Para los científicos,
fue como caerse de una máquina del tiempo y caminar por un mundo perdido, en el
que podían identificar cada árbol y cada planta, con el aspecto exacto que
tenían y en el lugar exacto donde se encontraban durante el Devónico
Medio, hace millones de años.
Científicos del Museo de Nueva York y de las Universidades de Binghamton y
Cardiff han desenterrado en el estado de Nueva York un bosque entero fosilizado de 385
millones de años, el suelo del bosque más antiguo del mundo. La investigación, que aparece
publicada en la revista Nature, ha permitido describir la extraordinaria
riqueza y complejidad de este antiquísimo paraje natural, al tiempo que puede
arrojar nueva luz sobre el papel de los bosques actuales y su impacto en el
cambio climático.
«Fue como descubrir el equivalente
botánico de unas huellas de dinosaurio», explica William Stein, profesor
asociado de ciencias biológicas en la Universidad de Binghamton, y uno de los
autores del artículo. «El área recién descubierta fue preservada de tal manera
que, literalmente, hemos sido capaces de caminar entre los árboles, sabiendo de
qué tipo eran, dónde habían echado raíces y cuánto habían crecido».
El
reciente descubrimiento se ha hecho en la misma área de las montañas de
Catskill, en el Condado de Schoharie, donde fueron encontrados en 1920, durante
la construcción de una presa cercana, los fósiles de los árboles más viejos de
la Tierra. Pero la cantera se rellenó y la única
manera de estudiar este escenario natural era a partir de los fósiles guardados
en los museos. Pero, por fortuna, una nueva oportunidad surgió en 2010. Durante
la reparación de la misma presa, las autoridades de Nueva York permitieron a
los investigadores volver a examinar el sitio. Y se llevaron una auténtica
sorpresa. No se trataba de unos cuantos árboles, se trataba de la selva entera. Lo que hallaron en esta ocasión fue una gran parte
prácticamente intacta del suelo del antiguo bosque, con un impresionante nivel
de detalle de la composición global de la selva. Las raíces y las posiciones de las bases
de los troncos se habían preservado.
Árboles de 10 metros
El
antiguo bosque resultó inesperadamente complejo. Para empezar, los árboles de Gilboa, de hasta diez
metros de altura y
parecidos a palmeras, se asentaban en depresiones de casi dos metros de
diámetro, rodeados de miles de raíces. Entre ellos se encontraban las aneurophytales, plantas que vivían en el suelo del bosque, como los
helechos modernos, posiblemente luchando para abrirse camino como las
enredaderas tropicales hoy en día. Las aneurophytales son los primeros en el
registro fósil que tenían madera auténtica y el grupo más antiguo conocido en el linaje que condujo
a las modernas plantas de semillas. También hallaron un ejemplo importante de
un musgo de árbol.
El
equipo cree que el área probablemente disfrutó de un ambiente de humedal en un
clima tropical. En el momento en el bosque de Gilboa empezó a emerger -durante
el período Devónico Medio- la Tierra experimentó una dramática caída en los
niveles globales de dióxido de carbono atmosférico y el enfriamiento asociado
llevó a un período
de glaciación. Los científicos creen que el
bosque nos puede enseñar mucho sobre los ecosistemas actuales y ofrecer
lecciones valiosas sobre el cambio climático y el futuro del planeta.
Fuente:
http://www.abc.es
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