miércoles, 22 de agosto de 2012

Tus manos


Tus manos, mis manos, las manos...
Te has parado a pensar en lo importantes que son las manos, en todas las cosas que hacen, para todas las cosas que sirven?
A lo largo de la historia han servido, entre otras cosas, como inspiración para poetas, para pintores, artistas...

La creación de Adán, Miguel Ángel





Detalle de La creación de Adán, Miguel Ángel

Obra de Eduardo Kingman

Obra de Eduardo Kingman

La mano de la armonía, en Corea del Sur




Tus manos


Cuando tus manos salen,
amor, hacia las mías,
qué me traen volando?
Por qué se detuvieron
en mi boca, de pronto,
por qué las reconozco
como si entonces, antes,
las hubiera tocado,
como si antes de ser
hubieran recorrido
mi frente, mi cintura?

Su suavidad venía
volando sobre el tiempo,
sobre el mar, sobre el humo,
sobre la primavera,
y cuando tú pusiste
tus manos en mi pecho,
reconocí esas alas
de paloma dorada,
reconocí esa greda
y ese color de trigo.

Los años de mi vida
yo caminé buscándolas.
Subí las escaleras,
crucé los arrecifes,
me llevaron los trenes,
las aguas me trajeron,
y en la piel de las uvas
me pareció tocarte.
La madera de pronto
me trajo tu contacto,
la almendra me anunciaba
tu suavidad secreta,
hasta que se cerraron
tus manos en mi pecho
y allí como dos alas
terminaron su viaje...
Pablo Neruda 


Tus manos
Ah, las manos, tus manos, cómo extraño
la suavidad, la firme contextura,
su roce de caderas y cintura,
y los sondeos íntimos del baño.

Intento duplicar cada peldaño

trepando palmo a palmo mi estatura,
y al ver que no eres tú quien lo procura
me siento causa de mi propio engaño.

Vuelvan tus manos, ráfagas febriles,

a alborotar mis senos juveniles,
a suscitar sobre mi piel temblores.

Toca, acaricia, explora, roza, exprime,

que el cuerpo clama cuando el alma gime,
y mis gemidos son desgarradores.

Francisco Álvarez

Tus manos

Manos que sois de la Vida,
manos que sois del Ensueño;
que disteis toda belleza
que toda belleza os dieron;
tan vivas como dos almas,
tan blancas como de muerto,
tan suaves que se diría
acariciar un recuerdo;
vasos de los elixires
los filtros y los venenos;
¡manos que me disteis gloria
manos que me disteis miedo!
Con finos dedos tomasteis
la ardiente flor de mi cuerpo…
Manos que vais enjoyadas
del rubí de mi deseo,
la perla de mi tristeza,
y el diamante de mi beso:
¡llevad a la fosa misma
un pétalo de mi cuerpo!
Manos que sois de la Vida,
manos que sois del Ensueño.

Delmira Agustini

 

 

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