La noche esta tan clara,
no puedo perder nada.,
espero llegar...
un viaje sin destino.
a las estrellas pido,
les pido valor
que no se despìerte el mar
les pido claro,
volverte a encontrar.
Cantare hasta morir
hasta verte sonreir
donde estes te cantare solo a ti
No tengo mas abrigo
que los años contigo
me llevo tu paz
las sombras del camino
los diablos escondidos
me han hecho escapar
vigilan mi voluntad
se la han dado al mar,
me queda cantar...
Y cantare hasta morri
hasta verte sonreir,
donde estes te cantare solo a ti.
...abrázame muy fuerte amor mantenme asi a tu lado
Yo quiero agradecerte amor todo lo que me has dado
Quiero corresponderte de una forma forma u otra a diario
Amor yo nunca del dolor he sido partidario
Pero a mi me toco sufrir cuando confie y crei
En alguien que juro que daba su vida por mi
Abrazame que el tiempo pasa y ese no se detiene
Abrazame muy fuerte amor que el tiempo en contra viene
Abrazame que Dios perdona pero el tiempo a ninguno
Abrazame que no importa saber quien es uno
Abrazame que el tiempo pasa y ese no se detiene
Abrazame muy fuerte amor que el tiempo en contra viene
Abrazame que Dios perdona pero el tiempo a ninguno
Abrazame que no importa saber quien es uno...
Hace
unos días podíamos leer que se pueden comprar los abrazos, y además...que se pueden
comprar "a medida", o dicho de otro modo, hay variedad de abrazos en
el mercado para escoger.
Pero...
¿realmente los abrazos se pueden comprar?
Esos
abrazos que se compran, ¿cuánto duran?, ¿a qué saben?, ¿qué nos aportan?, ¿nos
satisfacen?, ¿acaso sustituyen a los "abrazos verdaderos", a aquellos
abrazos que no se compran, que se reciben de forma espontánea, sincera, por
parte de esa persona que nos los da, esa persona cercana, esa persona que es
alguien especial para nosotros?
Esos
abrazos comprados... ¿alimentan nuestro cuerpo y nuestra alma de la misma forma
que los abrazos que nos dan nuestros hijos, nuestros padres, nuestros amigos,
nuestras parejas...?
Cuando
la noche se cierne sobre uno y la soledad inunda su espacio, su lecho, su
tiempo, su ilusión...¿pueden los abrazos comprados reportar esa sensación de
plenitud y satisfacción que reportaría un abrazo si nos lo diera la persona
soñada, deseada, esperada...?
¿Puede un abrazo comprado hacernos vibrar, hacer que nuestra mirada brille, hacernos sentir que somos especiales?
¿Puede
un abrazo comprado quitarnos en un instante "el peso" que supone un día
de trabajo, puede hacernos sentir alivio cuando lo recibimos?
¿Puede, tal vez, conseguir que nuestro cuerpo se afloje, se calme, se sosiegue?
Nunca
he probado un abrazo comprado y discúlpenme quienes los venden, pero
después de haber vivido y sentido un abrazo verdadero, no creo en los
abrazos comprados.
Cuando
después de un largo día la oscuridad inunda mi habitación, deseo,
sueño, espero un abrazo verdadero, un abrazo que de momento la soledad
no me puede aportar. Pero personalmente sé que un abrazo sentido y
sincero es irremplazable por uno comprado. Pero esta es solo mi humilde
opinión.
Hay personas que después de haber vivido un abrazo, después de haberlo sentido, lo han expresado. Unas lo han hecho a través de la pintura, otras a través de la múscia, otras... en forma de poema.
Algunos
autores son conocidos, de gran relevancia y embergadura internacional.
Otros... otros son autores anónimos, no menos importantes que los
citados anteriormente, porque ellos también has sabido captar la esencia
de un abrazo verdadero.
Hoy propongo varios poemas dedicados a los abrazos. Son sólo una pequeña
muestra de los muchos que se han escrito a lo largo y ancho del tiempo,
de los muchos que se han escrito, supongo, desde la experiencia o desde
el anhelo de un abrazo de esa pesona especial...
ABRÍGAME EN TUS BRAZOS
Abrígame en tus brazos la noche está muy fría quédate a mi lado hasta que vuelva el día. Susúrrame al oído acaríciame la espalda cógeme la mano hasta que llegue el alba. Déjame acariciarte sentir que eres mía deja que te ame hasta el fin de mis días. Quiero seguir mirando esa bella sonrisa no me prives de tus ojos que son la luz que me guía. No dejes de besarme devórame la boca, déjame amarte hasta que llegue mi hora. Déjame acariciar tu cuerpo seguir todas tus curvas, hagamos el amor viajemos a la luna.
