"La vida es una fuente interminable de reflexiones, desmedida como la eternidad, inagotables como la maldad e inmensas como el amor".
sábado, 8 de diciembre de 2012
Alegría de vivir, Barbería del Sur
El infierno
de tu gloria
ha pasao por mi
ahora siento y pienso adentro
alegría de vivir
Alegría de vivir
cuando estás cerca de mi
ahora siento
y pienso adentro
lo que habrá dentro de mi
lo que habrá dentro de mi
lo que habra dentro de mi
Yo lo busco
y no la encuentro
mi manera de sentir
mi manera de sentir
mi manera de sentir
yo la busco y no la encuentro
mi alegría de vivir
y el infierno de tu gloria
ha pasao por mi
ahora siento y pienso adentro
alegría de vivir
lo que habrá dentro de mi
lo que habra dentro de mi
yo la busco y no la encuentro
mi manera de sentir
mi manera de sentir
mi manera de sentir
yo la busco y no la encuentro
mi alegría de vivir
Alegría de vivir, Matisse, y el Fauvismo
En la Alegría de vivir (Bonheur de vivre), Henri Matisse, uno de los
grandes coloristas del siglo xx, pinta una escena donde integra figuras
desnudas con el entorno paisajístico, por medio de una ordenación
magistral de líneas sinuosas y ondulantes. En un ambiente campestre,
rebo-
sante de erotismo, aparecen personajes masculinos y femeninos en distintas posturas: unos bailan, otros se abrazan, mientras que algunos conversan amigablemente. Esta audaz obra es una verdadera escena pastoral, que nos remite al delicioso espíritu de la Arcadia, a una nostálgica "Edad de Oro".
Matisse es aquí fiel a los temas idílicos arcádicos que predominaron desde el Renacimiento, con Gior-gione, pero que sobre todo nos enlaza con obras de Poussin y de Ingres. Su mirada, como la de sus contemporáneos, se volvió hacia ciertos aspectos de la tradición y a las culturas primitivas y exóticas a través de las cuales podía expresar la armónica belleza de un mundo calmado, sereno y sensual.
No obstante, el motivo de la obra lo vincula directamente con Paul Cézanne, que en la última etapa de su trayectoria pictórica, entre 1890-1894, abordó en diversas ocasiones el tema de las bañistas; aunque, en el caso de la Alegría de vivir, las posturas que adquieren los cuerpos rebosan de una gran sensualidad. Los ritmos curvilíneos, la simplificación de la línea, la importancia del color y la supresión de los detalles que aparecen en esta obra son rasgos preeminentes en la producción artística de Matisse.
Como fauve, el color es el protagonista de la obra. El punto de partida estaba en los colores de los pintores simbolistas, sobre todo de Gustave Moreau, pero usó la intensidad del color de los impresionistas y postimpresionistas para conseguir una mayor riqueza cromática y lumínica. Estos elementos los utilizó con fines simbólicos para así huir de la realidad y poder transmitir sensaciones.
Para Matisse todo cuadro había de estar regido por una "armonía", es decir un equilibrio entre los colores y las formas, las líneas y el cromatismo. La aplicación del color con pinceladas gruesas ayudaba a dar más expresividad sensual al ambiente.
El entusiasmo del artista por la pintura y el dibujo de desnudos parece haber adquirido su primer impulso importante en los estudios para la presente obra. Así, muchos de los tipos aparecidos aquí los desarrollará posteriormente en otras pinturas y esculturas. Es el caso de Desnudo azul, pintado a comienzos de 1907, que proviene de la figura central derecha de la Alegría de vivir.
La obra fue adquirida por Gertrude y Leo Stein, que durante muchos años fue bien conocida en la colección. Es posible que influyera en la realización de Las Señoritas de Aviñón, pues es seguro que Picasso la habría visto ya, fuera en el Salón de los Independientes, donde se expuso en 1906, o en la residencia de los mismos hermanos Stein.
