“Nos
duele tanto separarnos porque nuestras almas están unidas. Es probable
que siempre lo hayan estado y que siempre lo estén. Quizá hayamos vivido
mil vidas antes que ésta y nos hayamos encontrado en cada una de ellas.
Y hasta es posible que en cada ocasión nos hayamos separado por los
mismos motivos. Eso significa que este adiós es a un tiempo un adiós de
diez mil años y un preludio de lo que vendrá.
Cuando te
miro, contemplo tu belleza y tu gracia y sé que han crecido con cada
vida que has vivido. También sé que te he estado buscando durante todas
mis vidas anteriores. No buscaba a alguien como tú, sino a ti, pues tu
alma y la mía están destinadas a estar juntas. Y sin embargo, por
razones que escapan a nuestro entendimiento, nos han obligado a
despedirnos.
Me
gustaría decirte que todo se arreglará entre nosotros, y te prometo
hacer lo que esté en mis manos para que así sea. Pero si no volvemos a
vernos y ésta es una verdadera despedida, sé que nos reencontraremos en
otra vida. Volveremos a encontrarnos, y aunque las estrellas hayan
cambiado, no nos amaremos sólo por esa vez, sino por todas las veces
anteriores”.
Los orígenes de la cerveza se pierden en la noche de los tiempos entre
historias y leyendas; las del antiguo Egipto atribuyen su origen al
capricho de Osiris. Numerosos antropólogos aseguran que hace cíen mil
años el hombre primitivo elaboraba una bebida a base de raíces cereales
y frutos silvestres que antes masticaba para desencadenar su
fermentación alcohólica; El liquido resultante lo consumía con deleite
para relajarse.
Al parecer, la
primera bebida fermentada que conoció el hombre fue la cerveza, y se cree que
apareció junto con el pan de cebada. Es posible que alguien hubiese dejado el
pan olvidado a la intemperie; la humedad y la flora bacterial provocaron una
fermentación natural. Al recogerlo, observó que el pan había segregado un
líquido que le supo tan bien, que sucesivamente trató de reproducir el proceso.
La mención más antigua de la cerveza, "una bebida obtenida por
fermentación de granos que denominan siraku", se hace en unas tablas de
arcilla escritas en lenguaje sumerio y cuya antigüedad se remonta a
4.000 años a.C. En ellas se revela una fórmula de elaboración casera de
la cerveza: se cuece pan, se deshace en migas, se prepara una mezcla en
agua y se consigue una bebida que transforma la gente en "alegre,
extrovertida y feliz".
Un grabado de esa época representa a unos bebedores de
cerveza junto a los cuales se reprodujeron algunas canciones dedicadas a la
diosa de la cerveza, Ninkasi. Además, los sumerios conocieron varios tipos de
cerveza, entre ellos una variedad conocida como superior.
Ésta
bebida nacional de caldeos y asirios, fue la herencia de los sumerios,
una bebida muy sana, hervida y fermentada, con un sabor altamente ácido
pero de una gran pureza desde el punto de vista bacteriológico, pues
existía agua en abundancia en los ríos a pesar de no ser potable.
Más adelante, también se cultivó en Egipto con el nombre de zytum y era elaborada por las sacerdotisas.
En el museo arqueológico de El Cairo se puede encontrar una tablilla en la que ésta escrito:
“Dejad macerar e inflarse los granos de cebada durante un día, dejadlos
reposar y maceradlos después de nuevo, depositándolos en un recipiente
bajo agujereado. Dejad secar hasta que se formen capas y exponed luego
la cebada al sol”.
De ésta manera y al igual que los sumerios, los egipcios fabricaban la
malta de cebada, la base de su cerveza, cuya mezcla la realizaban con
otros elementos que le daban olores y colores diferentes como el comino,
azafrán, gengibre y la endulzaban con miel o canela entre otras
especies.
Hace más de 60 siglos, en el sur de Mesopotamia, paralelamente al
cultivo de cereales y junto a la creación de las primeras formas de
escritura, los sumerios desarrollaban también el arte de fabricar
cerveza.Artefactos extraídos de las ruinas de ciudades antiguas prueban
que fabricar cerveza era ya una costumbre establecida hace más de 5000
años. El "Libro de los Muertos" egipcio, que se estima tiene unos 5000
años, menciona cerveza hecha a base de cebada.
Existen pruebas
también de que los chinos hacían una clase de cerveza llamada "Kiu" hace
más de 4000 años. Las antiguas cervezas chinas fueron fabricadas a base
de cebada, trigo, espelta y mijo, así como de arroz. En el antiguo
Egipto, en Mesopotamia y en el sur de Europa el grano preferido fue la
cebada. En Europa, monasterios y otros establecimientos hacían cerveza
durante la época medieval, en una forma que no difería mucho de la que
ahora se utiliza. En América se sabe que la primera cervecería fue
construida en 1544 por don Alfonso de Herrera, cerca de la ciudad de
México. En Norteamérica los "Peregrinos" (Pilgrims) trajeron consigo la
cerveza y su manera de fabricarla.
Aunque existen muchos indicios que parecen remontar la existencia de la
cerveza a mas de diez mil años, los primeros antecedentes históricos
referidos a la cerveza aparecen datados en el año 4.000 a. C. cuando se
encuentran los mas antiguos testimonios escritos en caracteres
cuneiformes en unas tablillas de arcilla muy bien conservadas, que
fueron halladas en Sumeria, y en los que se hacía referencia a una
bebida obtenida con granos de cereales fermentados a la que llamaban
sikaru y de la que se describían algunas de sus características y
efectos y en las que se revela una fórmula casera de elaboración de la
cerveza a partir del pan que se cuece, se deshace y se mezcla con agua
dejando fermentar aquella masa hasta conseguir una bebida de la que la
receta mas antigua que se conoce, según los estudios realizados por el
profesor Salomón Katz, descritos en una publicación de la Universidad de
Pennsylvania, en el año 1926, dice así: "Se cuece el pan, se deshace
en migas, se prepara la mezcla en agua, se deja fermentar y se consigue
una bebida que hace a la gente .alegre, extrovertida y feliz.". Parece
acreditado que los sumerios fueron los primeros que se ejercitaron en
el cultivo de los cereales e incluso se dice que adoraban a una deidad
llamada NINKASI a la que consideraban la diosa de la cerveza y a la que
cantaban un himno sagrado que figura grabado en arcilla y que decía:
"come pan y si quieres vivir bebe cerveza como es costumbre en este
país" Unas tablillas de arcilla, con una antigüedad atribuida al año
2.500 a. de C. que fueron descubiertas en la ciudad de Ur o Uruk, que
fué la patria de Abraham, contienen unos cantos épicos conocidos como
"La historia de Gigamés" en la se refiere que a los obreros encargados
de fortificar la ciudad se les daba cerveza para que trabajen mejor y se
relajen después de las duras jornadas de intenso trabajo y se deduce de
los trabajos de algunos investigadores que el propio Gigamés bebía
cerveza hasta embriagarse en compañía de sus amigos y en fiestas
animadas por la presencia de hetairas.. Desde Oriente Medio, la
cerveza se extiende por los países de la cuenca oriental del
Mediterráneo y se sabe que los egipcios, continuando los métodos
sumerios, elaboraron una cerveza que bautizaron con el nombre de
"zythum" que estaba ya notablemente mejorada ya que parece razonable
aceptar que los egipcios fueron los primeros que descubrieron la malta y
disfrutaron de nuevas características organolépticas para lo cual le
añadieron azafrán, miel, jengibre, comino y otras especias a la cerveza
obtenida con objeto de proporcionarle diversos sabores, aroma y color
para hacerla más atractiva.
