viernes, 15 de marzo de 2013

Historia de un medicamento: la Aspirina



Seguramente en más de una ocasión has recurrido a la "todopoderosa Aspirina" para aliviar alguna dolencia, pero... 
¿sabías estas curiosidades sobre ella?

  •  Una píldora de Aspirina tiene un diámetro de 1.2 cm., un grosor de 6 mm. y un peso de 0.650 gramos.
  • Argentina es el país en el que se consume más Aspirina, aproximadamente la cuarta parte de todas las Aspirinas que se toman en el mundo.
  • La revista Newsweek realizó una lista de los cinco inventos más importantes del siglo XX; además del automóvil, la bombilla, el teléfono y el televisor mencionaron la Aspirina.
  • La Aspirina estaba incluida en el botiquin que llevaban a bordo los tripulantes del Apolo XI, la primera nave tripulada que llegó a la Luna.
  • Desde que comenzó a comercializarse, se han fabricado más de 350 billones de píldoras de Aspirina.
  • Si se colocaran en fila las píldoras de Aspirina que se consumen cada año en España, la fila alcanzaría una distancia mayor de la que separa a Nueva York de Madrid.
  • Cada día se consume en todo el mundo unos 216 millones de píldoras de Aspirina. Con esa cantidad se podría cubrir una superficie de 2,4 kilómetros cuadrados, o sea un poco más que la superficie del Principado de Mónaco.
  • Si las 2.500 Aspirinas que se consumen cada segundo en todo el mundo se pusieran una sobre otra, alcanzarían una torre de 30 metros. Es decir, en un hora se podrían construir 3600 columnas de Aspirinas y en todo un día 86400 columnas de 30 metros. 
  • La aspirina ha tenido lugar incluso en la literatura. Por ejemplo, Gabriel mGarcia Marquez escribía en Crónica de una muerte anunciada: “La había despertado cuando trataba de encontrar a tientas una aspirina en el botiquín del baño. Ramón Gómez de la Serna escribía en Greguerias “La luna es la pastila de asprinia que de vez en cuando...” Se hace mención de la aspirina en unos 100 libros. 
  •  Si las personas afectadas en todo el mundo por enfermedadas circulatorias utilizasen Aspirina de forma regular, podrían salvarse unas 100.000 vidas. 
  • La palabra Aspirina se convirtió en sustantivo en 1936, cuando fue aceptada por la Real Academia Española de la Lengua y dice: “Cuerpo blanco cristalizado en agujas y muy poco soluble en el agua…”
  • En Argentina se consume la cuarta parte de todas las Aspirinas que se toman en el mundo. El año pasado, en el país andino, se vendieron 2.625 millones de comprimidos. Los argentinos son también quienen más utilizan Aspirina, ya que cada año cada ciudadano toma una media de 80 comprimidos.




A lo largo de la historia, las plantas se han asociado a diferentes propiedades según fuese su parecido con alguna parte del cuerpo humano. Por ejemplo, se pensaba que las nueces eran buenas para el cerebro por su forma lobulada cuando en realidad son beneficiosas para el corazón. O se asociaban algunos bulbos terrestres con afrodisíacos por su parecido con los genitales masculinos.

 La corteza del sauce blanco (Salix alba) se utilizaba desde la antigüedad en infusión para aliviar la fiebre y como antiinflamatorio. Esto es debido a una sustancia llamada salicina, que tras varias reacciones pasa a convertirse en ácido acetilsalicílico.
Pero ¿por qué pensaron el antigüedad en utilizar la corteza de sauce?

