domingo, 28 de abril de 2013

Domingo con... "El mundo amarillo" y Albert Espinosa (Lo que explicaré en este libro no es otra cosa que cómo aplicar en la vida diaria lo que aprendí con el cáncer...)

Si crees en los sueños, ellos se crearán.




Prólogo:
«¡Atención, este libro es Albert!
Si entras, no querrás salir»

Albert tiene el espíritu curioso de Sherlock Holmes y la apariencia de Watson. Su perfecto desaliño al vestir te hace sospechar de si selo ha preparado antes de salir de casa. Es raro hasta para ser coqueto.
Una de sus aficiones preferidas es mirar. Entra sin permiso por las ventanas de tus ojos y obtiene toda la información que necesita. Su sensor emocional es casi infalible y cala al ser humano, con la facilidad de esas cajas de supermercado que saben el precio del productocon sólo leer el código de barras. Cuando acierta sabe de ti mucho más que tú.
Albert le ha ganado varias batallas a la muerte, por eso sus historias rebosan tanta vida. Es hiperactivo, prefiere perder sueño a perderexperiencias. Su velocidad mental es de vértigo. Si quieres contarle algo tiene que ser muy bueno o muy rápido.
Si deseas captar su interés, no le cuentes tu vida, deja que la descubra él. Es otra de sus aficiones preferidas.
Le encanta provocar pero lo hace con la intención de normalizar. Me hizo una prueba para su última película: No me pidas que te bese porque te besaré, en la que teníamos una secuencia en una piscina ficticia. Acababa de conocerlo. De repente se quitó la pierna ortopédica. Lo hizo con tanta normalidad que eché mano de la mía a ver si podía hacer lo mismo. Fue un acto histérico, intentaba aparentar normalidad pero la escena me descolocó. Él se dio cuenta y con la misma normalidad con que se había quitado la pierna izquierda, empezó a hablarme de uno de los temas más recurrentes en su peli/vida: el universo de las pajas. Conectamos de inmediato.
Olvidé la prueba, olvidé la pierna, olvidé que él era el director y me encontré con un colega que hablaba de sensaciones que yo compartía.
Aparenta treinta años pero lleva más de quince repitiendo adolescencia. De ahí su frescura. De ahí su limpieza. De ahí que siga pensando que si puede imaginarse, puede hacerse.
Albert es poderoso porque no se rinde nunca. Y como último recurso negocia: cambia pierna y pulmón por vida. Ha aprendido a perder con el único objetivo de ganar. Y se hace más fuerte. Y sale a saciarse de vida. Y escribe obras de teatro, largometrajes, series de televisión, novela... Y usa con maestría el humor para contarnos un drama. Y junta la realidad más cercana con nuestros sueños más lejanos. Y viene a decirnos que la única minusvalía es la emocional y que vivimos en una sociedad que no comparte sentimientos.
Albert habla de un mundo al alcance de todos y que tiene el color del sol: el mundo amarillo. Un sitio cálido donde los besos pueden durar diez minutos, donde los desconocidos pueden ser tus mejores aliados, donde el contacto físico pierde su connotación sexual, donde el cariño es algo tan cotidiano como comprar el pan, donde el miedo pierde su significado, donde la muerte no es eso que les pasa a los demás, donde la vida es lo más valioso, donde todo está donde tú quieres que esté.
Este libro habla de todo esto, de todo lo que sentimos y no decimos, del miedo a que nos quiten lo que tenemos, de reconocernos enteramente y apreciar quiénes somos cada segundo del día. ¡Larga vida a Albert!