Fechada en 1905-1906 y con unas medidas de 174 X 238 cm, Alegría de vivir se conserva en la Fundación Barnes, Merion, de Pensilvania, y es una de las pinturas de figuras y paisaje más delicadas de la producción del artista.
sante de erotismo, aparecen personajes masculinos y femeninos en distintas posturas: unos bailan, otros se abrazan, mientras que algunos conversan amigablemente. Esta audaz obra es una verdadera escena pastoral, que nos remite al delicioso espíritu de la Arcadia, a una nostálgica "Edad de Oro".
Matisse es aquí fiel a los temas idílicos arcádicos que predominaron desde el Renacimiento, con Gior-gione, pero que sobre todo nos enlaza con obras de Poussin y de Ingres. Su mirada, como la de sus contemporáneos, se volvió hacia ciertos aspectos de la tradición y a las culturas primitivas y exóticas a través de las cuales podía expresar la armónica belleza de un mundo calmado, sereno y sensual.
No obstante, el motivo de la obra lo vincula directamente con Paul Cézanne, que en la última etapa de su trayectoria pictórica, entre 1890-1894, abordó en diversas ocasiones el tema de las bañistas; aunque, en el caso de la Alegría de vivir, las posturas que adquieren los cuerpos rebosan de una gran sensualidad. Los ritmos curvilíneos, la simplificación de la línea, la importancia del color y la supresión de los detalles que aparecen en esta obra son rasgos preeminentes en la producción artística de Matisse.
Como fauve, el color es el protagonista de la obra. El punto de partida estaba en los colores de los pintores simbolistas, sobre todo de Gustave Moreau, pero usó la intensidad del color de los impresionistas y postimpresionistas para conseguir una mayor riqueza cromática y lumínica. Estos elementos los utilizó con fines simbólicos para así huir de la realidad y poder transmitir sensaciones.
Para Matisse todo cuadro había de estar regido por una "armonía", es decir un equilibrio entre los colores y las formas, las líneas y el cromatismo. La aplicación del color con pinceladas gruesas ayudaba a dar más expresividad sensual al ambiente.
El entusiasmo del artista por la pintura y el dibujo de desnudos parece haber adquirido su primer impulso importante en los estudios para la presente obra. Así, muchos de los tipos aparecidos aquí los desarrollará posteriormente en otras pinturas y esculturas. Es el caso de Desnudo azul, pintado a comienzos de 1907, que proviene de la figura central derecha de la Alegría de vivir.
La obra fue adquirida por Gertrude y Leo Stein, que durante muchos años fue bien conocida en la colección. Es posible que influyera en la realización de Las Señoritas de Aviñón, pues es seguro que Picasso la habría visto ya, fuera en el Salón de los Independientes, donde se expuso en 1906, o en la residencia de los mismos hermanos Stein.
Fechada en 1905-1906 y con unas medidas de 174 X 238 cm, Alegría de vivir se conserva en la Fundación Barnes, Merion, de Pensilvania, y es una de las pinturas de figuras y paisaje más delicadas de la producción del artista.
El
fauvismo fue un movimiento pictórico francés de escasa
duración. Se desarrolló entre 1904-1908 aproximadamente.
El Salón
de Otoño de 1905 supuso la primera exhibición para el
grupo. El crítico de arte Louis Vauxcelles tras contemplar
las gamas cromáticas estridentes y agresivas de los trabajos
expuestos les atribuyó el término "fauves",
que en español significa fieras. El nombre asignado era en
origen un calificativo peyorativo, como les sucedió a otros
movimientos artísticos del S. XX, pero fue asumido por el público
y posteriormente introducido en la historia del arte sin connotaciones
despectivas.
El movimiento
se fraguó en torno a Henri Matisse y sus integrantes fueron
André Derain, Maurice de Vlaminick, Henri Manguin, Albert Marquet,
Jean Puy y Emile Otón Friesz. En 1906 se unieron también
George Braque y Raoul Dufy.
