Esas piedras reciben el nombre de balastro o balasto
que es, según el diccionario: la ‘capa de grava o de piedra machacada,
que se tiende sobre la explanación de los ferrocarriles para asentar y
sujetar sobre ella las traviesas’.
El balasto sujeta la vía en su emplazamiento y le proporciona el
drenaje adecuado, a la vez que reparte la presión bajo la traviesa para
impedir que el subsuelo blando se dañe con el peso de los trenes
(deformando con ello el trazado de la vía). Ofrece una superficie sólida
pero con una cierta elasticidad que permite absorber las vibraciones.
El tamaño del balasto se encuentra entre 2,5 y 6 cm, el adecuado para
que, bajo la presión de los trenes, estas piedras se ajusten unas con
otras formando un armazón capaz de distribuir el peso hacia afuera y
hacia abajo. Y para permitir un drenaje rápido de las aguas pluviales y
la evaporación de la humedad del subsuelo.
El grosor de la capa de balasto depende del tipo de trenes que tengan
que circular por la vía. Para trenes de alta velocidad se coloca una
capa de 30 cm de grosor, pero en otros trenes de menor velocidad el
grosor es de unos 22 cm. Si la vía está asentada sobre una tierra
blanda, se extiende el balasto sobre una capa de arena.
La capa de balasto sobresale de las traviesas por sus extremos
formando una banqueta que, frecuentemente, tiene en las curvas mayor
grosor y sobresale aún más para resistir la presiones laterales,
evitando que los raíles se desplacen hacia afuera y se modifique el
ancho de vía. Los raíles soldados necesitan que esa banqueta de balasto
sea igualmente ancha en los tramos de vía rectos, para, de ese modo,
impedir que se curven con tiempo caluroso.
En algunos puentes, túneles, trayectos urbanos… el balasto se
sustituye por una placa de hormigón, siendo éste un sistema que goza de
ventajas sobre el balasto tradicional. Admite mayor carga, es más seguro
y fiable, disminuye las vibraciones y cuesta menos de mantener, amén de
que es el más adecuado para los trenes de alta velocidad; pero es mucho
más caro que el balasto, por lo que su uso se limita.
Nota sabionda: Antiguamente, el material que más se
utilizaba era la piedra caliza triturada, ya que era muy abundante, En
la actualidad se usan piedras más duras, como el granito o grava lavada.
Nota sabionda: La presión bajo una traviesa, con un tren circulando sobre ella, puede llegar a ser de 6,8 kg/cm2.
Fuente:
http://www.sabercurioso.es
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