ELOY AZORÍN,
Actor


Espinosa escribe en su libro:

Mi inspiración

Gabriel Celaya era ingeniero industrial y poeta. Yo soy ingeniero industrial y guionista. Ambos somos también zurdos. Hay algo en su poema «Autobiografía» que me engancha hasta la médula y me toca el esófago. Y creo que es porque en ese poema creó su mundo. Su mundo, el «mundo Celaya». No hay nada que me atraiga más que la gente que crea mundos.
Y es que ese poema está compuesto por prohibiciones, prohibiciones que crean una vida. Prohibiciones que marcaron su vida. De alguna manera, si quitásemos esas prohibiciones encontraríamos su mundo. Lo que él piensa que debería ser su mundo. Son un montón de «noes» que excluyen lo que no desea para encontrarnos con un montón de «síes». Me gusta esa manera de ver la vida.
Como hizo él en «Autobiografía», yo intentaré dividir este inicio del libro en: «Para empezar», «Para seguir», «Para vivir» y «Morir».
Serán cuatro bloques que, como él predijo, forman lo que es la vida de cualquiera de nosotros. 

Por si no conocéis el poema, a continuación podéis gozar de él:

AUTOBIOGRAFÍA

No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.
Eso, para empezar.
Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.
¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.
Eso, para seguir.
¿Le parece a Ud. correcto que un ingeniero haga versos?
La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.
Si sigues con esa chica te cerraremos las puertas.
Eso, para vivir.
No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto.
No bebas. No fumes. No tosas. No respires.
¡Ay sí, no respires! Dar el no a todos los «no»
y descansar: Morir.

GABRIEL CELAYA



Algunos datos biográficos que aparecen en http://es.wikipedia.org son:
A la edad de 13 años le fue diagnosticado un osteosarcoma por el que tuvieron que amputarle una pierna. Sufrió metástasis y también fue necesaria la extirpación de un pulmón (16 años) y parte del hígado (18 años). En total, pasó diez años en hospitales, y esa experiencia vital le serviría de inspiración para algunas de sus obras teatrales y literarias y guiones de cine y televisión.
A los 19 años comenzó a cursar estudios de Ingeniería industrial (rama Química) en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona (ETSEIB) de la Universidad Politécnica de Cataluña. En este centro fue uno de los integrantes, junto con otros estudiantes, del grupo de teatro amateur de la ETSEIB, que por aquel entonces (mediados de los noventa) era denominado como "El Grupo de Teatro", sin más, o, posteriormente, "Enginyteatre".

 Fue precisamente en esa época universitaria cuando Espinosa comenzó a escribir, empezando por componer las piezas de teatro que representaba el grupo, muchas de ellas de inspiración shakespeariana (incluyendo y transcribiendo improvisaciones de los propios actores), otras centradas en temas de marcado carácter autobiográfico (como la pieza Los Pelones, que se estrenó en La Riereta Teatre de Barcelona en julio de 1995 y que fue el germen de lo que años después sería su primer guion cinematográfico, Planta 4ª), y también obras de ambientación universitaria, como Un novato en la ETSEIB. Cuando finalizó los estudios, formó con sus compañeros de clase y del grupo de teatro de la ETSEIB la compañía teatral "Los Pelones" (en alusión entrañable, como la pieza homónima anteriormente citada, a ese grupo de pacientes de oncología infantil, todos ellos calvos por los efectos de la quimioterapia, del que formó parte el propio Espinosa en sus años de estancia hospitalaria), que aún en la actualidad sigue en activo.