( Jesús )
ENTRE TUS BRAZOS (Poema # 35)
Me siento protegido, me siento querido entre tus brazos ya no encuentro el exilio. No quiero estar lejos de esos brazos que me queman como el fuego y nos funde en uno solo. He llorado, he sufrido me siento perdido pero entre tus brazos encuentro el camino. Yo quiero que me abraces y me beses pero sobres todo quiero que nunca te alejes yo quiero que me abraces y me ames pero sobre todo quiero que nunca me olvides.
M.H. (Martín Herrera)
DESDE TUS ABRAZOS
Desde tus brazos veo el mundo
sin miedo de perderme en él,
veo colores que no reconozco,
percibo aromas que creía extintos
y el que llenaba mi alma
muere con el roce de tus labios.
Mi sonrisa recupera su brillo
con cada mirada de tus ojos,
la oscuridad que envolvía
toda la distancia de mis días
desaparece al paso de tus caricias.
La esperanza perdida renace
sintiendo que tal vez esta vez
quizás sea cierto, y por fin,
mis noches encontraron su abrigo.
El futuro pareciera acercarme
presentimientos de felicidades,
cuando ya no buscaban mis pies
un lugar para descansar su suerte
artos de equivocar los pasos,
leyendo tantos dolores en verso.
Tus palabras quiebran el encierro
de mi pequeño y tímido corazón,
y todas las frases que uso, hoy
se resignifican en tu pecho
entendiendo que no fue en vano
no haber huido de mi vida,
creyendo que tan de repente
mi destino se acordó de mi fe
y llenó mi sombría soledad
de ilusiones como constelaciones celestes.
No sé escribir ahora, digo a tientas,
sin saber si llego a trazar
lo que dicta mi sentir.
Sólo sé que mi boca se deshace
al pronunciar tu nombre,
y todo mi cuerpo cree
haber encontrado ese abrazo,
ese que necesitaba mi rostro
para descansar del mundo.
Autor desconocido
HAGO GIRAR MIS BRAZOS
Hago girar mis brazos como dos aspas locas... en la noche toda ella de metales azules. Hacia donde las piedras no alcanzan y retornan. Hacia donde los fuegos oscuros se confunden. Al pie de las murallas que el viento inmenso abraza. Corriendo hacia la muerte como un grito hacia el eco. El lejano, hacia donde ya no hay más que la noche y la ola del designio, y la cruz del anhelo. Dan ganas de gemir el más largo sollozo. De bruces frente al muro que azota el viento inmenso
Pero quiero
pisar más allá de esa huella:
pero quiero voltear esos astros de fuego:
lo que es mi vida y es más allá de mi vida,
eso de sombras duras, eso de nada, eso de lejos:
quiero alzarme en las últimas cadenas que me aten,
sobre este espanto erguido, en esta ola de vértigo,
y echo mis piedras trémulas hacia este país negro,
solo, en la cima de los montes,
solo, como el primer muerto,
rodando enloquecido, presa del cielo oscuro
que mira inmensamente, como el mar en los puertos. Aquí, la zona
de mi corazón,
llena de llanto helado, mojada en sangres tibias.
Desde él, siento saltar las piedras que me anuncian.
En él baila el presagio del humo y la neblina.
Todo de sueños vastos caídos gota a gota.
Todo de furias y olas y mareas vencidas.
Ah, mi dolor, amigos, ya no es dolor de humano.
Ah, mi dolor, amigos, ya no cabe en mi vida.
Y en él cimbro las hondas que van volteando estrellas!
Y en él suben mis piedras en la noche enemiga!
Quiero abrir en los muros una puerta. Eso quiero.
Eso deseo. Clamo. Grito. Lloro. Deseo.
Soy el más doloroso y el más débil. Lo quiero.
El lejano, hacia donde ya no hay más que la noche. Pero mis hondas
giran. Estoy. Grito. Deseo.
Astro por astro, todos fugarán en astillas.
Mi fuerza es mi dolor, en la noche. Lo quiero.
He de abrir esa puerta. He de cruzarla. He de vencerla.
Han de llegar mis piedras. Grito. Lloro. Deseo. Sufro, sufro
y deseo. Deseo, sufro y canto.
Río de viejas vidas, mi voz salta y se pierde.
