miércoles, 22 de enero de 2014

Fluorescencia en una playa de Maldivas


Millones de partículas de fitoplancton alfombraron con luz azul una playa de las Islas maldivas.



En sintonía con la premisa alquímica de que “lo que es arriba, también abajo”, la fluorescencia que impregna una playa de las Islas maldivas, recuerda un cielo forrado de estrellas o, también, la imagen aérea de una ciudad de noche. El fastuoso espectáculo fue captado por el fotógrafo taiwanés, Will Ho, mientras vacacional en este paradisiaco destino.

El espectáculo se debe a la presencia de millones de partículas luminiscentes de fitoplankton, pequeños seres que emiten luz cuando reciben estímulos externos, por ejemplo el golpeteo de las olas al romper. Y si bien el fenómeno ya se conocía, los científicos apenas han comenzado a entender el por qué. Las Maldivas no son las únicas playas que registran estas alfombras lumínicas debido al fitoplankton, pero pocas veces se había documentado, fotográficamente, su presencia con tal pureza.






Fuente:
http://www.ecoosfera.com


domingo, 19 de enero de 2014

Miradas, JpTorga

Con las manos en el bolsillo se adentra en una cafetería elegida al azar. En realidad le da igual una u otra... solo quiere aliviar la sensación de soledad que lleva enredada en su piel.
Eleva la vista perdida en el suelo para buscar una mesa donde pasar desapercibido los próximos veinte minutos.

Alcanza la prensa del día acomodada en el estante situado junto a la primera columna.

Al pasar ante la barra solicita con voz mitigada...

- Café solo... por favor.

El café llega hasta él envuelto en una mano cansada de excesivo trabajo.
Apenas levanta la vista de los titulares del periódico para murmurar...
- Gracias - su voz neutra desbarata las ganas de responder de la camarera.

La cucharilla pasea por el líquido dando vueltas sin encontrar un sitio donde cobijarse. Él... sigue realizando aquel gesto mecánico que, de manera inconsciente, le otorga una libre sensación de sosiego.

Silencio en el bar.
Miradas que evitan encontrarse.
Momento de calma... que surge esperanzador, para poner una nota de equilibrio a lo que ha sido un mal día dominado por la ingratitud.
Quietud únicamente perturbada por una tele, que emite voces enfadadas desde una telenovela.

Alza los ojos cansados de leer artificiales noticias deportivas, para fijarse por un instante en la laboriosa camarera.

Ésta... vestida de forma discreta con camisa y pantalón negro, se afana en colocar una retahíla de enseres en el lavavajillas, mientras mechones desarreglados de pelo caen de manera desordena sobre sus ojos... No sabe cómo, ni por qué... pero el pensamiento la imagina en una casa haciendo números para llegar a un fin de mes tedioso ante el escaso sueldo que sospecha pueda percibir.

Otra vuelta a la cucharilla sobre la taza y traslada la vista a la pareja sentada a su izquierda.
Ella... con gesto apático hace tintinear los dedos en silencio sobre la mesa. Con la mirada perdida sobre la televisión, suplica la atención de un marido centrado en leer las esquelas del diario del día.
El mutismo delata el hastío, la falta de ilusión por una vida en común que se deshace en los silencios.

El chirriar de la puerta da paso a la entrada en escena de un joven que con gesto chulesco se apuntala sobre la barra, para con voz autoritaria, exigir una cerveza.
La camarera, al proporcionar la botella solicitada, sufre el piropo vomitado desde la boca del individuo.
Experta en huir de este tipo de personajes, se aleja con rapidez buscando un quehacer que la proteja de aquella incipiente verborrea.
Éste... en su engreída ignorancia, cree haberla abrumado con su labia fácil y cultivado atractivo de galán de bar.

La cucharilla, fatigada en su labor, pasa a descansar sobre el plato que sirve de improvisada cama.
La taza de café inicia una corta andadura para morir en unos labios ávidos por degustar su aroma.
Sella con apacibilidad los párpados al paladear el ennegrecido líquido.

Al cerrar los ojos... una chispa en su cabeza le hace percibir con toda su fuerza la triste soledad de aquella lacónica camarera.

Ante él se hace patente el abandono que puede sentir aquella mujer... Mujer apresada ante un programa de televisión, vestida con el manto de la indiferencia de un marido... marido que refleja su carencia de ilusión ahogando los minutos cariacontecido ante una hoja de papel.
Descubre, para su desazón, la humillante prepotencia de aquel alocado galán de barra y cerveza.
Personas.
Soledad.
Momentos.

