viernes, 10 de agosto de 2012

Perseidas

Diez cosas que debes saber 

Qué son, por qué aparecen cada año, cuándo es el mejor momento para verlas y cómo preparar una buena observación este fin de semana.


Perseidas: diez cosas que debes saber
Cómo localizar las Perseidas en el cielo
Las Perseidas, popularmente conocidas como «lágrimas de San Lorenzo», podrán contemplarse este fin de semana. Aquí te explicamos todo lo que debes saber para disfrutar al máximo de la lluvia de estrellas más hermosa del año:

1-¿Qué es una lluvia de estrellas?

Pues ni lluvia ni estrellas. Detrás de un nombre tan poético se esconden en realidad las diminutas partículas de polvo, algunas menores que granos de arena, que dejan los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. Cuando la corriente de partículas es atravesada por la Tierra, estas se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos, las estrellas fugaces, que reciben el nombre científico de meteoros.

2-¿Y qué son las Perseidas?

Las Perseidas es la famosa lluvia de estrellas del mes de agosto. La lluvia de meteoros suele tener su máxima actividad entre los días 12 y 13 de agosto, aunque el fenómeno es apreciable en menor intensidad desde la segunda mitad de julio hasta finales de este mes. El nombre de Perseidas se debe a que su radiante, el lugar de donde parecen salir, se encuentra en la constelación de Perseo.

3-¿Por qué aparecen cada año con regularidad?

Porque cada año por estas fechas nuestro planeta cruza la órbita del cometa Swift-Tuttle, que tiene un período de 133 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. Entonces, sus partículas entran en contacto con la atmósfera terrestre y crean los famosos trazos luminosos.

4-¿Qué tienen que ver con la leyenda de Perseo?

La lluvia del verano debe su nombre a la constelación de Perseo, de donde parecen venir los meteoros. Precisamente, la leyenda dice que Perseo, un semidiós griego, nació de la lluvia de oro con la que Zeus embarazó a Dánae. Los antiguos helenos ya relacionaban las Perseidas con esta hazaña. Luego, el vástago adquiriría fama por cortar la cabeza de Medusa, que petrificaba a sus adversarios.

5-¿Cuál es el mejor momento para observarlas?

Este año, el pico máximo de la lluvia de estrellas nos pillará de día, entre las 14.00 y las 16.30 (hora peninsular española) del domingo, así que el mejor momento para observarlas coincidirá con las noches anterior y posterior al mismo, es decir, las noches del sábado al domingo y del domingo al lunes. El período óptimo de observación será la primera parte de la noche, antes de que la Luna haga su aparición sobre el horizonte, entre las 22.00 horas y las dos o las tres de la madrugada.

6-¿Cuál puede ser el mayor problema para la observación?

Aparte de un cielo nublado, que puede estropear cualquier observación astronómica, la Luna puede dificultar la visión. Estará en fase menguante y su brillo no molestará, pero se encuentra cerca del radiante, la zona del cielo de la que parece proceder la lluvia de estrellas.

7-¿Serán mejores que el año pasado?

Este año, aunque no perfecto, será mucho mejor que el anterior porque en 2011 hubo luna llena, lo que impidió la observación, pero este verano el satélite natural de la Tierra estará en fase menguante, que afectará también la visión de estos bólidos, pero en menor proporción.

8- ¿Cuántos meteoros se verán?

Las Perseidas son una de las lluvias más espectaculares. En esta ocasión, la lluvia promete unos cien meteoros en su pico máximo, que nos perderemos al ser de día. En nuestro tiempo de observación, pueden ser algunos menos.

9- ¿Qué necesito para ver la lluvia de estrellas?

La mejor forma de disfrutar de la lluvia de estrellas es a simple vista, sin prismáticos ni telescopios, y en una posición cómoda que permita ver el mayor campo de cielo posible; por ejemplo, tumbado en una hamaca. Es necesario tener el horizonte despejado hacia el Nordeste, donde se encuentra el radiante, sin obstáculos para la vista como montañas, edificios o grandes árboles. Además, la zona debe ser oscura, alejada de las luces de las ciudades. El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) recomienda mirar a unos 20º alrededor del radiante, ya que la mayor parte de los meteoros aparecerá en esta región.

10-¿Y si quiero verlas en compañía?

Como dos pares de ojos ven mejor que uno, una buena opción para no perderse el espectáculo es participar en alguno de los encuentros organizados por las distintas sociedades astronómicas en toda España. El Planetario de Pamplona, por ejemplo, organiza una excursión nocturna al mirador de la Foz de Arbayún. La Sociedad Astronómica de Murcia se instalará en Cabezo Gordo, en Torre Pacheco, mientras que la Sociedad Astronómica Granadina subirá a la Estación de Esquí de Borreguiles en el parque natural de Sierra Nevada. El Planetario de Mallorca celebra el sábado la Noche de las Estrellas.

