sábado, 11 de agosto de 2012

Piano: música o literatura...




“Yo nací  el año 1904 y antes de 1914 comencé a escribir mis primeras poesías. Los largos inviernos del sur se metieron hasta las médulas de mi alma y me han acompañado por la tierra. Para escribir me hacía falta el vuelo de la lluvia sobre los techos, las alas huracanadas que vienen de la costa y golpean los pueblos y montañas y ese renacer de cada mañana, cuando el hombre y sus animales, su casa y sus sueños, han estado entregados durante la noche a una potencia extraña, silbadora y terrible. Para escribir también me hicieron falta por el mundo las goteras. Las goteras son el piano de mi infancia. Mi padre siempre hablaba de comprar un piano que, además de permitir a mis tías tocar mi adorado vals “Sobre las olas”, pondría sobre nuestra familia ese título inexpresablemente distinguido que da la frase “tiene un piano”. Mi padre, en los momentos que le dejaba libre su vida de movilidad perpetua, porque era conductor de trenes, llegaba hasta medir las puertas por donde iba a pasar aquel piano que nunca llegó. Pero el gran piano de las goteras duraba todo el invierno. A la primera lluvia, se descubrían nuevas goteras de voz dulce que venían a acompañar a las viejas goteras. Mi madre repartía sus cachorros, lavatorios, jarros lecheros y otros artefactos. Cada uno daba un sonido distinto, a cada uno le llegaba del cielo tempestuoso un mensaje diferente y yo distinguía el sonido claro de un lavatorio de fierro enlozado del opaco y amargo de un balde abollado. Esa es casi toda la música, el piano de mi infancia, y sus notas, digamos, sus goteras, me han acompañado donde me ha tocado vivir, cayendo sobre mi corazón y sobre mi poesía”.


El Piano de Neruda te hace sentir los sonidos de los días, de las lluvias torrenciales del sur de Chile, y recordar la historia del piano que el padre nunca le dio.
Las otras historias te llevan a viajar por planetas siderales y lugares cordilleros, donde el respeto, el cuidado y el amor a la naturaleza se manifiestan a lo largo de los relatos.

Esta obra sin duda es un claro ejemplo de literatura, de buena literatura. Sin embargo, ¿el piano nos puede dar algo más que buena literatura? 
No respondo a este interrogante con frases, respondo con un video que permita a todos y a cada uno de vosotros dar su propia respuesta...




Curiosidades sobre el piano 
  • Bartolomeo Cristofori, fabricante italiano de instrumentos musicales, fue quien inventó el piano en 1698.
  • Hay más de 12000 piezas en un piano de cola, de las cuales 10000 están en movimiento.
  • La palabra piano es una abreviatura de la palabra italiana  pianoforte.
  • Hay 230 cuerdas dentro de un piano normal.
  • El Steinway D-274 se describe generalmente como la primera opción de la mayoría de los pianistas de concierto.
  • Más del 90% de los pianos de concierto en todo el mundo son grandes D-274s.
  • El piano es conocido con "El rey de los instrumentos".
  • La tensión total de las cuerdas en un piano de cola de concierto es cerca de 30 toneladas.
  • En el sistema de clasificación de instrumentos Hombostel-Sachs, los pianos se consideran conrdófonos.
  • El piano es un instrumento esencial en la música occidental clásica, el jazz, el cine, la televisión, y la mayoría de otros géneros musicales occidentales.
  • Yamaha Corporation, establecida en 1887, fue el primer fabricante de pianos de Japón.
  • Algunos de los compositores mas importantes de obras para piano son Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven y Frédéric Chopin.
  •  Las marcas mas reconocidas de piano incluye fabricantes como Petrof, Bösendorfer, Broadwood, Fazioli, Feurich, Pleyel, Samick, Schimmel, Steingraeber and Söhne, Steinway and Son, Heintzman, Baldwin, Bechstein, Blüthner, Stuart and Sons y Yamaha.
  • Uno de los antecesores del piano como instrumento musical es la cítara, originario de África y Asia.
  • El primer concierto para piano fue realizado por Henry Walsh en Dublín, Irlanda en 1976.


 Orígenes

En el siglo XVIII apareció en escena un instrumento que sorprendió a los músicos: el pianoforte, al que habitualmente llamamos piano. Fue creado en Florencia, hacia 1709, por el constructor de clavicordios Bartolomeo Cristofori (1655-1731).
Este constructor, sin embargo, debió verle poco futuro a su creación, pues murió sin estar demasiado convencido de su valía. En cualquier caso, el invento sí que prosperó. El pianoforte sustituyó a sus antecesores, el clavicordio y el clavecín o clave, con los que no se podían producir grandes contrastes de intensidad. En su lugar, el pianoforte ofrecía la ventaja de  poder tocar suave o fuerte, es decir, piano o forte; de ahí proviene su nombre.

