miércoles, 19 de diciembre de 2012

Si tu no estás aquí, Rosana

No quiero estar sin ti
si tú no estas aquí me sobra el aire
no quiero estar así
si tú no estas la gente se hace nadie
si tú no estas aquí no se
que diablos hago amándote
si tú no estas aquí sabrás
que dios no va a entender por que te vas
no quiero sin ti
si tú no estas aquí me falta el sueño
no quiero andar así
latiendo un corazón de amor sin dueño
si tú no estas aquí no se
que diablos hago amándote
si tú no estas aquí sabrás
que dios no va a entender porque te vas
derramare mis sueños
si algún día no te tengo
lo mas grande se hará lo mas pequeño
paseare en un cielo sin estrellas esta vez
tratando de entender quien hizo
un infierno el paraiso
no te vayas nunca porque
no puedo estar sin ti
si tú no estas aquí me quema el aire
si tú no estas aquí no se
que diablos hago amándote
si tú no estas aquí sabrás
que dios no va a entender por que te vas




Una imagen con "mucho peso"....





Poema del adiós, José Ángel Buesa

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.

 

 

Realidad o sueño, Jarabe de Palo

Deja que te hable de mis sueños
que tras el tiempo se escondieron
pero que contigo han vuelto.

Deja que te hable de mis sueños,
que con el tiempo se perdieron
confundidos en el silencio.

Sueño con los ojos abiertos,
puede que pienses que estoy loco
porque me creo lo que sueño.

Y si tú quieres te los cuento,
los escribí en un libro abierto
en el lenguaje de los sueños.

Qué hay de malo en perseguir los sueños.
Qué hay de malo en soñar despierto.
Sueño en color, sueño en verso.
en historias con argumento,
en canciones que al fin resuelvo.

Flotan guitarras en el cielo,
veo montañas en el techo,
para los sueños no hay secretos.

Creo en los sueños infinitos,
aquellos que tienen los niños,
que se acarician con los dedos.

Creo en los sueños verdaderos
que corren sin rumbo ni dueño,
y a los que nadie puso un precio.

Son los sueños realidad o sueños.
Es la realidad verdad o un sueño.
Qué hay de malo en perseguir los sueños.
Qué hay de malo en soñar despierto.
Son los sueños realidad o sueños.
Es la realidad verdad o un sueño.




La Resistencia, Ernesto Sábato

 

Máscaras

"Persona quiere decir máscara,
y cada uno de nosotros tiene muchas.

¿Hay realmente una verdadera
que pueda expresar la compleja,
ambigua y contradictoria condición humana?

Siempre es terrible ver a un hombre que se
cree absoluta y seguramente solo,
pues hay en el algo trágico,
quizás hasta sagrado,
y a la vez horrendo y vergonzoso.

Siempre llevamos una máscara,
que nunca es la misma sino cambia
para cada uno de los lugares
que tenemos asignados en la vida:
la de profesor, la del amante,
la del intelectual, la del héroe,
la del hermano cariñoso.

Pero ¿qué máscara nos ponemos
o que máscara nos queda
cuando estamos en soledad,
cuando creemos que nadie nos observa,
nos controla, nos escucha, nos exige,
nos suplica, nos intima, nos ataca?.

Acaso el carácter sagrado de ese instante
se deba a que el hombre está,
entonces, frente a la Divinidad,
o por lo menos ante su propia
e implacable conciencia.

¡Cuántas lágrimas hay detrás de las máscaras!
¡Cuánto más podría el hombre llegar al encuentro
con el otro hombre si nos acercáramos los
unos a los otros como necesitados
que somos, en lugar de figurarnos fuertes!

Si dejáramos de mostrarnos autosuficientes
y nos atreviéramos a reconocer
la gran necesidad del otro
que tenemos para seguir viviendo,
como muertos de sed que somos en verdad;
¡cuánto mal podría ser evitado!...

Ernesto Sábato
Estraído libro "La Resistencia"

El libro de la Resistencia escrito por Sábato es una reflexión profunda sobre la vida. Un recorrido por los tiempos antiguos y por los tiempos modernos que a los seres humanos les toca vivir.
Nos llama a valorar la vida del hombre y de los otros seres humanos.
 Habla de resistir al individualismo, al capitalismo, al culto de sí mismo, a la incomunicación, al sometimiento y a la masificación, a la competencia feroz y a la falta de comunicación.
 Él piensa que el ser humano puede resistir y puede salir de esta profunda crisis en las que estamos envueltos porque siempre el hombre puede volver a renacer.

El libro está dividido en cinco cartas y un epílogo.