Los
griegos la introdujeron en Europa, en los viajes que realizaban por el
Mediterráneo En Roma la llamaron cervicia o cerevicia, en honor de la
diosa Ceres de la agricultura, la consumian en grandes cantidades en las
ceremonias religiosas, celebraciones victoriosas y fiestas familiares,
de ahí, la procedencia del nombre actual.
Los galos y romanos son los que perfeccionaron sus técnicas de
elaboración y regularon su precio y comercio. Así se podía encontrar la
“zythum” por dos denarios. La “cerevisia” gala y la “camum” celta
costaban cuatro denarios.
Y si entre los romanos y los griegos fue considerada una bebida de la
gente llana, los pueblos del norte de Europa festejaban con cerveza las
fiestas familiares, las solemnidades religiosas y los triunfos sobre sus
enemigos.
En la Edad Media nacería la "cerevisa monacorum", cerveza
de los monjes con denominación de origen, cuyo secreto guardaba
celosamente cada fraile boticario. Los monjes lograron mejorar el
aspecto, el sabor y el aroma de la bebida.
Entre los siglos XIV y XVI
surgen las primeras grandes factorías cerveceras, entre las que
destacan las de Hamburgo y Zirtau. A finales del siglo XV, el duque de
Raviera Guillermo IV promulga la primera ley de pureza de la cerveza
alemana, que prescribía el uso exclusivo de malta de cebada, agua,
lúpulo y levadura en su fabricación.
La auténtica época dorada de la
cerveza comienza a finales del siglo XVIII con la incorporación de la
máquina de vapor a la industria cervecera y el descubrimiento de la
nueva fórmula de producción en frío, y culmina en el último tercio del
siglo XIX, con los hallazgos de Pasteur relativos al proceso ce
fermentación.
Durante el siglo IX, el benedictino San Arnold, cuando las plagas como
la peste asolaban Europa, introdujo su cruz dentro de un barril de
cerveza Ale y dijo “beber cerveza en lugar de agua como antídoto contra
la plaga”. Gracias a que funcionó el consejo, los belgas quedaron
fascinados con ésta bebida tan saludable y con efecto depurativo que
genera la levadura durante la fermentación. También a San Arnold, se le
atribuye la siguiente frase "Del sudor del hombre y por el amor de Dios
la cerveza llego al mundo".
Las
primeras referencias acerca del lúpulo aparecen en el siglo XI en las
abadías del centro de Europa por una monja benedictina llamada
Hildegard, Abadesa de Rupersberg en Bingen, Alemania. Sin embargo,
existen escritos que señalan directamente el cultivo del Lúpulo en
Bohemia, antigua Checoslovaquia, hoy República Checa, en el año 859
debido al clima ideal para éste cultivo que ese suelo de Bohemia
proporcionaba.
En el siglo XIII para preservar y cuidar la calidad del lúpulo, el rey
Wenceslao I de Bohemia, estableció la pena de muerte para quien cortase
esquejes de lúpulo que pudieran ser exportados y plantados en otro
países.
Los monjes, personas muy estudiosas, respetadas y cercanas a los
agricultores de la zona, eran poseedores de las antiguas recetas
egipcias y conocían las cualidades nutricionales de la cerveza. Las
consumían sobre todo en épocas como la cuaresma, en la que solían
ingerir de 6 a 8 pintas diarias, para mantener las necesidades vitales
del organismo durante el obligado ayuno.
El
primer decreto que se dicto sobre esta bebida, en el que se dictaba que
la cerveza debía permanecer inalterada para su consumo fue el Duque Jan
Primus de Bélgica, soberano de las tierras de Brabante, Lovaina y
Antwerp en el siglo XIV, conocido en Europa como Gambrinus "El Rey de la
Cerveza", aunque también aparece un joven vidriero de nombre Gambrinus y
otros más en distintas épocas y lugares a lo largo de los siglos de la
Historia europea.
Más adelante, en el siglo XV se formaron los gremios cerveceros que
eligieron como patrón al fabuloso Rey Gambrinus, a quien se atribuyó la
invención de la cerveza medieval.
Las primeras fábricas de cerveza se construyeron principalmente en
Alemania, entre los siglos XIV y XVI. Sería a finales del XV cuando
Guillermo IV, Duque de Baviera, promulgó la primera "Ley de Pureza de la
Cerveza Alemana" determinando que debía elaborarse exclusivamente con
agua, malta de cebada y lúpulo.
La cerveza "Lager" se desarrolló en Munich, su significado es “el lugar
del monje”, y la conservaban durante los meses de verano en cuevas bajo
el hielo, de ésta manera provocaron que se desarrollase una levadura de
fermentación baja y que precisaba de un periodo largo de fermentación y
bodega.
La cerveza Pilsen empezó a conocerse por otro cervecero alemán que
desarrollo la cerveza en la ciudad checa de Pilsen, una cerveza clara,
muy amarga con una fermentación baja, opuesta a las dulces y oscuras de
Munich. Debido al éxito obtenido con ésta cerveza y a la aparición del
vidrio, la cerveza Pilsen comenzó a conocerse con éste nombre, en honor a
la ciudad de origen checo.
