“Perder a álguien por miedo, dejar pasar el amor de verdad por
temor al dolor, malgastar la existencia y el talento en un trabajo
absurdo, guiarse por la esperanza y no por la experiencia... ¿La vida?, la vida es eso que discurre mientras tratas de
averiguar qué es la vida, soltó John Lennon, se vive en un país en el
que suceden cosas, las cosas pasan y quedan en los libros de historia,
la historia personal la conforman recuerdos y personas, las personas van
y vienen...Hasta que una noche de lluvia, quedan grabadas a fuego en el corazón.”
Fragmento de la película "El mismo amor, la misma lluvia".
Apaga las luces; deshaz la cama. Baja estas voces Dentro de mi cabeza.
Descansemos juntos; No me digas mentiras. Sólo abrázame cerca; No seas condescendiente.
No seas condescendiente conmigo.
Porque no puedo hacer que me ames Si no quieres. Tú no puedes hacer que tu corazón sienta Algo que no puede. Aquí en la oscuridad En estas últimas horas, Voy a escuchar mi corazón Y voy a sentir el poder; Pero tú no lo harás. No, tú no. Porque no puedo hacer que me ames Si no quieres
Voy a cerrar mis ojos, Así no voy a ver El amor que no sientes Cuando me estás abrazando.
La Mañana vendrá, Y voy a hacer lo correcto; Sólo dame hasta entonces Para renunciar a esta lucha.
Te esperaba en el alambre del día, comiendo latidos, sofocando el grito
de los huesos. A veces, sin embargo, cuando las poleas levantaban
relámpagos y la noche sabía a almacén, callaba. Recordaba entonces las
cosas pequeñas: la luna húmeda que encendía nuestros pasos junto al
muelle o las palmeras amarillas de Tozeur o aquel lento cometa, sobre
los montes caudalosos, a cuyo paso imaginamos la vejez. Te esperaba,
deshabitado, acariciando el tiempo. Ahora que se ha
endurecido tu imagen, no sé dónde guardas el pan, dónde los quicios, las
rodillas familiares, los ídolos de tu olor; he olvidado cuándo
regresarán tus manos. Aquí, mientras tanto, ascensores, transeúntes,
horas que escupen lágrimas. Te esperaba. Hablábamos de cosas
sencillas. E ingería la ropa, los pezones, tu mínima tos. Después
salíamos a cenar como si nos hubiera amenazado un ángel.
¿Cómo podemos aumentar nuestro carisma? ¿Cuál es la manera más empática
de saludar? ¿Qué importancia tienen los abrazos en nuestra relación con
los demás? ¿Por qué nos comportamos de una determinada manera y no de
otra, aun siendo conscientes de que nos equivocamos?¿De qué sirve llorar? ¿Qué podemos hacer para cambiar nuestra
suerte? ¿Cómo aprendemos a tener miedo? ¿A partir de qué edad empezamos a
mentir? ¿Por qué sentimos envidia? ¿Cuántos amigos necesitamos para ser
felices? ¿Podemos evitar estresarnos sin necesidad? ¿Por qué le importa
más a un hombre que a una mujer que le rayen el coche?
A éstas y muchas otras preguntas, trascendentales y cotidianas, responde Elsa Punset en este libro de Una mochila para el Universo,
que nace como una «pequeña guía de rutas variadas» que transitan por la
geografía de las emociones humanas con el propósito de hacernos más
fácil comprender lo que nos rodea, reconocer la importancia de nuestras
relaciones con los demás, descubrir que es mucho más lo que nos une que
lo que nos separa, encontrar formas eficaces de comunicarnos, gestionar
la relación entre el cuerpo y la mente, potenciar el caudal de alegría
que encerramos, organizarnos para lograr fijar y cumplir nuestras metas y
ayudar al cerebro humano a contrarrestar su tendencia innata «a la
supervivencia miedosa y desconfiada».
Elsa propone mirar hacia nuestro interior para intentar descubrir los mecanismos que influyen y condicionan nuestro estado de ánimo.
Así, dirige su objetivo hacia dentro del ser humano y se centra en
temas tan interesantes y curiosos como las etapas por las que transcurre
el amor, la función de las lágrimas, el lenguaje no verbal, el origen
del miedo, las causas de la envidia, de la mentira y la importancia de
nuestras relaciones con los demás.