Primera carta: LO PEQUEÑO Y LO GRANDE

En este capítulo reflexiona sobre las cosas cotidianas, sobre las cosas sencillas que dejamos de valorar, una buena caminata, la floración de un aromo, las flores, los perfumes.

Algo que lo afecta es el ruido. El hombre necesita expresarse de mil formas.

Habla de la fidelidad o traición a lo que sentimos como un destino o vocación.

Segunda carta: LOS ANTIGUOS VALORES:

Habla en este capitulo de los antiguos valores y de la importancia y el respeto a ceremonias como la muerte, el casamiento y el bautismo.

La vida de los hombres se centraba en los valores espirituales como la dignidad, el desinterés, el estoicismo del ser humano frente a la adversidad.

La vida de los hombres carece de ocio, pero el ocio bien entendido, como descanso de una jornada laboral, o distracción en cosas que nos gustan.-

Antiguamente la gente tenía menos libertad pero mucho más responsabilidad.

Tercera carta: ENTRE EL BIEN Y EL MAL:

Habla sobre los viejos y el maltrato y la poca estima que les tenemos.
Se  refiere al respeto que existía hacia los padres. Habla del cambio radical que debe haber en la educación, de la filosofía de Ghandi y termina haciendo un paralelismo entre el bien y el mal, sintetizando que el amor  como el verdadero acto creador es siempre la victoria del bien sobre el mal.

Cuarta carta: LOS VALORES DE LA COMUNIDAD:

En este capitulo se refiere al quiebre de la cultura occidental, dictaduras totalitarias, enajenación del hombre, destrucción del medio ambiente, la neurosis colectiva y la histeria generalizada.

La ciencia que iba a solucionar los problemas del hombre en forma positiva, terminó siendo usada como un arma mortal.

Habla de una crisis en la concepción del mundo, en su totalidad.

Critica la competencia, por no tener un sentido comunitario y si individualista.

Quinta carta: EL VÉRTIGO:

El vértigo, entendido como velocidad, el desenfreno, el ritmo acelerado, el pánico. El hombre viviendo en este ritmo  se convierte en un ser autómata, pero tiene una esperanza, siempre puede salir de las crisis.

Hay que defenderse, no asfixiarse, no perder la libertad, ni los buenos pequeños momentos compartidos.

Epilogo: LA DECISIÓN Y LA MUERTE:

Sàbato hace referencia al valor de la vida, a dejar pasar el tiempo pero vivirlo plenamente, a sostenernos en los valores espirituales y sostiene que hay que ser fieles a nuestro destino.

Hay momentos que siente que es el momento final y después sucede que aparecen ciertas cosas que renuevan su esperanza y que no todo está perdido.

Marca la diferencia entre aceptar, que es respetar al otro y resignarse, que es un sentimiento cobarde.

Siente que la muerte está cerca de él pero la toma con comprensión y se alimenta de los buenos momentos y las buenas personas que pasaron por su vida.


 Reseña: Claudia Vidal
Fuente: 
 http://carmenlobo.blogcindario.com

En busca del camino, la brújula...








Poema

Una brújula
Todas las cosas son palabras del
idioma en que Alguien o Algo, noche y día,
escribe esa infinita algarabía
que es la historia del mundo.En su tropel

pasan Cartago y Roma, yo, tú, él,
mi vida que no entiendo, esta agonía
de ser enigma, azar, criptografía
y toda la discordia de Babel.

Detrás del nombre hay lo que no se nombra;
hoy he sentido gravitar su sombra
en esta aguja azul, lúcida y leve,

que hacia el confín de un mar tiende su empeño,
con algo de reloj visto en un sueño
y algo de ave dormida que se mueve.
  Jorge Luis Borges