En
España la cerveza fue popularizada en el siglo XVI por Carlos I de
España y V de Alemania, tras su retirada al Monasterio de Yuste y
abdicar en su hijo Felipe II
En América, mucho antes de la llegada de los españoles, los aztecas e
incas tenían la costumbre fabricar y beber cerveza, que denominaban
"chicha" una bebida de grano de maíz fermentado. Éste cereal todavía
no era conocido en Europa y fabricaban sus propias fermentaciones
euforizantes de carácter religioso, una bebida de grano de maíz
fermentado en sus rituales.
En Gran Bretaña, las cervezas tenían mucho cuerpo, eran amargas y muy
oscuras, La Porter inglesas tomaron su nombre de los porteadores de
equipaje que la consumian habitualmente en el puerto de Londres.
El lúpulo y su introducción en las Islas Británicas estuvo prohibido
hasta el siglo XV. Shakespeare hablaba en sus obras con desprecio de
las cervezas continentales, mientras que afirmaba que las Ale inglesas
“eran dignas de reyes” y sería a finales del siglo XVIII cuando
practicamente todas las cervezas Ale llevaban lúpulo en su composición,
a excepción de las escocesas, ya que en esas latitudes no crecía dicha
planta aromática. Actualmente, las cervezas escocesas se distinguen por
estar menos lupuladas que las inglesas, que sí incorporaron buenos
lúpulos aromáticos.
El
desarrollo de la cerveza llegó a finales del siglo XVIII gracias al uso
de sistemas de bombeo con máquinas de vapor en los procesos de
elaboración y el descubrimiento de cómo crear, mantener y controlar el
frío; así como su aplicación en la fermentación y bodega de la cerveza.
En el siglo XIX, el gran investigador francés, Luis Pasteur,
revoluciono con su microscopio el mundo cervecero al identificar la
levadura Lager, que empleaban los alemanes, descubrió el hongo que da
sustancia a la levadura y que es el responsable del proceso de
fermentación de la cerveza. Demostró que la levadura era un ser vivo y
que no se originaba de forma espontánea durante la fermentación de la
cerveza como se pensaba hasta entonces.
Demostró que lo que estropeaba la cerveza eran bacterias que crecían
junto a la levadura. En este sentido desarrolló un método de
calentamiento ligero de cerveza que destruía dichas bacterias,
permitiendo una conservación más prolongada de la cerveza. Ese proceso
es la Pasteurización, palabra que viene del sabio Pasteur que en su
libro "Estudios sobre la cerveza" publicado en 1873 explicaba a fondo el
sistema de la conservación que hacía de la cerveza algo tan seguro para
beber como el vino que facilitó que la cerveza cruzase fronteras y que
surgieran grandes compañías productoras.
Los descubrimientos de Pasteur se ven complementados en 1883 por el
también científico Emil Cristian Hamsan que, a través de varios
meticulosos estudios consigue aislar el saccharomyces carlsbergensis que
es una de las levaduras mas adecuadas para todo el proceso de
fermentación.
El comienzo del siglo XX coincide con el invento de la refrigeración que
habría de constituir un elemento fundamental para la conservación y el
consumo de la cerveza. Pero como todo aspecto positivo tiene si
contrapartida negativa, pronto llega el nefasto periodo de la
prohibición del alcohol en los Estados Unidos de Norteamérica que
suponen un notable freno a la expansión de la cerveza en aquel país
entre los años 1920 a 1933. Discurre poco más de la mitad del siglo
hasta llegar a los años 60 en los que se produce el ocaso de la cerveza
artesanal y comienza la expansión de la cerveza industrial a cargo de
las grandes firmas que instalan sus fábricas en lugares elegidos, en
principio, por su proximidad a manantiales o pozos con aguas de buena
calidad. Otra de las fechas claves es la de la fundación de la
Campaign for Real Ale o CAMRA (Campaña por una Ale auténtica) que es una
entidad que se esfuerza para apoyar la diversidad y la calidad de la
cerveza habiendo contribuido al mantenimiento de muy buenas condiciones
de fabricación contribuyendo a impulsar, hacia el 1980 la recuperación
de la cerveza artesanal en Inglaterra y en EE.UU. Todo el pasado
siglo XX constituye una época de clara expansión de la industria
cervecera con la aparición de marcas internacionalmente bien aceptadas
en casi todos los países de Europa así como en muchos de las Américas,
China, África, Islas Oceánicas y cualquier rincón del mundo don se
cultivan cereales especialmente destinados a la producción de cervezas
de trigo, cebada, sojo, maíz, arroz y cualquier otro, al tiempo que se
investigan nuevas levaduras y se cultivan lúpulos de características
cada vez mas apropiadas para conseguir cervezas de una extraordinaria
variedad de sabores y aromas En la Unión Europea se encuentran
algunas de las más acreditadas fábricas de cerveza, tanto en la
República Checa, como en Holanda, Bélgica, Alemania y el consumo de esta
bebida se incrementa sin cesar al haberse descubierto en sus
características algunas propiedades beneficiosas para el organismo
humano, siempre que se efectúe un consumo razonablemente moderado. En
este concierto internacional España se sitúa como tercer país productor
de cerveza de la Unión Europea por detrás, solamente, de Alemania e
Inglaterra.
La cerveza en España
Se dice que la cerveza fue introducida en España, un país
tradicionalmente vinícola, por Carlos V en el siglo XVI. Tras su
abdicación, el emperador instaló una pequeña fábrica de esta bebida en
el monasterio de Yuste, al que le había acompañado un maestro cervecero.
A partir de entonces, el consumo de cerveza en nuestro país evoluciona
lenta y positivamente y en torno a 1900 aparecen las grandes compañías
cerveceras españolas: Mahou (1890), Aguila (1900), Cruz del Campo (1904)
y Damm (1910). Su baja graduación alcohólica y sus propiedades
refrescantes contribuyeron a que, a partir de la década de los sesenta,
la cerveza se situase entre las bebidas más consumidas en España, a lo
que también contribuyó el aumento del turismo. Sin embargo, en los
últimos seis años el sector cervecero registra una progresiva tendencia a
la baja en el consumo y en la producción, justificada -en opinión de
Jacobo Olalla, director General de Cerveceros de España- por la crisis
del sector de hostelería y restauración, entre otras causas. El
bebedor español de cerveza, cada día más selectivo en la elección de
marcas y estilos, consume una media de 64,75 litros de esta bebida al
año, siete menos que hace seis. No obstante, no todos los datos son
desalentadores. Mientras redujo la importación de cerveza extranjera,
España exportó a todo el mundo 357.613 hectolitros de producción
nacional. Cabe subrayar el auge que ha experimentado la cerveza sin
alcohol entre nuestros consumidores, hasta alcanzar un porcentaje que
supone el 10% del consumo nacional. Cerveceros de España, antes
Asociación Nacional de Fabricantes de Cerveza, fundada en 1977, vela hoy
por los intereses de las doce empresas productoras de cerveza
existentes en nuestro país.
