"Además,
Dorian, no te engañes. La vida no se gobierna ni con la voluntad ni con
la intención. La vida es una cuestión de nervios, de fibras, y de
células lentamente elaboradas en las que el pensamiento se esconde y la
pasión tiene sus sueños. Quizá te imaginas que estás a salvo y crees que
eres fuerte. Pero un cambio casual de color en una habitación o en el
color del cielo matutino, un determinado perfume que te gustó en una
ocasión y que te trae recuerdos sutiles, un verso de un poema olvidado
con el que te tropiezas de nuevo, una cadencia de una composición
musical que has dejado de tocar... Te aseguro, Dorian, que la vida
depende de cosas como ésas."
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