El Fauvismo no
fue un movimiento conscientemente definido, careció de un manifiesto.
Fue un mosaico de aportaciones en el que cada pintor acometía
sus obras como una experiencia personal cargada de espontaneidad y
de frescura. Les unió la actitud violenta con la que se enfrentaron
a los convencionalismos de la época rechazando las reglas y
los métodos racionales establecidos. Reaccionan contra el Impresionismo
y contra la importancia que éstos habían dado a la luz
a costa de la pérdida del color.
Los fauvistas
creían que a través de los colores podían expresar
sentimientos y este pensamiento condicionó su forma de pintar.
No buscan la representación naturalista, sino realzar el valor
del color en sí mismo. Por ello, rechazaron la paleta de tonos
naturalistas empleada por los impresionistas a favor de los colores
violentos para crear un mayor énfasis expresivo.
Emplearon una
pincelada directa y vigorosa, con toques gruesos, sin mezclas, evitando
matizar los colores. Las figuras resultan planas, lineales, encerradas
en gruesas líneas de contorno. Sus creaciones respondían
a un ejercicio de sintetización, buscan la máxima intensidad
emocional combinada con la máxima simplificación de
elementos. Por ello renuncian a la perspectiva clásica, al
claroscuro y al modelado de los volúmenes. La luz tiende a
desaparecer y con ella la profundidad. Sus temas son retratos, naturalezas
muertas, personajes en interiores, paisajes hermosos.
Otra característica
es el gusto por la estética de las estatuas y máscaras
africanas. El arte de los pueblos primitivos no es imitativo, sino
que plantea un evidente alejamiento de las formas naturalistas para
tender a la esquematización.
Precedentes
del Fauvismo
Para hablar de
los orígenes tenemos que recordar a Van Gogh y a Gauguin, ya
que ambos huyendo del impresionismo, tomaron una ejecución
libre y personal, impulsiva y pasional, a la vez que apostaron por
obras intensamente coloreadas.
Protagonistas del fauvismo
Henri
Matisse (1869-1954)
Considerado el
líder de los fauvistas, fue el único de ellos que no
cambió su dirección. Intenta expresar sentimientos a
través del uso del color y de la forma.
Su primera formación
la realizó dentro de la tradición académica en
el estudio de Gustave Moreau, siendo condiscípulo de Roault
y Marquet. Realizó numerosas copias de los cuadros de los maestros
clásicos a la vez que estudió el arte contemporáneo,
sobre todo el de los impresionistas, comenzando su propia experimentación.
La verdadera liberación
artística de Matisse, referida al uso del color como configurador
de las formas y planos espaciales, se produjo bajo la influencia de
Van Gogh y Gaugain. También adoptó la técnica
puntillista de Signac, pero la modificó aplicando pinceladas
más amplias. En "La habitación roja" que el llamó armonía en rojo. Se representa un
comedor donde todos los elementos que forman la pintura se subordinan al
color puro e intenso. Predomina el rojo, uno de los preferidos de
Matisse, y se puede observar que utiliza el color de forma subjetiva
(pelo naranja, copa de árbol blanca, vino amarillo...). El dibujo
curvilineo se esquematiza y las formas se simplifican al máximo. No hay
volumen. Son espacios planos, el espacio olvida la perspectiva
totalmente (bidimensionalidad), llegando incluso a que la decoración y
el color del mantel y la pared sea igual, hasta confundirse ya que
prescinde de las diferencias de tonalidad, de sombras o claroscuro para
el interior.
Se pone de manifiesto una característica peculiar de Matisse, que lo diferencia de otros pintores fauvistas, su gusto por la ornamentación que se pone de manifiesto en los arabescos.
Se pone de manifiesto una característica peculiar de Matisse, que lo diferencia de otros pintores fauvistas, su gusto por la ornamentación que se pone de manifiesto en los arabescos.
