martes, 3 de diciembre de 2013

Estamos hechos de pedazos, (extraído de un texto de C. Espino Angulo)



-Estamos hechos de pedazos.

Se hizo el silencio mientras daba un trago largo al vaso de vodka. Lo apoyó de nuevo en la barra, acunándolo con sus manos, como si quisiera calentarlas.

-Estamos hechos de pedazos, pero no, no me malinterpretes. No es que nos construyamos a nosotros mismos a base de pedazos, incorporando experiencias, acumulando ideas. No. Esos pedazos son los menos importantes.

El camarero seguía secando vasos, a punto de cerrar, y su mirada vagaba entre la tele sin sonido y el reloj de la entrada.

-Los pedazos importantes, los que nos hacen ser como somos, son los que la vida nos va arrancando. Como si nos tallara.

Acabó su bebida y con un gesto pidió la cuenta, provocando en el camarero un audible suspiro de alivio.

-Los cambios de casa, de barrio y de trabajo. Los amigos que perdemos. La gente que queremos y que un día ya no está. Los amores que rompemos o se rompen. Los sueños que se cumplen y dejan de ser sueños. Los sueños que un día descubrimos que nunca van a ser.

Rebuscaba en la ajada cartera de manera torpe y obsesiva, mientras seguía musitando.

-Son pedazos que van quedando atrás, dejando huecos. Huecos que casi siempre es estúpido tratar de llenar, porque esos huecos nos dibujan.

Dejó caer las monedas sobre la barra. En el silencio del bar vacío, el golpe del metal sobre la barra parecía prolongarse en un extraño eco.

-Son esos huecos, además, el lugar en que sentimos las ausencias que nos definen, el lugar en el que se asientan las memorias, los recuerdos que nos dicen quienes fuimos y, por tanto, quienes somos.

Enfundó sus brazos desgarbados en la chaqueta arrugada y se bajó del taburete, cuidadoso, con movimientos lentos y de una extraña precisión, con el equilibrio ostentoso del alcohol.

-Estamos hechos de pedazos perdidos.

Salió tras dar las buenas noches al camarero. Caminaba bajo la lluvia suave nimbado por el humo del cigarrillo.





Soluciones...

...a los ejercicios mentales de ayer


Marchando una paella. 

El lunes se sirvieron 120 raciones de paella. Restamos al total de los cinco días las servidas entre martes y miércoles y entre jueves y viernes (851-528-203= 120).


Un cristal bien limpio. 

Los dos jóvenes utilizan el mismo truco. Al darles la moneda de cien pesetas, lanzan un duro al suelo del coche haciendo ver que se les ha caído. En realidad, en el suelo del coche hay dos monedas de cinco pesetas.


Cumpleaños en el zoo. 

Maxi tiene 54 y Mini 27. 27= 41-14 es la diferencia de edad entre los dos.


Una de romanos. 

49 años. No existe el año cero.


Sumando sumandos.

Hay que sumarle diez a cada cantidad.


Difícil apuesta. 

Es mejor no aceptar la apuesta: resulta totalmente imposible obtener un resultado total de 1 ya que hay dos dados y el resultado mínimo es dos.


Hotel ‘El buen despertar’.

En total hay 290 huéspedes. 290-20=270. Dos tercios son 180 personas. Si 90 toman 2 huevos fritos (180 huevos) y 90 toman un huevo (90). Total 270 huevos.


El autobús.

La tuya. Tú conduces el autobús.


Ha sido ése.

Se ha chivado el de la mesa 1. En la calculadora, se puede leer del revés: "ÉL BEBE"