Soplos de tiempo que construyen biografías.
"¿Qué somos? ¿En que nos hemos convertido?" - se pregunta con la melancolía por bufanda.

Por un instante... a modo de fotogramas retrata la existencia en blanco y negro.
Se convierte en testigo fiel de cómo ante sus ojos... pasa la crónica de las vidas de aquellos desconocidos.

Y ello...
Ello le hace olvidar, no exento de alivio..., el triste desánimo de su propia existencia. 


Jp Torga




sábado, 18 de enero de 2014

Fernando Schwartz escribió...



Pero si eso es el amor, si duele de ese modo e incendia de esa manera, si es capaz de transportarte al cielo y despeñarte al infierno en menos de un momento, que Dios lo bendiga. Hasta me producía placer sufrir esos instantes de desesperanza y soledad. Qué más daba, me decía a mí misma, si con apenas un poco de paciencia me volvía a subir a las estrellas.

El desencuentro,Fernando Schwartz.


Desencuentro, Pablo Alborán



Una gran canción para esta hora de la tarde, espero que os guste...


No puedo seguir buscando tu aroma en el viento
no puedo mentir, ni ocultar lo que siento
intento vivir sufriendo bajo este silencio
y de nuevo por ti me hundo en un infierno.

no era prisionero de tus labios
y ahora que estás lejos
te deseo como el aire, el baile de tu cuerpo
puedes olvidar mi nombre, puedes olvidar mis besos...
pero en el aire permanece...
mi voz y mi recuerdo.

sufriendo por ti me pierdo en un mar de dudas
me mata este dolor, me ahogan mis lágrimas mudas
invades cada noxe mi cuerpo y mi alma
haces llorar mis ojos, haces que pierda la calma.

no era prisionero de tus labios
y ahora que estás lejos
te deseo como el aire el baile de tu cuerpo...

no era prisionero de tus labios
y ahora que estás lejos
te deseo como el aire el baile de tu cuerpo
puedes olvidar mi nombre, puedes olvidar mis besos...
pero en el aire permanece...
mi voz y mi recuerdo.



La carretera (fragmento), Cormac McCarthy



No había visto un fuego en mucho tiempo, eso es todo. Vivo como un animal. Ni le cuento las cosas que he llegado a comer. Cuando vi al chico creí que me había muerto. 


¿Pensó que era un ángel?

No sabía que era. Pensaba que nunca volvería a ver un niño. No sabía qué iba a pasar. 

¿Y si le dijera que es un dios?

El viejo sacudió la cabeza. Yo ya he superado todo eso. Hace muchos años. Donde los hombres no pueden vivir a los dioses no les va mucho mejor. Es preferible estar solo. O sea que espero que no sea verdad eso que ha dicho porque coincidir en la carretera con el último dios sería terrible y por eso confío en que no sea verdad. Las cosas mejorarán cuando todo el mundo haya desaparecido. 

¿Desaparecerán todos?

Seguro que sí. 

¿Mejor para quién?

Para todos.

Todos. 

Claro. Así estaremos mejor. Podremos respirar más libremente. 

Eso no vendría mal. 

Desde luego. Cuando todos hayamos desparecido entonces al menos no quedará nadie aquí salvo la muerte y sus días también estarán contados. En medio de la carretera sin nada que hacer y nadie a quien hacérselo. Dirá la muerte: ¿Adónde se han ido todos? Y así es como será. ¿Qué hay de malo?



¿Por qué tiritamos con el frío?





Basta con estar expuesto a bajas temperaturas para que comencemos a tiritar, a veces de manera descontrolada. Con castañeteo de dientes incluido.

Y sin poder hacer nada por evitarlo… mas que entrar en calor, por supuesto.

¿Y por qué se desencadena este proceso involuntario?

La razón es bastante sencilla y lógica: es uno de los increíbles mecanismos de nuestro cuerpo para mantener el calor y avisarnos que, tal vez, estamos demasiado desabrigados.

Nuestro cuerpo necesita tener una correcta temperatura para funcionar bien, siendo 36,9 °C la temperatura ideal del cuerpo. El centro de todos los procesos en el cuerpo humano es el cerebro y, como no podía ser de otra manera, es el encargado también de prevenir la hipotermia, vigilando que nuestra temperatura se mantenga.

Si la piel comienza a enfriarse, las señales de sus receptores son enviadas al cerebro, para que este se encargue de subir y mantener la temperatura corporal. Para eso, toma una serie de medidas, entre ellas, tiritar.

Tiritar es una función homeostática de nuestro cuerpo, eso quiere decir que no necesitamos controlarla conscientemente para poder realizarla -por ejemplo, otras funciones homeostáticas son respirar o que el corazón lata-.

