domingo, 10 de marzo de 2013

Ven, JpTorga

Hoy rescato de mi personal baúl de los recuerdos, y también de una página de este blog, una historia escrita en forma de poema, que desde la primera vez que la leí me hizo sentir, me hizo anhelar ser yo la protagonista.
Me gustan las historias que me dicen, que me hacen sentir, que penetran mi piel y llegan a esa parte que está en el interior... un poco más allá del corazón. 

Espero que también os haga sentir... 


Ven…

 
“Ven…, acércate...
Al hacerlo sonríes confiada...
Me gusta cuando lo haces...
disfruto de tu risa sincera...

Ven…, acércate...
me gusta cuando tu cuerpo roza el mío sensualmente...
me gusta acariciar tus formas...
mis dedos discurren con suave con naturalidad sobre tu piel...



Ven... siente segura. Me hace bien cuando siento tu confianza depositada en mi... Mis labios acarician tu mejilla... busco tu boca, que se ofrece golosa ante mi mirada llena de ternura... Ven...

Al escuchar esta breve palabra.., siento que respiras profundamente...
Ambiciono acariciar tu pelo con calma...
besar tu cuello...

Vivirte…

Estás aquí...
Me gusta sentir tus manos en mi cuerpo...
tus ojos me regalan de nuevo una sonrisa sin final...
Tus labios duermen y yo deseo despertarlos...
tu lengua busca respuestas…

Respuestas que le concedo en cada caricia de la mia...


 Estás aquí...

Y yo sigo llamándote…
Mi cuerpo tiembla de deseo...
mis manos buscan un tesoro escondido bajo tu ropa...
Tu respiración pasea al ritmo de la mía...

Estás aquí...

Y yo sigo musitando.., ven…
la tela que cubre tu cuerpo cae lentamente, como la nieve en invierno...
tu cuerpo se muestra bello y rotundo...
mientras yo.., me muero de ganas por vivirte con mis labios...

Ven.., siéntate sobre la cama...
tu mirada es suplicante...
tu labio inferior tiembla ligeramente a la espera de un nuevo beso...
Mis manos te dibujan colmándote de caricias,

las tuyas.., acarician mi nuca mientras agarran con fuerza el pelo...

Ven, túmbate sobre la cama...
tu vientre plano es una autopista sin obstáculos hacia tus caderas...
recorro ese camino con lenta ternura...


Estás aquí...
y me regalas una mirada apasionada...
un cuerpo vibrante...
un momento sin final...

Siento...
tus manos sobre mi espalda...
tu boca sobre mi piel...

Tus caricias adornando mi cuerpo.

El tiempo...
el tiempo.., se ha detenido para nosotros...


Deseo deslizarme en tu boca...
sentirme mimado por tu lengua...
siento el calor de tus labios...
la dulzura de tus caricias...
la apacible delicadeza de tu piel...

Juntos..
Juntos.., nuestros cuerpos se anudan en un baile de ternura y pasión...
tu vientre se adelanta buscando un placer deseado...

Somos uno...
un solo cuerpo, un solo ritmo...
un solo ser con dos corazones entregados...

Te digo... “te quiero mi amor...”
y tu me susurras palabras dulce con una sonrisa...

Nuestros cuerpos permanecen entrelazados en un momento sin final....
mis dedos recorren tu espalda...
tus labios me colman de besos...
Seguimos siendo un solo cuerpo...
un solo corazón…
dos mentes llenas de ternura...”

David se desperezó ante la pantalla del ordenador. Se frotó los ojos y leyó lo escrito. 

Se sitió satisfecho y ello le hizo suspirar con fuerza. 

Siempre se juzgó perdido a la hora de describir historias de amor en sus relatos, por ello evitaba hacerlo… 

Pero esta vez era diferente, esta vez no le había costado ningún esfuerzo. Solo tuvo que rememorar la suya, la que vivía al lado de la mujer de sus sueños..,  y después, pasarla a palabras sencillas, fáciles de entender... 

Sabía que ella se reconocería a través de lo escrito y ello le ilusionaba. 

Sabía que ella se sentiría la protagonista de aquel momento… 

Sonrió al recordarla… 
La amaba.




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