Tuerce y destuerce largos collares aterrados.
Se hincha como una vela en el viento celeste.
Rosario de la angustia, yo no soy quien lo reza.
Hilo desesperado, yo no soy quien lo tuerce.
El salto de la espada a pesar de los brazos.
El anuncio en estrellas de la noche que viene.
Soy yo: pero es mi voz la existencia que escondo.
El temporal de aullidos y lamentos y fiebres.
La dolorosa sed que hace próxima el agua.
La resaca invencible que me arrastra a la muerte. Gira mi brazo
entonces, y centellea mi alma.
Se trepan los temblores a la cruz de mis cejas.
He aquí mis brazos fieles! He aquí mis manos ávidas!
He aquí la noche absorta! Mi alma grita y desea!
He aquí los astros pálidos todos llenos de enigma!
He aquí mi sed que aúlla sobre mi voz ya muerta!
He aquí los cauces locos que hacen girar mis hondas!
Las voces infinitas que preparan mi fuerza!
Y doblado en un nudo de anhelos infinitos,
en la infinita noche, suelto y suben mis piedras. Más allá de
esos muros, de esos límites, lejos.
Debo pasar las rayas de la lumbre y la sombra.
Por qué no he de ser yo? Grito. Lloro. Deseo.
Sufro, sufro y deseo. Cimbro y zumban mis hondas.
El viajero que alargue su viaje sin regreso.
El hondero que trice la frente de la sombra.
Las piedras entusiastas que hagan parir la noche.
La flecha, la centella, la cuchilla, la proa.
Grito. Sufro. Deseo. Se alza mi brazo, entonces,
hacia la noche llena de estrellas en derrota. He aquí mi
voz extinta. He aquí mi alma caída.
Los esfuerzos baldíos. La sed herida y rota.
He aquí mis piedras ágiles que vuelven y me hieren.
Las altas luces blancas que bailan y se extinguen.
Las húmedas estrellas absolutas y absortas.
He aquí las mismas piedras que alzó mi alma en combate.
He aquí la misma noche desde donde retornan. Soy el más
doloroso y el más débil. Deseo.
Deseo, sufro, caigo. El viento inmenso azota.
Ah, mi dolor, amigos, ya no es dolor de humano!
Ah, mi dolor, amigos, ya no cabe en la sombra!
En la noche toda ella de astros fríos y errantes,
hago girar mis brazos como dos aspas locas.
Los abrazos que nunca te dieron, los abrazos que perdiste por el camino,
los abrazos que todavía te quitan el sueño, los abrazos versión Pedro
Almodóvar.
Un hombre escribe, vive y ama en la oscuridad. Catorce años
antes sufrió un brutal accidente de coche en la isla de Lanzarote. En el
accidente no sólo perdió la vista, también perdió a Lena, la mujer de
su vida.
Este hombre usa dos nombres, Harry Caine, lúdico seudónimo
bajo el que firma sus trabajos literarios, relatos y guiones, y Mateo
Blanco, su nombre de pila real, con el que vive y firma las películas
que dirige. Después del accidente, Mateo Blanco se reduce a su
seudónimo, Harry Caine. Si no puede dirigir películas se impone
sobrevivir con la idea de que Mateo Blanco murió en Lanzarote junto a su
amada Lena.
En la actualidad, Harry Caine vive gracias a los guiones que
escribe y a la ayuda de su antigua y fiel directora de producción, Judit
García, y de Diego, el hijo de ésta, secretario, mecanógrafo y
lazarillo.
Desde que decidiera vivir y contar historias, Harry es un
ciego activo y atractivo que ha desarrollado todos sus otros sentidos
para disfrutar de la vida, a base de ironía y una amnesia autoinducida.
Ha borrado de su biografía toda sombra de su primera identidad, Mateo
Blanco.
Una noche Diego tiene un accidente y Harry se hace cargo de
él (su madre, Judit, está fuera de Madrid y deciden no comunicarle nada
para no alarmarla). En las primeras noches de convalecencia, Diego le
pregunta por la época en que respondía al nombre de Mateo Blanco,
después de un momento de estupor Harry no sabe negarse y le cuenta a
Diego lo ocurrido catorce años antes con la intención de entretenerle,
como un padre le cuenta un cuento a su hijo pequeño para que se duerma.
La historia de Mateo, Lena, Judit y Ernesto Martel es una
historia de "amour fou", dominada por la fatalidad, los celos, el abuso
de poder, la traición y el complejo de culpa. Una historia emocionante y
terrible cuya imagen más expresiva es la foto de dos amantes abrazados,
rota en mil pedazos.