A diferencia del resto de integrantes de "Los Pelones", Espinosa no llegó a ejercer nunca su profesión de ingeniero. Tras finalizar la carrera, su primer guion remunerado (1998) fue para un trabajo videográfico que obtuvo el Premio Europeo de las Tecnologías de la Información.
Restablecido definitivamente de su enfermedad (a los veinticuatro años), gracias a esa experiencia previa de escribir pequeñas obras y guiones que había adquirido durante sus años universitarios, comenzó a trabajar como guionista de programas y concursos de televisión, fundamentalmente para la productora catalana Gestmusic, actividad que compaginaba con su faceta de autor teatral y actor de la compañía "Los Pelones". El propio Espinosa confesaba que lo que más le gustaba era actuar, pero que sólo le ofrecían trabajos como guionista de televisión. Es por eso que cuando empezó a trabajar en televisión (su primer programa fue el infantil Club Super3, de Televisió de Catalunya), se propuso el reto de poder cambiar de trabajo cada seis meses para no quemarse "en un mundo tan ardiente". Después llegó una época en la que, confiesa el propio autor, surgieron dudas sobre si volver a su otra vocación (la Ingeniería), dudas que se disiparon tras trabajar en Xat TV (1999-2000), un magacín juvenil de La 2 emitido en Cataluña que le ancló definitivamente al mundo del guion. También cabe destacar de ese periodo su colaboración como guionista en la sitcom Psico Express (2001-2002), creada para la TV3 por la compañía catalana de teatro musical Dagoll Dagom; en la veterana serie de Televisió de Catalunya El cor de la ciutat, en cuyo equipo trabajó durante año y medio (2002-2003), siendo su primer trabajo de escritura de guiones para una serie de emisión diaria; en la 3ª temporada de la serie cómica Majoria absoluta (2003-2004), que supuso su primera colaboración con el director y guionista Joaquín Oristrell, y en el telefilme Tempus fugit (2003), premiado en el Festival de Ámsterdam, en los Premios GAC 2004, en el Festival de Manchester y en el Festival de Televisión de Montecarlo 2004.


Sin embargo, la verdadera consagración del talento como guionista de Espinosa llegó con la película Planta 4ª (2003), dirigida por Antonio Mercero y protagonizada por Juan José Ballesta. En esta obra, de marcado carácter autobiográfico, el autor relata, con ternura y humor, en un tono alejado del drama y la tragedia, la experiencia cotidiana en un hospital de un grupo de niños enfermos de cáncer. La cinta, premiada en varios festivales, estuvo nominada al premio a la mejor película en la XVIII Edición de los Premios Goya de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
Posteriormente, mientras seguía intentando hacerse un hueco en el mundo del cine, continuó en televisión, con trabajos como el guión de la serie de Televisión Española Abuela de verano (2005), basada en la novela Diario de una abuela de verano de la escritora Rosa Regàs y protagonizada por Rosa María Sardá, en la que él mismo intervino en un papel secundario (fue su primer trabajo simultáneo como actor y guionista).
En 2006 vive su año más prolífico como guionista y como autor teatral. El 23 de febrero se estrena en la sala de teatro alternativo Tantarantana de Barcelona la comedia Idaho y Utah (nanas para nenes malitos), escrita, dirigida y protagonizada por el propio Espinosa, y ambientada en un futuro cercano donde se inventa una pastilla para dejar de dormir indefinidamente. La obra se reestrenó en abril de 2007 en Madrid (Centro Dramático Nacional). Además, se estrenan también ese año (en abril y octubre) dos películas con guión suyo. La primera es Tu vida en 65', dirigida por María Ripoll y adaptada de una obra teatral del propio Espinosa, que narra una historia en la que la muerte y la casualidad se entrecruzan constantemente. Por el guión de este filme, Espinosa fue premiado en la VI Edición de los Premios Barcelona Cinema. La otra película estrenada ese año fue Va a ser que nadie es perfecto, dirigida por Joaquín Oristrell y protagonizada por Santi Millán, Fernando Tejero y José Luis García Pérez, que en su momento estuvo rodeada de cierta polémica por un supuesto plagio de un guion anterior de César Strawberry. En esta última película, que obtuvo una Mención Especial en los Premios Ciutat de Barcelona, se retrata el tema de la discapacidad física como algo cotidiano, que debe ser considerado como normal desterrando una visión excluyente. Finalmente, en diciembre se estrenó, en el Teatre Nacional de Catalunya, la obra El gran secret, co-escrita con Joan Font. Una adaptación infantil de esta obra, titulada El petit secret, se estrenaría el 9 de enero de 2007, y la obra original llegó a Madrid (Teatro Gran Vía) en marzo de 2007.
En mayo de 2007 arranca el rodaje de la película que, estrenada en octubre del año siguiente, supondría el debut de Espinosa como director cinematográfico: No me pidas que te bese, porque te besaré, una comedia protagonizada por Eloy Azorín y basada en la obra de teatro homónima (estrenada en enero de 2004) y en otra pieza titulada El club de les palles (El club de las pajas) (estrenada en el Teatre Nacional de Catalunya en marzo de 2004), ambas compuestas por el propio Espinosa para la compañía "Los Pelones". También en 2007 la compañía empieza una gira teatral con la obra Idaho y Utah (nanas para nenes malitos).
Ya en 2009, Albert Espinosa lleva al Teatre Lliure de Barcelona la comedia El fascinant noi que treia la llengua quan feia treballs manuals (El fascinante chico que sacaba la lengua cuando hacía trabajos manuales), una vez más escrita, dirigida y protagonizada por él mismo, pero en esta ocasión, por primera vez, sin el grupo "Los Pelones". Componían el reparto, junto con el propio Espinosa, Roger Berruez, Juanma Falcón y Óscar Blanco. La intención del autor es adaptar también esta obra al cine.
En el verano de 2009 se rueda, en diversas localizaciones de la costa y el interior de Cataluña, la película Herois, un proyecto cinematográfico muy personal que el productor Luis de Val, de Media Films, y el realizador Pau Freixas llevaban preparando tres años. Espinosa es coautor del guión junto con el propio Freixas. En abril de 2010, el filme obtuvo la Biznaga de Plata-Premio del público y el premio al mejor vestuario en la XIII Edición del Festival de Cine Español de Málaga.

