¿Oyes el mar?
Eternamente estaremos escuchándolo.
Lo llevaremos dentro como la sangre, como la paz
como te llevo a ti misma.
Todo, todo irá acabando: la tristeza, la vida,
la soledad tan grande en que me has dejado.
Sólo el mar, amor mío, el mar sigue existiendo.
Me asomo: lo contemplo desde esta tarde lenta,
desde esta fría y herrumbrosa baranda
adonde no te asomas.
Amor, no estás conmigo. ¿Ves el silencio en torno?
Baja como las olas,
me roza como el río de tu piel,
se aleja para siempre.
Tú, mar, eterno mar de mi sueño,
sueño ya tú, lejana, irremediable.
El viento te acaricia. Yo soy el viento.
Pero estoy solo.
Y tú, tú estás lejana.
Sólo el mar te recuerda, te vive, te arrebata.
Siento tus labios, que es sentirte entera;
siento tu carne, calladamente mía.
Mis manos en el aire te dan vida,
y la playa, ya inútil sin tu huella,
deshabitada y torpe se aleja como el día.
Sólo la tarde existe;
existe y va muriendo. Unos dedos de espuma
me agitan los cabellos;
unas hojas doradas por el sol van cayendo.
Quizá son tus palabras,
quizá el cerco ya inútil de tus brazos.
Escucha, amor, te voy nombrando
como te nombra el mar. Algún abismo
se quiebra no sé dónde, y este mar que respiro
no es el mío
con capiteles rotos y con mirto.
Es tu terrible mar, tu ecuatoriana selva,
como tú, tormentosa; como tú, quieta, insospechada, dulce,
y otra vez angustiosa y arrebatada. Amor,
me vas muriendo. Este mar que era nuestro
me mira indiferente. Quisiera levantarme
como un viento tremendo
y sacudir las velas, descerrojar los brazos,
morirme a chorros.
Pero sólo el silencio. Yo, acodado en en el aire,
contemplo tu recuerdo.
No hay más que arena.
La ciudad, a lo lejos, se desdibuja.
Es un humo borroso como el olvido.
Ahora estiro los brazos y te busco.
Aquí están nuestras rocas. El mar se mira en ellas;
también te busca.
Una estrella de mar va acariciando mi sombra:
mi sombra que, sin la tuya, no es más que un pozo seco.
Esta tarde es como media vida: la media que me falta.
La que tú te has llevado.
No, no has venido.
Eternamente no vendrás. Caerán constelaciones,
se hundirán montes, siglos, tempestades,
y no vendrás. Y yo estaré mirando
lo que nos une todavía: el mar.
Un buque remotísimo buscará el horizonte;
pasará una pescador con sus cañas al hombro.
Sólo tú no vendrás.
No vendrás nunca.
Hoy hago el amor, con otra persona
pero el corazon por siempre tuyo es
Mi cuerpo se da y el alma perdona
Tanta soledad va hacerme enloquecer
Contare que es amor
Jurare que es pasion
y dire lo que siento con todo cariño
y en ti pensare dejare el corazon
sere todo emocion...
La verdad es que miento
que vivo pensando si te olvidare
Cuando al fin acabo la ilusion que invente
y se va la emocion yo quisiera tambien ver el tiempo correr
Ya no se quien me amo
Que habre dicho? No se
y es entonces que entiendo se mide el amor
Cuando acaba el placer
Sigues dentro de mi pecho y vives recordando
Cuando pienso en ti yo pienso que te estoy amando
y cuando llega el deseo es tu nombre el que llamo
Puede que no seas tu pero es a ti a quien amo
Contare que es amor
jurare que es pasion
y dire lo que siento con todo cariño
y en ti pensare dejare el corazon
sere todo emocion...
La verdad es que miento que vivo pensando si te olvidare
Cuando al fin acabo la ilusion que invente
y se va la emocion yo quisiera tambien ver el tiempo correr
Ya no se quien me amo
Que habre dicho? No se
y es entonces que entiendo se mide el amor
Cuando acaba el placer
Sigues dentro de mi pecho y vives recordando
Cuando pienso en ti yo pienso que te estoy amando
y cuando llega el deseo es tu nombre el que llamo
Puede que no seas tu pero es a ti a quien amo
Las escaleras son una de las construcciones mas antiguas en la historia
de la arquitectura, éstas siempre han jugado un papel central en la
historia de la humanidad, aunque resulta difícil decir exactamente en
que año nacieron, se estima su aparición hacia el año 6000 antes de
cristo. Estas parecen cambiar de forma con el cambio de las eras
arquitectónicas, reflejando las tendencias utilizadas en las distintas
eras y revelando el talento de quienes las diseñaron.
