Eso mismo es lo que se ha preguntado la periodista británica Storm Theunissen, quien ha tratado de vender —legal e ilegalmente— sus órganos y extremidades para tratar de saber cuál es el valor real de mercado de nuestro cuerpo y plasmarlo en un curioso documental.
Según Theunissen solo este año en el Reino Unido morirán más de 1.000 personas que se encuentran en la lista de espera para recibir un trasplante.
Además, decenas de miles de parejas que no pueden concebir hijos
acudirán a los bancos de óvulos o esperma para tratar de poner solución a
su problema.
"Casi todo lo que nos dio el Señor puede venderse", asegura la
periodista. Además, el negocio es creciente, pero quienes pretendan
vender parte de su anatomía para pagar deudas o tratar de sobrevivir a
la crisis van a llevarse "una gran decepción" porque "el precio no será tan alto como imaginaban".
Su primera parada fue en una peluquería del centro de Londres. Allí le ofrecieron algo menos de 62 euros por su pelo para elaborar pelucas de cabello natural para pacientes sometidos a tratamiento con quimioterapia.
La siguiente visita fue a un banco de sangre, donde le pagaron menos
de 40 euros por la extracción. En otra clínica le ofrecieron 60 euros por muestras de su piel,
pero únicamente si tenía psoriasis, y a través de Internet le llegó
otra sorprendente propuesta desde una página web de fetichismo: 37 euros por un frasquito con su orina.
Ninguna de estas ofertas terminó por convencerla, así que se dirigió a
una clínica de fertilidad. Allí la examinaron, física y mentalmente, y
pusieron precio a sus óvulos: la capacidad reproductiva de una joven de 32 años, bella y universitaria vale 12.000 euros.
El riñón, el órgano más valioso
En Estados Unidos, un país en el que las donaciones no alcanzan ni siquiera el 10% de los órganos que esperan los pacientes enfermos —lo que provoca que mueran 18 personas diarias—, el mercado de los órganos está mucho más extendido e incluso hay quien pide que se legalice un sistema de pagos o retribuciones a los donantes de órganos.
En Estados Unidos, un país en el que las donaciones no alcanzan ni siquiera el 10% de los órganos que esperan los pacientes enfermos —lo que provoca que mueran 18 personas diarias—, el mercado de los órganos está mucho más extendido e incluso hay quien pide que se legalice un sistema de pagos o retribuciones a los donantes de órganos.
Quizá por eso, la organización Medical Transcription,
que lucha contra la mercantilización de la salud, ha publicado un
gráfico en el que muestra cual es el precio que alcanzan las distintas
partes del cuerpo en el mercado negro estadounidense.
Un corazón, por ejemplo, cuesta unos 90.000 euros, mientras que un
hígado supera los 120.000 euros. Eso sí, ningún órgano humano alcanza el
valor de un riñón, la estrella del mercado, por el que se llegan a ofrecer 200.000 euros. Más asequibles son los globos oculares, que se cotizan a 1.162 euros la pareja, o una mano, que apenas cuesta 275 euros.
Miembros asegurados
El mercado de las partes de cuerpo también ha llegado con fuerza a los seguros. Con pólizas de 6.000 euros al año cualquier persona puede proteger la parte de su cuerpo fuente de sus ingresos y asegurarse una indemnización de algo más de un millón de euros.
El mercado de las partes de cuerpo también ha llegado con fuerza a los seguros. Con pólizas de 6.000 euros al año cualquier persona puede proteger la parte de su cuerpo fuente de sus ingresos y asegurarse una indemnización de algo más de un millón de euros.
Las aseguradoras tienen unas tablas con distintas valoraciones en función de la parte del cuerpo de que se trate. Las manos, el cerebro, los ojos y las piernas suelen ser más valoradas que las orejas, oídos y la nariz, por lo general.
Por ejemplo, mientras que la pérdida de ambas manos o la ceguera se
indemniza con el 100% de la cantidad asegurada, en casos de sordera, las
cantidades que se cubren suelen ser del 70% del capital asegurado.
Fuente:
http://es.finance.yahoo.com
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