¿Ves cuando te decía que la vida es una compañera? Que hay que tomarla como a una amiga, bailar con ella, dar, dar sin contar, y que después ella te responde… Que había que hacerse cargo de uno mismo, trabajar para sí, aceptar los errores, corregirlos, ponerse en movimiento… Y entonces ella entra en tu baile. Baila contigo.
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