En el cielo polar se originan
unos efectos luminosos que tienen distintos colores y duraciones variables, se
llaman auroras boreales.
Fuegos del Zorro
En
el folklore abundan las explicaciones sobre el origen
de estas fascinantes luces del norte. En finés
se llaman "revontulet", que significa
"fuegos del zorro". El nombre se deriva
de una antigua leyenda sobre el zorro del ártico
que decía que los rabos de los zorros que
corrían por los montes lapones, se golpeaban
contra los montones de nieve y las chispas que salían
de tales golpes se reflejaban en el cielo. En otras
culturas los fuegos del zorro designaban al brillo
resplandeciente emitido por algunos tipos de hongos
que crecen en la madera podrida.
Quizá no sea sorprendente que el espectáculo de la aurora boreal haya
creado tantas leyendas como personas la han visto. El tambor de los
chamanes de los sami muestra símbolos de la aurora boreal. El fenómeno
tiene varios nombres en sami; por ejemplo, es conocido como Guovssahas,
que significa "la luz que puede oírse". Tradicionalmente, los Sami,
el pueblo indígena de Noruega, han asociado la aurora boreal con el
sonido. Durante la época vikinga, la aurora boreal era la armadura de
las vírgenes guerreras valkirias, que emitían una extraña luz destellante.
Los
esquimales, los lapones, los habitantes de Groenlandia,
e incluso las tribus del noreste de la India estaban
familiarizados con esta luz misteriosa del cielo.
Sus leyendas tomaban muchas formas y estaban asociadas
con sus ideas de la vida en el otro mundo. Según
una leyenda esquimal, la aurora boreal era un sendero
estrecho, sinusoso y peligroso que conducía
a las regiones celestiales y su luz se debía
a la llegada de los nuevos espíritus.
La
aurora del hemisferio norte fue nombrada aurora
boreal (luces del norte) por el científico
francés Pierre Gassendi en 1621, quien fue
el primero en hacer observaciones aurorales sistemáticas.
La aurora del sur fue nombrada aurora austral (luces
del sur) por el capitán James Cook en 1773,
cuando la observó por primera vez en el Océano
Índico. Ya los filósofos griegos consideraban
a la aurora del norte como un fenómeno natural,
y la asociaban con el reflejo de la luz en los hielos
polares.
Aurora
Boreal
El
sol desprende partículas cargadas de mucha
energía, iones, principalmente protones,
y electrones, los cuales viajan por el espacio a
velocidades entre 320 y 704 kilómetros por
segundo, es decir, necesitan tan solo entre 130
y 60 horas en llegar a la Tierra. Al conjunto de
partículas que vienen del Sol se les conoce
como viento solar.
Cuando éste interactúa con los bordes del campo magnético terrestre, que está originado por el movimiento del núcleo terrestre en estado semilíquido con abundante hierro y animado por la rotación de nuestro planeta, algunas de las partículas quedan atrapadas por él y siguen el curso de las líneas de fuerza magnética en dirección a la ionosfera.
Cuando éste interactúa con los bordes del campo magnético terrestre, que está originado por el movimiento del núcleo terrestre en estado semilíquido con abundante hierro y animado por la rotación de nuestro planeta, algunas de las partículas quedan atrapadas por él y siguen el curso de las líneas de fuerza magnética en dirección a la ionosfera.
Ionosfera
es la parte de la atmósfera terrestre que
se extiende hasta unos 60 o 100 kilómetros
desde la superficie de la tierra. Cuando las mencionadas
partículas chocan con los gases en la ionosfera,
empiezan a brillar, produciendo el espectáculo
que conocemos como aurora boreal y austral. La variedad
de colores, rojo, verde, azul y violeta que aparecen
en el cielo se deben a los diferentes gases que
componen la ionosfera.
El mismo fenómeno se puede explicar con diferentes palabras:
Una aurora boreal (o austral) se forma cuando partículas procedentes
del sol chocan con los polos norte y sur de la magnetosfera terrestre,
produciendo una luz difusa proyectada sobre la ionosfera terrestre. Esto
ocurre cuando las partículas cargadas (protones e iones) son guiadas
por el campo magnético de la Tierra e inciden en la atmósfera cerca de
los polos. Cuando estas partículas chocan con el Oxigeno
y Nitrógeno presente en la atmósfera, parte de
la energía de colisión excita esos átomos a niveles de energía tales que
cuando se vuelven a su estado natural devuelven esa energía en forma de
luz visible.
El sol, por una serie de procesos físicos, esta emitiendo continuamente
estas partículas y este flujo de partículas se denomina viento solar.
Este viaja a velocidades de 300 a 1000 km/s, por lo que este
flujo alcanzaría la Tierra en dos días. Cuando llega a la Tierra el
viento solar es desviado por el campo magnetico de la Tierra y las
particulas de viento solar cargadas siguen las lineas del campo
magnetico, aqui es donde se producen los choques con el Oxigeno y el
Nitrogeno y por el proceso explicado anteriormente emiten la luz que es
la que vemos desde la superficie de la Tierra produciendo las auroras
boreales o australes.
La
Aurora Boreal está en constante cambio debido a la
variación de la interacción entre las ráfagas
de viento solar y el campo magnético de la tierra.