Los sauces son árboles que viven cerca del agua, con sus raíces inundadas y la espesura de sus ramas ofrece protección. Por estos tres motivos se pensaba que los hombres que vivían cerca de los sauces estaban protegidos contra las enfermedades provocadas por vivir con los pies mojados, como los resfriados o las pulmonías. También se creía que era bueno contra los reumatismos por la flexibilidad de sus ramas pero no tiene propiedad antireumática.
La medicina natural comenzó a adquirir un carácter científico en la Grecia de Hipócrates, dónde la escuela médica de Cos utilizaba infusiones de corteza de sauce para el tratamiento de la fiebre y el dolor. También los discípulos de Aristóteles recomendaron el uso de la corteza de sauce para calmar el dolor.
Durante la edad media y hasta bien entrado el siglo XVIII la corteza de sauce cayo en un olvido parcial, cediendo terreno al opio como analgésico, hasta que en 1763 el reverendo Edward Stone, presentó en la Real Sociedad de Medicina Inglesa un informe en el que detallaba las propiedades de la corteza del Salíx Alba o sauce blanco.
Edward destacó su efecto antipirético tras haberlo administrado con éxito en 50 pacientes que sufrían estados febriles.
En concreto, el extracto de la corteza de sauce contiene un principio activo con propiedades terapéuticas como calmar la fiebre y aliviar el dolor.
 En 1828 científicos alemanes sintetizaron el principio activo de la corteza del Salís Alba, una sustancia amarillenta que precipita formando cristales de sabor muy amargo a la que se le dio el nombre de salicina. Fue aislada e identificada en la universidad de Munich por Buchner, un profesor de farmacia. Una forma química más simple fue sintetizada unos 10 años más tarde por Piria, que trabajaba en la universidad de Sorbona, dando lugar al ácido salicílico.
En 1853, el químico francés Charles Frédéric Gerhardt hizo un primer intento de acetilación de la salicina pero la solución contenía demasiados efectos secundarios e impurezas. Aún así, sus experimentos fueron recogidos en la literatura científica del momento, aunque a la vez olvidados por la comunidad médica.
En 1859, Herman Kolbe obtuvo por síntesis química el ácido salicílico. Este compuesto presentaba algunos inconvenientes, como su excesivo sabor amargo y la irritación en el estómago que provocaba su ingestión.
Cuarenta y cuatro años más tarde, Félix Hoffmann, un químico de la empresa Bayer, recupera del pasado estas investigaciones.
Arthur Eichengrün, director del grupo de investigación de nuevos fármacos de la Compañía Bayer en 1896, encargó a Félix Hoffmann, la resolución de una variante del ácido salicílico que redujera los efectos secundarios del original. El padre de Félix Hoffmann padecía de reumatismo crónico tratado con ácido salicílico. El interés del joven químico garantizaba el éxito de la investigación. El 10 de octubre de 1897, Félix Hoffmann informaba del procedimiento seguido para la obtención del llamado ácido acetilsalicílico, trabajando para la casa Bayer.


Su método de trabajo se centró en modificar y perfeccionar los experimentos realizados en 1853. La investigación de Hoffmann dio con un producto con los usos terapéuticos deseados, más estable y puro químicamente y sin los efectos indeseables del ácido salicílico.

Estructura del ácido acetil salicílico

Su eficacia terapéutica como analgésico y antiinflamatorio fue descrita en 1899 por el farmacólogo alemán Heinrich Dreser. Ese mismo año fue patentado con el nombre de Aspirin®.
 Tras esta descripción de las propiedades farmacológicas del ácido acetilsalicílico por Heinrich Dreser, se pudo comercializar esta sustancia como fármaco. Bayer eligió el nombre de Aspirina como marca comercial del fármaco con ácido acetilsalicílico y fue patentada el 27 de Febrero de 1900. Así surgió la Aspirina como primer fármaco del grupo de los AINE (antiinflamatorios no esteroideos). En un principio se comercializó como polvo y a partir de 1915 se comenzaron a fabricar los primeros comprimidos Aspirina.
Tras la Primera Guerra Mundial las marcas Aspirin y Heroin, ambas propiedad de Bayer, fueron expropiadas como parte del Tratado de Versalles. Comenzó a fabricarse bajo el nombre genérico de aspirin, principalmente en Inglaterra, Francia y Estados Unidos.
El campo de acción de la Aspirina se amplió a su uso como antiagregante plaquetario gracias a los estudios que John Robert Vane presentó en 1971 demostrando que el ácido acetilsalicílico suprime la producción en el organismo de prostaglandinas y tromboxanos.
La Aspirina fue durante mucho tiempo el antipirético, analgésico y antiinflamatorio de elección pero en la actualidad ha sido desplazado por otros AINE, como el paracetamol y el ibuprofeno, más seguros y eficaces. Sin embargo, el uso como antiagregante plaquetario hace que el ácido acetilsalicílico siga siendo uno de los fármacos más consumidos a nivel mundial.
 El nombre de aspirina viene del vocablo "Spiraea", que en botánica designa una familia de plantas y de ahí la sílaba "spir". La letra "A" indica el proceso de acetilación al que se somete al ácido salicílico para convertirse en ácido acetilsalicílico. La sílaba "in" era una terminación empleada con frecuencia para los medicamentos en aquella época. 
Aspirina es un producto registrado hoy día en más de 70 países en todo el mundo.