Poco se sabe sobre el origen de la brújula, aunque los chinos afirman que ellos la habían inventado más de 2.500 años antes de Cristo. Y es probable que se haya usado en los países del Asia Oriental hacia el tercer siglo de la era cristiana. Y hay quienes opinan que un milenio más tarde, Marco Polo la introdujo en Europa.
 Los chinos usaban un trocito de caña conteniendo una aguja magnética que se hacía flotar sobre el agua, y  así indicaba el norte magnético. Pero en ciertas oportunidades no servía, pues necesitaba estar en aguas calmas, por lo que fue perfeccionada por los italianos.
 El fenómeno del magnetismo se conocía; se sabía desde hacía mucho tiempo que un elemento fino de hierro magnetizado señalaba hacia el norte, hay diversas teorías sobre quién inventó la brújula. Ya en el siglo XII existían brújulas rudimentarias. En 1269, Pietro Peregrino de Maricourt, alquimista de la zona de  Picardía, describió y dibujó en un documento, una brújula con aguja fija (todavía sin la rosa de los vientos). Los árabes se sintieron muy atraídos por este invento;  la utilizaron inmediatamente, y la hicieron conocer en todo Oriente.
La brújula (de "buxula", cajita hecha de boj o boxus) es un instrumento magnético que aparece descripto en La Divina Comedia de Dante, de la siguiente manera: "Los navegantes tienen una brújula que en el medio tiene enclavada con un perno, una ruedecilla de papel liviano que gira en torno de dicho perno; dicha ruedecilla tiene muchas puntas y una de ellas tiene pintada una estrella traspasada por una punta de aguja; cuando los navegantes desean ver dónde está la tramontana, marcan dicha punta con el imán."


 Existe una leyenda según la cual, en una batalla dada en la niebla por el emperador Huang-ti en 2634 a . de C., se empleó para orientar a las tropas un carro con una figura humana que señalaba siempre el S. También se sabe que los chinos traficaron por mar con los países del golfo Pérsico y el mar Rojo en el s.IX, pero no consta que usaran para ello la brújula. En realidad la primera referencia escrita del uso de ésta por los chinos data del s.XI. Entre los árabes se mencionaba por primera vez en 1220. Probablemente fueron ellos quienes la introdujeron en Europa, donde no tardó en ser adoptada por los vikingos. Se sabe con certeza que Colón utilizó una, quien probablemente fue el primero en advertir la variación magnética. 
En su versión primitiva, conocida con el nombre de brújula flotante, el instrumento consistía en una aguja magnética montada sobre un flotador que se colocaba en un recipiente con agua. 

Brújulas modernas: La brújula sufrió pocas modificaciones hasta el s.XIX, en que científicos, ingenieros y navegantes la mejoraron notablemente. El algunos modelos, los rumbos o los grados acimutales están marcados en un plato circular, que gira movido por varios imanes. 

Para barcos y aviones, en los que los movimientos de balanceo y cabeceo hacen inservibles las brújulas ordinarias, se han ideado tipos especiales. Las brújulas de barcos se montan en suspensión cardán, lo que permite que se mantengan siempre niveladas. Los imanes de las brújulas, tanto en los barcos como en los aviones, se sumergen a menudo en un líquido con el fin de amortiguar la oscilación. 
El N geográfico y el magnetismo no suelen coincidir; la diferencia entre ellos es la variación o declinación, que difiere de un lugar a otro; las cartas marinas y las aeronáuticas indican su valor mediante líneas isogónas. El error de la brújula debido a la existencia en sus inmediaciones de materiales férreos y otros metales magnéticos se llama desviación y resulta especialmente enojoso en los barcos y en los aviones. Se consigue eliminarlo colocando correctores magnéticos en lugares adecuados. 

La brújula de declinación posee una aguja imantada que gira en un plano vertical, es decir, alrededor de un eje horizontal, e indica la componente vertical del campo magnético terrestre y no la componente horizontal como hacen las brújulas ordinarias; se usa sobre todo para trabajos geológicos. 

Instalación:
En los buques de gran porte y en todos aquellos cuyos cascos y superestructuras son de acero, las brújulas se hallan afectadas por las perturbaciones magnéticas del propio casco, que falsea el rumbo a seguir en la derrota. En este aspecto se han realizado considerables progresos. La bitácora o pedestal en cuyo interior va situado el mortero y que a su vez aloja el elemento sensible de un compás (sistema direccional) va dotado de una serie de elementos correctores y auxiliares, que eliminan las perturbaciones producidas por los aceros estructurales del buque y, como consecuencia, los desvíos de éste se reducen al mínimo. Modernamente se han tomado acuerdos importantes en lo que se refiere a las características fundamentales que debe reunir una bitácora magistral o de gobierno. Una de las ventajas que reporta es que su teoría es simple y sencilla, se basa en una serie de efectos ópticos en virtud de los cuales el rumbo de la bitácora magistral, situada en la parte exterior del puente alto, se refleja en el cuarto de gobierno, frente al plano horizontal de los ojos del marinero o timonel, que por medio de un espejo regulador puede leer cómodamente el rumbo. Este sistema de bitácora magistral de reflexión evita la instalación de otro compás en el cuarto de gobierno, permitiendo así más espacio para la colocación de del piloto automático, repetidores de giro y demás aparatos detectores y electrónicos, como el radar y las sondas ultrasonoras. 

