Sabías que...
- El geólogo Greg Valentine simula distintos tipos de erupciones con volcanes de miniatura.
- Utiliza TNT y explosivo plástico para las explosiones y estudia sus efectos.
El último experimento de Greg Valentine tuvo lugar
hace unos días en Ashford, Nueva York, y consistió en la detonación de
12 cargas explosivas que provocaron una docena de cráteres de 45
centímetros de profundidad y 3 metros de diámetro, y lanzaron restos
hasta 80 metros de altura. En las explosiones, varias pelotas de
ping-pong y de tenis saltaron por los aires para poder medir mejor su
recorrido.
Aunque puede parecer un experimento de instituto, Valentine es uno de
los vulcanólogos pioneros en este tipo de simulaciones y estudia lo que
sucede cuando una erupción volcánica sacude la corteza terrestre. Para
algunos experimentos, asegura Valentine en Nature,
"debes hacer cosas grandes, desorganizadas y al aire libre". En la
última prueba, por ejemplo, participaron diecisiete científicos de cinco
países que monitorizaron la prueba con cámaras de alta velocidad,
sismómetros y micrófonos que registran los infrasonidos.
"Estamos recopilando la misma información que recogeríamos en una
erupción volcánica real", asegura Valentine, quien lleva años estudiando
estos fenómenos desde la Universidad de Buffalo.
Los hallazgos, aseguran, podrían ayudar a comprender mejor los efectos
de una gran erupción en algunos de los volcanes más activos de la
Tierra.
Algunos de estos experimentos aportan información que es muy difícil de
recopilar sobre el terreno, como los efectos que tiene la forma de un
cráter cuando se producen varias explosiones consecutivas. En una serie
de pruebas realizadas en 2012, Valentine y su equipo descubrieron que si
se produce una explosión en el mismo cráter disminuye la distancia a la
que se llegan las rocas.
Este tipo de cráteres recuerdan a los que se producen con la caída de un
meteorito, que son simulados también por otros científicos, pero en
algunos aspectos son más misteriosos. En los impactos por meteorito,
explican los geólogos, uno conoce el diámetro y volumen de la roca que
impacta, mientras que aquí es más difícil de saber la cantidad de magma
que se mueve bajo la superficie antes de una explosión.
Los trabajos de Valentine han llamado la atención de científicos de
todo el mundo. El vulcanólogo italiamo Jacopo Taddeucci se ha sumado a
los últimos experimentos para tomar mediciones. En su opinión, estos
datos pueden ayudar a la autoridades a decidir con más criterio un
perímetro de seguridad en lugares tan frecuentados por los turistas como
el volcán de Stromboli.
Otra vertiente de estas investigaciones, aunque los trabajos son muy preliminares, podría ayudar a conocer mejor la localización de diamantes.
Este material es elevado a la superficie por los movimientos del magma
bajo los volcanes y las pruebas de Valentine podrían aportar nuevas
pistas.
Fuente:
http://noticias.lainformacion.com
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