jueves, 18 de abril de 2013

Pablo Neruda dijo....


Con la simple palabra, José Ángel Buesa



Con la simple palabra de hablar todos los días,
que es tan noble que nunca llegará a ser vulgar,
voy diciendo estas cosas que casi no son mías,
así como las playas casi no son mar.

Con la simple palabra con que se cuenta un cuento,
que es la vejez eterna de la eterna niñez,
la ilusión, como un árbol que se deshoja al viento,
muere con la esperanza de nacer otra vez.

Con simple palabra te ofrezco lo que ofreces,
amor que apenas llegas cuando te has ido ya:
Quien perfuma una rosa se equivoca dos veces,
pues la rosa se seca y el perfume se va.

Con la simple palabra que arde en su propio fuego,
siento que en mí es orgullo lo que en otro es desdén:
Las estrellas no existen en las noches del ciego,
pero, aunque él no lo sepa, lo iluminan también.

Y así, como un arroyo que se convierte en río,
y que en cada cascada se purifica más,
voy cantando este canto tan ajeno y tan mío,
con la simple palabra que no muere jamás.



Lo que ves es lo que soy (vídeo de la película El cielo en tu mirada), Mane de la Parra

A veces hay que perder para ganar...



Ya puse el mundo en pausa
Dibujo sueños sobre ti
Que el cielo espere
La vida no rebasa
Sembré promesas x aquí
Q el tiempo hiere
Le pediré a la vida
Robarte una sonrisa
Recuerda lo que el silencio olvida
Mírame otra vez aquí estoy
Lo que ves es lo q soy
Aquí estoy, no me voy
Lo que ves es lo que soy
Hay luces en el alma
Que no se pueden apagar, estoy seguro
Y si el dolor espía mi corazón confía
Sin pausas mientras la noche avanza
Mírame otra vez aquí estoy
Lo que ves es lo q soy
Aquí estoy, no me voy
Lo que ves es lo que soy





Introducción a la Cábala: El Árbol de la Vida

Hoy navegaba por Internet cuando me encontré con este artículo publicado el por la  Revista Namaste.
Me pareció curioso, interesante...motivo por el que me animo a compartirlo con vosotros. 


Durante varias décadas la Cabalista Karen Berg ha sacado de los euditos un conocimineto tradicional y ha atraído la mirada de mucha gente hacía la Cábala. Muchas estrellas de Hollywood han seguido su enseñanzas. Pero pese a que la Cábala ha tenido en nuestro país uno de sus epicentros, Toledo, no se sabe muy de qué trata exactamente y es bueno revisar que es eso de la Cábala. 