Experiencia de la declinación magnética en el primer viaje de Colón:
La travesía fue tranquila hasta los días 13 al 16 de septiembre en que fue advertida una oscilación en la brújula que causó inquietud a los marineros. Un fenómeno que, sin lugar a dudas, ya habían observado otros viajeros pero que Colón fue el primero en recogerlo por escrito. En primer lugar, en el diario del primer viaje y también en el del tercero.
    Fallo que de Septentrión en Abstro, pasando las dichas cient leguas de las dichas islas, que luego en las agujas de marear, que fasta entonces nordesteavan, noruesteavan una cuarta de viento todo entero y esto es en allegando allí a aquella línea, como quien traspone una cuesta.
Los marineros andaban preocupados. Colón los tranquilizó con su particular ingenio. El sabía bien el pequeño círculo que la estrella Polar describe alrededor del polo lo que, al parecer, ignoraban el resto de sus compañeros. Aprovechándose de sus conocimientos, reunió al alba a los pilotos y les hizo observar la variación; mientras tanto la estrella Polar se había desplazado hacia la izquierda y por ello la desviación de las agujas resultaba menguada. Al día siguiente Colón les ordenó que volvieran a tomar el punto y, tomando el norte, hallaron que "las agujas eran buenas". Los pilotos pudieron entonces comprobar que las agujas no hacían más que seguir a la estrella Polar, que se movía, mientras que éstas conservaban su capacidad de dirección. (C.Varela). 

Efectos de la variación del campo magnético:
El Polo Norte magnético ha cuadruplicado su velocidad de desplazamiento en el último siglo y globalmente el campo magnético terrestre se ha debilitado un 10% desde el siglo XIX. Para los marinos y muy especialmente para las nuevas generaciones, el compás magnético ha ido perdiendo la importancia de antaño al igual que está ocurriendo con los métodos tradicionales de posicionamiento. La fiabilidad y precisión de los modernos equipos de navegación van postrando a un segundo término a estas técnicas, que permanecen a bordo como un elemento de seguridad y emergencia. Los compases magnéticos no son ya un elemento determinate para la navegación, ya que una discrepancia de +/- 1 grado o algo más, no es un factor significativo cuando han fallado el resto de los elementos náuticos. De persistir las actuales circunstancias, la variación del campo magnético terrestre no debe afectar a la navegación marítima pero sí requerirá una mayor atención sobre los desvíos de la aguja para que, llegado un caso de necesidad, se pueda utilizar con seguridad.

La brújula es un instrumento que sirve para orientarse, y su característica fundamental radica en las propiedades de su aguja imantada. Su funcionamiento se debe a la aguja que indica el norte magnético, que es distinto al norte geográfico y que difiere ligeramente según la localización planetaria en la que nos situemos.

Cómo usar una brújula

Una brújula sirve para orientarse, aunque eso es relativo. La brújula proporciona una referencia con relación al norte, por lo que sirve para seguir una dirección, aunque no exactamente para orientarse. Otra cosa es cuando se conoce la posición y, con la ayuda de la brújula, se traza una dirección a seguir.
Teniendo en cuenta que las brújulas señalan al norte magnético, los mapas topográficos llevan una corrección –que varía entre un punto y otro del planeta– entre los puntos geográficos de referencia que se conoce como declinación.


Tipos de brújula

Existendiversos tipos de brújula. Las más sencillas y económicas consisten en una aguja imantada sobre un círculo graduado. Para mayor precisión podemos encontrar brújulas de las mismas características pero suspendidas en líquido. Estas son las brújulas comunes de marcha. Después están las cartográficas así como también las brújulas especiales, como las náuticas, las militares, las forestales, las topográficas o las geológicas, entre las que se distiguen la brújula Brunton o la brújula Freiberger. También podemos encontrar brújulas digitales.

 En los comienzos del siglo XX aparece la brújula giroscópica o también llamada girocompás. Consiste en un giróscopo, cuyo rotor gira alrededor de un eje horizontal paralelo al eje de rotación de la tierra.  Se le han agregado dispositivos que corrigen la desviación, la velocidad y el rumbo; y en los transatlánticos y buques suele estar conectado eléctricamente, a un piloto automático. Este girocompás señala el norte verdadero, mientras que la brújula magnética, justamente, señalaba el norte magnético.