Cuando tiritamos, los músculos se contraen y expanden de una forma muy rápida. Además, la mandíbula también se comienza a mover frenéticamente, lo que conocemos como el castañeteo de dientes. Son estos espasmos los que nos producen calor, aumentando de esta manera la temperatura corporal.

Debemos tener en cuenta que estos espasmos involuntarios consumen gran cantidad de energía para mantener el calor en el cuerpo y los órganos vitales, por lo que una correcta alimentación durante el invierno nos brindará las calorías necesarias para mantener nuestro cuerpo en la temperatura ideal.


Otras razones por las que tiritamos

Determinados medicamentos o la anestesia pueden hacernos tiritar, ya que afectan la capacidad del cuerpo de regular bien nuestra temperatura. Este es un efecto secundario que debería finalizar tras una hora de la ingesta del químico.

También con fiebre podemos temblar, aunque resulte extraño. Por más que la temperatura corporal sea elevada, el “punto de ajuste” de la temperatura del cuerpo se ha elevado, por lo que tiritamos para llegar a ese nivel, aunque sea incorrecto.

Nuestro cuerpo es una máquina maravillosa con un montón de mecanismos que nos permiten no correr riesgos y mantener nuestra salud. Tiritar significa que estamos demasiado expuestos al frío; pero también tenemos que tener en cuenta que a medida que cumplimos años nuestro sistemas sensoriales disminuyen su capacidad para identificar los cambios de temperatura, por lo que debemos llevar a cabo cuidados extras.

Tiritar es, pues, un movimiento involuntario y convulsivo consistente en la contracción y el relajamiento repetitivo de miles de pequeñas fibras musculares a lo largo de todo nuestro cuerpo, con la finalidad de generar calor aumentando el ritmo metabólico hasta restablecer el equilibrio térmico.


Nota: Si nuestra temperatura desciende a los 32º C sufrimos amnesia; a los 27º C perdemos el conocimiento y a los 21º C nos morimos. Para conseguir mantener la temperatura óptima, invertimos el 75% de la energía que generamos.

Nota: Cuando hace mucho frío nuestro organismo limita el calor a la zona interna del cuerpo vasoconstriñendo los vasos sanguíneos de las extremidades. Así, la sangre no pierde calor al pasar por zonas muy cercanas a la superficie. Debido a ello nuestras manos y pies se enfrían antes cuando hace frío y es lo primero que se congela en una situación de frío extremo.


Fuente:

http://www.ojocientifico.com
http://www.sabercurioso.es






viernes, 17 de enero de 2014

Mientras duermes, (trailer)





-Y siempre hay una forma de seguir adelante, de ser felices y sólo tenemos que encontrarla.

-Feliz, ese es justo mi problema, que yo no puedo ser feliz. Nunca lo he sido, ni cuando me han pasado cosas buenas, no os podéis imaginar lo que es levantarse todos los días sin ninguna motivación, los esfuerzos que tengo que hacer para encontrar una razón, sólo una, para no mandarlo todo a la mierda. Os aseguro que pongo todo mi empeño en ello, todo, todos los días de mi vida.



La última noche del mundo, Tiziano Ferro



Cae la nieve y yo no comprendo
Cómo es que ahora quisiera rendirme
Son tantas avenidas, desaparecen de mis ojos
Casas, colinas que ayer estaban claras.

Y yo, yo, perdido en este blanco
Me miro en el espejo y no sé que estoy buscando

He encontrado tu sonrisa dulce
Que brilla en esta nieve como un millón de luces
Y cae la nieve como cae el mundo
Y sé que nadie entiende el frío extremo que siento

Y recordé, y recordé
Que todo este coraje no es nieve
No va a derretirse aunque debiese.

Cartas, palabras al aire se han improvisado
la última noche del mundo la pasaría contigo
Y si me debo enamorar será también de ti
Que absurdo es odiarnos y lo sé yo
El único en el mundo
Que inútil es un odio tan profundo

He encontrado tu sonrisa dulce
Que brilla en esta nieve como un millón de luces
Y cae la nieve como cae el mundo
Y sé que nadie entiende el frío extremo que siento.

Y recordé, y recordé
Que todo este coraje no es nieve
No va a derretirse aunque debiese.

Nos permitimos estar bien no existen excepciones
Y sonriendo nos caemos ante los demás
Amar no es un privilegio es solo habilidad
Reír de todos los problemas
mientras quien odia tiembla.

Tu sonrisa dulce es tan transparente
Que ya después no hay nada
Un gesto simple pero tan profundo
que se reinicia al tiempo, que se reinventa el mundo
Y me recuerda que el coraje no será jamás nieve.