Oktoberfest La
cerveza no es solamente un producto de consumo diario que ha llegado a
los mas recónditos rincones del mundo sino también un elemento de culto
pagano que cuenta con numerosas manifestaciones en las que se ensalzan
sus propiedades, se consume en grandes cantidades y se disfruta de un
ambiente excepcionalmente agradable y festivo. Fiestas de la cerveza
se celebran en todo el mundo adoptando las mas variadas formas y con
asistencia de grandes contingentes humanos que, durante los días que
duran los festejos, consumen su bebida habitual o descubren otras que.
Por distintos motivos, no sueles tener a su alcance habitualmente. Quizás
las mas destacadas y brillantes son las celebradas en Alemania donde
ciudades como Munich, Stutgart, Colonia o Dusseldorf, entre otras,
celebran sus correspondientes "Oktoberfest" o "Fiestas de Octubre"
mientras en Bélgica u Holanda disfrutan de fiestas cerveceras en
carnavales o en otras destacadas fechas. La mas destacada de cuantas
se celebran en Europa es la de Munich que data del año 1810, cuando el
Príncipe Luis, coronado mas tarde como Luis I, celebró, el día 12 de
Octubre, su boda con la princesa Teresa de Sajonia en un prado de
cuarenta y dos hectáreas invitando al festejo a toda la población. Durante
la fiesta se instala una monumental verbena repleta de atracciones de
todo tipo y se montan una docena de gigantescos barracones, patrocinado
cada uno por una marca de cerveza y animado por una ruidosa orquesta, en
los que se colocan grandes mesas rodeadas de unos cien mil asientos en
los que disfrutan de la comida más de siete millones de comensales que
cada año devoran toneladas de codillos de cerdo, pollos asados y
salchichas, remojados por mas de ocho millones de litros de cerveza
servida en jarras de un litro. Comida, bebida, puestos de gorros, de
jarras, de ropajes con escudos cerveceros, atracciones feriales en
incesante movimiento, rosquillas, pitos y toda clase de ruidosos
artefactos alternan con desfiles de elegantes carros cerveceros, tirados
por impresionantes caballos y repletos de toneles bellamente decorados
con flores, ramas de lúpulo, haces de espigas y rodeados por personajes
ataviados a la vieja usanza con las vestiduras tradicionales de la zona. En
otras ciudades se celebran jubilosas fiestas parecidas que ya empiezan a
hacerse un hueco en España, como las de la ciudad alicantina de Calpe,
que cada año aumenta sus festejos, seguramente alentados por el gran
número de alemanes que residen en la zona o que se desplazan a ella para
disfrutar de la fiesta. ¡Brindemos con ellos! ¡Prost!
Ingredientes y elaboración
Al día de hoy, la cerveza se sigue elaborando con los mismos ingredientes naturales, que se hacía en la antiguedad.
Cebada
Lúpulo
Levadura
Malta
Agua
Aunque bien es cierto, que también se hace con otros cereales ,como el
centeno, el trigo, la avena, el maíz, etc. a éstos se los denominan
Grits y son básicamente añadidos para dar distintos sabores a la cerveza
y aumentar, la percibida 'densidad' de la bebida misma.
La
elaboración de la cerveza se puede hacer con cualquier cereal que se
"maltea" (es decir cualquier semilla que posea almidón y sea susceptible
de germinar); la cebada posee entre un 60%-65% de almidón. Cebada
Grano rico en extracto y bajo en proteínas con buena disposición para el
malteado. Se distinguen dos tipos de cebadas, la que se emplea para la
elaboración de la cerveza, y la que se usa como forraje para
alimentación animal. Lúpulo
Es una planta herbácea perenne que llega alcanzar los 8 metros de
longitud. El ácido del lúpulo, tiene un suave efecto antibiótico contra
las bacterias Gram positivas, y favorece la actividad de la levadura de
malteado. Se emplea para aromatizar la cerveza y obtener su
característico sabor amargo. Malta
Se obtiene por la germinación y el posterior secado y tostado de sus
granos. Las maltas oscuras para cerveza se cuecen a veces de diferente
manera para potenciar diferentes características.
Levadura
Es la encargada de transforman mediante fermentación los glúcidos y los
aminoácidos de los cereales en alcohol etílico y dióxido de carbono
(CO2). Existen dos tipos de fermentación: la fermentación alta, que
corresponden a las levaduras flotantes, que genera la cerveza Ale y la
fermentación baja que corresponde a las levaduras que se van al fondo
durante la fermentación y que sirve para la elaboración de la cerveza
Lager. La fermentación alta resulta en sabores afrutados y otras
características atípicas de las lagers, debido a la producción de
ésteres y otros subproductos de fermentación.
Agua natural, pura y potable
Elemento principal que interviene no sólo en los momentos iniciales de
mezclado con la malta, sino que en algunos de los filtrados posteriores,
introduce un sabor característico (es famoso el dicho que dice que una
pilsener de Dortmund sabe diferente de una de Múnich). Entre el 85 y 92%
de la cerveza es agua.
Tipos de cervezas
Todas las cervezas que conocemos pertenecen a alguno de estos tres grupos. Cervezas de fermentación alta
Las cervezas de fermentación alta utilizan la levadura Saccharomyces
Cerevisiae. Esto significa que las levaduras fermentan a una temperatura
mayor que las de fermentación baja y que estas comienzan su
fermentación en la parte alta del mosto para luego bajar al fondo. Estas
cervezas suelen ser más frutadas y más complejas que las Lager. Existen
variados tipos de cervezas bajo esta categoría, vamos a ver algunos:
-Pale Ale
Son cervezas que normalmente tienen un color ámbar o bronce, aunque hay
algunas bastante rubias. Tradicionalmente, el término “Pale Ale” se
aplica a las cervezas de las características de las “bitter” cuando
están embotelladas. Su contenido alcohólico oscila entre un 4 y un 5%.
Existe un tipo especial de “Pale Ale” llamado “Indian Pale Ale (IPA)”.
Su nombre viene de la cerveza que se enviaba en el pasado a los países
del Imperio Británico, sobre todo a la India. Contaba con mucho lúpulo
para impedir su descomposición antes de llegar a destino, por lo mismo
se caracterizan por ser claramente más amargas que sus hermanas.