La psicóloga Ana Isabel Saiz Gomis nos explica qué es la Cábala en este artículo



La cábala tiene su origen en el judaísmo. Es un sistema que permite hacer una interpretación mística del Antiguo Testamento. Conocida como sabiduría secreta, fue durante muchos siglos una actividad exclusivamente masculina transmitida entre iniciados de forma oral.
La cábala aplicada como su nombre indica, es la aplicación práctica de la cábala, el fruto de más de veinte años de estudio y enseñanza que Jaime Villarrubia, un cabalista e investigador español, propone. Su método es original, no existe bibliografía al respecto, el autor no lo considera definitivo ni terminado, sino abierto y en continua evolución.
Para Jaime Villarrubia, la Cábala nos permite llegar a nuestro destino con más rapidez y comodidad si la utilizamos correctamente; mediante su estudio podemos averiguar cómo son las cosas y cómo somos nosotros mismos por dentro. No es un medio para adquirir poderes, ni una panacea para resolver nuestros problemas, su estudio debe enfrentarse con seriedad pero también con alegría.
Según la Cábala, son necesarias muchas vidas para cumplir nuestro tikún, nuestra misión. Para facilitarnos esta tarea, descubrir cómo debemos cumplirla y con qué herramientas contamos para conseguirlo, la cábala ha desarrollado una serie de procedimientos entorno a su mandala o símbolo fundamental: el Árbol de la Vida.
El Árbol de la Vida representa cómo el alma del Universo y la del Ser Humano están unidas, es un árbol genealógico en el que el hombre y Dios se emparentan.
Desde la Cábala aplicada, el Árbol de la Vida nativo o personal es el contrato sagrado que el alma ha hecho antes de encarnar, un mapa que nos descubre dónde se encuentran nuestras fronteras y límites. A través de tu nombre, apellidos y fecha de nacimiento, la interpretación de tu árbol nativo puede hacerte comprender la utilidad de un conflicto, el porqué determinadas situaciones se repiten una y otra vez en tu vida, mostrándote los aspectos y los ciclos en los que pueden aparecer crisis, no para evitarlas, sino para que descubras lo que pretenden enseñarte. Podrás descubrir cuales son tus miedos, los conscientes y los inconscientes, tus “asignaturas pendientes” o karmas, tus maestrías o potenciales… y en definitiva, cuál es tu programa de vida para poder llevar a cabo tu tikún o misión en esta vida.
La palabra misión puede resultar pretenciosa, pero en realidad cada uno de nosotros tenemos una misión que cumplir; la mayoría tenemos misiones humildes, que se van a desarrollar en nuestro entorno más inmediato, pero no por ello dejan de ser esenciales en su conjunto para la evolución de la humanidad.
Cada uno de nosotros es como es por una buena razón; hemos sido concebidos con unas características precisas y no otras, con un propósito concreto. Incluso lo que percibimos como carencias no son más que límites necesarios para que no nos desviemos ni nos alejemos de lo que venimos a hacer.
Conocer tu Árbol de la Vida es un encuentro con lo más sagrado de tu ser, un viaje de descubrimiento que nos va a exigir toda nuestra atención, nuestra inteligencia y todo nuestro amor. Es el viaje que te puede acercar a conocer quién eres realmente y para qué y por qué estás aquí. ¿Te atreves a realizar este viaje?

 
Estructura del Árbol de la Vida

•    10 esferas o sefirot. Son energía condensada, representan los aspectos externos, cómo nos ven los demás, tienen que ver con los hechos objetivos, con el mundo que nos rodea, con lo que está sucediendo. Las sefirot tienen un orden jerárquico que indica su progresiva densificación, desde la más sutil, Keter, a la más densa, Malkut. Cada una de las esferas posee numerosas correspondencias: un color, una imagen, un nombre divino, un planeta, una carta del tarot, un arcángel, un chakra, una virtud y un vicio.
•    22 senderos que unen a las esferas entre sí. Se refieren a los aspectos subjetivos, cómo nos sentimos y percibimos en relación a lo que sucede en el exterior. Se corresponden con las veintidós letras del alfabeto hebreo y con los 22 arcanos mayores del tarot.
•    3 pilares: Misericordia, el de la derecha, Severidad o Rigor el de la izquierda y del Equilibrio, el pilar central. Representan la manifestación de nuestra personalidad, ya que cada uno de nosotros nos vamos a expresar en esta existencia desde uno de ellos.
•    16 tríadas, formadas cada una de ella por tres esferas contiguas. Expresan cómo vivimos fuera lo que tenemos dentro, y los bloqueos que tenemos al actuar. Relacionan el mundo objetivo de las esferas con el subjetivo de los senderos. Se dividen en: pasivas, activas y estructurales, y se corresponden con las diferentes figuras del tarot: sotas, caballos, reyes y reinas.
•    3 barreras, que señalan tres niveles básicos a trascender: Queset el arco iris, el Velo del Templo y el Abismo.
•    Un rayo relampagueante que desciende siguiendo en zigzag el orden jerárquico de las esferas.
•    Najushtan, una serpiente que apoya su cola en el sendero 21 y va recorriendo los siguientes en orden descendente hasta llegar al 0. También debe tenerse en cuenta el entorno del árbol de la Vida, arriba, debajo, derecha e izquierda.


Fuente:
http://www.revistanamaste.com


¿Por qué no se puede superar la velocidad de la luz?




