos dijeron que la información en discos compactos llegaría más allá de la Luna. Si quisiéramos entenderlo de otra forma, podríamos imaginar que si una sola estrella representa un poquito de información, para cada persona en el mundo existiría una galaxia de información correspondiente.

Fuente:  Fundación Nacional de la Ciencia

Otoño en Chichen Itza, la maravilla de México

Hay fenómenos naturales que se producen a lo largo de la tierra, y pareciera que eso los vuelve comunes. Sin embargo, hay algunos lugares del mundo, en donde su desarrollo se vuelve exclusivo, y los convierte en los más esperados y en grandes atractivos turísticos, y como no podía ser de otro modo, esto ocurre en México.
Este es un país que a lo largo de su territorio posee diversos elementos y manifestaciones que seducen al viajero, y que invitan a disfrutarlos  en persona. 


Muchos de estos fenómenos naturales se manifiestan aquí y ocurren una o dos veces al año.  Esto los vuelve aún más interesantes, llegando a dotar a algunos de un carácter simbólico y de ritual de gran importancia.
Uno de ellos es el  Equinoccio de Otoño en Chichén Itzá. El equinoccio es el punto cenit, es decir que se encuentra a  90 grados sobre la cabeza del observador, y la tierra es iluminada de igual modo por el sol, tanto en el norte como en el sur. Es un espectáculo asombroso, y poder observarlo en un lugar tan mítico, que fue hogar de los mayas, le da un carácter aun más especial.



El espectáculo arqueoastronómico más conocido mundialmente sobre el mundo maya es sin duda alguna el que ocurre en "El Castillo" o "Pirámide de Kukulkán" en Chitchen Itza. Construido hacia en 800 de nuestra era, es un asombroso calendario solar que marca los días del año así como los equinoccios de primavera y de otoño. El Castillo es un templo de forma piramidal de 28 metros de altura con 91 escalones en cada uno de sus cuatro caras. Los escalones son un registro en piedra del año solar. 91 escalones por 4 lados, más un nivel extra por la plataforma da un total de 365, un peldaño por cada día del año. Al atardecer del día 22 de septiembre, cuando comienza el equinoccio de otoño, se puede observar en la escalera norte del Castillo de Kukulcán, una proyección solar: la imagen de una serpiente emplumada (representación del dios Kukulcán) descendiendo por las escaleras desde la parte más alta de la pirámide. 



El espectáculo se inicia cuando las primeras sombras de los cuerpos superiores de la pirámide comienzan a dibujar triángulos isósceles (siete triángulos de luz invertidos) que conforman el cuerpo de la serpiente emplumada, las que luego avanzan hacia la cabeza en forma de serpiente y se ubican en la parte baja de la alfarda. El séptimo triángulo coincide con la garganta del reptil que está al principio de la alfarda. En ese instante, cuando el último triangulo de sombra toca la base de la alfarda todos los espectadores se ponen de pie y levantan las manos para absorber la energía positiva que emana este fenómeno.


A medida que el sol se oculta, los triángulos van desapareciendo en orden inverso (de abajo hacia arriba) y así la figura de Kukulcán finalmente desaparece. Todo este proceso que dura aproximadamente 45 minutos, desde su inicio hasta su culminación.

El fenómeno también se puede apreciar unos dos días antes y después del equinoccio, dependiendo del clima. El mismo fenómeno puede vivenciarse el día 21 de marzo, con motivo del equinoccio de primavera.



 Muy posiblemente la pirámide de Kukulkan presentaba otros alineamientos astronómicos en diversas secciones de su construcción, lamentablemente estas hipotéticas alineaciones las hemos perdido. Cuando la pirámide fue descubierta se encontraba en un estado excesivamente ruinosa, y en su mayor parte de la construcción que vemos en la actualidad es obra de un arduo proceso de reconstrucción.