Elsa Punset lo tiene claro: «No necesitamos tanto como creemos: en una
mochila ligera cabe lo que nos ayuda a comprender y a gestionar la
realidad que nos rodea». En definitiva, una guía indispensable para
entender a los demás y manejarse con éxito en eluniverso de las
emociones: «Me apetecía explicar los grandes mecanismo de cómo somos por
dentro y, luego, dar muchos gestos cotidianos que nos ayuden al reto de
vivir, y de vivir lo mejor posible».
El punto de partida del libro está en un fin de semana cualquiera en
el que la autora se encuentra ordenando viejos documentos en su despacho
en compañía de su hija Alex. A partir de ahí empieza a plantearse
diferentes cuestiones. Os dejo unas pinceladas de cada una de ellas…
- ¿Cuánto amor necesitamos?
En la primera ruta la autora destaca la importancia del abrazo, e
incluso especifica la duracion mínima que ha de tener para que pueda
consolidarse el proceso químico correspondiente en el cerebro que son
exactamente seis segundos.
- La segunda ruta emocional habla de los gestos
que expresan y consolidan el amor, de la explicacion cientifica de la
química de un primer beso, los trucos para mantener viva una relación a
largo plazo, e incluso de los consejos para acertar con el regalo
perfecto para la otra persona.
- Ruta 3: Los valles del desamor y de las pérdidas. ¿Sabíais
que el 99 por ciento de las personas han experimentado las
consecuencias del desamor? Digamos que el enamoramiento se parece a una
adicción en toda regla: genera buenas dosis de norepinefrina, de
dopamina, de serotonina y de testosterona.
- Ruta 4: Los laberintos de la mente.
Estamos atrapados en nuestra visión subjetiva del mundo. El cerebro
humano está diseñado para interpretar de una cierta manera las señales
que recibe de los sentidos. Cuando la retina se fija en un objeto, no
capta cada detalle, sino que es el cerebro el que decide que es más
importante en esa información.
- Ruta 5: Tormentas y borrascas: la gestión de las emociones negativas.
Las emociones negativas, como la tristeza, el desprecio o la ira, no
son buenas ni malas: son útiles o son perjudiciales, y todas ellas
tienen una razón de ser evolutiva. La ira es, en realidad, una especie
de autosecuestro. La parte maás emocional de la mente se apodera de
nosotros en detrimento de la racional. Si el cerebro cree que hay un
peligro, envía toda la información directamente a la amigdala,
despreciando el cerebro racional.
- Ruta 6: ¿Quieres cambiar de rumbo?
Los seres humanos necesitamos estabilidad, aunque demasiada puede
significar que hemos renunciado a utilizar nuestras capacidades y
nuestra creatividad, y que nos encerramos en un papel y en un guión
aprendido en la infancia que tal vez no nos hace felices.
- Ruta 7: Los vientos que me mueven.
Las emociones son el resultado de como experimentamos, física y
mentalmente, la interacción entre nuestro mundo interno y el mundo
externo. En esta ruta encontramos las herramientas para manejar la
diversidad emocional y la empatía.
- Ruta 8: Un mundo enorme para tan poca cosa.
Según el psicólogo de la Universidad de Tel Aviv Carlo Strenger, hay
una epidemia moderna que podriamos llamar ≪miedo a la insignificancia≫, a
no ser nada a los ojos de los demás.
- Ruta 9: Pequeños refugios para retomar fuerzas
¿A qué podemos recurrir para ayudarnos a alcanzar la meta de plantarnos
cada día con una visión positiva de la realidad? Sin duda, a la
sonrisa. Según los científicos, sonreir ayuda a ser feliz, incluso a
aquellos que no tienen ganas de hacerlo. Otro gran refugio es el sueño.
En este apartado, Elsa Punset realiza un listado con las técnicas para
conseguir conciliarlo (fijar un horario, hacer ejercicio, tomar una
ducha caliente antes de irse a la cama…)
- Ruta 10: Sombras en la niebla: el lenguaje secreto de las personas.
¿Qué pistas deja el mentiroso? Al explicar una mentira, se liberan unas
sustancias químicas que inflaman el tejido interno de la nariz, esta se
hincha un poco y sentimos la necesidad de rascárnosla. ¡Nos ha
literalmente, crecido la nariz! Entre ellos y ellas, las mujeres suelen
ser algo más habilidosas con las mentiras.
- Ruta 11: Salir a la luz del día.
Hablar en público es algo que a casi todo el mundo asusta. El motivo
que algunos estudiosos han hallado es que, al convertirnos en el centro
de atención, el cerebro se vuelve particularmente rápido a la hora de
reconocer determinados tipos de caras en la audiencia, sobre todo
aquellas que podrían desvelar pensamientos poco amables hacia nosotros.
