jueves, 29 de mayo de 2014

¿Qué era la piedra de la locura?



Durante siglos la locura ha fascinado al hombre. Esta condición mental ha sido objeto de pensadores y artistas, que la han querido interpretar en sus obras. También la locura y el genio se asocian constantemente como motor de la creatividad.

El gran escritor alemán Goethe afirmaba que no era necesario visitar casa de locos para ver la locura, pues nuestro planeta era la misma casa de los locos del universo. El punto de vista de la ciencia sobre la locura varió mucho de cómo era conocida en la Edad Media. ¿Pero a qué se referían en el pasado con la extracción de la piedra de la locura? Vamos a averiguarlo.



La piedra de la locura

La llamada piedra de la locura o de los locos fue una extraña creencia que se tenía en la Edad Media. La práctica consistía en algo que sería parecido a una lobotomía. Se practicaba una trepanación, es decir se abría el cráneo de la persona que se consideraba estaba loca, para extraer una supuesta piedra que le afectaba la razón.

La pregunta que surge es: ¿podía ser cierta una cosa semejante? Desde luego, ahora viendo desde la edad de la razón aquella superchería, entendemos que era un negocio de charlatanes y timadores que expurgaban las finanzas a los crédulos que se prestaban a tal procedimiento.


Visión antigua de la locura

Desde la Antigua Grecia este padecimiento era visto como un castigo de los dioses. Ante la inutilidad de la razón para explicar este mal, con el pensamiento escolástico medieval se le estigmatizó.

Según la medicina antigua, el cuerpo humano estaba compuesto por distintos temperamentos que tenían su correspondencia con los elementales: fuego, aire, tierra y agua. Así, de acuerdo al temperamento, vendrían nuestros males, como enviados por una divinidad caprichosa.

Pero el siglo de las Luces y la razón darían un nuevo giro a los pacientes psiquiátricos, viendo de forma distinta el mal de la locura que padecían. 



La visión del loco actual

En la edad moderna, tras el auge del pensamiento científico, la locura ha tomado otro cariz para la ciencia médica.

Los tratamientos aunque podrían ser menos crudos que los medievales, que incluso se pueden ver representados en el cuadro de El Bosco llamado La extracción de la piedra de la locura, muchas veces se limitan a ser parte de un gran sistema casi carcelario, donde el enfermo se limita a ser observado, dada la gravedad del trastorno.