viernes, 5 de julio de 2013

Las edades de Lulú (fragmento), Almudena Grande



La historia de una niña de quince años que carece de amor y afecto, quien a partir de su primer experiencia sexual crece en su universo privado, así es hasta que a los 30 años sale de su burbuja y comienza a experimentar con tríos, travestis y hasta participar en orgías. Sólo tuvo que pasar un año para que el libro saltara a la pantalla grande en manos de Bigas Luna.

Así comienza una de la obras de literatura erótica más reconocidas:

Supongo que puede parecer extraño pero aquella imagen, aquella inocente imagen, resultó al cabo el factor más esclarecedor, el impacto más violento.

Ellos, sus hermosos rostros, flanqueaban a derecha e izquierda al primer actor, que entonces no pude identificar, tal era la confusión en la que aquella radiante amalgama de cuerpos me había sumido previamente. La carne perfecta, reluciente, parecía hundirse satisfecha en sí misma sin trauma alguno, sujeto y objeto de un placer completo, redondo, autónomo, tan distinto del que sugieren esos anos mezquinos, fruncidos, permanentemente contraídos en una mueca dolorosa e irreparable.

Tristes, pensé entonces.

Ellos se miraban, sonrientes, y miraban la abierta grupa que se les ofrecía. En los bordes, la piel era tensa y rosa, tierna, luminosa y limpia. Antes, alguien había afeitado cuidadosamente toda la superficie.

Aquella era la primera vez en mi vida que veía un espectáculo semejante. Un hombre, un hombre grande y musculoso, un hombre hermoso, hincado a cuatro patas sobre una mesa, el culo erguido, los muslos separados, esperando. Indefenso, encogido como un perro abandonado, un animalillo suplicante, tembloroso, dispuesto a agradar a cualquier precio.

Un perro hundido, que escondía el rostro, no una mujer.

Había visto decenas de mujeres en la misma postura. Me había visto a mí misma, algunas veces.

Fue entonces cuando deseé por primera vez estar allí, al otro lado de la pantalla, tocarle, escrutarle, obligarle a levantar la cara y mirarle a los ojos, limpiarle la barbilla y untarle con sus propias babas. Deseé haber tenido alguna vez un par de esos horribles zapatos de charol con plataforma que llevan las putas más tiradas, unos zancos inmundos, impracticables, para poder balancearme precariamente sobre sus altísimos tacones afilados, armas tan vulgares, y acercarme lentamente a él, penetrarle con uno de ellos, herirle y hacerle gritar, y complacerme en ello, derribarle de la mesa y continuar empujando, desgarrando, avanzando a través de aquella carne inmaculada, con movedora, tan nueva para mí.

Ella se me adelantó. Entreabrió los labios y sacó la lengua. Sus ojos se cerraron y empezó a trabajar. Siempre de riguroso perfil, como una doncella egipcia, recorría aplicadamente con la punta de la lengua la exigua isla rosa que rodeaba la sima deseada, lamía sus contornos, resbalaba hacia dentro, se introducía por fin en ella. Su compañero la miraba y sonreía.

Pero pronto la imitó. También el abrió la boca y cerró los ojos, y acarició con la lengua esa piel intensa, la frontera del abismo. Al mismo tiempo, con su mano libre, la única mano que estaba al alcance de la cámara, golpeó suavemente la grupa del desconocido, que comenzó a moverse rítmicamente, adelante y atrás, como si respondiera a un secreto aviso. El agujero, empapado de salivas apenas, se contrajo varias veces.

De vez en cuando, inevitablemente, sus lenguas se encontraban, y entonces se detenían un instante, se enredaban entre sí y se lamían mutuamente, para desligarse de nuevo, después, y volver por separado a su tarea original.

Ella dejaba que sus dedos, sus larguísimas uñas pintadas de rojo oscuro, color de sangre seca, se deslizaran lentamente de arriba abajo, dejando tras de sí leves surcos blanquecinos, marcando su territorio. El, mientras tanto, amasaba la carne clara con la mano, la pellizcaba y la estiraba, imprimiendo sus huellas en la piel. Ninguno de los dos permitió a su lengua el más breve descanso.

Repentinamente la cámara les abandonó, me abandonó a mí, a mi pobre suerte.