Partes de una brújula

La brújula se divide en seis partes fundamentales. Conviene conocer bien las partes de la brújula para hacer un uso correcto de la misma:
  • La base: Es el cuerpo de la brújula y acostumbra a estar compuesta por una base de plástico resistente y transparente en la que se leen de una a tres escalas de medición. En ese cuerpo están ancladas todas las demás piezas.
  • El anillo giratorio graduado: El anillo giratorio tiene una serie de divisiones hasta completar un círculo de 360 grados. Suelen tener una división mínima de 2 grados. Cuanto menor sea la división más correcta será la medición y menos errores se producirán.
  • La aguja magnética: La aguja magnética se encuentra dentro del cilindro. Es la parte más importante de la brújula.
  • La flecha orientadora: También se halla en el interior del cilindro, por debajo de la aguja magnética.
  • Punto de lectura: El punto de lectura se encuentra en la parte superior del cilindro, encima de la numeración de las divisiones. Es un punto de color blanco, por lo general, y ahí es donde se efectúan las lecturas con la brújula.
  • Flecha de dirección de viaje: Se trata de una línea que atraviesa la mayor parte de la base para terminar con una flecha. A sus lados se aprecian líneas auxiliares, aunque son distintas a las que acompañan a la flecha orientadora.

Cómo se utiliza la brújula en un mapa

En primer lugar debe colocarse la brújula sobre el mapa, procurando que el lateral de su placa base descanse a lo largo del rumbo que se pretende seguir. A continuación se hace girar la cápsula (el limbo graduado) hasta que la “N” coincida con exactitud con el norte magnético indicado en el mapa. A partir de ahí, la flecha de dirección indica en el aro del limbo el rumbo a seguir. Ya en el terreno, y sin dejar de mantener el limbo en la dirección que se ha obtenido sobre el mapa, se gira toda la brújula (no el limbo) hasta lograr la coincidencia de la flecha del Norte con la aguja imantada. Ya solo queda seguir el rumbo hasta el punto de destino elegido y, una vez allí, repetir el mismo proceso hasta llegar al destino final.


Cómo se utiliza la brújula cuando no hay mapa

Lo primero que debe hacerse es buscar una superficie plana donde colocar la brújula para permitir que la aguja se mueva con libertad y encuentre el norte. Una vez se haya detenido se procederá a girar lentamente el limbo graduado hasta que el norte (del limbo) se sitúe sobre la punta imantada de la aguja. Tanto la aguja como el limbo están orientados hacia el norte. El ángulo del limbo, sea el que sea, quedará alineado con la dirección norte-sur de la brújula, lo que servirá para orientarnos en nuestro rumbo.
Hay que tener en cuenta que el primer paso habrá sido ubicarse en la dirección de viaje para, posteriormente,


seguir los pasos que se han indicado con la brújula.
Orientarse sin brújula ni mapa
Cuando se carece de brújula y de mapa, aún existen posibilidades de orientarse, tanto de día como de noche. De noche, como se ha hecho desde siempre, mediante las estrellas. De día, para poder orientarse, hará falta un reloj. Con el reloj debe apuntarse con la aguja pequeña en dirección al sol. La bisectriz entre la aguja pequeña y la cifra de las 12 del reloj indicará la dirección sur en el hemisferio norte. Ocurrirá lo contrario en el hemisferio sur.
Las brújulas se han mantenido casi inalterables con el paso del tiempo. Algunas, por ejemplo, comenzaron a incluir iluminación. Sin embargo, en la actualidad, los sistemas de navegación satelitales (como el GPS) han superado a las brújulas ya que ofrecen mayor precisión y más cantidad de datos. De todas maneras, las brújulas siguen utilizándose ante los eventuales desperfectos de los sistemas más complejos y en aquellos lugares donde no hay energía eléctrica o la posibilidad de recambiar pilas.
Es importante tener en cuenta que el norte magnético al que se apunta la aguja de la brújula es diferente al norte geográfico y varía de acuerdo a la región del planeta. En los polos, tanto norte como sur, las brújulas son inútiles ya que allí convergen las líneas de fuerza del campo magnético terrestre.


Cuiosidades sobre la brújula

Las agujas magnetizadas que hoy usamos aparecieron en China entre el año 850 y el 1050, y pronto se extendió su uso entre los navegantes, que complementaban con la brújula su orientación mediante las estrellas. Pero la primera persona que se sabe que haya usado una brújula fue Zheng He, un navegante de la provincia china de Yunnan que realizó numerosos viajes oceánicos entre los años 1405 y 1433.

 Curiosamente las brújulas chinas siempre apuntan al Sur, mientras que las Europeas apuntan al Norte, por lo que algunos investigadores piensan que la brújula europea es un invento independiente de la china. Los árabes probablemente si tomaron el invento chino, pues sus mapas y brújulas también apuntan al Sur en vez de al Norte.