En su faceta meramente literaria, ha publicado tres libros: El mundo amarillo (2008), Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo (2010) y la exitosa novela Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven (2011), que fue el libro más vendido en la tradicional Diada de Sant Jordi en Barcelona. Y su nuevo libro, Brújulas que buscan sonrisas perdidas(2013).

En 2010 se embarcó en un nuevo proyecto con Pau Freixas, director de Héroes (2009), la serie de televisión Pulseras rojas), creada por el propio Espinosa. El argumento y el guión corren a cargo del autor y Pau Freixas se encarga de la dirección; la serie, además, está coproducida por ambos.
Pulseras rojas narra la historia cotidiana de un grupo de adolescentes que coinciden en un hospital a causa de sus enfermedades, y habla, siempre con humor y ternura, del valor de la amistad, las ganas de vivir y el afán de superación. Al igual que ya hiciera en la película Planta 4ª (2003), Albert Espinosa se basó en su propia experiencia vital para recrear el ambiente hospitalario de Pulseras rojas.
El guion original ―basado en la citada novela El mundo amarillo (2008), del propio Espinosa― está pensado para cuatro temporadas, y de momento la serie (coproducida por Castelao Producciones y Televisió de Catalunya), tras el notable éxito de audiencia y crítica de la 1ª temporada (emitida, entre enero y mayo de 2011, por el canal autonómico TV3), ya ha renovado para una segunda, que constaría de 15 nuevos episodios. Además, la 1ª temporada ha sido doblada al castellano y su emisión comenzó el 9 de julio de 2012 en Antena 3 con un gran éxito de audiencia, superando incluso los datos cosechados en Cataluña con el pase original.
Además de la 2ª temporada de Pulseras rojas, actualmente Espinosa prepara la película Planta 5ª, una especie de secuela de la exitosa Planta 4ª.
En Radio Nacional de España, trabajó en el programa nocturno Afectos matinales, dirigido por Jordi Tuñón, con una sección semanal en que traía interesantes estudios científicos hasta 2012 con el cese del programa.





