jueves, 1 de noviembre de 2012

Leyenda del rey y su halcón

Cuenta la leyenda que un buen día el rey de una lejana comarca recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenase.
Al cabo de algunos meses, el rey pidió informes al maestro cetrero.
Sobre el entrenamiento de sus valiosas aves.
El maestro le informó que uno de los halcones respondía perfectamente al entrenamiento, pero que el otro no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día de su llegada.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie consiguió hacerle volar.
Entonces optó por encargar la tarea a miembros de su corte, pero sin resultado.
Casi como último recurso, el rey decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una jugosa recompensa a quien hiciera volar a su halcón.

A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente frente a las ventanas de su palacio.
El rey le dijo a su corte: Traedme al autor de este milagro. La corte rápidamente le presentó a un campesino.
El rey le dijo: Tú conseguiste que volara el halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago?
El campesino contestó al rey: No fue magia ni ciencia, mi señor, sólo corte la rama y el halcón voló. Se dio cuenta que tenía alas y echó a volar.
Las crónicas narran que desde entonces el halcón voló libre y sin restricción alguna y el rey simplemente disfrutaba de su vuelo…




....No hay quien pueda contar
las piedras en un río
ni la arena del mar
ni lo que yo he perdido
si un día fuiste aquella
la dueña de mi alma
hoy tengo que ser fuerte
y dejar que tú te vayas
Aunque me arranques la piel
vuela muy alto
no te detendré
y cada quien que tome su camino
aunque me arranques la piel
vuela muy lejos
dios sabe por qué, por qué
nos despedimos por tu bien y el mío
Y si te digo adiós (bis)
no es porque quiera
te dejo ser feliz
aunque muera de pena
Aquí no hay pecadores
ni hay delito
no era tu obligación amarme
te lo he dicho
gracias por tanto y todo
te llevaré muy dentro
tú has sido lo mejor
y yo de nada me arrepiento... eh
Aunque me arranques la piel
vuela muy alto
no te detendré
y cada quien que tome su camino
aunque me arranques la piel
vuela muy lejos
dios sabe por qué, por qué
nos despedimos por tu bien y el mío... uooooh
Y si te digo adiós
no es porque quiera
te dejo ser feliz
aunque muera de pena
Adiós adiós
y que te vaya bien...

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