He encontrado tu sonrisa dulce
Que brilla en esta nieve como un millón de luces
Y cae la nieve como cae el mundo
Y sé que nadie entiende el frío extremo que siento.

Y recordé, y recordé
que todo este coraje no es nieve...


Alma desnuda, Alfonsina Storni; Scarborough Fair


Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.


Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.


Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.



Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.


Alma que cuando está en la primavera
Dice al inviemo que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.


Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
Con que la primavera nos envuelve.


Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice libad sobre las cosas.


Alma que ha de morir de una fragancia,
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.


Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega,


Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.


Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.






Steiff: Osos de peluche





Margarete Steiff nació en 1847 en Alemania. A los 18 meses enfermó de poliomielitis y quedó condenada a una silla de ruedas. Sin embargo, sus limitaciones físicas no frenaron sus sueños. Logró estudiar y asistir a clases de costura. En 1862 sus hermanas Marie y Pauline abrieron una sastrería que, más tarde, Margarete dirigió.



Gracias a su trabajo, logró comprar su primer máquina de coser y empezó a crear maravillas en tela. Primero confeccionó numerosas piezas de vestir y en 1879 apareció su más reciente diseño -un elefante de peluche- en una revista alemana. Pronto el pequeño juguete se convirtió en uno de los preferidos de niños y adultos.

Es así como sentó las bases de lo que sería más tarde la empresa Steiff, que fue fundada en 1880. Seis años después de lanzar al mercado el pequeño elefante, Margarete logró vender unos cinco mil ejemplares. Con la ayuda de su hermano Fritz, la joven mujer estableció una pequeña fábrica con venta al público. En 1982 apareció el primer catálogo de sus creaciones: caballos, changos, burros, camellos, ratones, perros y gatos, entre otros animales. Todas sus creaciones seguían el mismo lema, “para los niños sólo lo mejor es suficiente.”

En 1893 se registró la compañía como “Fábrica de Juguetes de Peluche Margarete Steiff” y participó por primera vez en la feria del juguete de la ciudad de Leipzig. En aquel momento, Margarete empleaba a cuatro costureras y 10 trabajadores.

Nace el “oso de peluche”


En 1897 su sobrino, Richard Steiff, comenzó a trabajar en la empresa. Como estudiante de una escuela de arte en Stuttgart, solía visitar el zoológico y dibujar osos. La inspiración para su primer osito de juguete se la dieron unos producto de un cruce entre osos pardos y osos polares.

"Antes de aquellos ositos de peluche, los niños jugaban con muñecos de porcelana o con soldaditos de plomo. Eran duros y fríos y Richard quería darles a los niños un compañero al que pudieran agarrarse", explica Leyla Maniera, que fue experta en ositos de peluche en la casa de subastas Christie´s y consultora para Steiff. Richard fue el responsable del lanzamiento del primer oso con brazos y piernas móviles. El nuevo oso se presentó en la feria del juguete de Leipzig, donde tuvo gran éxito y, sólo los americanos, pidieron tres mil piezas que vendieron con el nombre de “Teddy Bear” por Theodore “Teddy” Roosevelt.



El primer osito de peluche de Steiff se llamaba 55 PB. El número hacía referencia a su tamaño, la P a la palabra alemana plüsch, peluche, y la B a beweglich, móvil.
La gran presentación de 55 PB se produjo en la Feria del Juguete de Leipzig en la primavera de 1903. Pero, según Maniera, no despertó mucho interés.

"Pero entonces pasó algo maravilloso, cuando un comerciante de Borgfeldt en Nueva York se topa con Richard, embalando sus ositos, hastiado por su poco éxito".

"Berg se siente desolado después de haber recorrido toda la feria sin encontrar nada de su interés para llevar de vuelta a Nueva York como le habían encargado".

"Justo cuando Richard Steiff está amartillando la última caja se acerca a él y le pregunta qué hay dentro. Cuando Hermann Berg ve a 55 PB queda encantado con él desde ese instante. Al parecer, en ese momento encarga 3.000 ositos, un pedido enorme para aquellos tiempos".


De hecho, el taller de Steiff no era lo suficientemente grande y tuvo que construir una nueva fábrica. Se sabe que se diseñaron plantillas de aquellos ositos pero ninguno se ha 

conservado.

"El envío fue hecho definitivamente", dijo Maniera. "Los archivos tienen copias del pedido, y sabemos que fueron empaquetados y enviados, pero desafortunadamente no sabemos por qué desaparecieron los 3.000 ositos".

