martes, 24 de diciembre de 2013

Nochebuena, Amado Nervo





Pastores y pastoras, 
abierto está el edén. 
¿No oís voces sonoras? 
Jesús nació en Belén. 

La luz del cielo baja, 
el Cristo nació ya, 
y en un nido de paja 
cual pajarillo está. 

El niño está friolento. 
¡Oh noble buey, 
arropa con tu aliento 
al Niño Rey! 

Los cantos y los vuelos 
invaden la extensión, 
y están de fiesta cielos 
y tierra... y corazón. 

Resuenan voces puras 
que cantan en tropel: 
Hosanna en las alturas 
al Justo de Israel! 

¡Pastores, en bandada 
venid, venid, 
a ver la anunciada





Amarse con los ojos abiertos, Jorge Bucay



Lo primero que hay que aprender del tango es el abrazo

En el tango los cuerpos tienen que armar un circuito de tensiones encontradas. El brazo tiene que estar firme, pero sin empujar. Las piernas en contacto, pero sin asfixiarse ni impedirse el movimiento. Tengan en cuenta que en este baile el equilibrio no está en cada uno, sino en el centro de los dos, y si no se entienden pueden desestabilizarse. Tienen que aprender a comunicarse para poder disfrutarlo juntos.

Paso básico alrededor de la pareja.... El hombre puede optar por solo darle el espacio a su compañera, o acompañar su movimiento...

El tango es una danza de pareja abrazada en un abrazo que es contención, no estrujamiento. Abrazar es dar con los brazos abiertos y el que da con los brazos abiertos recibe con todo el cuerpo. Así unidos los dos integrantes se desplazan por el espacio, pero no es un espacio cualquiera. Al contrario, es un espacio creado por los dos.

No lo olviden, al bailar están dialogando, nunca imponiendo. Uno habla y después de escuchar el otro contesta. Atención solo después de escuchar. Porque en el tango, como en la vida, si no me tomo el trabajo de escuchar, voy a presuponer que se lo que me van a decir y nunca contestaré al otro. Así el dialogo real deja de existir y se convierte en monólogo. Esto es lo que están haciendo, y esto no es bailar tango, que es una danza de pareja en la que cada uno improvisa de acuerdo al movimiento del otro.

Es un verdadero diálogo corporal y amoroso donde los dos manejan la autodeterminación y donde también hay momentos de silencio, un silencio que necesariamente forma parte del diálogo, que lo enriquece si quieren, pero que nunca lo anula. En este diálogo, los dos pueden proponer, porque aunque uno tome la iniciativa del primer movimiento, de acuerdo como sea la respuesta, ya sea por velocidad, amplitud o dirección, es el siguiente movimiento. Por eso hay que aprender a vivir el error como posibilidad de enriquecimiento. Si esto no hubiese sido así, el tango no existiría. No deben enojarse ante un fallo, busquen el contacto con el otro e intenten crear juntos. 

Finalmente el tango también es una forma de autoconocimiento, porque así como en nuestra vida de relación, ya sea como amigo, amante o padre, conozco mi calidad de tal a partir del otro, en el tango puedo ser un protector o un protegido, un dominado o un dominador, puedo ser infinitamente tierno, violento o tal vez la mezcla de todo eso y mi pareja está allí para mostrármelo. Esto que planteo no es fácil, pero sólo cuando lo entiendan podrán bailar, y además de una manera distinta cada día: a veces con violencia, otras con ternura, otras en verdadero éxtasis, pero seguro, no interrumpirán la danza.



Maldita Suerte, Víctor Manuelle Feat, Sin Bandera


Creo que no podré sobrevivirte
se me acabó la ilusión
de esa noche en que te fuiste
tú me deshiciste

Ya no consigo dejar de pensarte
entre duelo y dolor
imagino tu carita triste
cuando me dijiste

Lo siento tanto
ya no puedo
me he quedado sin amor
para qué continuar
si falta corazón

Maldito el momento en que te hice mía
si dices adiós y te amo todavía
malditas las ganas de volver a verte
si ya te he perdido
maldita suerte
de quererte aunque se caiga el mundo
vivir para ti
morir cada segundo
maldita la hora en que nos prometimos
alcanzar el cielo
el cielo se desplomó

Son muchas las vueltas que no [no entendí]
desesperado me ves
como me golpeó el destino
inmenso vació

Solo que queda de nuestra alegría
una botella en el mar
un rió de melancolía
yo que no sabia

Que tú eras tanto
y eras todo
en mi infinito para mi
me vuelvo loco amor
hay qué será de mi

Maldito el momento en que te hice mía
si dices adiós y te amo todavía
malditas las ganas de volver a verte
si ya te he perdido
maldita suerte
de quererte aunque se caiga el mundo
vivir para ti
morir cada segundo
maldita la hora en que nos prometimos
alcanzar el cielo
el cielo se desplomó

Dios sabe que te adoro y te adoré
tal vez no fue bastante
tal vez me equivoqué
hoy el dolor está agotándome...