Un detalle, ¿sabéis cuánto se tarda en causar una primera impresión? La
respuesta es 15 segundos.
- Ruta 12: Señales de humo para llamar la atención del resto del mundo.
Incluso nuestra forma de dar la mano revela datos importantes sobre
nosotros. Hay formas de saludo más agresivas que otras. En este apartado
sabremos cuales son las reglas de oro para lograr que encajar las manos
nos deje en el mejor lugar posible ante nuestro interlocutor.
- Ruta 13: La felicidad por dentro.
Existen diversos elementos que ayudan a inclinar la balanza de la
felicidad hacia un lado u otro: el sexo, (si se es mujer, se tiene
tendencia a ser un poquito más feliz); el estado civil (la gente en
pareja suele ser más feliz); el trabajo, el dinero, la salud…
- Ruta 14: El viaje interior.
La mayoría de los estudios indican que las personas son más felices
cuando se centran en vivir el presente. Algunas pautas que se podrían
seguir para lograr centrarse en el presente pasan por no hacer
movimientos inútiles, caminar diez pasos descalzo y a conciencia o comer
algo que nos guste prestándole toda nuestra atencion.
- Ruta 15: La felicidad por fuera.
Durante la infancia desarrollamos patrones emocionales, en función del
entorno y la genética, con los que nos relacionamos con el resto del
mundo y que determinan nuestras creencias y reacciones frente al amor,
la curiosidad y el miedo.
- Ruta 16: Atajos para vencer los cambios y la pereza.
No es fácil aprender a ser más abiertos a los cambios de parecer, si la
situación lo requiere. Nuestros cerebros están diseñados para tomar
atajos y adquirir informaciones que les permitan aferrarse aun mas a sus
creencias. Además, nuestra mente siempre buscará excusas en el momento
de ponernos manos a la obra con cualquier actividad. Para lograr cambiar
esta dinámica hay que vencer esa especie de reticencia inicial de
nuestra propia mente.
- Ruta 17: Alcanza las cumbres de la creatividad.
En esta ruta Elsa Punset nos ofrece diez rápidos trucos para llegar a
ser creativos: utilizar el color azul,que fomenta el pensamiento
asociativo, soñar despierto, buscar estímulos en el lugar en el que
vives…
- Ruta 18: Caminos directos para encontrar la suerte y alcanzar tus metas.
Muchas veces el ser humano tiene una sensación de impotencia frente a
los vaivenes de la vida. En esos casos, culpar de todo a la suerte nos
resulta muy sencillo. ¿Por qué hay tantos supersticiosos? Pues porque
recurrir a la fortuna nos parece que puede ayudarnos a controlar el
factor suerte mediante rituales o magia.
- Ruta 19: Abrirse paso en la maleza.
El estres es la manera física y emocional con que respondemos a las
presiones diarias. Vivimos en una época en la que parece que el estres
se ha convertido en algo parecido a una epidemia mundial.
- Ruta 20: Los recursos de la naturaleza abundante.
Saber valorar lo que uno tiene es fundamental para poder desarrollar
una existencia en positivo. ¿Cómo sentir más gratitud en la vida? Hay
que agradecer tanto lo que a uno le gusta de la vida como lo que no te
gusta tanto.
- Ruta 21: Un viaje ligero de equipaje.
Vivir el presente es el verdadero reto, y, aunque haya que asumir que
puede resultar difícil, la mente humana tiene el potencial para salir
del círculo vicioso de las programaciones inconscientes negativas. La
última intención ha de ser la de vivir con atención plena, con la
capacidad de centrarse en el momento presente, gestionando la tendencia
de la mente a divagar hacia el pasado o el futuro.
Este libro nos puede enseñar a hacer de nuestra propia
vida una mochila ligera y guardar todo aquello que nos ayuda a
comprender y a gestionar mejor la realidad que nos rodea.
Los residentes de la cercana Ciudad del Cabo tienen que explicárselo con frecuencia a los turistas. El punto más meridional del continente es el mucho menos famoso cabo de las Agujas, 150 kilómetros al sudeste del cabo de Buena Esperanza y a unos 170 kilómetros de Ciudad del Cabo.
En general, el motivo que suele darse para explicar la fama, y el nombre, del cabo de Buena Esperanza es su gran importancia psicológica: era el punto
a partir del cual los marineros, en el largo trayecto descendente a lo
largo de la costa oeste africana de camino al Lejano Oriente, empezaban a
navegar por fin en dirección este en lugar de sur.