Entonces, ¿es veraz la hipótesis de que estos se perdieron en el mar? Gunther Pfieffer, autor de cuatro libros sobre los ositos de Steiff no lo cree.

"El misterio surgió en 1953, el año del 50 aniversario del primer osito de peluche. Un empleado ingenioso de un departamento de marketingescribía un libro para una pequeña feria y fue él quien sugirió por primera vez la historia".

"Así que creo que fue una buena idea de marketing, pero nada más".

Esperanza

Entonces, existen pruebas de que fueron enviados. ¿Pero por qué nunca ha aparecido alguno en algún desván o en una casa de subastas?

Manuela Fustig, del museo Steiff, tiene una teoría. "Creo que se debe a la forma en que fueron elaborados. Sus brazos, piernas y cabeza estaban unidas al tronco con cuerdas así que se rompían fácilmente y creo que los osos simplemente no sobrevivieron al viaje".

Fustig, sin embargo, tiene esperanzas de que alguno de ellos aparezca algún día.

"Cuando tengo invitados les digo 'miren en sus casas por si acaso encuentran un osito de peluche extraño de color oscuro y me envían una foto' y todavía estoy esperando, con la esperanza de que alguien encuentre un 55PB", relata Fustig.

"Es de color muy oscuro, y no tiene el típico aspecto encantador de un osito Steiff; no tiene botones en sus oídos. Fue hecho en 1903 y los botones fueron añadidos en 1904.

Los amantes de los ositos de peluche pueden comprar una réplica de 55PB por internet por US$654, pero uno original sería un verdadero sueño para un coleccionista.

"Si se descubre un 55 PB, batiría todos los récords, sin lugar a dudas", asegura Maniera.

"No hay nada más importante que un 55 PB. El actual récord del mundo es de US$295.000 pero uno de aquellos ositos rompería fácilmente esa marca".


Un osito de peluche Steiff de 1904, conocido como Gowler, es uno de los más antiguos del mundo.
Desde 1904, las creaciones de Steiff tienen un botón en la oreja que los distingue de los demás juguetes y tres años después, en 1907, la fábrica contaba con 400 empleados y había creado casi un millón de osos y alrededor de un millón 700 mil juguetes.

El nueve de mayo de 1909 murió Margarete Steiff, pero sus creaciones siguen en los hogares de millones de pequeños y no tan pequeños. La fábrica que lleva su nombre superó las adversidades de la guerra y continuó creciendo.

En el centenario de su fundación, la empresa inauguró el Museo Margarte Steiff en Giengen, creando así un verdadero mundo de peluche. Actualmente, además del museo, los fanáticos y coleccionistas de las ediciones especiales pueden admirar las creaciones de Steiff en las galerías de Hamburgo, Berlín, Viena, Núremberg, Stuttgart, Kiel, Hannover, Wiesbaden, Zúrich y Londres; así como adquirir una pieza en numerosos almacenes en varios países del mundo.Esta conocida marca alemana tiene ediciones especiales fabricadas con oro, porcelana y otros sofisticados materiales. Karl Lagerfeld también diseñó un oso de peluche de edición limitada para la marca “del botón en la oreja”.




Para algunos esta es la verdadera historia de los osos de peluche.
Sin embargo otros mantiene la siguiente versión:


La historia sobre el posible orígen del osos de peluche se remota a 1902. Cuando el presidente estadounidense Theodore Roosevelt hizo un viaje al sur del país, con la intención de mediar en un conflicto fronterizo entre los estados de Louisiana y Mississippi. Para entretener al presidente sus anfitriones organizaron una cacería; capturaron un oso viejo, herido y cansado al cual ataron a un árbol, para que el presidente le disparara y tuviera un trofeo “fácil” que llevar a casa. Roosevelt se negó a hacerlo, incidente que fue caricaturizado por el dibujante Clifford Berryman, teniendo su caricatura una difusión nacional. El dibujo del periódico inspiró a un vendedor de juguetes llamado Morris Michton a coser un muñeco: un rudimentario osito de felpa que, a falta de nada mejor, tenía botones en lugar de ojos. Michton colocó el oso y la caricatura de Berryman recortada del periódico en el escaparate de su tienda, con la única intención de llamar la atención de los transeúntes sobre su comercio. Al hacerlo, no sabía que acababa de nacer el rey de los juguetes. 