Características
El piano moderno tiene siete partes fundamentales:
1. Una caja de resonancia.
2. Un bastidor de acero al que se sujetan las cuerdas.
3. Una tabla armónica, que es una pieza delgada de madera, situada debajo de  las cuerdas, que refuerza la sonoridad.
4. Las cuerdas. No todas las cuerdas son iguales. A cada tecla grave sólo
corresponde una cuerda, de mayor grosor y revestida de cobre. Las cuerdas medias, más finas, son dobles (están agrupadas a pares) y las restantes, agudas, que son las más cortas, son triples (es decir, que hay tres cuerdas por cada
tecla).
5. Un teclado de entre 85 y 88 teclas, según los modelos.
6. El mecanismo del piano, compuesto por un sistema de palancas que mueven los macillos y los apagadores.
7. Los pedales, que se accionan con los pies. El pedal fuerte (derecho) mantiene levantados los apagadores para que las cuerdas continúen vibrando y, por tanto, sonando cuando las teclas se han dejado de pulsar.
El izquierdo (pedal de sordina) levanta una palanca que acerca los macillos a las cuerdas, de modo que estos las golpeen con más suavidad.


Cómo funciona un piano

El piano tiene una serie de palancas que conectan cada tecla con un macillo.
Al apretar una tecla se levanta el apagador y el macillo golpea la cuerda. Según la fuerza con la que se presione la tecla, el sonido será más fuerte o más suave.
Al soltar la tecla las palancas hacen descender el macillo y el apagador vertical. El sonido de la nota se desvanece cuando el apagador toca la cuerda y detiene su vibración.





A lo largo de la historia han existido diferentes tipos de pianos, pero los más comunes son el piano de cola y el piano vertical o de pared. Los pianos de cola son usados habitualmente en los conciertos.
Se construyen en varios tamaños, desde el gran cola (de 2,69 cm. de largo), hasta el colín (de menos de 1,8 metros). Los de pared son los preferidos para el uso doméstico, ya que ocupan menos espacio.
En la actualidad también se utilizan pianos electrónicos. Aunque tienen la misma apariencia del piano, la diferencia es que no dispone de cuerdas, puesto que el sonido se genera electrónicamente.


Fabricantes de pianos

La marca de pianos más famosa del mundo es la estadounidense Steinway, constructores desde el siglo XIX. En la casa Steinway los pianos se siguen construyendo, en la medida de lo posible, de forma artesanal. Se fabrican en
Nueva York y Hamburgo (Alemania) unas 5.000 unidades cada año, mientras una marca más popular, como Yamaha, puede llegar a construir hasta 200.000 unidades anuales.
Un piano de cola se compone de unas 12.000 piezas ensambladas y revisadas manualmente; el proceso de construcción de un Steinway dura unos tres años.
Aunque Steinway, seguida de Yamaha, es la marca más popular, muchos pianistas elegirían sin dudarlo el piano Bösendorfer si pudieran pagar su elevado precio.
El Bösendorfer, en lugar de 88 teclas, tiene 96, y para muchos es el mejor piano que existe.


¿Sabías que…?

...en el siglo XVIII y XIX muchos compositores tocaban sus propias obras al piano y eran verdaderos virtuosos, entre ellos, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven, Robert Schumann y su mujer, Clara Wieck Schumann
(que tocaba las obras de su esposo y también algunas que ella misma componía), Franz Liszt y Frédéric Chopin.

...hace unos cuantos decenio, a mediados del siglo XVIII comenzaron a construirse un tipo de pianos distintos a los habituales, los "pianos jirafa". La cola se levantaba quedando en vertical y, por tanto, ocupando mucho menos espacio en los salones de las casas burguesas. Durante el romanticismo se pusieron de moda, pero su éxito duró más bien poco pues su mala acústica les relegó a un segundo plano frente a los pianos de cola tradicionales.



Franz Liszt (1811-1886) fue un espléndido pianista, uno de los llamados virtuosos. Abundan los testimonios de la gran cantidad de público que asistía a sus conciertos. También hay muchas caricaturas que transmiten esa imagen de “ hombre -araña”' que prácticamente consigue multiplicar sus brazos, manos y dedos al tocar.




Franz Robert Schumann
(1810-1856) admiraba el virtuosismo de Liszt en el piano.
Alguna vez comentó: “ sus dedos parecen alargarse y encogerse por un resorte y, a veces, separarse de sus manos”. Como él también quería convertirse en un virtuoso, a los 22 años tuvo la descabellada idea de independizar los movimientos del cuarto dedo (el anular). Para conseguirlo, inventó y construyó una pieza de madera que sujetaba ese dedo mientras tocaba con los demás. Su idea tuvo un resultado trágico, ya que lo único que consiguió fue destrozarse la mano para siempre. Esto le obligó a abandonar su carrera como pianista y dedicarse exclusivamente a componer.




Pianistas de jazz

En la historia del jazz también han existido grandes virtuosos del piano. Entre ellos, Scott Joplin (1868?-1917), Duke Ellington (1899-1974), Art Tatum (1909-1956) o Keith Jarrett (1945 --).
Keith Jarrett tocando en directo

  
   
El piano: cine


  










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