Las primeras escaleras en la historia eran precarios troncos encastrados
entre si que se utilizaban para adquirir posiciones estratégicas para
la supervivencia. En un sentido básico, el primer uso que se le dio a
las escaleras fue el de superar las dificultades que presentaba el
terreno, como valles o montañas, el objetivo era poder transitar estos
accidentes geográficos lo mas rápido posible, moverse hacia arriba
significaba a menudo moverse a un lugar de mayor seguridad, entonces,
esto podría haber significado en esa época la diferencia entre la vida y
la muerte, era entonces muy importante, poder moverse rápidamente, de
ahí la importancia de las escaleras.
En la historia de las escaleras estas surgieron primero como solución a
un problema concreto, aunque años después se encontró en China la
primera escalera de granito que llevaba a la montaña sagrada en Tai
Shan, esto indica que una de las utilidades que se le dio a las
escaleras en su historia fue con fines religiosos. Confucio en una de
sus historias dice haber subido esta escalera hasta la cima en el año 55
antes de cristo. La escalera servía en sentido figurado para ascender a
la altura divina, como conexión entre la tierra y el cielo. Otros
ejemplos de escaleras construidas con fines religiosos son: la escalera
bíblica de Jacob, la torre de babel, la cual era una torre helicoidal,
las pirámides de Egipto que contaban con escalones, la llamada escalera
celestial de Shantung en China y las escaleras astronómicas de la India,
una particularidad de las escaleras de la India es que estas tenían
también utilidades científicas además de religiosas. Todas estas
escaleras tienen algo en común, estas simbolizan el ascenso y entrega
hacia la luz, el sol, y hacia el camino de los dioses.
Luego nacieron las primeras escaleras caracol que se utilizaban en
castillos por razones militares, la proliferación de escaleras caracol
en los castillos de debió al hecho de poder brindar posiciones
estratégicas a los soldados que defendían el castillo, estas escaleras
caracol solían construirse sin barandas y dando ventaja al soldado que
se encontrara en la parte superior, este tendría suficiente espacio para
poder maniobrar su espada con la mano derecha, por el contrario, el
soldado ubicado en la parte inferior tendría bloqueado parte del rango
de movimiento de su mano derecha por la pared, y además, su cabeza
estaría a una altura fácil de alcanzar por su adversario, lo que lo
hacia un blanco fácil, el hecho de no utilizar barandas no era casual,
dado que el objetivo era poder empujar al adversario al vacío.
Las escaleras en la antigüedad
El final del siglo XIX es considerado por muchos como la era de oro de
la construcción de escaleras, Peter Nicholson desarrolló un sistema
matemático para escaleras y barandas acercando el arte de las escaleras a
los trabajadores de la madera y el metal. Para fines de 1980 Eva
Jiricna de Londres comenzó a diseñar escaleras en vidrio y acero
inoxidable lo que daba a las escaleras un aspecto futurista y elegante.
Hoy en día es cada vez más común salir del diseño convencional de hierro
y madera y pasar a materiales distintos como el acero inoxidable, el
vidrio, y el titanio.
Os dejo una lista con algunas de las escaleras más impresionantes del mundo.
Un verdadero reto al vértigo. Creadas aprovechando los recovecos de
montañas y accidentes geográficos, y en ocasiones directamente en el
propio terreno a recorrer. Distribuidas en distintos lugares del
planeta, estas son “Las Escaleras más Sorprendentes del Mundo”:
Las escaleras al cielo (Monte del Esplendor)
Es el sistema de escaleras más grande del mundo y está situado en el
Monte Hua o Monte del Esplendor. Hua es una de las cinco montañas
sagradas de China y una de las atracciones turísticas más populares de
éste país.
Subir estas escaleras representa un verdadero desafío. Muchos
desisten por la interminable cantidad de escalones y las dificultades
que representa hacerlo. Algunas de las escaleras que conforman ésta
larga caminata de 6 km. tienen un ángulo muy elevado para subirlas. Aun
así, el ascenso al monte Hua es una de las actividades más excitantes
del mundo para los amantes del trekking.
Tianmen Shan (La Montaña de la Puerta al Cielo)
Tianmen Shan (La Montaña de la Puerta al Cielo) es una cueva de arco
natural erosionada a través de un sinclinal. Está localizada a más o
menos 8 km al sur de la ciudad de Zhangjiajie (anteriormente Dayong) en
la provincia norteña de Hunan, China. Se llega a esta desde Zhangjiajie
usando lo que puede ser el Skytram más largo del mundo (7.5 km) y el
cual conecta con un viaje en bus por un camino con mucho viento, seguido
por unas escaleras con 999 escalones.