Publicado en ABC.es Ciencia





 Dice el refrán que “la lluvia por San Lorenzo, siempre llega a tiempo”. Y es que, cuando se aproxima la onomástica de este santo, el día 10 de agosto, los agricultores miran al cielo esperanzados en busca de una llovizna que de un respiro a los campos y declare una tregua al calor del verano. Pero dejando a un lado las cuestiones climatológicas, lo cierto es que la festividad de San Lorenzo nos trae cada año una lluvia de otro tipo, especial y diferente, en la que el cielo, en lugar de aguaceros, decide regalarnos cientos de estrellas fugaces.
 Resulta curioso que, pese a tratarse de fenómenos con una clara explicación científica, las lluvias de estrellas –y ésta en particular- no dejan de suscitar asombro y expectación. El componente mágico y ancestral, una vez más, suele eclipsar a lo científico.


Además, no hay que olvidar el toque romántico y atávico que aporta la mitología griega con el sugerente mapa del cielo nocturno, lleno de centauros, caballos alados, carros y dioses. Normalmente las lluvias de estrellas se bautizan con el nombre de la constelación desde la cual parecen provenir los meteoros o estrellas fugaces, lo que científicamente se denomina punto radiante. En el caso de las Lágrimas de San Lorenzo, el radiante se localiza en la constelación de Perseo, de ahí que este fenómeno se conozca también con el nombre de Perseidas
Formada por estrellas no excesivamente brillantes, Perseo se ubica junto a la constelación de Andrómeda. La historia de amor entre ambos personajes mitológicos hace que las Perseidas adquieran un cierto tinte de romanticismo. Aunque ubicados en constelaciones diferentes, los griegos relacionaron a Perseo, hijo de Zeus, con Andrómeda, princesa de Etiopía. 
Cuenta la mitología que para expiar un crimen de su madre, Andrómeda fue ofrecida en sacrificio a un temible monstruo marino. Encadenada a una roca a orillas del mar, la princesa esperaba su destino cuando Perseo acudió en su rescate y acabó con el animal, para después reclamar a Andrómeda como esposa.
 
Y es que, la figura de Perseo y las Perseidas están envueltas en simbología. Antes de engendrar a su hijo, el propio Zeus tuvo que colarse en la estancia donde estaba recluida Dánae, la madre de Perseo. Para entrar en la habitación, el dios se vio obligado a metamorfosearse, según cuenta el poeta Publio Ovidio Nasón en Las Metamorfosis. ¿Y en qué se transformó Zeus? En una espectacular y sorprendente lluvia de oro…Nada más, y nada menos…
Y para añadir un poco más de magia y misterio a esta popular lluvia de estrellas, tenemos a un cometa que aparece y desaparece… El Swift-Tuttle, responsable del fenómeno de las Perseidas, anduvo ‘perdido’ debido a ciertas imprecisiones cometidas en la estimación de su órbita. Se llegó a pensar incluso que se había desintegrado, aunque resultó que el periodo en el que el cometa lograba completar su órbita no era de 120 sino de casi 130 años, y volvió a reaparecer en 1992 como si nada para alivio de científicos y aficionados.
En definitiva, lo ideal para disfrutar de esta lluvia de estrellas es buscar un lugar oscuro, alejado de cualquier foco de luz molesta, y tumbarnos, si es posible, en un sitio cómodo y tranquilo para mirar al cielo mientras soñamos con deseos que se cumplen y recordamos la historia de amor entre Perseo y la bella Andrómeda.
  Dánae recibiendo la lluvia de oro. Tiziano

 El pintor italiano Tiziano recreó el momento en que Dánae recibe a Zeus en forma de lluvia de oro y engendra a Perseo. Crédito: Tiziano Vecellio di Gregorio. Año 1553. Colección Real. Museo del Prado (Madrid).

 
 La figura central está recostada sobre la cama, con las piernas dobladas. A su derecha hay un perro pequeño, que se reputa un atributo de la cortesana. En la parte derecha hay una criada cuya espalda oscura contrasta con la blancura de Dánae; del mismo modo, hay una oposición clara entre su rostro envejecido y la juventud de la princesa de Argos. Esta sirvienta está recogiendo con un delantal las pepitas de oro que caen en forma de lluvia dorada, desde las nubes tormentosas que dominan el centro de la parte superior. Estas figuras se sitúan en un espacio indefinido, ni exterior ni interior; se ven las cortinas y las nubes al fondo.

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