La brújula no se puede usar ni en el Polo Norte ni en el Polo Sur, debido a que la convergencia de las líneas de fuerza del campo magnético terrestre anula su funcionalidad y es incapaz de alinearse ni señalar correctamente el Norte.

 Cuando la brújula llegó a Europa durante el Renacimiento (siglo XIV) los europeos pensaron que funcionaba por brujería, y la llamaron brújula, que es un diminutivo de bruja. Incluso hasta medíados del siglo XIX muchos en Europa seguían creyendo que la aguja de la brújula apuntaba al Norte porque en el Polo Norte de la Tierra había una gigantesca montaña de hierro o magnetita en medio de una isla imaginaria a la que se llamó Rupes Nigra, y que era eso lo que atraía la aguja de la brújula.


Fuente:
http://suite101.net
http://www.mgar.net
http://definicion.de
http://www.labrujulaverde.com
http://www.educar.org




Curiosidad: Historias rigurosamente falsas


 Ni Napoleón era un enano, ni Arturo fue rey de Inglaterra. Descubre toda la verdad sobre las 43 mentiras históricas, culturales y religiosas más repetidas de todos los tiempos

1.- Bin Laden no fue el primero en atacar a EEUU en su propio territorio nacional. El “mérito” le corresponde a Pancho Villa, quien en 1916 cruzó Río Grande y atacó la ciudad de Columbus, en Texas, donde mató a siete personas. La invasión duró menos de diez horas.
2.- Las tres carabelas de Colón solo fueron dos. La Pinta y La Niña. Porque la tercera nave que participó en el descubrimiento de América era una nao, otro tipo de barco de mayor tamaño. Se llamaba María Galante, pero Colón la rebautizó Santa María.
3.- Las brujas de Salem no fueron quemadas en la hoguera. Pero que nadie piense que las indultaron. En realidad fueron ahorcadas, que era la pena que las comunidades protestantes y calvinistas solían dictar para los casos de hechicería.
4.- Napoleón no era tan bajito. De hecho, medía 1,68 m, una estatura aceptable para su época, e incluso superaba por 4 cm al duque de Wellington, su gran enemigo.
5.- En Casablanca, Bogart nunca pronuncia la frase: “Tócala otra vez, Sam”. En realidad, la frase exacta es: “Tócala Sam, toca As time goes by”, y la recita Ingrid Bergman. Para acabar de arruinar el mito, el actor que hacía de Sam (Dooley Wilson) solo la cantaba, ya que no sabía tocar el piano. El acompañamiento se incorporó
en el estudio.
6.- Los vikingos no llevaban cascos con cuernos. Fue una invención del pintor sueco Gustav Malstrom en las ilustraciones que realizó en 1820 para el poema épico Frithiof’s Saga. El propósito de estos cuernos irreales era retratar a los feroces guerreros del Norte como seres casi demoníacos.
7.- La guerra de los cien años realmente duró 116, de 1337 a 1453, año en que los reyes de Inglaterra y Francia (los países en conflicto) pusieron fin a las hostilidades.
8.- El estrangulador de Boston, Albert de Salvo, no estrangulaba a sus víctimas. Al menos, no a todas. Únicamente asesinó de ese modo a la primera; en cambio, a las otras doce las mató a golpes o a puñaladas.
9.- George Washington no fue el primer presidente de Estados Unidos. Al estallar la revolución americana en 1714, una comisión de notables eligió a Peyton Randolph, de manera provisional, para ese cargo. Tras su dimisión, ocho personas actuaron como presidentes en funciones hasta 1789, año en que por fin se aprobó la Constitución americana y se celebraron las primeras elecciones al cargo, en las que Washington fue finalmente elegido.
10.- Hernán Cortés nunca quemó sus naves. Según el relato de Bernal Díaz del Castillo, el cronista que acompañó a la expedición durante la conquista de México, lo que hizo fue embarrancarlas y barrenarlas, para abrir vías de agua. Además, Cortés dejó una intacta, para que fuera a Cuba a solicitar el envío de más víveres y tropas.