El oso atrajo a una multitud de compradores, tantos, que Michton empezó a fabricar en serie esos ositos de felpa con botones por ojos y con el nombre de “Teddy’s Bear” (Teddy de Theodore, en honor al presidente Roosevelt). Al año siguiente, su avalancha de pedidos era tal que fundó la Ideal Toy Company. El auge del juguete era imparable; las sofisticadas muñecas de porcelana fueron literalmente barridas por la ternura del osito teddy, hasta el punto que durante más de una década se pensó que eran cosa del pasado. Y hoy, más de un siglo después, niños y grandes siguen abrazando a sus osos de peluche.



Fuente:

http://www.taringa.net
http://www.bbc.co.uk
http://www.alemaniaparati.diplo.de



martes, 14 de enero de 2014

Ella que todo lo tuvo (fragmento), Ángela Becerra



Mujer amada:

Estoy perdido en la hoguera del infierno. Me quemo sin remedio en el infinito fuego de esta arrebatadora locura. El pueblo pide y yo no sé darle nada.

Niña mía, mujer de mis entrañas, ¿sin corazón se puede dar algo?

Hablé con tu padre, pero no entiende nada...

Tu presencia, ¡oh, Dios!, tu presencia, aquel cuerpo purísimo temblando entre mis piernas..., tus cabellos de trigo desfallecidos en mi vientre. Ahhh... tu rostro escondido, husmeando, buscando su presa. Tu fresco aliento sobre mí, y esa sonrisa de triunfo al alcanzarla. Por fin tus labios atrapando mi sexo. Tu bendita saliva humedeciendo mi ansia hasta calmar mi sed. Despacio, un roce que se alarga y me eleva. Tus dientes lastimando, mordiendo... 

Nadie, nunca nadie me había amado así. Con esa suavidad tan dolorosa. 

No sé vivir sin ti..., ¡y no puedo tenerte! Yo, el todopoderoso, postrado ante tu imagen venerada. Humillado a tus pies, mi diosa libertina y virgen. Ohh..., ¡aún virgen!

A menos que escapemos de la vida, a menos que huyamos del mundo para encerrarnos y arrancarnos las entrañas hasta morir de amor, el único futuro que nos queda es el presente.


lunes, 13 de enero de 2014

Los amantes, Pablo Neruda; Éxtasis, Chayanne




Dos amantes dichosos hacen un solo pan,
una sola gota de luna en la hierba,
dejan andando dos sombras que se reúnen,
dejan un solo sol vacío en una cama.

De todas las verdades escogieron el día:
no se ataron con hilos sino con un aroma,
y no despedazaron la paz ni las palabras.
La dicha es una torre transparente.

El aire, el vino van con los dos amantes,
la noche les regala sus pétalos dichosos,
tienen derecho a todos los claveles.

Dos amantes dichosos no tienen fin ni muerte,
nacen y mueren muchas veces mientras viven,
tienen la eternidad de la naturaleza.



(natalie) je taime mon amour, comme je taime 
(él) todo es nada, quiero más.
(ella) tienes mi amor.
(él) amor es poco, yo quiero más, mucho más
(cantado) mi piel entra en tu piel, más,
viene y se va,
y estalla tu mar
olas de amor,
pero quiero más.
(ella) te amo, yo te amo, como te amo.
(él) no basta amarse no basta
(ella) que me pides
(él) tener tu alma, vivir en ti.
(cantado) llegar al éxtasis, sí,
dentro de ti,
al éxtasis sí,
juntos los dos,
puro, puro, amor.
(ella) je taime te amo, dios como le amo.
(él) dame más.
(ella) ya no hay más.
(él) tu cuerpo es poco, voy a ser
parte de tu ser.
(cantado) abre tu corazón más,
déjame entrar,
volemos los dos,
espérame amor,
porque quiero más
(ella) mon amour, te amo todo,
(él) ven a mí, ven
(ella) toma mi amor
(él) no, no es solo eso, yo busco todo,
amor es nada.
(cantado) llegar al éxtasis, sí,
dentro de ti.
al éxtasis sí,
juntos los dos
puro, puro amor.
(ella) te amo mi vida, te amo, como te amo,
(él) mas, quiero más.
(ella) tómame, toma mi amor.
(él) el amor muere pero, yo se que después,
hay algo más
(cantado) llegar al éxtasis, sí
dentro de ti,
al éxtasis sí,
juntos los dos.
(ella)... más... más... ya...


El libro más antiguo del mundo: Las estancias de Dzyan,



La Estancias del Dzyan está declarado como el libro más antiguo del mundo, debido al año en que fue encontrado y descrito por su material que datan de eras en las que el ser humano ni siquiera aparecía en la Tierra. Se cree que proviene del espacio o que fue forjado por seres mitológicos (dioses o divinidades). 