La construcción
con el color y la simplificación formal dominaban sus cuadros
con gran audacia y seguridad. Matisse dibuja con el color, que es
el que da entidad a la pintura pudiendo desempeñar el papel
de dibujo, de perspectiva y de sombra de volúmenes. En su obra
hay alegría, serenidad, es un arte amable, apacible, es un
camino hacia la profundidad de sí mismo.
Recibió
un reconocimiento internacional durante su vida ganándose la
aprobación de los críticos de arte y de los coleccionistas.
Uno de los encargos más importantes fue La música y
La danza, donde volumen y ritmo se conjugan armoniosamente. Usa tres
colores para imprimir movimiento a los bailarines que parecen flotar
con ritmo.
André
Derain (1880-1954)
La mayor parte
de su producción de época fauvista son personajes campestres
y urbanos, como Puente en Londres (1906) y muestran colores puros,
a menudo aplicados sobre el lienzo directamente con el tubo, pinceladas
irregulares y despreocupación por la perspectiva o por la representación
realista.
Hacia 1908 comienza
a experimentar con otros estilos. La influencia de Cézanne
le lleva a un colorido más sosegado y a un mayor control en
sus composiciones. En Las bañistas (1908) intenta combinar
las innovaciones de los pintores anteriores, como Monet y Cézanne.
Le influyó el cubismo produciendo obras geométricas
como El puente viejo de Cagnes y el primitivismo de la escultura africana.
Sus últimas obras, posteriores a 1912 mostrarán cada
vez más la influencia de estilos diversos.
Maurice
de Vlaminck (1876-1958)
Es el autor de
paisajes dramáticos que se inspiran directamente el colorido
y la pincelada de Van Gogh. Sus obras fauvistas producen brillantes
contrastes cromáticos, como es el caso de Árboles rojos
(1906).
La aparición
del Fauvismo en Francia en 1905 fue paralela al expresionismo alemán,
particularmente a los pintores del grupo Die Brücke. Ambos movimientos
marcaron la aparición de lo emocional frente al estudio calculado
y teórico de la realidad.
Hacia 1908 comienza a deshacerse el grupo de los fauves, cada uno de sus componentes seguirán caminos divergentes. A partir de ese año, el cubismo asumió la vanguardia, a la que pronto se inclinarán Braque y Derain principalmente.
Hacia 1908 comienza a deshacerse el grupo de los fauves, cada uno de sus componentes seguirán caminos divergentes. A partir de ese año, el cubismo asumió la vanguardia, a la que pronto se inclinarán Braque y Derain principalmente.
El Ángulo Agudo (fragmento), Sofocleto
...La
amistad sin límites no existe. Por el contrario. Son precisamente los
límites que la inteligencia fija a la amistad, el factor esencial que la
mantiene viva. No hay amistad sin respeto ni intimidad que violente los
tabúes recónditos que todos llevamos dentro, llámense como se llamen:
ideas, principios, recuerdos, esperanza, locura o fanatismo, si se
quiere. No es posible ser amigo de don Quijote y reírse de Rocinante,
como tampoco fraternizar son Sancho sin perdonar sus eructos. El amor se
idealiza y muere, finalmente, estrellado contra la realidad, como un
ICARO vencido por el sol. La amistad explosiona como una pompa de jabón
si se le busca perfeccionar distorsionándola. El amigo es como es. Y,
como tal, se le toma o se le deja, sin pretender modificarlo. Yo lo he
visto en la cárcel. ¡Cuántos amigos no se han atrevido a visitarme en
todos estos meses, por temor al gobierno, a la policía, a comprometerse…
¡que sé yo!. Pero es que son amigos en la medida de sus posibilidades.
