Philippe Halsman, fotógrafo estadounidense de origen letón,
(Riga, 2 de Mayo de 1906-Nueva York, 25 de Junio de 1979). Nacido en el
seno de una familia judía, con tan sólo 22 años de edad tras la muerte
de su padre durante una escapada familiar por los Alpes austriacos, fue
acusado de parricidio por las autoridades locales. Una acusación sin
pruebas evidentes, sujeta al ferviente antisemitismo de origen alemán
que empezaba a surgir. Condenado a cuatro años de prisión, la presión
ejercida por intelectuales como Einstein o Freud,
redujeron su condena a los dos inviernos que pasó en prisión. Formado en
Dresde, como estudiante de ingeniería electrónica, sus comienzos poco
tienen que ver con la que de forma definitiva va a ser su actividad
profesional. Establecido como fotógrafo y retratista de moda
independiente en París, además de colaborador habitual en la publicación
Vogue desde 1928, es a partir de 1934 cuando abre su afamado estudio
fotográfico en Montparnasse, por el que pasan célebres de la talla de: Le Corbusier o Chagall.
Sin embargo, a comienzos de la década de los cuarenta el empuje nazi le
obliga a emigrar junto a su familia a Estados Unidos. Un visado de
emergencia, gracias al apoyo de Albert Einstein, fue el as bajo
la manga que le permitió salir del país. De esta manera, instalado de
manera definitiva en tierras americanas desde 1940 (Nacionalizado en 1947)
da por iniciado un futuro prometedor. Innumerables reportajes, la cifra
récord de 101 portadas para la revista Life, retratos al star system
mundial,... resultan ser el extraordinario balance de su ingente
producción.
En otro sentido, especial mención merece la dilatada colaboración su gran amigo de Salvador Dalí.
Una estrecha conexión surrealista inmortalizada en multitud de
proyectos conjuntos a lo largo de más de treinta años de trabajo. La
serie Los bigotes de Dalí, los retratos del pintor o su obra, quizás más
conocida, Dalí atómico de 1948, son una muestra excelente de su
portentosa unión. No en vano, Halsman parecía plasmar la mente surreal
de Dalí en su más completa definición. Tal y como demuestra el making of de la fotografía "atómica" en cuestión: "A la voz de "cuatro". Salvador Dalí saltó y los ayudantes de
Halsman arrojaron tres gatos y un balde de agua cruzando la escena,
mientras la esposa del fotógrafo
levantaba la silla de la izquierda.
Fueron necesarios veintiséis intentos y cinco horas para que Halsman
obtuviera el resultado deseado. La fotografía se tituló Dalí atómicus
debido a Leda atómica, el cuadro de Dalí en el que aparece su esposa
como Leda, una copia del cual aparece a la derecha detrás de los gatos.
La intención tanto en la pintura como en la fotografía era que todo
estuviese en suspensión, como en el átomo, pues en el año 1948 la era
atómica estaba ya en marcha." Extracto de: El abc de la fotografía, Ian Jeffrey, Editorial Phaidon, 2000. Pág.192
Nexo creativo, latente y duradero como bien figura en el enlace posterior: El castillo Gala-Dalí de Púbol exhibe una muestra con más de 80 fotografías de Halsman.
Nexo creativo, latente y duradero como bien figura en el enlace posterior: El castillo Gala-Dalí de Púbol exhibe una muestra con más de 80 fotografías de Halsman.
Alguna de sus colaboraciones con el pintor surrealista, Salvador Dalí.
Creador de la denominada como "Jumping style", "Jumpology" o
"saltología", con ella pretendía captar una imagen del retratado lo más
natural que pudiera fotografiar: "En un salto, el protagonista, en una repentina explosión de energía,
supera la gravedad. No puede controlar todas sus expresiones, su gesto
en la cara y los músculos de sus miembros. La máscara se cae. La persona
real se hace visible. Uno sólo tiene que atraparlo con la cámara.", sentenciaba Halsman en el prólogo de su publicación: Jumpbook de 1959.
Fuente:
http://www.artepinturaygenios.com
http://www.culturizando.com
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