La primera persona que tuvo el Libro en sus manos fue Madame Blavatsky, cuyo suceso la inspiró a escribir obras relacionadas con aquél Libro, como La Doctrina Secreta, su principal obra dividida en varios tomos ahora ocultos en bibliotecas de monasterios. Pero de cree que Blavatsky no tuvo en sus manos la versión original de Las Estancias Del Dzyan, sino una réplica hecha para esconder la verdadera en manos de una entidad desconocida hasta hoy. 
Las Estancias Del Dzyan, como libro en sí mismo, no posee texto alguno, sino que es un libro místico lleno de objetos simbólicos cuyo significado sólo pueden apreciar personas con poderes psíquicos extremadamente altos, designados como elegidos para apreciar la obra. Hasta el día de hoy, Madame Blavatsky fue la única que pudo describir el significado de esos símbolos (a pesar de que haya portado sólo la réplica), lo que lo designa como ilegible. 

Es uno de los libros más temidos y escondidos por los ocultistas, debido a su extraño e ignoto origen. A finales del siglo XVIII y en los albores del XIX el astrónomo francés Bailley hace alusión a un libro llegado de la India, pero cuya procedencia era “venusina”. En el siglo XX, Louis Jacolliot da al enigmático libro el nombre al que se hace referencia en esta parte, Como uno más de la larga lista de libros cuyo contenido parece poseer dinamita, también éste determina que aquellos que lo poseen sufran extraños accidentes, por lo general fatales.

La Estancias Del Dzyan está compuesto por páginas en blanco con figuras geométricas en el centro de la hoja: la de la primera página es una elipse blanca, la de la segunda, una elipse blanca con otra más pequeña y negra en su centro, y así sucesivamente con diferentes formas. Obviamente su significado es relativo dependiendo de quien observe los mismos, es decir, de la impresión o de la visión que puede sufrir al apreciar las figuras. 

La Estancias Del Dzyan es el único libro del mundo del cual hay relativamente muy poca o casi nada de información en internet y los medios en general. Se promociona y vende en internet un libro llamado Las Estancias Del Dzyan, sin embargo se titula en realidad así a la obra escrita por H.P. Blavatsky, relacionada con el mismo libro.

Pero...¿quién era Madame Blavatsky?

Blavatsky nació el 30 de julio de 1831. Era una niña precoz que solía llamar la atención de cuantos la rodeaban. Se rebelaba contra toda rutina exigida. Era exclusiva, original, agotaba la paciencia de aquellos que fueron sus maestros de escuela; pero asombraba su enorme capacidad para aprender lenguas extranjeras, así como su facilidad para asimilar los conocimientos.

El secreto de su magnetismo residía en sus innegables y, a la vez, extraordinarios poderes psíquicos. Los elementos naturales innatos de los que se valía Helena Blavatsky para producir sus extraños fenómenos eran:
  • Un enorme bagaje de conocimientos mágicos, sumados a su contacto con maestros ocultos.
  • Su formidable intuición en relación con los problemas filosóficos, el origen de las razas, los fundamentos de las religiones. Su enorme facilidad para descifrar símbolos cabalísticos sumamente primordiales.
  • Las circunstancias que rodeaban a su persona. Incendios voraces cuyas llamas no quemaban; aparición de dibujos y escrituras en papeles en blanco; materialización de objetos perdidos; campanas que sonaban sin que nadie las tocase, etc.
Madame Blavatsky logró el acceso al libro Las estancias de Dzyan de una forma misteriosa. 
El Libro de Dzyan (así lo llamó nuestra protagonista) se encontraba, y se encuentra aún en nuestros días, en la Gran Biblioteca Universal cuya “sede central” está situada en una enorme estancia de algo más de 250 m de profundidad bajo el cordón de la vertiente del Himalaya, y es propiedad del Rey del Mundo. Nadie, absolutamente ningún ser humano tiene acceso al Gran Libro de los Misterios Develados. No obstante, Helena Blavatsky tuvo acceso a él por “imposición” de su maestro.

Una tarde, encontrándose Madame Blavatsky en El Cairo, ve materializarse, ante sus acostumbrados ojos a este tipo de fenómenos, un libro que no poseía tapas sino que eran tablillas labradas de símbolos. Como comprendía todo tipo de simbología, comenzó a anotar las enseñanzas que le brindaban esas tablillas y así tuvo acceso al conocimiento más extraordinario que puede tener el ser humano.