Ni héroes ni mártires, ni semidioses forjados en la mitología, sino
seres humanos con los cuales nos une cualquier. La amistad profunda es
un amor sin sexo, de igual manera que en el amor no existe la amistad
sino pasiones cataclísmicas en la cumbre y un apocalipsis de rencor en
el epílogo.
Brian Dettmer el Cirujano de Libros
Usando cuchillos, pinzas e instrumentos quirúrgicos, Dettmer talla
una página a la vez. Nada dentro de las enciclopedias anticuadas,
diarios médicos, libros de ilustración, o diccionarios es agregado o
implantado, sólo removido cuidadosamente. Dettmer manipula las páginas
para poder darle forma a sus esculturas. También dobla, tuerce, enrolla y
apila múltiples libros para crear formas completamente originales y
extravagantes.
"Mi trabajo es una colaboración
entre el material existente y sus creadores, y los pedazos completados
exponen las nuevas relaciones de los elementos internos del libro,
ubicados exactamente en su lugar original" dice él.
Dettmer es originario de Chicago, donde estudió en la universidad de Columbia.
Antes de ser conocido como ‘El
Cirujano de Libros’, Brian Dettmer —artista de profesión— se dedicaba
principalmente a producir pinturas basadas en el lenguaje de señas, la
clave Morse y el Braille. Posteriormente se enfocó en crear obras dónde
pegaba diversas capas de periódico sobre tela.
Dettmer toma libros obsoletos,
diccionarios y enciclopedias —que de otro modo acabarían en la basura—,
les da un nuevo significado y la oportunidad de una segunda vida, al
tallar sobre ellos impresionantes obras de arte con su propio contenido.
Actualmente vive y trabaja en Atlanta, EE.UU.
En el siguiente video el propio Dettmer explica su proceso de creación:
El trabajo comienza sellando los bordes del libro, creando un
recipiente cerrado lleno de posibilidades aún por descubrir. Tras ello,
hago un pequeño corte en la superficie de la portada y lo analizo
meticulosamente antes de comenzar el tallado mediante cuchillos, pinzas y
herramientas quirúrgicas de cada página. Tallo una página cada vez de
forma que soy capaz de exponer las ideas e imágenes de interés.
Mi trabajo es una colaboración con el material existente y sus
creadores del pasado. No uso material adicional, me baso en el libro y
en la imágenes que han estado ahí desde un principio para exponer:
ideas, historias alternativas y recuerdos.
Fuente:
gran-angular.net
culturizando.com
Minerales en tu móvil, y en tu PC, tu tablet, tu TV...
Mira a tu alrededor. Quizá no
los conozcas, pero estás rodeado de ellos. En tu pantalla de plasma, en
el disco duro de tu ordenador, en tu teléfono móvil, en el motor de tu
coche diésel, en las nuevas bombillas de bajo consumo hay nuevos
materiales, nuevos recursos que silenciosamente se han abierto un hueco
en nuestras vidas y en los que se basan gran parte de las herramientas
que usamos a diario. Diecisiete elementos conocidos como “tierras raras”
que se han convertido en indispensables para una sociedad cada vez más
dependiente de la tecnología.
El coste ecológico de la riqueza
Lantano,
cerio, praseodimio, neodimio, promecio, samario, europio, gadolinio,
terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio. Extraños
nombres que a muchos no les sonarán de nada, pero que no obstante son ya
el lenguaje en el que hablan los avances más punteros de nuestra vida.
Hoy
en día son indispensables, y en muchos casos insustituibles, en el
desarrollo y fabricación de tecnología móvil, equipos informáticos,
coches eléctricos, instrumental láser, paneles fotovoltaicos, baterías
recargables… La influencia que estas “tierras raras” ejercen sobre
nuestra actual sociedad es ya imparable.
Pero no hay que dejarse
engañar por su nombre. A pesar del exclusivo título de “raros”, algunos
de ellos no son tan escasos como podría pensarse. En realidad, los
problemas no vienen derivados de su abundancia, sino de la dificultad y
coste de extracción. En la naturaleza, estos elementos se presentan en
forma de óxidos e hidróxidos que hacen necesaria una altísima inversión y
que, además, suponen un elevado desgaste ecológico.