La música incidental de la película Los abrazos
rotos de Pedro Almodóvar es del prestigioso Alberto Iglesias. En la
película también aparecen temas interpretados por Miguel Poveda (A
ciegas), Cat Power (Werewolf), Can (Vitamin C) y Uffie (Robot Oeuf).
Flamenco, rock minimalista, música progresiva de los 70 y electro del
siglo XXI.
Miguel Poveda canta A ciegas, una zambra original de
Quintero, León y Quiroga, que popularizó Concha Piquer en 1953. Cat
Power aporta Werewolf a Los abrazos rotos. Una canción seca, lenta, con
guitarra acústica y cierto aire a Nick Drake. Werewolf (compuesta por
Michael Hurley) aparecía en su álbum You Are Free de 2003.
Can
fue una banda de rock experimental formada en Alemania en 1968 y con una
influencia posterior en la música electrónica, new-wave, underground y
ambient. Estadounidense establecida en París, Uffie es una cantante de
música electro. Su canción Robot Oeuf es un ejemplo de como una base
electrónica dura y esquemática puede sostener una voz y un tema pop.
Miguel Poveda - A ciegas
Yo muchas noches sentía cercano y al día tus pasos en la casa.
Gracias a Dios que has llegado que no te ha pasado ninguna cosa mala.
En tus manos, un aroma que trasminaba como el clavel pero yo lo echaba broma porque era exclavo de tu querer.
Que me he entretenido las cosas del juego y yo te decía cerrando los ojos lo mismo que a un ciego.
No tienes que darme cuentas a ciegas yo te he creído yo voy por el mundo a tientas desde que te he conocido.
Llevo una venda en los ojos como pintan a la fe no hoy dolor como esta gloria de estar queriendo sin ver.
Mi corazón no me engaña y a tu caridad se entrega duerme tranquilo se entraña
Ya a poco de iniciarse el film las notas de un piano, interpretando
una melodía con un cierto sonido aflamencado, como si el director
quisiera ubicarnos en nuestro país, pero en una época actual. Más tarde,
a medida que transcurre la acción y los personajes nos ubican en
diferentes épocas, las imágenes van acompañadas por un tema interpretado
por la orquesta. Recuerdos. Otros tiempos. Tristeza del pasado,
desconfianza en el futuro, soportados magníficamente por una triste
composición. Cuando la acción transcurre en ese pub musical una moderna
melodía permite a los personajes bailar al son de las notas que se
escuchan. Pensamientos. Conclusiones. Vuelven los recuerdos. Viaje en
coche. Culpabilidad. Accidente. Hospital. Son imágenes y sentimientos
que son subrayadas por una melodía oscura interpretada por los violines y
la orquesta magistralmente.
Para destacar la felicidad, la libertad se utiliza un tema más
alegre, menos clásico. Vuelven los violines y las composiciones clásicas
remarcando las conversaciones, el dolor, los recuerdos nuevamente y un
sonido repetitivo, lacerante. Las interpretaciones clásicas orquestales
acompañan las imágenes del rodaje y las conversaciones entre los
personajes, transformándose en un juego de armonías en las escenas de
amor, cariño, deseo, en las que además el tono va in crescendo al mismo
ritmo que el deseo. Emoción, peligro, desesperación, soledad son
sentimientos subrayados por los violines con incorporación de la
orquesta.
Para
las escenas de suspense y dolor se utiliza el sonido de los violines
sonando de forma chirriante que sirven de introducción a la percusión.
Más tarde, el piano interpreta unas notas repetitivas que van
acompañadas por toda la orquesta transformándose en una especie de
marcha épica para destacar la preocupación de los personajes. Punteo de
una guitarra se escucha, durante la huida en el coche, dando entrada a
una voz femenina que remarca el deseo de los protagonistas de ser
libres. De vivir su amor. Las imágenes de la playa son destacadas por
los violines que interpretan una melodía a la que se incorpora la
orquesta para subrayar el suspense del seguimiento que se le hace a la
pareja protagonista.
En las siguientes escenas, vuelve la orquesta interpretando una
melodía que marca la tristeza del protagonista, rodeado por la felicidad
del entorno. Punteo de guitarra para dar entrada a la sección de
cuerdas de la orquesta, dando realce a la esperanza en el futuro.
Pasado. Lluvia. Amor. Olvido. Retorno. Melodía final que acompaña la
esperanza de los personajes hacia el futuro.