-Bitter
Hay 3 tipos clásicos de Bitters: las Ordinary bitters, las Special y las
Extra Special, aumentando en cada una su grado alcohólico y sabor
amargo dado por el lúpulo. Es el principal estilo que se toma en Gran
Bretaña.
-Brown Ale
Es una especialidad del nordeste de Inglaterra. En la zona centro de
Inglaterra surgieron las Pale Ale y en esta zona las Brown Ale. El
nombre viene de su color. En general son fuertes, con buen sabor a malta
y con un color tostado que va de un ámbar suave a castaño fuerte; son
frutadas y secas.
-Scotch Ale
Las Ale escocesas son normalmente fuertes, parecidas a las inglesas pero
hechas con maltas escocesas. Suelen tener un color tostado o café
oscuro. Menos amargas que las inglesas, tienen más cuerpo y son más
dulces. El clima frío de Escocia hacía complejo el cultivo del lúpulo,
por esta razón debían importarlo. Por esto son mas maltosas y, como se
mencionó, más dulces. Se cree que empezaron a elaborarse en Bélgica
durante la Primera Guerra Mundial para los soldados británicos allí
destinados.
-Porter
Según cuenta la leyenda, los maleteros (Porters) de la Estación Victoria
de trenes solían mezclar distintos tipos de cerveza y beberla en grande
cantidades. Guinness la comercializó luego, quien sabe mezclando qué
tipos de cerveza, obteniendo una cerveza café oscuro hasta negro, de
sabor fuerte. Se utiliza generalmente malta negra o malta tostada.
-Stout
Las stout nacieron a partir de las Porter, pero presentaban un sabor más
fuerte, derivado del tostado de la cebada, la que generalmente no se
maltea. Puede ser dulces o más amargas y con distintos grados
alcohólicos, siendo la más completa y con mayo grado alcohólico la
Imperial Stout. Esta última nació luego de que los zares de Rusia
importaran la cerveza Stout de Inglaterra, y, al igual que las India
Pale Ale tuvieran que hacerlas más fuertes para evitar su
descomposición.
-Barley Wine
Su traducción es “vino de cebada”, y contiene una graduación alcohólica
similar a la de los vinos, que van generalmente de 6 a 12 grados e
incluso más. Son muy completas, con un sabor muy marcado a la malta pero
con un amargor bastante presente logrando una cerveza muy balanceada.
Los grados alcohólicos no pasan desapercibidos en las de mayor
graduación, notándose el calor que produce cuando el líquido baja a
medida que se toma. Cervezas de fermentación baja
Por su parte las cervezas de este estilo utilizan la levadura
Saccharomyces Carlsbergensis o Uvarum, descubierta por Emil Christian
Hansen. Antes de eso todas recibían el nombre de S. Cerevisiae, fueran
de fermentación baja o alta. Fermentan en la parte baja del estanque y
su temperatura de fermentación es menor. Suelen ser de sabores menos
complejos, donde el lúpulo y la malta están presentes de forma más
limpia. El término Lager (que es con el que se asocia a éstas cervezas)
viene del vocablo Alemán “lagern” que significa almacenar, dado que
éstas cervezas requieren un tiempo de maduración mayor, algunos tipos de
este estilo de cerveza son:
-Pale Lager
Este estilo de cerveza es muy común y su característica dependerá de su
procedencia, ya que muchas veces le son agregados otro tipo de cereales.
Puede ser muy rubias y pálidas hasta un dorado o cobrizo suave. Aunque
dependerá de cada productor, generalmente no serán muy amargas y serán
de sabor plano. Casi todas las cervezas industiales de Chile son de este
tipo.
-Pilsner
Es el estilo más utilizado para fabricar cerveza en todo el mundo. A
veces se conocen como pilsener o pils y el nombre viene de la ciudad de
Plzen, en Bohemia, hoy en la República Checa y formaba parte de la zona
germano hablante del Imperio Austrohúngaro en 1842. En esta ciudad se
elaboró por primera vez un tipo de cerveza dorada y transparente,
utilizando el método de fermentación baja, en contraste con las cervezas
oscuras o turbias conocidas hasta esa fecha. Las auténticas pilsner son
de color pálido, con un contenido alcohólico moderado, entre 4.5 y
5.5%, son secas, con un buen carácter de malta y un aroma y amargor de
lúpulo característicos.
-Lager Americano
Es el principal estilo producido en Estados Unidos. Es bastante aguada y
tiene poco sabor (seguramente buscando llegar a un mayor número de
consumidores que no la rechacen). Suelen llevar jarabe de maíz o arroz
que es muy fermentable. Esto significa que una mayor cantidad de
azúcares se convierten en alcohol dejando menos sabor.
-Bock
Originaria de Alemania, la cerveza Bock es del tipo fuerte de las Lager.
Pueden tener un color dorado hasta café oscuro. Tiene un pronunciado
sabor a malta y con un amargor suave que alcanza justo para superar
levemente el dulzor. Se dice que el nombre viene de la cerveza
Einbecker, y que debido al dialecto del sur de Alemania derivó a Bock,
pasando antes por “Einpöck” y "Oanpock". Una variación de las Bock son
las Doppelbock, un poco más alcohólicas. La primera de éstas cervezas
que se conoce es la Salvator, de Paulaner. Al igual que muchas cervezas
el nacimiento de ésta tiene una historia bastante peculiar. Dicen que
los monjes, preocupados de la alimentación de la plebe durante la
cuaresma, tiempo en el que los cristianos se privan de comer ciertos
alimentos, dentro de ellos la carne y el vino, idearon una cerveza de
alta graduación alcohólica. Se entiende, para alimentar mejor al pueblo,
que nadie piense que era para sustituir al vino.
-Märzen - Oktoberfest
Este estilo fue elaborado por primera vez en la ciudad de Viena por
Anton Dreher en 1841, cuando introdujo el método de fermentación baja en
su fábrica de cerveza, aunque posteriormente se desarrollaría en
München. Dadas las dificultades de producir cerveza en los meses de
verano, los alemanes lo hacían sólo hasta Marzo. Guardaban la producción
y la iban consumiendo hasta llegar a otoño, temporada que les permitía
nuevamente producir. Lo que les había sobrado de ese almacenaje se
tomaba en la fiesta de la cerveza de Octubre, la famosa Oktoberfest.