Los escalones de la cascada
Ubicadas en el denominado Bosque Negro, en Wurzburg, Alemania. Como
salidas de un cuento de Hans Christian Andersen, tenebrosas y
magníficas, estas escaleras se dirigen a una cascada y otorgan una vista
que hace que sean fotografiadas por miles de turistas todos los años.
Los Peldaños del Cañón
Localizadas en Pailon del Diablo, en Ecuador. Pensadas para descender
hasta el fondo de una de las cascadas más famosas de Sudamérica, el
camino, sumido en la niebla en muchas ocasiones, es sumamente
resbaladizo y empinado durante varias decenas de metros, hasta un
mirador donde se puede comprobar un efecto espectacular, acompañado de
colibríes, gaviotas y otras aves locales.
El pozo de Chand Baori
Estas escaleras pertenecientes al Templo de Chand Baori llevan hasta
un enorme pozo, construido en el siglo X para paliar la falta de
lluvias en la región y acumular agua para largas temporadas. La
estructura tiene un total de 3.500 escalones y bajan hasta una
profundidad de 30 metros .
Escaleras de las montañas de Elbe Sandstone
En Dresde, Alemania nos encontramos con éstas peculiares escaleras
talladas en la propia piedra de estas montañas. Datan del siglo 13 y han
sido erosionadas por el viento y el agua, pero ahí siguen, siendo
utilizadas a diario por las turistas. 487 escalones que, aunque no lo
parezca, fueron restaurados y ampliados en el siglo XVIII para facilitar
su tránsito.
El Peñón de Guatapé
Localizadas en la localidad de Antioquia, Colombia se erige un
auténtico monolito de piedra de 220 metros de altura. Los escalones
están construidos con cemento, directamente sobre la roca y
aprovechando una curiosa hendidura que facilitaba situar la estructura.
Unos 702 escalones son los que hay que recorrer para llegar a su cima.
La escalera Haiku
En Oahu, Hawai, éstas escaleras de metal de la pequeña isla de Oahu
tiene 3.922 escalones, que suben, cruzan y bajan por una colina de 850
metros . Fueron creadas para facilitar la instalación de una antena en
1942. En principio de madera, se modernizaron en los 50, pero desde 1987
están cerradas al público.
Escalera Vía Crucis
Esta interminable hilera de escaleras se encuentran en Bermeo, País
Vasco, España y une con la costa el peñón donde se encuentra una pequeña
iglesia datada en el siglo X y que parece ser de origen templario. Para
llegar a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe hay que subir 231
peldaños y existen huecos en los escalones que son identificados como
las huellas del propio San Juan, a los que se les otorga diferentes
poderes curativos. Por ejemplo, hay que meter los pies en ellos como
solución para los callos o se dejan sombreros, pañuelos o chapelas, para
curar el dolor de cabeza.
Escalera de caracol en las montañas de Taihang
Ubicadas en la demarcación entre las provincias de Shanxi y Henan, en
China, esta escalera de caracol de casi 100 metros de altura se han
instalado recientemente con la intención de atraer a miles de turistas
al año a las bellas montañas de Taihang.
Antes de acometer la ascensión se pide a los visitantes que firmen
formularios que aseguren que no tienen problemas del corazón o de
pulmones; y que son menores de 60 años. Y es que un resbalón en una
escalera metálica tan estrecha sin duda te puede llevar al cielo, como
dice la canción de los Led Zeppelin.
Wayna Pichu
Estas escaleras talladas en una roca que coronan un ascenso de unos
360 metros desde el propio Machu Pichu, Perú. En algunos tramos, el
ascenso se complica al pasar por tramos angostos y con escalones
pequeños y erosionados. El tiempo calculado de ascenso está entre una
hora y 90 minutos. Se dice pronto: ¡90 minutos subiendo escaleras! Tan
solo se permite el ascenso a 400 turistas al día y se cierra el acceso a
partir de la 1 de la tarde. Por si acaso.
El Camino Inca
Este impresionante recorrido se encuentra en Perú. Se trata de un
antiguo camino comercial que unía Cuzco con la ciudad de Machu Pichu.
Por la accidentada geografía de la zona, el camino inca obligaba a dar
rodeos y vueltas para evolucionar entre montes y montañas. El resultado:
kilómetros y kilómetros de escalones, en algunos casos de gran
precariedad, como las famosas escaleras flotantes.
Escaleras flotantes en el Camino del Inca
Pero también hay escalera más "modernas":
Las escaleras de los Museos Vaticanos
son una obra de arte más que añadir a la Capilla Sixtina, el Laocoonte o
los Dalí y Miró que a menudo pasan desapercibidos, porque todo el mundo
sigue las flechas hacia la gran obra pictórica de Miguel Ángel.