El viento solar genera normalmente más de 100.000 megavatios
de electricidad (la producción de una central nuclear
convencional es de 1000 MW diarios) produciendo una aurora,
lo que puede causar interferencias con las líneas eléctricas,
emisiones radiofónicas o televisivas y comunicaciones
por satélite.
A
través del estudio de las auroras los científicos
pueden aprender más sobre el viento solar, cómo
éste afecta a nuestra atmósfera y cómo
la energía de las auroras podría ser usada para
objetivos útiles.
Hasta no hace mucho tiempo no se
conocía su naturaleza, es decir, no se sabia porque se producían estas auroras
boreales.
Se producen en los polos porque,
en la superficie del sol se originan erupciones que desprenden partículas,
estas partículas son atraídas por los campos magnéticos de los polos.
Al atravesar la atmósfera y
mezclarse con el aire se crea ese efecto de luminosidad tan curioso y tan
espectacular.
.
Alaska
Este fenómeno se puede
ver desde el norte y el centro del estado durante los inviernos
glaciares que tienen lugar durante los meses de noviembre y enero. No
pierdas tu oportunidad de verlo desde Brooks Range.
Canadá
Si viajas a Saskatchewan
durante el invierno es tu oportunidad de ver al cielo bailar y mostrar
una inmensidad de luces de colores que tus ojos no darán crédito de lo
que están viendo.
Groenlandia
Son muchas las explicaciones que se pueden encontrar a la creación de la aurora boreal, pero en la cultura de los esquimales del este de Groenlandia las luces que llenan el cielo son las almas de los bebés que han muerto por causas naturales o no.
Islandia
La mejor época para ver
la aurora boreal desde este lugar del mundo es entre la estaciones de
otoño e invierno cuando las noches son oscuras y las luces pueden
desdibujarse y crearse nuevamente en el cielo. Aunque debemos de tener
en cuenta que pueden producirse durante todo el año.
Noruega
Se dice que se pueden
verlas desde cualquier punto de este país pero si quieres disfrutar de
unas vistas inolvidables nuestra recomendación es que te sitúes por
encima del Círculo Polar Ártico, es decir, en el Norte de Noruega.
La zona que mayormente destaca es la de Tromso y las Islas Lofoten.
Laponia Finlandesa
La aurora boreal en esta zona también es conocida como las luces del Norte:
Circulo polar Ártico
Nada como ver la aurora boreal desde Utsjoki, Finlandia, para saber que tu visión del mundo nunca volverá a ser el mismo.
Siberia
Desde un avión
¿Os imagináis como sería
verla desde el avión? ¿Como el horizonte se llena de colores y varía
segundo a segundo en diferentes bailes que acompasan el viaje?
10 consejos para sacar buenas fotos de las auroras boreales en tu próximo viaje a Noruega.
- Usa una cámara digital SLR con un disparador a distancia
- Usa un trípode
- Acuérdate de cargar la batería completamente
- Descativa el flash y los ajustes automáticos
- Elige un ajuste ISO entre 100 y 400
- Las lentes deberían usarse en modo de enfoque manual y ajustadas al infinito
- Usa una velocidad de obturador larga, por ejemplo 30 segundos o más
- Una apertura de f/2.8 o mejor
- Es mejor usar una lente gran angular, como más rápida mejor
- Ten paciencia y abrígate bien – puede ser que tengas que afrontar largas esperas
En el cine
El miedo se ha apoderado de la localidad sueca de Kiruna desde que el famoso predicador Viktor Strandgård apareciera muerto y mutilado en una remota iglesia. La hermana de la víctima ha encontrado el cadáver, y la sombra de la sospecha se cierne sobre ella. Desesperada, pide ayuda a su amiga de la adolescencia, la abogada Rebecka Martinsson, que actualmente vive soltera en Estocolmo y que regresa a su ciudad natal dispuesta a averiguar quién es el culpable. Durante la investigación sólo cuenta con la complicidad de Anna-Maria Mella, una inteligente y peculiar policía embarazada. En Kiruna mucha gente tiene algo que ocultar, y la nieve no tardará en teñirse de sangre.
Dirigida por el sueco Leif Lindblom, conocido en su país por sus éxitos televisivos, la película se centra en un pueblo aislado del Círculo Polar Ártico consternado por un asesinato. Los secretos de las congregaciones religiosas, las inseguridades que se encuentran en el camino de la fe y las conformidades a través del silencio son algunos de los temas que salen a la luz en un perfecto engranaje que va del drama al thriller.
El elenco cuenta con algunas de las estrellas más rutilantes del panorama nórdico. Izabella Scorupco (El imperio del fuego) da vida al personaje de Rebecka Martinsson, mientras que Maria Sundbom es Sanna Strandgård y Lena B. Eriksson, Anna-Maria Mella. También intervienen Mikael Persbrandt (Día y noche) y Krister Henriksson (Cabin fever). El enigmático paisaje se convierte en un personaje más de la historia, creando una atmosfera misteriosa y claustrofóbica que se va tiñendo de sangre.
Fuente:
http://locuraviajes.com
http://www.visitnorway.com
http://www.cienciapopular.com
http://www.20minutos.es
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