Algunos párrafos:
"El mundo amarillo es el nombre que he puesto yo a una forma de vivir, de ver la vida, de nutrirse de las lecciones que se aprenden de los momentos malos y de los buenos. El mundo amarillo se compone de descubrimientos y sobre todo de descubrimientos amarillos, que son los que le dan nombre. Pero a eso ya llegaremos, paciencia.
Lo que sí puedo asegurarte es que en este universo no hay reglas. Cualquier mundo se rige por reglas, pero el mundo amarillo no las tiene. No me gustan las reglas, así que jamás deseé que mi mundo las tuviera. Sería una incongruencia. Y es que no creo que sean necesarias, no sirven de nada, sólo están para que te las saltes. Nada de lo que te dicen que es sagrado en esta vida creo que lo sea. Nada de lo que digan que es lo correcto creo que lo sea. Todo tiene dos caras, todo tiene dos perspectivas.
Yo siempre he creído que el mundo amarillo es el mundo en el que realmente estamos. El mundo que nos muestran las películas, el del cine, es un mundo creado por tópicos que no son verdad, y acabamos pensando que el mundo es así. Te enseñan cómo es el amor, y luego te enamoras y no es como en las películas. Te enseñan cómo es el sexo, luego tienes sexo y tampoco se parece al de las películas.
Hasta te enseñan cómo son las rupturas de las parejas. Cuántas veces la gente ha quedado con su pareja en un bar y ha emulado una ruptura de cine. Y no funciona, no funciona porque lo que en el celuloide se despacha en cinco minutos, luego a ti te lleva seis horas y al final no rompes sino que te comprometes a casarte o a tener un hijo".


"El cáncer me quitó mucho: un pulmón, una pierna, parte del hígado, movilidad, experiencias, años de colegio... Pero quizá la pérdida más sentida fue la de la pierna; recuerdo que el día anterior a que me la amputasen mi médico me dijo: «Hazle una fiesta de despedida a la pierna. Invita a la gente que tenga que ver con tu pierna y despídela por todo lo alto. ¿No te apoyó durante toda una vida?, pues apóyala
tú ahora que ella se marcha».
Tenía quince años y no organicé una fiesta de adolescente para perder la virginidad (como me habría gustado) sino una fiesta para perder la pierna. Recuerdo como si fuera hoy cuando llamé a gente relacionada con la pierna (me costó un poco, no era fácil entrarles).
Después de dar muchas vueltas y hablar de mil cosas, les acababa diciendo: «Os invito a la fiesta de despedida de la pierna, no traigáis nada. Y si queréis podéis venir a pata». Me pareció importante añadir esta referencia a la pata para quitarle hierro al asunto. Sin duda alguien genial decidió dotarnos de humor, la salvación a todos nuestros  conflictos... Un sentimiento extraño que nos permite darle la vueltaa todo, cuando y como deseemos".


"No hay que desanimarse por las decisiones equivocadas que uno toma. Debes confiar en tu yo antiguo. Ciertamente tu yo con quince años pudo equivocarse por no estudiar aquella asignatura o tu yo de veintitrés por ir a aquel viaje o tu yo de veintisiete por aceptar aquel trabajo. Pero fuiste tú quien las tomó y seguramente dedicaste un tiempo en tomar la decisión. ¿Por qué crees que ahora tienes derecho a juzgar lo que él (tu yo antiguo) decidió? Acepta quien eres, no tengas miedo de ser la persona en quien te has convertido con tus
decisiones.
Las malas decisiones curten, las malas decisiones, dentro de un tiempo, serán buenas decisiones. Acepta eso y serás muy feliz en la vida y, sobre todo, contigo mismo.
Mi médico se equivocó tres o cuatro veces. Jamás le eché nada en cara porque supe que su error no provenía de una falta de profesionalidad o de experiencia. Para errar hay que arriesgarse; lo de menos es el resultado".
"Siempre comenzaba con la frase: «No hay nada como un buen retazo. Un retazo es un pedazo de vida que todos hemos vivido».
Yo creo mucho en los retazos (diría que hasta puede que más que el maestro; a veces el alumno puede superar al maestro) porque hubo un tiempo que los perdí. Los retazos ocurren sobre todo en la infancia y en la adolescencia. La vida de todos está llena de retazos.
Hubo un tiempo en el hospital en el que dejé de tener retazos, bueno, eso no es del todo cierto, los cambié por otro tipo de retazos.
Retazos hospitalarios que comparto con otra gente que ha vivido en el hospital.
Los «retazos» podrían definirse como cosas que un buen día haces por primera vez y te marcan porque quedan para siempre dentrode ti".




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