miércoles, 31 de julio de 2013

La historia de las miradas, narrado por Eduardo Galeano.


No es que no tuvieran ojos los hombres y mujeres que se caminaban estas tierras. Tenían de por sí, pero no miraban. Los dioses más grandes, los que nacieron el mundo, los más primeros, de por sí habían nacido muchas cosas sin dejar mero clarito para qué o por qué o sea la razón o el trabajo que cada cosa debía de hacer o de tratar de hacer. Porque de que cada cosa tenía su por qué, pues sí, porque los dioses que nacieron el mundo, los más primeros, de por sí eran los más grandes y ellos sí se sabían bien para qué o por qué cada cosa, eran dioses pues.
Pero resulta que estos dioses primeros no muy se preocupaban de lo que hacían, todo lo hacían como fiesta, como juego, como baile. De por sí cuentan los más viejos de los viejos que, cuando los primeros dioses se reunían, seguro tenía que haber una su marimba, porque seguro que al final de sus asambleas se venían la cantadera y la bailadera. Es más, dicen que si la marimba no estaba a la mano, pues nomás no había asamblea y ahí se estaban los dioses, rascándose nomás la barriga, contando chistes y haciéndose travesuras.
Bueno, el caso es que los dioses primeros, los más grandes, nacieron el mundo, pero no dejaron claro el para qué o el por qué de cada cosa. Y una de estas cosas eran los ojos. ¿Acaso habían dejado dicho los dioses que los ojos eran para mirar? No pues. Y entonces ahí se andaban los primeros hombres y mujeres que acá se caminaron, a los tumbos, dándose golpes y caídas, chocándose entre ellos y agarrando cosas que no querían y dejando de tomar cosas que sí querían. Así como de por sí hace mucha gente ahora, que toma lo que no quiere y le hace daño, y deja de agarrar lo que necesita y la hace mejor, que anda tropezándose y chocando unos con otros.
O sea que los hombres y mujeres primeros sí tenían unos sus ojos, sí pues, pero no miraban. Y muchos y muy variados eran los tipos de ojos que tenían los más primeros hombres y mujeres. Los había de todos los colores y de todos los tamaños, los había de diferentes formas. Había ojos redondos, rasgados, ovalados, chicos, grandes, medianos, negros, azules, amarillos, verdes, marrones, rojos y blancos. Sí, muchos ojos, dos en cada hombre y mujer primeros, pero nada que miraban.
Y así se hubiera seguido todo hasta nuestros días si no es porque una vez pasó algo. Resulta que estaban los dioses primeros, los que nacieron el mundo, los más grandes, haciendo una su bailadera porque agosto era, pues, mes de memoria y de mañana, cuando unos hombres y mujeres que no miraban se fueron a dar a donde estaban los dioses en su fiestadero y ahí nomás se chocaron con los dioses y unos fueron a dar contra la marimba y la tumbaron y entonces la fiesta se hizo puro borlote y se paró la música y se paró la cantadera y pues también la bailadera se detuvo y gran relajo se hizo y los dioses primeros de un lado a otro tratando de ver por qué se detuvo la fiesta y los hombres y mujeres que no miraban se seguían tropezando y chocando entre ellos y con los dioses. Y así se pasaron un buen rato, entre choques, caídas, mentadas y maldiciones.
Ya por fin al rato como que se dieron cuenta los dioses más grandes que todo el desbarajuste se había hecho cuando llegaron esos hombres y mujeres. Y entonces los juntaron y les hablaron y les preguntaron si acaso no miraban por dónde caminaban. Y entonces los hombres y mujeres más primeros no se miraron porque de por sí no miraban, pero preguntaron qué cosa es "mirar". Y entonces los dioses que nacieron el mundo se dieron cuenta de que no les habían dejado claro para qué servían los ojos, o sea cuál era su razón de ser, su por qué y su para qué de los ojos. Y ya les explicaron los dioses más grandes a los hombres y mujeres primeros qué cosa era mirar, y los enseñaron a mirar.
Así aprendieron estos hombres y mujeres que se puede mirar al otro, saber que es y que está y que es otro y así no chocar con él, ni pegarlo, ni pasarle encima, ni tropezarlo.
Supieron también que se puede mirar adentro del otro y ver lo que siente su corazón. Porque no siempre el corazón se habla con las palabras que nacen los labios. Muchas veces habla el corazón con la piel, con la mirada o con pasos se habla.
También aprendieron a mirar a quien mira mirándose, que son aquellos que se buscan a sí mismos en las miradas de otros.
Y supieron mirar a los otros que los miran mirar.
Y todas las miradas aprendieron los primeros hombres y mujeres. Y la más importante que aprendieron es la mirada que se mira a sí misma y se sabe y se conoce, la mirada que se mira a sí misma mirando y mirándose, que mira caminos y mira mañanas que no se han nacido todavía, caminos aún por andarse y madrugadas por parirse.