Gracias a las notas que tomaba el coronel Olcott, un gran amigo y colaborador de Helena Blavatsky, se conocen algunos pasajes de éste misterioso escrito. En algunas partes del Libro de Dzyan se menciona que en la Tierra hubo seres vivientes hace 18 millones de años, y que estos seres, sin huesos, como si fueran de “goma”, vegetaban sin entendimiento ni inteligencia. Debieron de haberse creado a sí mismos por división. De este modo, ya a través de una larga evolución, debió de haber aparecido, hace 4 millones de años, una especie pacífica de seres que vivió un periodo de suave deleite, en un mundo de sueños felices.

Durante los 3 millones de años siguientes se desarrolló una raza de gigantes, de seres muy distintos. Los gigantes eran hermafroditas, según se dice en el Dzyan, y se fecundaban a sí mismos. Sólo hace 700.000 años, empezarían a hacer lo mismo que los animales; pero el resultado de aquellas nuevas fecundaciones serían horribles monstruos. Éstos no se habían podido librar de la forma de creación de las bestias, llegaron a depender de los animales y se embrutecieron cada vez más, como éstos.

También en el libro se menciona que en el año 9564 aC. se hundieron grandes franjas de tierra ante las actuales costas de Cuba y Florida. Posiblemente una de éstas tierras sea la legendaria Atlántida.



Fuente:
http://dunheim.blogspot.com.es
http://maestroviejo.wordpress.com



¿Cuánto tiempo dura el alcohol en la sangre y cómo se elimina?




Cuando se introduce alcohol al organismo, mediante la ingesta de una bebida alcohólica, éste atraviesa el esófago, llega al estómago y luego al intestino delgado. Allí, una pequeña parte es absorbida por la membrana mucosa mientras que las paredes del intestino delgado absorben grandes cantidades de alcohol y las transfiere al torrente sanguíneo.


El alcohol tiene un gran solubilidad en el agua, por lo cual una vez en el torrente sanguíneo, se transporta por todo el cuerpo y es absorbido por los diferentes tejidos. Pero ciertas cantidades quedan en la sangre y para determinar cuáles son esas cantidades, se realiza el llamado control o test de alcoholemia, también conocido como BAC, sigla del inglés Blood Alcohol Concentration (concentración de alcohol en la sangre).

El BAC se determina mediante un porcentaje de la masa, la masa por el volumen o bien una combinación de ambos, razón por la cual las cantidades de alcohol en la sangre se expresan en porcentajes. De esta manera, apenas un 0,08% de alcohol ya puede detectarse en la sangre, así como también en el aliento o en la orina de cualquier persona que haya ingerido esta sustancia en un determinado período de tiempo. No obstante, existen factores como el sexo y el peso de una persona, la cantidad de alcohol que se ha consumido o el tiempo que ha transcurrido desde la ingesta, que pueden afectar los niveles que el control de alcoholemia va a registrar.

Básicamente, el cuerpo elimina el alcohol de tres formas elementales: mediante la evaporación, la excreción o la defecación y el metabolismo propio del organismo. Cerca de un 10% del alcohol ingerido es excretado por lo riñones, mientras que apenas un 1% se elimina mediante la evaporación, es decir, mediante la respiración, el sudor y las lágrimas. Finalmente, el resto se elimina gracias al metabolismo del hígado.

Un hígado que funciona adecuadamente es capaz de metabolizar unos 10 ml. de alcohol puro por hora. Dependiendo de la cantidad de alcohol que se ha introducido en el organismo, se estima que en un lapso de 10 horas completas, el cuerpo es capaz de recuperar su estado normal, cuando la borrachera ya ha pasado y con sus distintos mecanismos, el cuerpo se limpia naturalmente.

El alcohol se mide en unidades, una unidad de alcohol equivale a 10 ml. del 100% de alcohol que está en unos 30 ml. de whisky o de 236 ml. de cerveza. Entonces, el cuerpo tarda una hora en quitar una unidad de alcohol de la sangre. El peso, la edad, el género, la tasa metabólica, los niveles de tensión, el tipo de alcohol ingerido, la cantidad, la cantidad de alimento ingerida antes de beber el alcohol y el estado de salud de órganos como el hígado, determinarán considerablemente si se demora más o menos tiempo para eliminar el alcohol de la sangre.

Si una persona ingiere unos 250 ml. de vino, el cuerpo necesita unas 3 horas completas para metabolizar el alcohol, unos 500 ml. de cerveza equivalen a un poco más de 2 horas y una cerveza fuerte, puede llevar el doble. Por eso, hasta 12 horas después de haber ingerido alcohol, el test de alcoholemia puede llegar a detectar rastros de alcohol en la sangre. Por supuesto, estos datos son estimativos y como ya mencioné, hay muchas variantes que pueden incidir en los resultados.


Fuente:
http://www.ojocientifico.com