miércoles, 17 de abril de 2013

Philippe Halsman: Saltos, celebrities y el bigote de Dalí...



Philippe Halsman, fotógrafo estadounidense de origen  letón, (Riga, 2 de Mayo de 1906-Nueva York, 25 de Junio de 1979). Nacido en el seno de una familia judía, con tan sólo 22 años de edad tras la muerte de su padre durante una escapada familiar por los Alpes austriacos, fue acusado de parricidio por las autoridades locales. Una acusación sin pruebas evidentes, sujeta al ferviente antisemitismo de origen alemán que empezaba a surgir. Condenado a cuatro años de prisión, la presión ejercida por intelectuales como Einstein o Freud, redujeron su condena a los dos inviernos que pasó en prisión. Formado en Dresde, como estudiante de ingeniería electrónica, sus comienzos poco tienen que ver con la que de forma definitiva va a ser su actividad profesional. Establecido como fotógrafo y retratista de moda independiente en París, además de colaborador habitual en la publicación Vogue desde 1928, es a partir de 1934 cuando abre su afamado estudio fotográfico en Montparnasse, por el que pasan célebres de la talla de: Le Corbusier o Chagall. Sin embargo, a comienzos de la década de los cuarenta el empuje nazi le obliga a emigrar junto a su familia a Estados Unidos. Un visado de emergencia, gracias al apoyo de Albert Einstein, fue el as bajo la manga que le permitió salir del país. De esta manera, instalado de manera definitiva en tierras americanas desde 1940 (Nacionalizado en 1947) da por iniciado un futuro prometedor. Innumerables reportajes, la cifra récord de 101 portadas para la revista Life, retratos al star system mundial,... resultan ser el extraordinario balance de su ingente producción.

En otro sentido, especial mención merece la dilatada colaboración su gran amigo de Salvador Dalí. Una estrecha conexión surrealista inmortalizada en multitud de proyectos conjuntos a lo largo de más de treinta años de trabajo. La serie Los bigotes de Dalí, los retratos del pintor o su obra, quizás más conocida, Dalí atómico de 1948, son una muestra excelente de su portentosa unión. No en vano, Halsman parecía plasmar la mente surreal de Dalí en su más completa definición. Tal y como demuestra el making of de la fotografía "atómica" en cuestión: "A la voz de "cuatro". Salvador Dalí saltó y los ayudantes de Halsman arrojaron tres gatos y un balde de agua cruzando la escena, mientras la esposa del fotógrafo levantaba la silla de la izquierda. Fueron necesarios veintiséis intentos y cinco horas para que Halsman obtuviera el resultado deseado. La fotografía se tituló Dalí atómicus debido a Leda atómica, el cuadro de Dalí en el que aparece su esposa como Leda, una copia del cual aparece a la derecha detrás de los gatos. La intención tanto en la pintura como en la fotografía era que todo estuviese en suspensión, como en el átomo, pues en el año 1948 la era atómica estaba ya en marcha." Extracto de: El abc de la fotografía, Ian Jeffrey, Editorial Phaidon, 2000. Pág.192
Nexo creativo, latente y duradero como bien figura en el enlace posterior: El castillo Gala-Dalí de Púbol exhibe una muestra con más de 80 fotografías de Halsman.

 Alguna de sus colaboraciones con el pintor surrealista, Salvador Dalí.















Creador de la denominada como "Jumping style", "Jumpology" o "saltología", con ella pretendía captar una imagen del retratado lo más natural que pudiera fotografiar: "En un salto, el protagonista, en una repentina explosión de energía, supera la gravedad. No puede controlar todas sus expresiones, su gesto en la cara y los músculos de sus miembros. La máscara se cae. La persona real se hace visible. Uno sólo tiene que atraparlo con la cámara.", sentenciaba Halsman en el prólogo de su publicación: Jumpbook de 1959.















Fuente:
 http://www.artepinturaygenios.com
http://www.culturizando.com




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