La
exploración de tierras raras requiere altas dosis de capital que no
siempre da los frutos deseados, y aun así, tras hallarlas, el país se ve
obligado a asumir un enorme impacto ecológico. Los terrenos se
erosionan, el agua resulta contaminada y las tierras de labranza
terminan siendo inservibles. A estas grandes desventajas hay que sumar
también las emisiones de gases y residuos tóxicos derivados de la
extracción. Por cada tonelada de tierras raras que se extrae del suelo
se producen alrededor de 12.000 metros cúbicos de residuos que contienen
compuestos altamente tóxicos, como el ácido fluorhídrico, el dióxido de
azufre y el ácido sulfúrico. Es un precio que muy pocos están
dispuestos a pagar.
Un monopolio de facto
El panorama actual es desconcertante. China cuenta con un tercio de
las reservas de tierras raras existentes en el planeta; sin embargo, es
responsable del 96% del suministro mundial de estos materiales. En este
punto, y para entender con más exactitud la situación, simplemente
repasemos algunas referencias cotidianas de nuestra relación y
dependencia de estos elementos que tan extraños nos resultan en primera
instancia.
El color rojo de tu televisión se obtiene mediante un
compuesto procedente del itrio. La piedra de tu mechero utiliza una
aleación de lantano que también es necesaria para la fabricación de
vidrios más resistentes. Unido al hierro, el cerio se utiliza para pulir
lentes que después usarás en gafas y cámaras. Con neodimio se obtienen
rubíes sintéticos, utilizados en multitud de tecnologías láser. El
estado actual de dependencia tecnológica se puede resumir en un último
ejemplo: las lámparas fluorescentes, el monitor de tu ordenador y tu
smartphone se fabrican utilizando europio, un elemento para el que aún
no se conoce ningún sustituto posible y cuya producción mundial está
controlada por China en un 99,9%.
China se ha convertido en algo
similar al planeta Arrakis (el mundo de ficción creado por el escritor
Frank Herbert en la mítica novela Dune, y en el que se obtenía
una valiosísima especia, imprescindible para la superviviencia del
universo) desde el que se controla la extracción del mineral vital para
la tecnología que controla nuestro mundo actual. Y es una dependencia
que aumenta cada minuto que pasa. La demanda mundial de tierras raras ha
pasado en la última década de 40.000 a 140.000 toneladas anuales, y
sigue creciendo a un ritmo del 10% anual.
Historia de una mala decisión
Nuevamente
se presenta ante nosotros un escenario dividido en dos bloques
diferenciados: quienes necesitan estos elementos para el desarrollo y
aplicación de las nuevas tecnologías, y quienes los extraen y controlan.
Si sabemos, además, que el segundo bloque es hoy por hoy un monopolio
dominado por la siempre polémica y conflictiva República China… Parece
más que probable que tenemos a nuestras puertas un futuro conflictivo
cuyo alcance nadie es capaz de prever. Sin embargo, esto no siempre fue
así.
Desde principios de la década de 1960 hasta mediados de la
década de los ochenta, Estados Unidos, que posee destacadas reservas en
lugares como el desierto de Mojave, era el principal extractor y
productor de tierras raras, y mantenía importantes minas como la de
Mountain Pass, en California.
Existían indicios de la importancia
futura de estos recursos, pero la revolución tecnológica aún no había
mostrado su verdadera importancia. El grave desgaste ecológico que
conllevaba mantener este tipo de minería, unido a la apuesta por un tipo
de economía más virtual que real, terminaron convenciendo a los
inversores y al Gobierno, que, en apenas unos años, miraron hacia otro
lado y acabaron con la extracción de tierras raras.