Tras la primera sacudida, asombro y alborozo, había experimentado la inefable sensación de un cambio de piel. Estaba muy alterada, pero comprendía. Era adorable así, mezquino, encogido, la cara oculta. Yo le deseaba. Deseaba poseerle. Aquélla era una sensación inaudita. Yo no soy, no puedo ser un hombre. Ni siquiera quiero ser un hombre. Mis pensamientos eran turbios, confusos, pero a pesar de todo comprendía, no podía dejar de comprender.

Luego, apenas un instante después de la metamorfosis, la acostumbrada sensación de estar portándome mal.

Un frío húmedo, un desagradable chasquido, la piel erizada, acabo de salir de un baño templado, asquerosamente tibio, y los baldosines están helados, y no hay toalla, no puedo secarme, tengo que permanecer de pie encogida, frotándome todo el cuerpo con las manos, con las yemas sarmentosas, arrugadas como los garbanzos del cocido familiar, el inevitable cocido de los sábados.

Desvalimiento. Quiero regresar al útero materno, empaparme en ese líquido reconfortante, encogerme y dormir, dormir durante años.





Ese loco que te mira, Cristian Castro

Hace tanto que te miro
se que no eres mi destino
se que tienes otro amor...

Por mi parte no hay problema,
aunque rompas mis esquemas,
auqnue cada vez que te hable mi cuartada
solo esquive tu mirada...

Y poco a poco volverme un ser irracional
y amarte entera hasta el final a mi manera...

Soy una parte de tu sombra,
eres mi boca que te nombra
soy un pedazo de tu piel
que a la distancia y en papel
le escribe cartas al olvido
que a lo mejor tienen sentido
si las leyeras frente a mi
Solo Dios sabe que es así
se que me amas a escondidas
y por motivos de rutina te acostumbraste
a otra mañana y esperas volver a nacer
para juntarte en otra vida
con este loco que te mira
volverme un ser irracional
y amarte entera hasta el final...
A mi manera...

Hace tanto que te miro
se que no eres mi destino
ni siquiera una obsecion...

Por mi parte no hay problema,
aunque rompas mis esquemas,
auqnue cada vez que te hable mi cuartada
solo esquive tu mirada...

Y poco a poco volverme un ser irracional
y amarte entera hasta el final a mi manera...



Círculos en los cultivos: ¿procedencia paranormal o humana?




Desde la primera aparición de los círculos en los cultivos se ha especulado con varias opciones sobre la autoría de los mismos, una es la de procedencia extraterrestre, que intentarían contactar a través de estas figuras. Otra opción es la creación humana, que realizaría los círculos por las noches sin ser vistos. También se baraja la creación de estos círculos por la acción del viento u otras causas ambientales.

En «Señales», la inquietante película del director Night Shyamalan, protagonizada por Mel Gibson, la llegada de una invasión alienígena es advertida por unos extraños círculos en los maizales, unas marcas que aparecen en todo el mundo. El filme utiliza este símbolo del misterio, ya grabado en el imaginario colectivo, para desarrollar su trama, pero, en realidad, ¿qué hay detrás de los círculos de las cosechas? ¿Son lugares de aterrizaje de naves extraterrestres? ¿Mensajes de otras civilizaciones? ¿Un patrón climático? ¿O la mayor gamberrada de la historia? 
 

El registro más antiguo de un círculo en un cultivo se encuentra en Inglaterra, en un folleto publicado el 22 de agosto de 1678, con el nombre de «The Mowing-Devil» (‘el diablo cosechador’), que muestra a un demonio cortando un gran círculo en el cultivo. El agricultor que dio testimonio para el artículo publicado, aseguró haber visto al mismo Diablo segando el trigo, antes de pagar cierto salario que su segador exigía por su trabajo.
El fénomeno actual comenzó en el año 1976, cuando aparecieron los primeros círculos en Winchester (Reino Unido), y los medios hicieron eco de la noticia. Hoy en día, 37 años después, siguen siendo uno de los grandes misterios que nadie es capaz de explicar con presición.

Estos primeros círculos eran simples, de apenas 9 o 10 metros de diámetro, pero con el paso de los años se volvieron más complejos y numerosos. Ya en los años ochenta el fenómeno se trasladó a otros países como Alemania, Nueva Zelanda, etc.
Pronto, miles de personas estaban dispuestas a desplazarse para verlos. El mito había nacido.
 