Ésta celebración dura 16 días y termina el primer domingo de Octubre. La
cerveza tiene un color ámbar y un amargor medio, caracterizándose por
el dulzor de la malta.
-Helles
Es la típica cerveza que se consume en Bavaria. Es una Lager de color
pálido, tiene poco alcohol intentando ser una cerveza para ser tomada
con frecuencia. La Helles es mucho más suave que una Pilsen o una Pale
Lager, menos completa y con menor presencia del lúpulo. Cervezas de fermentación espontánea
Lambic, estas cervezas de origen belga son consideradas, a veces, como
otro tipo de cerveza dada su fermentación espontánea a partir de las
levaduras que contiene el aire. Generalmente tienen esencias frutales.
Curiosidades de la Cerveza
Origen:
Cuenta la leyenda que Gambrinus, dios de la cerveza, desafió al diablo a
elaborar un "vino sin uva". El origen histórico del brebaje tal y como
lo conocemos hoy se sitúa en Bélgica en el siglo XII, aunque ya los
egipcios mucho antes elaboraban bebidas fermentando cereales.Receta: La
más antigua de Europa se ha descubierto en los restos del poblado
leridense de Genó, y data de hace 3.000 años. Medicamento:
Hipócrates, el célebre médico griego, recomendaba recetar este alimento
por sus propiedades de calmante suave, que apaga la sed, facilita la
dicción y fortalece el corazón y las encías.Carlos V: El Emperador fue
el primer importador de cerveza y uno de sus más ilustres bebedores y
aficionados. Se dice que hasta en su retiro de Yuste contó con un
cervecero flamenco en su reducido séquito. Cerveceros:
El país con mayor número de marcas es Bélgica, con 400.Fabricación: Hoy
solo existen 100 empresas fabricantes en el mundo de las 3.200 que
había a principios del siglo XX.Calidad: El método para comprobar su
calidad es la forma en que la espuma se adhiere al lado del vaso después
de cada trago. A esta silueta de espuma se le denomina "encaje de
Bruselas" por el origen de esta cerveza. Degustación:
La cerveza debe ser servida siempre con dos dedos de espuma y a una
temperatura de 5°, pero nunca en vaso congelado porque al derretirse la
película del interior se añade agua. La espuma deberá ser fina y
persistente para que se adhiera al vaso. Debe tener un color brillante y
un aspecto espumoso.Helado: En Alemania existe un helado de cerveza en
forma de polo. Su contenido de alcohol es más bajo que el de la cerveza
clásica. La más cara del mundo: Se llama
"Tutankamon" y se elabora según la receta recuperada por unos
arqueólogos de la Universidad de Cambridge en el Templo del Sol de la
reina Nefertiti, en Egipto. Producto de belleza:En
la antigüedad, los egipcios mantenían la frescura de su piel mediante
la aplicación de espuma de cerveza. En Prusia, en el siglo XVI, las
princesas empleaban la cerveza para cuidar el cutis y desarrollar el
busto. Hoy en día, los fabricantes de champús incluyen cerveza en sus
productos por sus propiedades suavizantes. Contribución a la salud:La
cerveza posee un alto contenido en vitaminas, sales minerales,
proteínas, fibras, micronutríentes y carbohidratos. Según un estudio
realizado en la Universidad de Cardiff (Reino Unido), la cerveza
incrementa el colesterol "bueno", mejora la coagulación de la sangre,
tiene un alto valor nutricional y favorece la digestión. Sus autores
aconsejan el consumo diario de cerveza incluso a las mujeres en periodo
de lactancia, dado que sus proteínas estimulan el flujo de la leche
materna.
Cerveza en la dieta La
cerveza contiene de 4 a 5 grados de alcohol y carece de grasas. Una
caña, por ejemplo, tiene menos calorías que un refresco, un vaso de vino
o un zumo de piña. Calorías por cada 100 ml.: Cerveza (42), refrescos (44), zumo de piña (54), vaso de vino (67).
Cerveza y Buena Mesa Desde su
origen, que se remonta muchos siglos atrás, la cerveza se usa para
acompañar los alimentos. Por su sabor liviano, esta bebida de malta
permite más combinaciones que el vino en cuanto al tipo de platos con
que se sirve: pescado y mariscos, carnes, pastas, quesos e incluso
algunas ensaladas. Las características de cuerpo, frescura y amargor de
una cerveza se logran por medio del equilibrio entre la mezcla de sus
principales ingredientes: cebada malteada, cereales adjuntos, agua,
lúpulo y levadura, así como mediante el control de temperaturas en la
fermentación. Con esos elementos, los maestros cerveceros desarrollan
fórmulas que se adaptan a las exigencias particulares de los distintos
grupos de consumidores. Las diferencias de sabor entre algunas cervezas
son sutiles. Sin embargo, conviene diferenciarlas para apreciarlas
mejor. Esto se puede hacer probando las diversas marcas, intercalando
pan o galletas de soda entra una degustación y otra, como se hace con
los vinos. Aunque muchas personas adoptan una determinada marca de
cerveza como su favorita, lo cierto es que cualquiera de ellas puede ser
la mejor en algún momento especial. También es importante probar la
forma en que las diversas cervezas se complementan con distintos
platillos. Las tres CSe dice que hay tres formas en que la cerveza
interactúa con el sabor de los alimentos, y las tres comienzan con la
letra C: cortar, complementar y contrastar. El ejercicio de experimentar
con las tres C es toda una aventura gastronómica. Incluso, en Costa
Rica se han realizado talleres en los que, bajo la conducción de un
experto, los comensales prueban distintas marcas de cerveza junto con
una gama de alimentos, para conocer y aplicar esos tres útiles
conceptos. Usted puede hacer la prueba en su propia casa, pero lo
primero es saber qué significa cortar, complementar y contrastar. En uno
de los libros de Deepak Chopra, el mago Merlín le permite al joven y
hambriento Arturo probar solamente una cucharada de un delicioso potaje.