11.- La revolución de octubre fue en noviembre. Realmente (y según el actual calendario gregoriano), comenzó el 7 de noviembre, cuando Lenin se sublevó en Petrogrado contra el gobierno de Kerensky. Lo que ocurre es que Rusia se regía aún por el llamado calendario Juliano (obsoleto en el resto del mundo occidental desde el año 1582), según el cual, la fecha correspondía al 25 de octubre.
12.- Walt Disney no sabía dibujar y nunca diseñó ninguno de sus famosos personajes. Durante muchos años se dijo que Mickey Mouse había sido creado por él, pero ahora sabemos que fue obra exclusiva del dibujante Ub Wickers, quien le dejó a Disney compartir la autoría para devolverle un favor.
13.- Los Harlem Globetrotters no eran de Harlem, sino de Chicago, ciudad en la que se fun­dó el equipo en el año 1926, pero se pusieron New York Globetrotters para parecer más cosmopolitas. Finalmente, en 1932 adoptaron Harlem como denominación de origen.
14.- Sherlock Holmes nunca dijo: “Elemental, querido Watson”. En las novelas de Conan Doyle, el famoso detective sí pronuncia la palabra “elemental”, pero nunca acompañada por la mítica muletilla. La frase, tal y como la conocemos, fue escrita para el guión de una película protagonizada por Basil Rathbone en 1939.
15.- La guillotina no es un invento francés, y su creador no fue el doctor Ignace Guillotin. El revolucionario lo único que hizo fue proponerla como método oficial de ejecución. Los romanos ya conocían y usaban la guillotina, y algunos historiadores creen que fue inventada por el consul Titus Manlius, quien, paradójicamente, acabó siendo ejecutado con ella.
16.- Van Gogh no se cortó una oreja; solo un pedacito del lóbulo izquierdo.
17.- María Antonieta jamás pronunció la infame frase: “Si no tienen pan, que coman pastel”, cuando un consejero le comentó las penalidades que pasaba el pueblo de París. La historiadora Antonia Fraser ha descubierto que es un bulo; quien dijo esa barbaridad fue una cortesana, madame de Montespan. Así lo recogió Jean- Jacques Rousseau en su obra Confesiones, escrita en 1768, precisamente dos años antes de que María Antonieta llegara a Francia.
18.- La marcha de las mujeres estaba formada ¡por hombres!  Precisamente, la subida del precio del pan provocó en 1789 una sublevación popular en París. Seis mil mujeres armadas con cuchillos y hoces marcharon en señal de protesta hacia el palacio de Versalles, dirigidas por Théroigne de Méricourt. Aunque en realidad las mujeres no llegaban al centenar, y el resto eran varones disfrazados con ropas femeninas.
19.- En la Bastilla no había presos políticos. Para acabar con la Revolución Francesa, hay que decir que en la mítica prisión parisina no estaba preso ningún disidente. No había más que siete cautivos, todos aristócratas (entre ellos el marqués de Sade), encarcelados por los llamados “delitos de noble”: no pagar deudas, matar a un rival en un duelo…
20.- Bruce Lee no fue el rey del kárate. De hecho, jamás practicó esa modalidad de las artes marciales. El suyo era un estilo de lucha diferente conocido como jun fan gung fu.
21.- Juana de Arco no era francesa. La verdad es que la santa y heroína nació en Bar, una localidad del ducado de Lorena que por aquel entonces era independiente.
22.- Circular por la derecha no siempre ha sido lo normal. De hecho, en el Imperio Romano se circulaba por la izquierda, una costumbre que se mantuvo en toda Europa hasta la Revolución Francesa. El nuevo régimen instauró la norma de hacerlo por la derecha, y Napoleón la impuso en el resto de Europa, salvo en Inglaterra, Suecia y los paises que no pudo conquistar.
23.- John Ford no era tuerto. El parche se lo puso ocasionalmente en 1934 para poder recuperarse de la operación de cataratas. A partir de entonces, acostumbró a llevarlo en público como ex­centricidad, aunque solía cambiárselo de ojo.
24.- Arturo nunca fue rey. En realidad, fue un general romano llamado Lucio Artorius Casto, nombrado prefecto para defender Bretaña de los bárbaros.
25.- Nunca hubo once mil vírgenes. En una lápida de una iglesia de Colonia está cincelada la leyenda de once mil doncellas asesinadas por los hunos de Atila en el año 449. Jardiel Poncela ya se cuestionó en una de sus obras que la auténtica cifra de vírgenes fuera tan elevada; y tenía razón, ya que hoy sabemos que solo fueron once las jóvenes martirizadas hasta la muerte por los bárbaros.
26.- Marco Polo no introdujo la pasta en europa. Fueron los árabes, durante la invasión de Sicilia en el año 669 (seiscientos antes del nacimiento del famoso viajero). El historiador musulmán Al-Idri relató que los árabes instalados en la isla comían los itriyah, unos fideos secos.