 Para empezar, vamos a ver qué es la velocidad de la luz y cómo se comporta. Imaginemos que un tren va a 100 km/h y hay dos personas encima de él, una en la cabeza y otra en cola. En esto, la persona de cola le tira una pelota al que va delante con una velocidad de 20 km/h. Si preguntáramos a un viandante qué velocidad tiene cada cuerpo te dirá que mientras que las personas van a 100 km/h, la pelota va a 120k/h (100+20). Hasta aquí todo correcto.

Pero imaginemos que ahora el tren viaja muy rápido, cercano a la velocidad de la luz (que por cierto se denomina “c”), por ejemplo a 0.9c (90% de la velocidad de la luz) y el de cola lanza la pelota muy rápido, tanto que la pelota casi alcanza la velocidad de la luz, 0.9c también por ejemplo. Si os preguntara qué velocidad tiene la pelota respecto al suelo, seguro que me diríais 1.8c (0.9+0.9). La gracia está en que con velocidades cercanas a la luz eso no funciona. De hecho, si en vez de una pelota “lanzara” luz (iluminando con una linterna, por ejemplo), la velocidad de la luz medida por el viandante y por el que está subido en el tren será siempre la misma, aunque uno se esté moviendo. ¡La velocidad de la luz es constante! ¿Cómo puede ser?

Si la velocidad es espacio recorrido entre tiempo tardado, para que la velocidad de la luz sea constante independientemente de donde estemos situados, el espacio y el tiempo deberán “adaptarse”, “deformarse”, para que la relación entre ellos siempre valga lo mismo. El tiempo no está separado del espacio, sino que se combina con él. ¿Cómo se sabe que la velocidad de la luz es constante? Pues por experimentos, concretamente el más famoso e importante fue el de Michelson y Morley (para muchos, el experimento más importante de la historia de la ciencia).


¿A qué velocidad viaja la luz? Pues a casi 300.000 km/s en el vacío (luego lo comentaremos). Para que os hagáis una idea, en un avión solemos ir a tan sólo unos 0,3 km/s!! ¡¡Un millón de veces más lento!! ¿Y qué es eso de los años luz? Pues a diferencia de lo que muchos piensan, es una medida de distancia y no de tiempo. Es la distancia que recorreríamos si viajáramos a la velocidad de la luz durante un año. Haciendo unos cálculos, unos 9.460.000.000.000 km. Como curiosidad, la estrella más cercana se encuentra a 4,3 años luz.

¿Por qué no se puede superar la velocidad de la luz en el vacío? Permitidme que ponga la famosa ecuación de Einstein E=mc^2. Esta ecuación establece una relación entre la energía y la masa, por lo que la energía que un objeto adquiere al acelerarse, se añade a su masa, incrementándola. Así que cuanto más rápido vaya un objeto, más difícil será acelerarlo (tiene más masa). Al llegar a la velocidad de la luz, la masa crecería tanto tanto que se haría infinita y, por la ecuación anterior, habría hecho falta una cantidad infinita de energía. Lo cual no tenemos.

Para terminar algunas curiosidades:
-La velocidad de la luz es constante en el vacío, pero en el aire, agua y otros medios, se frena, pudiéndose llegar a ir más rápido que ella.
-Si una nave viajara a velocidades cercanas a la luz, el tiempo dentro de ella va muchísimo más lento que lo que iría en la Tierra.
-El tiempo va más lento cuanta más gravedad haya. Por lo tanto, irá más lento en la superficie solar que en la Tierra y más rápido cuanto más alto estemos (la gravedad es menor).
-La teoría de la relatividad no dice que no se pueda ir más rápido que la luz, sino que no se puede cruzar la barrera de la luz, ni por arriba ni por abajo. Es decir, si algo fuera más rápido que la luz, por ejemplo un taquión (partícula hipotética de “masa imaginaria”), jamás podrá ir más lento que ella. 


 Fuente:
 http://los-porques.blogspot.com.es