Cuando le impide seguir tomándolo Arturo se indigna, pero Merlín le
explica que en el primer bocado está la esencia de todo alimento. Sería
maravilloso, entonces, que cuando comemos cada bocado nos sepa tan
apetitoso como el primero. En eso puede jugar un papel la cerveza.¿Qué
pasa cuando probamos un plato picante o condimentado y luego bebemos un
poco de cerveza fría? El paladar se limpia y se despeja... y el
siguiente bocado nos sabrá como si fuera el primero. En ese caso, la
cerveza cortó el sabor de los condimentos. En el caso de platos fritos o
preparados con queso, que son ricos en aceite, el sabor ligeramente
amargo de la cerveza produce el mismo efecto. Cuanto más neutral sea el
sabor de una cerveza, sin fuertes acentos de amargor o malteado, como es
el caso, por ejemplo, de la cerveza Imperial, se presta mejor para esta
función de cortar los sabores de los alimentos.En otros casos, la
cerveza complementa el carácter de platos como un ceviche o una
ensalada, haciendo eco a su frescura. El complemento de sabores es lo
que generalmente busca el conocedor de vinos. Es por eso que los vinos
robustos, de gran cuerpo, acompañan a carnes de caza y a quesos de sabor
fuerte, mientras que para mariscos, por ejemplo, se tiende a usar vinos
blancos secos. Un efecto semejante se logra con cerveza. Así, las
cervezas fuertemente malteadas, de gran cuerpo, como la Bavaria, son
especialmente aptas para acompañar carnes y quesos, en tanto que la
Pilsen, que es seca y ligeramente amarga, es ideal para ceviches y
mariscos en general.Por otro lado, la cerveza contrasta con sabores
simples y robustos como el de las pastas, el pollo a la parrilla o
incluso el pan de un buen emparedado. En estos casos el que sobresale es
generalmente el sabor de la cerveza, y no el de la comida. El contraste
se busca cuando se beben cervezas de calidad premium, como Heineken o
Bavaria, para disfrutar más el sabor exquisito de la bebida.
Leyes sanitarias y comerciales La
histroria de la cerveza se puede también analizar según el ángulo de la
sanidad. En efecto, ya se ha hablado de que la presencia de alcohol
permite desde siempre el consumo de una bebida sin algunas bactérias
corrientes como la salmonela y otros. Pero también desde muy antes, los
elaboradores han añadido numerosas cosas en la cerveza. Están
documentadas incluso exageraciones como el hígado de ternera. Tanto es
así que desde del siglo XIV, aparecen en Alemania y Inglaterra leyes
para regular aquello que se añadía a la cerveza. La culminación de todas
estas leyes en la ley de pureza bávara (Reinheitsgebot) edictado por el
rey Guillermo IV de Baviera el día de San Jorge de 1516. En éste el rey
determinaba que la cerveza solamente podía hacerse con agua malta de
cebada y lúpulo. Esta ley hizo desaparecer muchas recetas particulares
de cerveza de los territorios donde se aplicó, especialmente de las
especialidades en las que era preciso añadir algún azúcar o variar en
los aromatizantes botánicos. En otros países, las leyes no fueron tan
estrictas y se permitieron conservar recetas en las que figuraban
algunos aditivos. La ley de pureza también contribuyó notablemente a
aumentar la fortuna del rey que tenía el monopolio de la producción de
cebada.
Código de Hammurabi
A medida que los tiempos avanzan la presencia de la cerveza en las
distintas culturas también cobra carta de naturaleza y adquiere una
importancia acorde con sus extraordinarias propiedades que ya fueron
reconocidas desde muy antiguo como hemos visto en las lecciones
anteriores. Seguramente una de las mejores demostraciones de esta
importancia y de su influencia en la vida pública e incluso en la
organización oficial de las naciones es la existencia del Código de
Hammurabi, (1728-1886 A. de C.) que, según los historiadores más
acreditados es el primer texto legal que establece, en varios de sus
artículos, la regulación de la fabricación y consumo de la cerveza,
llamada SIKARI o SIKARU, para cuya elaboración se debían utilizar granos
de cebada de la última cosecha y agua limpia, imponiéndose castigos muy
significativos para los precios abusivos o por la vulneración de la
proporción de la cantidad de cebada, que estaba severamente establecida.
Como ejemplo veamos algunos de los artículos que figuran en el Código de Hammurabi: Artº
108.- En el caso de que una tabernera (obsérvese la antigua tradición
de que fueran las mujeres las que, principalmente, se ocupaban de la
fabricación de la cerveza) haya rehusado recibir cebada en pago del vino
de dátiles con sesamo (así definían la cerveza) y haya aceptado, en
cambio, recibir grandes cantidades de dinero o en el caso de que haya
reducido la cantidad de cerveza en relación con la de cebada, será
condenada a ser arrojada al agua. Artº 109.- Si un delincuente
encadenado es llevado a una casa de cerveza en vez de a un lugar del
gobierno, la dueña de la taberna será condenada a muerte si no los
entrega a la justicia. Artº 110.- Cuando una sacerdotisa que no pasa
la noche dentro del claustro abra la puerta de una taberna o entre en
ella a beber cerveza, esa mujer será quemada.. Artº 111.- Si una
vendedora de cerveza (vino ce dátiles con sésamo) entregó 60 GA
(medidas) de cerveza a crédito, recibirá 50 GA de trigo al tiempo de la
cosecha.
El vaso ideal para beber cerveza El
vaso que utilizamos para beber una cerveza puede ensalzar o por el
contrario oscurecer las propiedades que presente tan valorada bebida, la
causa, es simplemente la composición del cristal y la forma que
presente el vaso en cuestión. Elaborar el cristal ideal para un vaso
que pueda contener la cerveza presentando de forma óptima sus
propiedades aromáticas y gustativas es una de las tareas que ha
mantenido ocupado a Jim Koch, fundador y presidente de la Boston Beer
Company. Muchas han sido las pruebas realizadas y los esfuerzos de
Jim Koch para obtener el vaso ideal para beber cerveza, ha recorrido y
contactado con más de una docena de prestigiosos vidrieros para crear el
prototipo ideal. El vaso ideal ha resultado ser uno
elaborado por un vidriero alemán que ha logrado obtener un producto bien
estructurado que se adapta a la boca y que es capaz de aislar la
cerveza de la temperatura de la mano que lo sostiene.
Aunque
para muchos no lo parezca, el simple hecho de la elección de un vaso a
la hora de tomar cualquier bebida no es algo trivial ni aleatorio. Cada
bebida requiere su recipiente adecuado para degustarla: Un whisky de
malta, un burdeos, un cognac, o un champagne, tienen destinada su propia
y específica copa y no se han de servir en ninguna otra que no sea la
adecuada. En caso contrario no se disfruta igual. Para la cerveza, en
función del estilo al que pertenezca, sucede análogamente lo mismo.