Escalera de Bramante del Vaticano
Esta increíble escalera que en un genial efecto óptico parece que no va a terminar nunca es obra de Donato d’Angelo Bramante,
que ha pasado a la posteridad como Bramante. Vivió a caballo entre los
siglos XV y XVI, y fue uno de los arquitectos italianos más reconocido,
por ser el ideólogo de la Basílica de San Pedro.Bramante fue además
quien introdujo el Renacimiento en Milán y realizó obras tan hipnóticas
como esta escalera que emula las espirales del ADN. El efecto “infinito”
lo consigue la doble hélice enrollada hacia la derecha. En realidad,
cuando nos asomamos a la escalera, si nos fijamos, vemos que en realidad
no es una sóla escalera, sino dos enroscadas. Una de ellas es para
bajar y otra para subir.
La escalera se encuentra a la salida de los Museos Vaticanos,
en realidad, es la última obra de arte que se contempla en las galería y
el visitante se lleva de recuerdo esta espiral sin fin. Si la escalera
está practicamente vacía, como en la foto, es más difícil de descubrirle
el truco al artista, pero si circula gente, que es lo
habitual, el secreto está en fijarnos en que una de las espirales está
llena de personas – la de bajada – y otra casi vacía, – la de subida -,
porque está cerrada al público.
Escaleras Sin Fin («Endlose Treppe»), Munich
Esta escultura de metal es una maravillosa obra de arte diseñada por Olafur Eliasson. Se trata de una hermosa creación de diseño y arquitectura, en forma de escalera con doble espiral, cual si se tratara de una cinta de Moebius,
de nueve metros de altura. Se encuentra ubicada en la entrada del
edificio de la KPMG, una firma alemana, en Munich, Alemania. La escalera
es llamada, Umschreibung (Reescritura) y su construcción fue terminada en 2004
Escaleras Appel Store
La patentes de Apple no se limitan a sus dispositivos móviles. Una de esas patentes es la ya mítica escalera de vidrio presente en muchas de las Apple Store de todo el mundo, como la de Nueva York o París. Apple registró esta patente en agosto de 2003.
Las escaleras y la literatura:
Historia de una escalera, Antoni Buero Vallejo
La
obra cuenta la convivencia diaria de cuatro familias que viven en una
"modesta casa de vecindad" entre pobreza y humillaciones,
enfrentamientos, a veces violentos, murmuraciones… durante treinta años.
El
escenario muestra dos rellanos, en el segundo de los cuales
(correspondiente al quinto piso) hay cuatro puertas. El primero, “el
casinillo”, es lugar de intimidad entre los amigos o los novios.
DOMICILIOS
Puerta I: viven la señora Generosa con su marido, el señor Gregorio, y sus hijos, Carmina y Pepe.
Puerta II: don Manuel, hombre con una buena posición económica y su hija Elvira.
Puerta III: la señora Paca, con su marido el señor Juan, y sus hijos Urbano, Rosa y Trini.
Puerta IV: doña Asunción y su hijo Fernando.
PRIMER ACTO
Vemos
a los vecinos pagando con dificultades el recibo de la luz, cada uno
muestra su personalidad: Generosa paga con resignación, Paca protesta,
insulta y paga; Asunción se disculpa y don Manuel, avisado por su hija
Elvira, que ama a Fernando, le paga la factura. Pide a su padre que
saque a Fernando de la papelería y que lo emplee en su agencia.
Fernando, gandul y ambicioso, apenas acude al trabajo; él y su madre
creen que el mundo de la papelería se le queda pequeño, aspira a ser
delineante e ingeniero, lee, escribe poemas.
Fernando y Carmina están enamorados, Urbano quiere a Carmina.
Fernando
y Urbano, aunque son amigos, tienen fuertes enfrentamientos
ideológicos. Urbano cree en la unidad del sindicalismo, la mejora de sus
condiciones de vida depende de la ayuda mutua, la solidaridad. Cree que
su vecino es un soñador, incapaz de un gran esfuerzo individual,
trabajar en faenas complementarias, trabajar hasta la madrugada… para
enriquecer.
Fernando quiere subir solo, sin ayuda de nadie. Se retan para ver en diez años quién consiguió sacar adelante sus ilusiones.
Pepe
ronda a Rosa que lo quiere. Urbano discute con su hermana y la madre
llega a pegarle por ello. Doña Paca y Doña Generosa se conduelen de la
mala suerte que tienen con sus hijos Rosa y Pepe
Este
acto termina con la declaración de amor de Carmina y Fernando, quien
promete a su novia trabajar, estudiar, ganar mucho dinero y casarse con
ella. Se derrama el contenido de la lechera que ella subía a casa, como
signo de malos augurios.
SEGUNDO ACTO
Pasaron diez años. La casa sigue sucia, pobre, sin timbre, sin limpiar los cristales del descansillo.