Por otro lado, es posible que se tratara de un ejemplo temprano de estrategia de marketing. El Cabo de Buena Esperanza fue bautizado así por el primer
navegante conocido que lo rodeó, que no es otro que el portugués Bartolomeo Dias en el año 1488. Y lo bautizó así por ser éste el lugar en el que albergó la “esperanza” de poder abrir una vía de comunicación marítima con Oriente, tarea para la que se embarcó. Este turístico lugar no es el punto más austral de África,
aunque eso no hace que obviemos que se halla
en un lugar espectacular e impresionante, dentro de la Península del
Cabo, en un parque natural en el que existen playas de blanquísima arena
y senderos que nos conducen a promontorios desde los que se domina el
océano.
Bartolomé Díaz (1451-1500), el navegante portugués que descubrió el cabo de Buena Esperanza y el primer europeo en finalizar el espeluznante viaje alrededor del pie de África, lo llamó "cabo de las Tormentas". Su patrón, el rey Juan II de Portugal (1455-1495), que deseaba animar a otros a que adoptaran esa nueva ruta comercial, le corrigió y lo rebautizó como "cabo de Buena Esperanza".
El monarca falleció sin descendencia a los cuarenta años de edad. Bartolomé Díaz
falleció cinco años después. Naufragó durante una tormenta terrible que
se llevó cuatro naves y a todos sus marineros, frente al cabo al que tan ominosamente había bautizado.
El cabo de las Agujas es igualmente traicionero y debe su nombre a las afiladas rocas y a los arrecifes que infestan sus aguas enfurecidas.
No son precisamente aguas sosegadas, sino más bien todo lo contrario.
Este cruce interoceánico es bien conocido por los marinos de todo el
mundo a causa de los fuertes vientos que azotan la
zona, las gigantescas olas que se generan – se han llegado a registrar
olas de 30 metros en la zona – y la escarpada línea costera con la que
cuenta; todo ellos factores que han provocado el hundimiento de
numerosos barcos a lo largo de los últimos siglos. Por ello la ciudad local alberga un museo del naufragio que conmemora "un cementerio de barcos".
Gracias a que está muy aislada y a que la playa es inaccesible y muy rocosa, se trata de una zona rica en fauna y flora. En tierra firme, acoge a la microrrana Microbatrachella capensis, en grave peligro de extinción, y a la alondra aplaudidora de las Agujas (Mirafra [apiata] majoriae), cuyo ritual de apareamiento incluye un batido de alas muy ruidoso.
En las aguas frente a la costa y entre mayo y agosto, el mar hierve con miles de millones de sardinas sudafricanas (Sardinops sagax) en plena migración. Estos bancos forman una de las mayores congregaciones de vida salvaje del planeta y
equivalen a las grandes migraciones de ganado salvaje en tierra firme.
Pueden llegar a extenderse a lo largo de seis kilómetros de largo y dos
de ancho. Cientos de miles de tiburones, delfines, focas y aves marinas
viajan en pos del banco, del que se alimentan pero al que apenas afectan
en su conjunto.
El cabo de las Agujas está a 34º 49' 58" S y 20º 00' 12" E y es el punto que separa oficialmente los océanos Atlántico e Índico. Si navegara frente a él, mirando a esta costa relativamente normal que se va curvando de forma gradual, es muy probable que no se diera cuenta de ello, a no ser que viera el mojón que marca el punto exacto de la punta.
"No hay en Agulhas nada que no sea la reflexión del viajero, la mirada sobre la historia."
Aquí es donde cobra sentido la historia, la pasión por los viajes y
su pasado. Cape Agulhas no es sólo un punto geográfico significativo, es
el emblema de muchos años de lucha por hacer mapas sobre las olas. Es
parte de la historia de los fenicios, que se cree rodearon África allá
por el 600 antes de Cristo; la de los árabes y sus expediciones en el
siglo VII por toda la costa del continente; la posible llegada de los
chinos a principios del siglo XV, tras el envío de una gran flota de la
que se duda que pudiera haber llegado a todo el mundo hoy conocido,
incluida América (lean si pueden el libro 1421, el año en que China
descubrió el mundo); del portugués Bartolomé Dias, que en 1488 fue el
primer europeo en doblarle el espinazo a este continente y abrir una
ruta a Asia que completaría su compatriota Vasco de Gama diez años
después; de la primera vuelta al Mundo de Magallanes y Elcano… Cape Agulhas es todo eso, es el emblema de siglos de descubrimientos
sobre el agua. En el Cabo de las Agujas
el mar, aseguran,que habla. Sólo hace falta aguantar la mirada.