Cuando te alejas, Pablo Alborán


Quiero perderme contigo
En tus sábanas frías olvidando el mundo
Sin nadie que sepa que estamos aquí
Quiero enterrar el pasado
Y creer que eres mía y que en tus sueños perdida
Te acerques y quieras vivir junto a mí
Por eso te digo bajito que doy lo que sea por un minuto contigo
Por eso te canto al oído mi secreto cautivo sin miedo a decirlo
Yo te quiero
Y no puedo vivir sin sentir en mi cuello tu aliento
No soy uno más en tu lista de amores perdidos
Preso de tus largos besos
Eterna paciencia que tienes conmigo
Yo se
Que puedo sentir en el aire
ese algo que dejas que embruja mi cuerpo
Cuando te alejas me tiemblan las manos
por miedo a que veas que muero por ti
Has volcado mi universo y con un solo beso
has parado mi tiempo canta por dentro
un corazón que late muy lento cuando estoy sin ti
Creo que empiezo a notarlo
Acaricias mis labios, calmas mi sed
Apaga la luz que te bese otra vez



El puente de Oresund: una maravilla de la ingeniería




Los ingenieros miran un mapa, ven dos territorios casi juntos, apenas separados por unos kilómetros de agua, y no pueden resistirse a pensar en un puente que los una. Esto ha pasado durante años con la distancia de que separa Suecia y Dinamarca, hasta que por fin, en 2000, lo consiguieron con el puente Öresund, el puente con carretera y vía férrea sujeto por cables más largo del mundo. Son apenas 7,8 km desde Lernacken (en el lado sueco, cerca de Malmö) hasta la isla artificial de Peberholm (isla de la pimienta), situada al sur de Saltholm (isla de la sal). Desde la isla, otros tres kilómetros de túnel submarino finalmente emergen al norte del aeropuerto de Copenhague.

El Puente de Oresund, conecta las dos áreas metropolitanas de la Región de Oresund: la capital danesa Copenhague y la ciudad sueca de Malmo. Cuenta con dos líneas de tren y seis pistas de carretera, siendo el puente combinado tren-carretera más largo de Europa.


El 14 de agosto de 1999, el Príncipe Heredero Federico de Dinamarca y la Princesa Heredera de Suecia, Victoria se reunieron en el centro del puente para celebrar su finalización. La inauguración oficial fue el 1 de julio de 2000, con la presencia de la Reina Margarita II de Dinamarca y el Rey Carlos XVI Gustavo de Suecia. El puente fue abierto al tráfico ese mismo día.


El puente posee uno de los mayores vanos centrales de los puentes atirantados del mundo, con 490 metros. El pilar más alto mide 204 metros y la longitud total del puente es de 7.845 metros, que corresponden aproximadamente a la mitad de la distancia entre las costas de Suecia y Dinamarca, y siendo su peso de unas 82.000 toneladas. El resto de la distancia se cubre mediante la isla artificial de Peberholm, el llamado ‘islote de la pimienta’, y después un túnel en el lado danés. Las dos líneas de ferrocarril se encuentran bajo las pistas de la carretera. El puente tiene una altura libre de 57 metros. No obstante, la mayor parte de los barcos que circulan por el Oresund lo hacen por el estrecho de Droguen, donde se encuentra el túnel. Está diseñado para soportar temperaturas inferiores a -20º, y la posible colisión de buques o impactos de hielo.


Las torres del puente fueron colocadas por la grúa flotante más grande del mundo y están diseñadas para que el puente no se destruya incluso en el caso de una colisión aérea en las torres.

Los segmentos de túnel se transportaron remolcados desde el lugar de fabricación. Una vez posicionado cada segmento con gran precisión gracias a la tecnología GPS, se procedía a la inmersión del mismo, colocándolo sobre una base granular previamente preparada y nivelada en el fondo del mar. Una vez selladas las juntas por el personal de buceo, se procedió al desecado del interior del conducto.
Está diseñado para soportar temperaturas inferiores a -20º, y la posible colisión de buques o impactos de hielo. - See more at: http://nosoloingenieria.com/maravillas-ingenieria-puente-tunel-oresund/#sthash.eNxNsWHm.dpuf

Se construyó en forma de túnel – isla – puente, ya que todo el tramo de 16 kilómetros de túnel resultaría demasiado caro, y no se construyó en su totalidad como puente ya que se tenía que asegurar la aeronavegabilidad de la zona, pues el aeropuerto de Kastrup, Aeropuerto Internacional de Copenhague, está situado junto a la entrada actual del tunel.

El puente de Oresund ha cambiado el mapa de Europa, ya que los 16 kilómetros que separaban Dinamarca de Suecia, dividían además en dos a la Unión Europea, estando Suecia y Finlandia incomunicadas por tren y carretera con el resto de la UE. Desde este punto de vista, su impacto en la conexión de ambos países es muy superior al logrado por el Eurotúnel entre Francia e Inglaterra. Prueba de ello es que el servicio de ferries Malmo-Copenhague terminó por desaparecer, mientras que en el Canal de la Mancha siguen circulando muchas lineas de ferries, ya que generalmente es más económico el ferry que el Eurotúnel.

El trayecto en coche dura entre 15 y 20 minutos. Además, destacar que la velocidad máxima de circulación varía en función de las condiciones de tráfico y la meteorología (unos paneles luminosos situados sobre la calzada indican a cuál es la velocidad máxima en cada momento). Para el trayecto en tren, salen cada 20 minutos, y tarda unos 25 minutos en cruzar. El transporte ferroviario es operado conjuntamente por la empresa sueca y la danesa.