Generosa
y Carmina lloran la muerte del esposo y padre, respectivamente, el
señor Gregorio. El señor Juan reflexiona sobre la muerte, sufre por la
situación de pobreza en que quedan las dos mujeres y piensa en Pepe, un
desaprensivo.
Fernando
y Elvira ya están casados y tienen un bebé. Elvira viste pobremente
(están arruinados), ha perdido toda la ilusión por su marido y le
reprocha que no haya llegado a nada en la vida, que viviera de su padre,
don Manuel, y se hubiera casado por dinero.
Pepe,
ajeno al sufrimiento de la casa y la muerte de su padre, llega tras
pasar la noche fuera, vive con Rosa, pero la hace profundamente
desgraciada. Mientras Pepe piropea a Trini, Urbano se pelea con él hasta
que Rosa, desconsolada, los separa; pero interviene en la pelea también
el señor Juan, que habla con desprecio a su hija.
Ante la situación en que se quedan madre e hija, Urbano declara su amor a Carmina, quien acepta por agradecimiento.
Trini
y su padre hablan de Rosa. El padre la considera una “golfa”, pero su
hermana sabe que no se prostituye y que vive con Pepe por amor; a pesar
de que él le pega y la humilla, Rosa no soporta la idea de que Pepe la
abandone. El señor Juan entrega dinero para Rosa a Trini, quien debe
dárselo sin que se sepa su procedencia. Conversan las hermanas y Trini
hace ver a Rosa que, aunque el padre está enfadado con ella, la sigue
queriendo y que el dinero en realidad procede de los cafés y las copas
que el anciano fue ahorrando.
Elvira
y Fernando discuten. Ella no quiere dar el pésame a la familia del
difunto porque siente celos de Carmina. Cuando se encuentran ambas
parejas, en la puerta, sus comportamientos están entre el cinismo y las
falsas apariencias, el amor fingido.
TERCER ACTO
Pasaron
veinte años más. Es la época actual, es decir, años cuarenta. Sigue
siendo una casa humilde, pero con algunas mejoras: la ventana del
descansillo tiene una vidriera de colores, las paredes están
blanqueadas, hay timbres en las viviendas y una placa metálica donde se
lee “Quinto piso”. Los vecinos echan de menos un ascensor.
Presenta
el tercer acto Paca, anciana de una obesidad enfermiza, fatigada por la
vida y la soledad, única superviviente de la primera generación; por su
charla se sabe que han muerto su marido Juan y Generosa; solo le queda
el consuelo de su nieta.
Las
puertas cuarta y primera son ahora la vivienda de dos nuevos
convecinos, uno más joven que otro, bien vestidos, pluriempleados, que
salen a trabajar a sus oficinas y tienen además otros negocios con los
que prosperan. Se quejan de los antiguos vecinos, de rentas bajas, que
ocupan los mejores pisos, ideales para montar despachos. Hablan de los
nuevos modelos de coches. Representan otra mentalidad y otro modo de
vida.
En
la tercera puerta, la casa de la señora Paca, viven Urbano y Carmina,
están casados (aunque su matrimonio ha sido un fracaso: ella enferma del
corazón y cargada de amargura y desilusión; él, paciente, deseando
haber encontrado en su mujer el amor de su vida) y tienen una hija de
dieciocho años, Carmina, alegre, cariñosa con la abuela, desenvuelta.
Con ellos, las hermanas de él, Rosa (que fue abandonada por Pepe y
siente la tristeza de no haber sido madre) y Trini, ambas muy unidas,
pero fracasadas, dominadas por la pena y la desilusión.
La
puerta segunda, es la casa de Elvira y Fernando y sus dos hijos:
Fernando, de veintiún años, y Manolín. Este cumple doce años; es
zalamero, cariñoso, caprichoso, fuma sus primeros cigarrillos, pícaro;
está enamorado de Trini que lo mima como a un hijo.
Las relaciones entre los dos matrimonios son muy tensas.
Carmina
hija y Fernado hijo, están enamorados, pero sus padres se oponen a esta
relación. A ella la amenazan y le pegan para que no salga con él.
Carmina, intimidada, respetuosa y sumisa, no acude a las citas.
Fernando, más impetuoso, no teme la autoridad ni el escándalo, se rebela
contra la prohibición, cansado de los rencores y prejuicios de los
mayores, defiende su amor ante su padre tras haber sido calumniado por
su vengativo hermano Manolín, que lo acusa de besarse en el descansillo
con Carnina.
Urbano
y Fernando se pelean en la escalera por este hecho. Se cruzan los
insultos entre las familias: Carmina va a ser comparada con la pasada
liviandad de Rosa y a Fernando lo tratan como a un vividor, cazador de
dotes. Elvira desprecia públicamente a su marido que baja las escaleras
derrotado.
