viernes, 14 de septiembre de 2012

Dalí: Las Tentaciones de San Antonio


El Surrealismo es la última de las Vanguardias artísticas que se desarrollan en el S. XX con anterioridad a la II Guerra Mundial, y como ocurriera con las anteriores, mantiene los dos principios básicos de todas ellas: libertad e innovación. Pero su forma de desarrollarlos será completamentedistinta a los anteriores.
La libertad en el caso de los surrealistas se consigue trabajando de forma inconsciente. Es decir dejando en blanco nuestra mente, de tal manera que el arte surge espontáneamente y sin necesidad de pensar. Otra forma de conseguir el mismo efecto es pintar aquello que hemos soñado, porque el sueño es el mejor método para liberar nuestra mente. 
En el Surrealismo se defiende también el arte figurativo y la imagen nítida y precisa, para que esas representaciones llenas de contenidos y símbolos lleguen con claridad al espectador.
Entre los surrealistas más conocidos destaca especialmente el nombre del pintor SalvadorDalí, y no tanto por su trabajo artístico sino más que nada por su personalidad tan extravagante y curiosa que a nadie dejaba indiferente.
Entre sus muchas obras destaca este cuadro en el que aparece San Antonio evitando las tentaciones que le hagan caer en el pecado, pero la forma de resolverlo de Dalí no puede ser más surrealista. 
 San Antonio fue un monje cristiano, fundador del movimiento eremítico el relato de su vida fue transmitido principalmente por la obra de San Atanasio, es principalmente la idealización de un personaje con el fin de evangelizar a sus contemporáneos

 Bajo la proyección de un cielo azul claro, con discreto brillo del Sol, se puede observar a San Antonio en el extremo inferior izquierdo de la pintura desnudo, adelgazado, despeinado, sosteniendose sobre una roca con su mano derecha y con la contralateral, sujetando un crucifijo como si realizáse un exorcismo, por delante de él se encuentra una calavera. Sobre el desierto, en cuyo horizonte se puden observar a la lejanía 2 figuas humanas, una sosteniendo una cruz y la otra dirigiéndose hacia ésta, también se obseva, más lejana, la representación de un padre con su hijo (llama la atención ésta imágen, ya que es frecuente en los diversos cuadros del autor durante ésta época, creo que es la representación de esa lejanía que tuvo el Artista con su padre). El terreno es árido, desértico, propicio para el contexto de la Obra.
 Enriqueciendo el cielo de la composición , puede verse entre las nubes a silueta recortada de un castillo.A nivel artístico , tiene su correspondencia con el obelisco , símbolo para Dalí de la jerarquía que transporta uno de los elefantes


Las tentaciones se encuentran en forma de un caballo, que se va acercando al santo en forma desafiante, con los cascos de las patas delanteras gastados y el hocico dirigido hacia un lado. Representa al Triunfo, por detrás, viene un primer elefante con un lomo que conlleva un pedestal de oro sobre el cual una mujer desnuda se balancea peligrosamente, es el Sexo, el terecer paquidermo transporta un obelisco, presumiblemente de material áureo, copiado por Dalí del que se encuentra en Roma, realizado por Bernini. Los 2 restantes animales llevan pesadamente unas edificaciones de apariencia veneciana, doradas, muy lujosas y finamente decoradas, de una de ellas por una  ventana se observan los seno y abdómen de una mujer desnuda. Los 3 animales representan las Riquezas. En el horizonte, a lo lejos, en el extremo inferior derecho, otro elefante grotesco lleva cargando un enorme obelisco de color blanco y sobre la parte superior de éste, se insinúan unos nubarrones de los que se surge parte del edificio del Escorial, símbolo para El Artista de orden espiritual y temporal.


Para completar la incongruencia de las imágenes surrealistas, lo mismo que lo son las de los sueños, la obra se completa con otras imágenes inconexas entre sí: una persona que parece bendecir a otra, un hombre con un niño de la mano, extrañas apariencias en el cielo, y todo ello en medio de un paisaje desértico y misterioso.
Como también es habitual en la obra surrealista y sobre todo en la de Dalí, la técnica es de un preciosismo exquisito, con un total dominio del dibujo y de la línea que consiguen un efecto muy llamativo, sin duda uno de los grandes atractivos de las pinturas de este pintor.


Históricamente, éste cuadro tiene la interesante anécdota de que fue el primero y único en donde Dalí participó en un concurso para una firma estadounidense de películas, la Compañía Loew Lewin. Muchos pintores surrealistas concursaron y quén se llevó el triunfo fue Max Ernst.
Obra realizada en 1946 en el estudio que El Maestro ocupó por algunos días en el Restaurante Colony en New York. Oleo sobre lienzo. 90cms. x 119.5 cms. Se encuentra en el Musée Royaux des Beaux-Arts en Bruselas.





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