Hasta los años setenta fue un fármaco muy utilizado, pero solamente por sus propiedades analgésicas y antipiréticas, siendo menos habitual su indicación a altas dosis como antiinflamatorio, por ejemplo en la artritis reumatoide o la fiebre reumática.



 



En 1971 Vane describe su efecto inhibidor de la síntesis de prostaglandinas a partir del ácido araquidónico. Smith y Willis, en el mismo año, demuestran que bloquea de forma irreversible la producción de tromboxano en las plaquetas humanas. En la década de los ochenta se profundiza más en sus propiedades antirombóticas y se conocen más a fondo los mecanismos por los que se produce su efecto antiinflamatorio. Pronto surgen numerosas indicaciones terapéuticas para disminuir la agregación plaquetaria y para bloquear la síntesis de mediadores de la inflamación.



Desde entonces hasta nuestros días se han realizado infinidad de investigaciones siendo una de los medicamentos más estudiados de la medicina mundial.
 Hoy se producen cada año 50.000 toneladas de aspirina en el mundo, es recetada incluso en cardiología y ciertas investigaciones señalan su eficacia en la prevención del cáncer del colon. Potencialidades insospechadas para Gerhardt en 1853.


 El 4 de noviembre de 2012 podía leerse en Expansion.com la siguiente noticia: 

Bayer fabricará en Asturias el 100% de su producción de aspirinas


El grupo invertirá 6 millones en 2013 en la ampliación de su planta de Langreo para elevar la producción.
Bayer invertirá 6 millones de euros en 2013 en ampliar la planta que tiene en La Felguera en Langreo (Asturias) para producir en esta instalación todas sus aspirinas. La multinacional ampliará para ello entre un 20% y un 25% la capacidad de la planta asturiana de Bayer HealthCare (BHC), un centro que considera "único y referente a nivel mundial". De esta forma, esta instalación producirá el 100% del ácido acetilsalicílico del grupo, que lo comercializa como 'Aspirina'.
Así lo han explicaron este miércoles el consejero delegado de Bayer Hispania, Rainer Krause, y el director de la fábrica, Manuel Fernández Ortega, que estimaron que la ejecución del proyecto dará trabajo a unas 30 personas, que llevarán a cabo el montaje de los nuevos equipos de las distintas fases de fabricación a lo largo de un año.
Durante su intervención, Krause reiteró el compromiso de la compañía con la planta de La Felguera y, de manera específica, con España, donde Bayer cuenta con cinco plantas que emplean a unas 1.200 personas. "No debemos olvidar que estamos en un entorno económico muy difícil y con especial presión de la industria farmacéutica, pero nosotros estamos muy comprometidos con el país y seguiremos trabajando", ha destacado.
"Para Bayer España siempre ha sido un país muy importante y es un país fiable, hemos llevado a cabo una inversión de 250 millones de euros en los últimos años lo que supone unos 35 millones anuales. Seguimos apostando por el futuro, por eso estamos muy satisfechos con este anuncio", ha añadido Krause. En este sentido ha insistido en que "la firma prefiere seguir apostando por España aumentando su producción aquí, en lugar de abrir una nueva planta en China o un país del Este que parece que es la moda ahora".

Optimismo
Cada día en el mundo se consumen 200 millones de aspirinas y, además, Bayer estima que el consumo de ácido acetilsalicílico aumentará entre un 5% y un 8% anual, de ahí el optimismo con el que el director de la planta asturiana afronta el futuro.

Asimismo, ha explicado que, por otra parte, ante la previsión del aumento en la demanda de producto micronizado (producto molido con el que se consiguen partículas de pocas micras) en nuevas prestaciones, la compañía pretende triplicar la capacidad actual de este proceso, hasta llegar a las 3.000 toneladas anuales.
"Triplicar la capacidad de producción de si supondría una ampliación de los turnos de trabajo", ha destacado Fernández Ortega, que ha explicado que las instalaciones de Lada pueden seguir creciendo y este proyecto deja la puerta abierta.
El anuncio de la ampliación de la producción en la planta de La Felguera coincide con el 70 aniversario de la misma y además con la inauguración este jueves del "Espacio Bayer" en el Museo de la Siderurgia (MUSI) de Langreo, en el que se repasa la historia de la producción de Aspirina en la fábrica asturiana.

Fuente:
http://www.buenastareas.com
http://www.bayaspirina.com.ar
http://www.espaciomix.com
http://www.bloogie.es


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