Tras
esta situación violenta y penosa, Carmina y Fernando, hijos, corren a
abrazarse en el casinillo. La obra termina con la declaración de los
jóvenes que quieren luchar por su amor. “Tenemos que ser más fuertes que
nuestros padres. Ellos se han dejado vencer por la vida.”
“Abandonaremos este nido de rencores y de brutalidad.” Fernando repite
las mismas palabras que su padre al final del acto segundo: sueña con
trabajar para los dos, ser aparejador, ingeniero, ganar dinero…
Contemplan la escena Carmina, madre, y Fernando padre que cruzan sus miradas “cargadas de una infinita melancolía”.
Fragmento:
Un tramo de
escalera con dos rellanos, en una casa modesta de vecindad. Los
escalones de bajada hacia los pisos inferiores se encuentran en el
primer término izquierdo. La barandilla que los bordea es muy pobre, con
el pasamanos de hierro, y tuerce para correr a lo largo de la escena
limitando el primer rellano. Cerca del lateral derecho arranca un tramo
completo de unos diez escalones. La barandilla lo separa a su izquierda
del hueco de la escalera y a su derecha hay una pared que rompe en
ángulo junto al primer peldaño, formando en el primer término derecho un
entrante con una sucia ventana lateral. Al final del tramo la
barandilla vuelve de nuevo y termina en el lateral izquierdo, limitando
el segundo rellano. En el borde de éste, una polvorienta bombilla
enrejada pende hacia el hueco de la escalera. En el segundo rellano hay
dos puertas: dos laterales y dos centrales. Las distinguiremos, de
derecha a izquierda, con los números I, II, III y IV.
... DOÑA ASUNCIÓN.-¿Te he dicho que padre de Elvira nos ha pagado el recibo de la luz? FERNANDO.-(Volviéndose hacia su madre.) ¡Sí! ¡Ya me lo has dicho! (Yendo hacia ella.) ¡Déjame en paz! DOÑA ASUNCIÓN.- ¡Hijo! FERNANDO.-¡Qué inoportunidad! ¡Pareces disfrutar recordándome nuestra pobreza! DOÑA ASUNCIÓN.- ¡Pero, hijo! FERNANDO.-(Empujándola y cerrando de golpe.) ¡Anda, anda para adentro!
Con
un suspiro de disgusto, vuelve a recostarse en el pasamanos. Pausa.
URBANO llega al primer rellano. Viste traje azul mahón. Es un muchacho
fuerte y moreno, de fisonomía ruda, pero expresiva: un proletario.
FERNANDO lo mira avanzar en silencio. URBANO comienza a subir la
escalera y se detiene al verle.
URBANO.-¡Hola! ¿Qué haces ahí? FERNANDO.-Hola, Urbano. Nada. URBANO.-Tienes cara de enfado. FERNANDO.-No es nada. URBANO.-Baja al «casinillo». (Señalando el hueco de la ventana.) Te invito a un cigarro. (Pausa.) ¡Baja, hombre! (FERNANDO empieza a bajar sin prisa.) Algo te pasa. (Sacando la petaca.) ¿No se puede saber? FERNANDO.-(Que ha llegado.) Nada, lo de siempre... (Se recuestan en la pared del «casinillo». Mientras hacen los pitillos.) ¡Que estoy harto de todo esto! URBANO.-(Riendo.) Eso es ya muy viejo. Creí que te ocurría algo. FERNANDO.-Puedes reírte. Pero te aseguro que no sé cómo aguanto. (Breve pausa.) En fin, ¡para qué hablar! ¿Qué hay por tu fábrica? URBANO.-¡Muchas
cosas! Desde la última huelga de metalúrgicos la gente se sindica a
toda prisa. A ver cuándo nos imitáis los dependientes. FERNANDO.-No me interesan esas cosas. URBANO.-Porque eres tonto. No sé de qué te sirve tanta lectura. FERNANDO.-¿Me quieres decir lo que sacáis en limpio de esos líos? URBANO.-Fernando,
eres un desgraciado. Y lo peor es que no lo sabes. Los pobres diablos
como nosotros nunca lograremos mejorar de vida sin la ayuda mutua. Y eso
es el sindicato. ¡Solidaridad! Ésa es nuestra palabra. Y sería la tuya
si te dieses cuenta de que no eres más que un triste hortera. ¡Pero como
te crees un marqués! FERNANDO.-No me creo nada. Sólo quiero subir. ¿Comprendes? ¡Subir! Y dejar toda esta sordidez en que vivimos. URBANO.-Y a los demás que los parta un rayo. FERNANDO.-¿Qué
tengo yo que ver con los demás? Nadie hace nada por nadie. Y vosotros
os metéis en el sindicato porque no tenéis arranque para subir solos.