27.- El general Custer nunca dijo aquello de: “El único indio bueno es el indio muerto”. El verdadero autor de tan espantosa afirmación fue el general Philip O. Sheridan.
28.- Robin Hood no era un bandido generoso, ni robaba a los ricos para dárselo a los pobres. En realidad era un noble llamado Robert Hood, que se sublevó contra el rey Ricardo II (y no contra Juan “Sin Tierra”) para no pagar impuestos.
29.- Catalina de Rusia no murió practicando el sexo con un caballo. La soberana falleció de un infarto, pero la leyenda negra surgió a raíz del descubrimiento de su colección privada de piezas eróticas, en las que no faltaban escenas de zoofilia.
30.- Los piratas no enterraban sus tesoros. O lo hacían demasiado bien, porque nunca ha aparecido ninguno. Lo normal era que dilapidaran el botín de sus pillajes en las tabernas, los burdeles y las casas de juego de la isla de la Tortuga.
31.- Adán y Eva nunca comieron una manzana. Ya sabemos que solo es un mito, pero aun así, en el Génesis no se menciona de qué fruto se trataba; únicamente se lee: “... pero del fruto del Árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él”. El mito de la manzana probablemente se deba a los pintores renacentistas.
32.- Marlon Brando no rechazó el Oscar que ganó por El padrino (1972). Pero mandó a recogerlo en su lugar a una falsa india (en realidad era una mexicana disfrazada), quien hizo un alegato en favor de los derechos de los indígenas.
33.- El caballo blanco de Santiago, al final, ¡no era tan blanco! En el techo de la catedral de Compostela está representada la imagen del santo a lomos de un ejemplar de piel castaña con manchas negras.
34.- No existen los cementerios de elefantes. La aparición de un gran número de osamentas de paquidermos en un mismo lugar hizo que en el siglo XIX muchos exploradores fan­tasea­sen sobre un mítico lugar al que los elefantes se dirigían voluntariamente para morir. El misterio lo aclaró el biólogo Rupert Sheldrake, quien explicó que lo que realmente ocurría es que los ejemplares ancianos o enfermos de una misma manada se quedaban a vivir cerca de los manantiales de agua y morían allí.
35.- “Si la montaña no va a mahoma, Mahoma irá a la montaña.” Este proverbio no pertenece a ningún texto sagrado islámico. Forma parte de una parábola inventada por el filósofo británico Francis Bacon.
36.- Cortar cabelleras  no era una costumbre natural de los pieles rojas. La copiaron de los franceses, que exigían a sus mercenarios presentar el cuero cabelludo de cada indio muerto para poder cobrar la recompensa.
37.- Los Reyes Magos no eran tres. El Evangelio según San Mateo solo menciona la visita de unos magos de Oriente, pero no especifica su número, y ni siquiera dice que fueran reyes.
38.- ”Y sin embargo, se mueve.” No existe ninguna prueba que demuestre que Galileo realmente murmurara esa frase al verse obligado a abjurar de sus teorías científicas en 1633, tras ser juzgado por la Inquisición. Actualmente, los historiadores creen que se la inventó el escritor y editor turinés Giuseppe Baretti en un fantasioso libro titulado Biblioteca italiana (1757).
39.- Los emperadores romanos no levantaban ni bajaban el pulgar para decretar la muerte o el indulto de un gladiador. Mostrar el puño cerrado era una señal de clemencia; pero si sacaba el pulgar hacia un lado, estaba ordenando la ejecución del perdedor.
40.- Al Capone odiaba los espaguetis y, por extensión, casi todas las variedades de la pasta italiana. Lo contó en su biografía el actor George Raft, especializado en papeles de gánster y a quien Capone (gran admirador suyo) invitó una vez a cenar. ¡Y le sorprendió con un menú de comida china!
41.- El motín del Bounty no fue una revuelta contra la tiranía del capitán Blight. El motivo fue menos noble: el oficial Fletcher Christian, de origen aristocrático, enemistó a la tripulación contra el capitán porque no soportaba que este le reclamara constantemente un dinero que le había prestado.
42.- Julio César no nació por cesárea. Los historiadores creen que no fue así, porque su madre murió cuando él ya había cumplido los 30, en una época en la que las mujeres no solían sobrevivir a esta operación. Lo que si es cierto es que dicha intervención debe su nombre a una ley promulgada por César para que los bebés fueran extraídos de los vientres de sus madres si estas fallecían a partir del séptimo mes de gestación.
43.- Las orgías de Tiberio son un mito. Suetonio relata que el emperador fijó su residencia en Capri para huir de la corrupción de la nobleza romana.


Fuente: www.quo.es