 
En 1991 Doug Bower y Dave Chorley se adjudican la autoría de los primeros círculos aparecidos durante mediados de los años setenta, mostrando detalladamente a la prensa cómo los realizaron. Los inventores del fenómeno empezaron realizando simples círculos con la idea de que los ufólogos los consideraran obra de extraterrestres. Cuando el meteorólogo Terence Meaden especuló con la posibilidad de que fueran consecuencia de tornados, añadieron líneas rectas y rectángulos para frustrar al experto. Cuando los agricultores especulaban en los pubs sobre qué resultaría en el fenómeno sorprendente y definitivo de cara a su origen no natural, Bower y Chorley ―que solían frecuentar los mismos locales― tomaban nota y, en cuanto podían, hacían realidad los sueños de los expertos.
Los estudiosos, sin embargo, han tratado de refutar la autoadjudicación de autoría por parte de Bower y Chorley. El argumento principal se refiere a que es imposible que dos hombres pudieran realizar los círculos, a veces de más de una hectárea de extensión y distribuidos por todo el mundo, en una sola noche. Así mismo, es poco probable que dos jubilados británicos dispusiesen de los conocimientos matemáticos y técnicos suficientes para plasmar algunas de las estructuras complejas (como fractales o progresiones armónicas) que comenzaban a proliferar.
Ante dichas alegaciones, Bower y Chorley se ofrecieron a reproducir dichos diseños ante expertos, que pudieron comprobar lo rudo de la ejecución (círculos claramente imperfectos y poco definidos, incluso a simple vista ) y los diseños no se correspondían con los tenidos por "reales". Por otro lado, y tras su muerte, el fenómeno no ha cesado.
 
 
 
 Ya en los años ochenta el fenómeno se trasladó a otros países como Alemania, Nueva Zelanda, etc. y los que estaban dispuestos a creer en lo paranormal decían que algunos de ellos eran demasido gigantescos para haber sido hechos por un par de hombres en una noche.
 
 


Según los seguidores de la hipótesis extraterrestre, las pruebas de esta procedencia serían el mal funcionamiento de algunos aparatos eléctricos, brújulas, descargas de baterías, etc., y el complejo saber físico, astronómico y matemático que implican las figuras y la tecnología desconocida con la que están realizadas.
Hay muchos estudios sobre estos círculos y ninguna respuesta parece ser más cierta que otras.
Como muestra os dejo este texto extraido de http://veritas-boss.blogspot.com.es
 
Los círculos de las cosechas no son obra de bromistas y fotos aéreas del Black Country puede probarlo, dice el australiano Boffin.

Un historiador australiano cree haber enterrado para siempre el la mentira del "cereal" de que los círculos de la cosecha son obra de bromistas -desenterrando imágenes de Black Country de ellos que se remontan a 1945 y más allá.

Se trata de 'cebada' creíble, pero Greg Jefferys también ha descubierto evidencia de este fenómeno en los documentos científicos que se remontan a 1880.

Boffin, de Hobart, Tasmania, dice que sus hallazgos demuestran que hay más círculos misteriosos que bromistas jugando.

"Este descubrimiento demuestra que las afirmaciones de varios artistas de ser los únicos creadores de círculos de las cosechas son en sí mismos una broma", dice.

"Es sólo para que vean que los círculos siguen sin explicación."

"Espero que este descubrimiento estimulará el interés renovado en los círculos de las cosechas por los investigadores científicos serios que han sido engañados por las afirmaciones falsas".

Greg, de 59 años, quien inició su carrera localizando naufragios, utilizó la nueva capa de superposición de 1945 de Google Earth - imágenes de lugares tomadas hace 68 años - para hacer el progreso.

Pasó más de 300 horas recorriendo el campo Inglés utilizando la tecnología - y encontró un gran número de círculos de las cosechas.

Dos de los más importantes estaban en las afueras de Stourbridge.

"Buscando las viejas imágenes se presentaron muchos desafíos", dijo Greg a Sunday Mercury. "Algunas de las fotografías originales tenían daños físicos y químicos que producen defectos circulares en las imágenes de Google.

"He tenido que desarrollar una metodología para distinguir entre los defectos de la película y los círculos genuinos de la cosecha."

Greg comenzó su búsqueda después de leer un artículo en una edición de 1800 de ciencia Nature.