Pero ése no es camino para mí. Yo sé que puedo subir y subiré solo. URBANO.-¿Se puede uno reír? FERNANDO.-Haz lo que te de la gana. URBANO.-(Sonriendo.)
Escucha, papanatas. Para subir solo, como dices, tendrías que trabajar
todos los días diez horas en la papelería; no podrías faltar nunca, como
has hecho hoy... FERNANDO.-¿Cómo lo sabes? URBANO.-¡Porque
lo dice tu cara, simple! Y déjame continuar. No podrías tumbarte a
hacer versitos ni a pensar en las musarañas; buscarías trabajos
particulares para redondear el presupuesto y te acostarías a las tres de
la mañana contento de ahorrar sueño y dinero. Porque tendrías que
ahorrar, ahorrar como una urraca; quitándolo de la comida, del vestido,
del tabaco... Y cuando llevases un montón de años haciendo eso, y
ensayando negocios y buscando caminos, acabarías por verte solicitando
cualquier miserable empleo para no morirte de hambre... No tienes tú
madera para esa vida. FERNANDO.-Ya lo veremos. Desde mañana mismo... URBANO.-(Riendo.) Siempre es desde mañana. ¿Por qué no lo has hecho desde ayer, o desde hace un mes? (Breve pausa.) Porque no puedes. Porque eres un soñador. ¡Y un gandul! (FERNANDO le mira lívido, conteniéndose, y hace un movimiento para marcharse.) ¡Espera, hombre! No te enfades. Todo esto te lo digo como un amigo.
Pausa.
FERNANDO.-(Más calmado y levemente despreciativo.) ¿Sabes lo que te digo? Que el tiempo lo dirá todo. Y que te emplazo. (URBANO le mira.)
Sí, te emplazo para dentro de... diez años, por ejemplo. Veremos, para
entonces, quién ha llegado más lejos; si tú con tu sindicato o yo con
mis proyectos. URBANO.-Ya sé que yo
no llegaré muy lejos; y tampoco tú llegarás. Si yo llego, llegaremos
todos. Pero lo más fácil es que dentro de diez años sigamos subiendo
esta escalera y fumando en este «casinillo». FERNANDO.-Yo, no. (Pausa.) Aunque quizá no sean muchos diez años...
Pausa.
URBANO.-(Riendo.) ¡Vamos! Parece que no estás muy seguro. FERNANDO.-No
es eso, Urbano. ¡Es que le tengo miedo al tiempo! Es lo que más me hace
sufrir. Ver cómo pasan los días, y los años..., sin que nada cambie.
Ayer mismo éramos tú y yo dos críos que veníamos a fumar aquí, a
escondidas, los primeros pitillos... ¡Y hace ya diez años! Hemos crecido
sin darnos cuenta, subiendo y bajando la escalera, rodeados siempre de
los padres, que no nos entienden; de vecinos que murmuran de nosotros y
de quienes murmuramos... Buscando mil recursos y soportando
humillaciones para poder pagar la casa, la luz... y las patatas. (Pausa.)
Y mañana, o dentro de diez años que pueden pasar como un día, como han
pasado estos últimos..., ¡sería terrible seguir así! Subiendo y bajando
la escalera, una escalera que no conduce a ningún sitio; haciendo
trampas en el contador, aborreciendo el trabajo..., perdiendo día tras
día... (Pausa.) Por eso es preciso cortar por lo sano. URBANO.-¿Y qué vas a hacer? FERNANDO.-No lo sé. Pero ya haré algo. URBANO.-¿Y quieres hacerlo solo? FERNANDO.-Solo. URBANO.-¿Completamente?
Pausa.
FERNANDO.-Claro. URBANO.-Pues te voy a dar un consejo. Aunque no lo creas, siempre necesitamos de los demás. No podrás luchar solo sin cansarte. FERNANDO.-¿Me vas a volver a hablar del sindicato? URBANO.-No. Quiero decirte que, si verdaderamente vas a luchar, para evitar el desaliento necesitarás...
Se detiene.
FERNANDO.-¿Qué? URBANO.-Una mujer.
Las escaleras y el arte
Esta es la escalera que preside el Museo de Arte de Filadelfia, ubicado al oeste del Benjamin Franklin
Parkway en el Fairmount Park de Filadelfia.Se creó en 1876 ligado a la
Exposición del Centenario de ese mismo año y hoy en día se encuentra
entre los más grandes e importantes museos de arte de los Estados
Unidos.
