sábado, 25 de agosto de 2012

Amor...

...¿realidad o sueño?


Pues veréis, un día ya lejano, que en cierto modo puede ser ayer mismo, se sentó a mi lado una joven de edad bien definida, pero escasa. 
En años, no más de diecisiete, si es que los años se computan por la tersura de la mirada, que era transparente a la vez que misteriosa. Hablamos durante largos minutos, acaso largos días y semanas, incluso largas centurias. Ya sabéis que cuando uno se enamora el tiempo se funde con la luz y todo se hace presente. Y en un momento concreto de la conversación, que no obstante era finita, me sentí empujado a decir:

- Te amo desde el instante en que te sentaste a mi lado


Y ella, adornada de una sonrisa subyugadora, me dijo:


- ¿Y antes no?

- ¿Antes? –respondí sorprendido- ¿Cuándo, si no te conocía?
- ¿Estás seguro? –repuso con aire misterioso- ¿Acaso no me soñaste antesdeayer, y la semana pasada y la anterior y doce mil noches atrás? ¿Acaso no has estado soñando conmigo durante todos los días de tu vida? ¿O tal vez me he equivocado de hombre?
- No –repuso por mí una voz convencida y convincente- Soy yo, soy yo... Te conozco desde los presentimientos del amanecer, que están en las proximidades de la eternidad.

Y entonces nos amamos hasta la extenuación, que es el punto exacto en el que los enamorados se detienen para reponer el aliento.

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