Eran los años
dorados para los tiburones de la Bolsa. En el parqué de Wall Street,
brokers y especuladores de los años ochenta vieron cómo sus bolsillos se
llenaban rápidamente con el mercado de valores y productos bursátiles,
aparcando la farragosa y contaminante minería de tierras raras.
Pensaron
que la demanda de estos minerales estaba completamente cubierta y no
previeron un aumento de su consumo a corto plazo. Las consecuencias de
aquella decisión son visibles hoy en día, y con gran probabilidad aún
serán más claras en unas décadas.
Pero en el otro lado del mundo estaba ocurriendo justo lo contrario.
Mientras
Estados Unidos estaba más preocupado por los recursos bursátiles, China
se aprestaba a ocupar el vacío dejado por los americanos y se dedicaba a
elaborar un detallado plan para su futuro en el que se incluía un
Ministerio de Industria y Tecnología Informática.
En apenas unos
años, llevados en volandas por el tsunami de nuevas tecnologías de los
años noventa, el gigante asiático se convirtió en el líder de las
exportaciones de estos materiales.
La sartén había dado la vuelta
hasta tal punto de que en 1992 el presidente chino, Deng Xiaoping,
sabedor de que habían apostado a caballo ganador, podía afirmar
orgulloso: “Oriente Medio tiene petróleo. Nosotros tenemos tierra
raras”. En Occidente fueron muchos los que se lamentaron por no haber
alcanzado a tener una visión estratégica tan buena.
Control de recursos y poder
Controlar
el 96% del abastecimiento mundial de estos preciados elementos ha
colocado a China en una inmejorable situación de cara a la carrera
tecnológica que se avecina en los próximos años. Una ventaja económica
que tiene implicaciones globales en casi cualquier ámbito imaginable.
A
finales de 2011, y en el marco de los conflictos por aguas
jurisdiccionales en el mar del Sur entre Japón y China, los japoneses
capturaron y arrestaron al capitán de un buque chino. El Gobierno de
Pekín respondió de manera contundente suspendiendo las exportaciones de
tierras raras a Japón.
Si se tiene en cuenta que solamente la
empresa nipona Toyota ya necesita anualmente 10.000 toneladas de tierras
raras exclusivamente para la fabricación de las baterías de sus coches
híbridos, la decisión del Gobierno japonés fue inmediata: se apresuró a
dejar en libertad al capitán chino. El gigante asiático lleva años
jugando muy bien sus cartas. El control de los recursos mineros de las
tierras raras y el aumento de la necesidad por parte de los países que
desarrollan nuevas tecnologías basadas en ellas han colocado a la
descomunal potencia oriental en un lugar privilegiado desde el que
ejercer presión en todo tipo de ámbitos, desde el económico al político.
Mediante
el aumento y el descenso de la cuota de exportaciones que anualmente
permite el Gobierno de Pekín, China ha convertido las tierras raras en
un eficaz método de presión política. Un arma de doble filo que le
permite controlar el mercado tecnológico desde su base, pero que también
le está acarreando continuos enfrentamientos con las principales
potencias del mundo.
A Estados Unidos le ha costado casi dos
décadas reconocer su error, pero ante el creciente peso de China en el
ámbito mundial y el aumento en la demanda de recursos derivados de la
minería de tierras raras, en el año 2010 el Congreso norteamericano
comenzó a estudiar la vuelta a los recursos críticos con una Ley para la
Revitalización de las Tierras Raras.
El proyecto todavía se está
evaluando, pero aunque se iniciase ahora, a Estados Unidos le costaría
más de diez años alcanzar resultados realmente competitivos frente a las
minas chinas.
El futuro se nos ha echado encima y las modernas
tecnologías han cambiado nuestra forma de vivir, de comunicarnos, de
desplazarnos… El papel de las tierras raras será fundamental para
comprender todos los complejos movimientos políticos, estratégicos,
económicos y sociales de los años que están por venir.
Fuente: quo.es
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