El nuevo Museo Dalí recientemente hizo su entrada triunfal en Florida, Estados Unidos; y es un hecho que atraerá a los fans de Dalí, a nivel mundial
Su inauguración
fue un momento especial: el martes 11 de enero a las 11:11 tuvo lugar la
apertura oficial del nuevo museo de Dalí en St Petersburg, Florida. tiene una impresionante escalera de caracol de 75 pies que rinde homenaje a la fascinación de Dalí con la ciencia y la molécula de ADN.
Es importante saber distinguir entre la realidad y el mito o la ficción.
A continuación te mostraremos cinco grandes mentiras de la historia. El caballo de Troya
Si bien es cierto que existió una larga guerra entre griegos y troyanos,
a veces se ha magnificado esta situación, a través de las epopeyas. La
guerra que duró diez años se debió a un affaire entre Paris -troyano- y
Helena -esposa del rey de Esparta-. En un momento dado, los griegos
llevaron un gran caballo de madera a modo de ofrenda de paz y, una vez
dentro de Troya, un montón de soldados ocultos dentro de él atacaron la
ciudad. Sin embargo, se dice que en realidad fue un ariete (arma de
asedio utilizada para romper grandes puertas) en forma de caballo y no
la impresionante escultura de la que normalmente se habla. Ana Anderson y Anastasia
Con la llegada de los bolcheviques tras la Revolución Rusa, era
impensable para el pueblo que la familia real de los Romanov siguiera
gobernando. Por lo cual, en 1918 mataron al zar Nicolás II, su esposa y
sus cuatro hijas, para evitar así herederos que pudieran reclamar el
trono años después. Como no podía ser de otra manera, muchas personas
dijeron ser miembros de la familia real que habían logrado escapar de la
matanza. La figura más conocida fue Ana Anderson, una joven que
afirmaba ser la princesa Anastasia -la más joven de la familia-, y a la
cual se le dio una especial importancia por su increíble parecido físico
y su amplio conocimiento de la familia Romanov.
Ana Anderson perdió el juicio para reclamar la herencia, aunque mantuvo
su teoría hasta 1984, año en que falleció. Años más tarde se
descubrieron restos de la familia real rusa y se comprobó mediante
análisis de ADN que ninguno de los Romanov había logrado escapar en el
año 1918.
El cráneo de Piltdown
Una vez conocida la teoría de la evolución de Darwin, muchos científicos
se empeñaron en encontrar el llamado eslabón perdido. Sin lugar a
dudas, el caso más difundido fue el del arqueólogo Charles Dawson en
1910, que afirmaba haber encontrado el cráneo del llamado hombre de
Piltdown. Tras muchos años de investigaciones en los que este nuevo
hombre no encajaba, por fin en 1950 se descubre la farsa. Realmente, el
cráneo pertenecía a un orangután y tan sólo tenía 600 años de
antigüedad, pero la manipulaciones realizadas en él -por ejemplo, el
manchado de los dientes o de la forma del cráneo- lo hacían parecer
real.
Hoy en día no se sabe a ciencia cierta quiénes son los culpables de esta
mentira de la historia científica, aunque todo apunta a Martin A.C.
Hinton, un voluntario en el museo, ya que se encontró huesos que habían
sido teñidos exactamente de la misma forma que los del supuesto hombre
de Piltdown. El affair de Bill Clinton
Cuando un periodista develó que el presidente de los Estados Unidos
tenía una relación con una becaria llamada Mónica Lewinsky, él lo negó.
Sin embargo, los jueces se dedicaron a investigar y descubrieron la
verdad gracias a dos trabajadoras de la Casa Blanca: Paula Jones y Linda
Tripp. Mientras tanto, los abogados del Presidente lo hicieron negar
todo bajo juramento.
Fue el fiscal Kenneth Starr quien logró que Clinton confesara su
relación. Tras el escándalo, la Cámara de Representantes votó para
destituir al presidente quien, a pesar de todo, tenía altas cotas de
popularidad. Se lo acusaba de perjurio y obstrucción de la justicia,
pero los sentimientos del pueblo por este querendón presidente lo
absolvieron. Propaganda Nazi
Hitler y su ministro de propaganda, Goebbels, lanzaron durante su
gobierno una fuerte propaganda antisemita para hacerle entender al
pueblo alemán que los judíos eran el enemigo. De esta forma se logró
convencer al pueblo alemán de que los judíos eran los culpables de todos
los males de Alemania, difundiendo mentiras como que en la Edad Media
habían utilizado sangre de niños cristianos para hacer el pan sin
levadura que se come durante la Pascua judía. No en vano es de las
frases más conocidas de Joseph Goebbels que "Una mentira repetida mil
veces se convierte en una realidad."
Y teniendo en cuenta la frase final de la propaganda nazi, podemos ver
que las mentiras más grandes de la historia se han consolidado
repitiendo una y otra vez la misma historia.