Cada estilo de cerveza requiere un vaso en particular. Y en algunos
casos más extremos, cada marca de cerveza requiere su vaso creado por la
propia cervecera, como sucede con muchas cervezas: la WestMalle, la
Orval, la Franziskaner, la Guinness,... Para que nos hagamos una idea de
la importancia que ha ido adquiriendo el tipo de vaso o jarra, a la
hora de degustar una cerveza, puedo comentar a modo de ejemplo, lo que
sucede en algunos lugares como Bélgica, donde existe una gran tradición y
cultura cervecera. Allí, el público suele exigir al barman que le
sirvan la cerveza en su vaso correspondiente, ya que en caso contrario
se consideraría casi imperdonable. Y en ciudades como Munich, en algunas
cervecerías, como la muy conocida HofbräuHaus se llega a un extremo
mayor: que es que el cliente habitual tenga su propia jarra o vaso para
tomar la cerveza, guardada en su correspondiente vitrina bajo llave.
El
objetivo al final que se persigue, es que con cada vaso se presente a
la cerveza de la mejor forma posible, para poder apreciarla en toda su
magnitud, pudiendo disfrutar tanto de su atractivo aspecto, como de los
aromas desplegados, y por supuesto de su sabor en cada trago.
Podemos hablar entonces de los siguientes tipos de vasos de cerveza:
En forma de flauta:
Son copas de cristal fino, pero resistente. Altas, alargadas y
aflautadas, siendo algo más estrechas en la base que en la parte
superior. Favorecen la formación de una capa de espuma muy amplia y
esponjosa, así como la apreciación de la turbidez y gasificación de la
cerveza. Los aromas se mantienen bien conservados, pero por contra es
una copa que permite que se caliente más rápidamente la cerveza. Son las
típicas copas para las cervezas de trigo. En mi humilde colección tengo
de los vasos de la Franziskaner y de la Bischofshof que se pueden
apreciar en la fotografía.
En forma de cáliz:
Son copas anchas, y de cristal grueso, con una ancha base y buena
peana, que permite asir la copa sin tocar la parte donde reposa la
cerveza. Favorecen la formación de poca espuma, y permite recoger y
amplificar los aromas de forma especial. Muy apropiadas para las ales
belgas de abadía y trapenses. Igualmente van bien con las ales rojas
belgas. Podéis apreciar en mi colección las copas de las trapenses:
WestMalle, Chimay y La Trappe, junto con la de la ale belga de abadía
Affligem. La siguiente en caer será la de la Orval, una de las más
bonitas a mi parecer.
En forma de balón:
Son amplias, con un cuerpo muy redondeado de forma casi esférica en la
parte inferior, que se abre como una flor en la parte más alta, sobre un
tallo de suelo plano. Este diseño permite al bebedor apreciar la
cerveza y la suave corona de espuma a la par, además de percibir los
delicados aromas. La belga Duvel, por ejemplo, tiene su propia copa con
estas características. Esta no forma parte de mi colección, por lo que
la fotografía la he encontrado en la red.
En forma de copa de brandy:
Son copas no muy grandes de cristal fino, con forma de pera y buena
base. Esta forma retiene bien los aromas, y el tamaño se presta
adecuadamente para cervezas fuertes, intensas, potentes y de alta
gradación como las barley wine, o las urbock alemanas. Por ejemplo la
Samichlaus, de la que he hablado en este blog, tiene un vaso de estas
características. En este caso, al igual que en el anterior la fotografía
está descargada de la red.
Vaso en forma de probeta: El
vaso típico de la Kwak, del que he hablado en el blog anteriormente. El
vaso dispone de un diseño muy particular, similar a una probeta de un
laboratorio. Como la parte inferior es redondeada, el vaso no se
sostiene por sí solo encima de la mesa, por lo que ha de servirse sujeta
a un soporte de madera, que en contra de lo que piensa mucha gente no
ha de servir como asidero a la hora de tomarla. Muchas veces he
intentado conseguir este vaso, pero no me ha resultado finalmente nada
fácil, por lo que la fotografía fue descargada de la red.
Vaso Tumbler:
Vaso voluminoso de vidrio grueso y de aspecto consistente, con una base
ancha. Típico de la Hoegaarden, que es quien ha popularizado este tipo
de vaso, y habitual por extensión de las witbier belgas. Podéis
observarlo en la fotografía que adjunto del vaso en cuestión de mi
propia colección.
Vaso de pinta:
Si viajamos a las islas británicas, y pedimos una pinta, lo más
probable es que nos la sirvan en un vaso nonic, es decir, con los lados
rectos y un anillo saliente a dos tercios de altura, o por contra, el
tipo de vaso en forma de bulbo de tulipán, con unos contornos más
suaves, y que es el que estamos más acostumbrados a ver. El último
fabricante de los vasos conocidos como "pint pot" (jarra sólida adornada
con grabados y hendiduras) cerró en 2001. Las cervezas más usuales y
adecudas para este tipo de vaso son las stout, porter, y ales inglesas.
Este tipo de vasos está muy extendido y es muy fácil de conseguir. En la
fotografía se puede observar un claro representante de este estilo, el
de la genuina Guinness, tomada de mi propia colección.
Vaso de tubo:
Es el típico vaso de forma cilíndrica, cristal no demasiado grueso, y
con capacidad para un tercio de litro. Son como pequeñas chimeneas de
cristal donde podemos observar como ascienden las burbujas, y que en la
parte superior acumula una exuberante corona de espuma blanca. Es el
usado para las lager y para según qué variantes, la longitud y anchura
del tubo de cristal cambia, como en el caso de las Kolsch alemanas, para
las que se emplea un vaso más pequeño y liviano.
La "Mass":
La típica gran jarra de cerveza alemana, de grueso vidrio y robusta
asa, para poder cogerla con seguridad. Es la habitual de los biergarten,
y los grandes festivales de cerveza, como el archiconocido de Munich.
La que se aprecia en la imagen, es producto de un regalo de una
promoción en el restaurante La Fábrica de la Cerveza.
Jarras de cerámica:
Usuales para las lager bávaras o vienesas, construidas en barro cocido o
cerámica más refinada, adornadas con grabados y pinturas de llamativos
colores. Muchas de estas jarras incorporaban una tapa metálica que
permitía conservar la cerveza a la temperatura servida. Algunas de ellas
son verdaderas joyas de artesanía, por lo que tienen un carácter más
estético que práctico. En la fotografía destaca la jarra con tapa de
Praga, traída de allí mismo, tras uno de mis viajes por Europa.
Para concluir os muestro algunos vasos más que forman parte de mi colección de diferentes estilos y marcas (Mezquita, Carlsberg, Pilsner Urquell, y una rareza de Affligem)