El mundo maya en Centroamérica también tiene interesantes emplazamientos arqueo astronómicos. La ciudad maya más importante en este aspecto es Copán, en Honduras. Fundada en el siglo V a.C. y abandonada en el 850 de nuestra era presenta una gran cantidad de estelas y construcciones con motivos evidentemente astronómicos. Por ejemplo la estela numero 2 sólo recibe luz solar en su cara frontal cuando el astro rey se encuentra en su solsticio de invierno. Las estelas 10 y 12 indican con su alineamiento la puesta de sol el 12 de abril y el 1 de septiembre, la primera de estas fechas es el inicio de la temporada de lluvias. Pero lo interesante de esta alineación es que la estela 12, en el sector oeste de Copán se encuentra a 7 kilómetros de la estela 10, y ésta ultima queda bajo el horizonte. 



Las mismas fechas, 12 de abril y 1 de septiembre, también están involucrados con el edificio 22 u "Observatorio". El famoso arqueo astrónomo Anthony Aveni descubrió que una estrecha ventana de éste edificio en su parte media apuntaba hacia el ocaso solar en estas fechas. Dicha ventana siempre se alineaba con Venus en el atardecer entre abril y mayo. Pero había más. El año anterior en que Venus alcanzaba su posición más elevada en el horizonte, el primer día de visibilidad del planeta por la ventanilla siempre se retrasaba 8 días, del 25 de abril al 3 de mayo. Al año siguiente de alcanzar la posición extrema, el último día de visibilidad de Venus obedecía a las mismas fechas. Estas fechas marcadas por dicha ventana y las posiciones de Venus tenían un razón simbólica: la fecha intermedia entre el 25 de abril y el 3 de mayo, esto es el 29 de abril, corresponde al paso zenital del sol sobre Copán. Con ello, los dos astros más importantes para los mayas Venus y el Sol se veían involucrados simbólicamente en el mismo edificio. Y esta función arqueoastrológica está perfectamente grabada en las serpientes de cabezas bicéfalas del edificio, una representa a Venus y apunta precisamente hacia el poniente, la otra representa al sol y esta apuntando hacia el naciente. Ante dichas implicaciones el Edificio 22 también ha recibido el nombre de Templo de Venus.



Esculturas en metal

Joe Pogan recicla metales y los convierte en esculturas. 

Es un escultor estadounidense nacido en Oregón, luego de haber servido para la Armada decidió estudiar arte y soldadura. Fue soldador profesional por más de 20 años y volcó su talento artístico en la creación de increíbles esculturas de animales, utilizando materiales metálicos encontrados para realizarlas.
Comienza formando la esculturacon un marco general., formando una capa exterior y luego fusiona los diferentes objetos hasta lograr hermosas esculturas, como curiosidad, algunas de estas esculturas son realizadas a partir de madera dura impregnada de aceitenatural.


 Disfruta mucho de sus creaciones, y trasmite su pasión  y conocimiento en cada obra que realiza, trabaja por encargo y además lo hace por gusto y distracción.
Es muy reconocido escultor, y además contribuye al medio ambiente reciclando objetos y metales que son difíciles de desechar mediante la creación artística de objetos ornamentales.

Joe también puede dibujar piezas reales como su famoso hermano gemelo Jerry, quién es dueño de la Pogan´s Gallery in Tahoe City en California, EE.UU. La diferencia es que Joe toma ese realismo y lo transforma en un objetos en 3D, con una mezcla increíble de metales.

Sus obras nacen de chatarra, como tuercas, pernos, relojes, cucharas, tenedores y otros. Joe Pogan utiliza objetos de metal para realizar las esculturas y su trabajo es interesante, por su la filosofía de reutilizar y reciclar.
 
Pogan, también incorpora objetos de metal y joyas facilitadas por el cliente. Cada escultura puede evocar el recuerdo de un ser querido o se puede adquirir para hacer un regalo maravilloso.
Joe Pogan pasó más de veinte años de trabajo como soldador profesional, donde fue capaz de soldar bicicletas de montaña con soldadura de aluminio, un tipo de soldadura muy precisa y exigente que pocas personas son capaces de hacer. Ha usado su experiencia como soldador y su talento artístico para hacer increíbles esculturas de metal.
Para los que quieren algo más personal, Joe Pogan también hace pedidos especiales de esculturas de metal en la que una persona puede ocultar sus propias pertenencias personales. Recibe cualquier objeto de metal que le envíen - tales como placas de identificación militar, fichas o cualquier otro objeto que tenga significado para el cliente, y los coloca en la escultura de metal que el cliente ordene.