Sugirió que los círculos de la cosecha, de hecho, han existido desde la década de 1700.

Y Stourbridge, cree que es un semillero paranormal, es un área obvia para la búsqueda.

En 2010 la ciudad, una vez famosa por la fabricación de cristal, fue noticia cuando un periodista de la BBC filmó un extraño orbe, de color naranja en el cielo de Wollaston.

Pero los círculos de las cosechas no eran lo único que Greg descubrió mientras escarbaba en las fotografías aéreas antiguas.

"También encontramos una serie de circulares estructuras prehistóricas similares a "Woodhenge' - un monumento neolítico de madera cerca de Stonehenge," dice. "Pero éstas se encontraban fuera de los Midlands."

"Las fotografías aéreas de 1945 son particularmente útiles para la búsqueda de restos prehistóricos, ya que fueron tomadas en una época anterior a la que los agricultores comenzaron el amplio uso de maquinaria pesada en sus campos, que perturba el suelo a un nivel más profundo que los métodos de cultivo anteriores".

Pero hay una pregunta de investigación laboriosa que Greg no ha podido responder: si los círculos de la cosecha no son un engaño, ¿qué son?

Él tiene una idea de cómo resolver este misterio.

"En primer lugar, creo que los reclamos de varios 'artistas' de haberlos creado son falsos", dice.

"Eso sí, es probablemente uno de los mayores engaños jamás perpetrado en la comunidad científica, y creo que mi trabajo en el Google Earth de 1945 lo demuestra."

"En segundo lugar, hay una cantidad significativa de evidencia que indica que la energía electromagnética de alta frecuencia está implicada en la creación de los círculos de la cosecha."

"Lo que no está claro es qué genera esa energía y la organiza en patrones circulares. Esta es una de las preguntas que esperan respuesta, al menos parcialmente."

Aquellos que ya han hecho un estudio de las extrañas formas simétricas - Reg Presley, ex vocalista de la banda de los 60 The Troggs entre ellos - ya tienen sus propias teorías sobre cómo se crean.

Dicen que son una advertencia sobre los peligros de saquear los recursos de nuestro planeta, no sólo dos tíos con una tabla y un trozo de cuerda.

Experto

En un blog, el experto Freddy Silva explica: "los círculos de las cosechas están organizados de formas armónicas que se manifiestan en todo el mundo, como resultado de una energía interaccionando con el mundo físico - en este caso las plantas. Esta energía se compone de luz, sonido y magnetismo."

Esto se opone a lo que dijo el Ministerio de Defensa que, hasta 1990, culpó de todos los círculos de las cosechas a dos pensionistas llamados Doug y Dave.

La teoría fue desacreditada cuando las estructuras, que algunos afirman tener cualidades curativas, aparecieron en lugares tan lejanos como California y Australia Occidental.

De hecho, han sido vistas en 29 países, creadas a partir de trigo, cebada, linaza, arrozales e incluso hielo.

Doug y Dave sólo tenían pases de autobús.

Y los cínicos todavía no pueden explicar lo que sucedió en Stonehenge el 7 de julio de 1996.

A las 16:15 el piloto de la RAF no reportó nada inusual bajo. Solo 15 minutos después, un segundo piloto informó de una formación de 900 pies, que comprendía 149 círculos alineados a lo largo de una curva espiral.

Los medios de comunicación pueden haber perdido interés en ellos, pero los círculos de los cultivos todavía están por ahí. El año pasado proporcionó una cosecha abundante, con 18 registrados sólo en agosto.

Reg, el investigador de círculos más conocido del país, cree que las sorprendentes obras de arte agrícolas son mensajes desde el espacio.

 
 Como véis, son muchas las teorías que se han lanzado sobre los círculos de las cosechas, siendo las más recurrentes la de que se trata de comunicaciones emitidas por entes extraterrestres. Los naturalistas apoyan la tesis de que son mensajes que nos está emitiendo la Madre Tierra como queja al trato que le damos, mientras que los más lógicos afirman que se han formado por algún tipo de vibraciones de ultrasonidos o radiaciones emitidas por quizás algún tipo de experimento secreto. Sin embargo, hasta el día de hoy los círculos de las cosechas continúan siendo uno de los grandes misterios de la humanidad.
Ahora, cada cual que extraiga sus propias conclusiones...