Un
toro es una superficie de revolución generada por una circunferencia
que gira alrededor de una recta exterior coplanaria (en su plano y que
no la corta).
El toro genera un hueco en su interior, apropiando la forma semejante a un neumático recargado, o a una dona.
Un
volumen tórico o toro sólido es un objeto tridimensional obtenido
mediante el producto cartesiano de un disco y una circunferencia.
La
superficie descrita, dada la topología relativa de R3, es homeomorfa
con el toro topológico mientras éste no intercepte con su propio eje.
En el mundo de los videojuegos de estrategia es fácil observar cómo los personajes que intervienen, cuando viajan hacia el norte reaparecen en el sur, como si le hubiesen dado la vuelta al mundo. Asimismo, cuando llevan una trayectoria hacia el fondo en el oriente, reaparecen en el occidente y viceversa. El sitio virtual donde este efecto acaece lleva el nombre de mundo toroide por las características matemáticas anteriormente descritas. El jugador siente la pseudo impresión de un mundo esférico.
Uno
de los sistemas más promisorios para obtener electridad a partir de la
fusión nuclear controlada se basa en el confinamiento magnético del
plasma a elevadísimas temperaturas dentro de un espacio-circuito
toroidal como el tokamak o el Thorus, también muchos aceleradores de
partículas recurren a una forma casi toroidal.
Cientos de objetos cotidianos tienen forma de toro: un dónut, una rosquilla, la cámara de un neumático, etc.
FERDINANDO EL TORO
Es una obra que tiene un doble mensaje educativo: por un lado se
presenta como un alegato a favor de la paz y la no violencia y, por
otro, es un interesante cuento destructor de estereotipos.
El
cuento narra la historia de un toro muy especial: Ferdinando jamás
embestía y amaba por encima de todas las cosas el olor de la flores. Un
día sufrió una picadura de avispa que provocó su enfurecimiento, justo
en el momento en el que varios picadores buscaban un toro bravo. Se lo
llevaron a la plaza de toros y una vez allí no solo no envistió al
torero sino que se dedicó a oler las flores que lucían las mujeres
presentes en la plaza, así que fue devuelto a la dehesa, donde todavía
vive feliz...
Ferdinando el toro, es una propuesta por la
libertad de los derechos individuales y el respeto por la diferencia. Es
un clásico de la literatura infantil y sorprende el año en el que fue
escrito (1936) porque es un texto de máxima actualidad.
En 1938, disney realizó un corto de dibujos animados basado en este
hermoso cuento que fue galardonado con un oscar de la academia.