No sé si será cierto, pero antiguamente se creía que el espíritu
de los muertos podía regresar y tomar posesión de los vivos, por ello
las personas pintaban sus cuerpos de negro para así, pasar
desapercibidos.
Sin embargo el color negro no se
asocia al luto en todas las culturas, cada una tiene su color para
manifestar el duelo por una muerte. Esto se debe a que los colores nos
afectan psicológicamente y nos producen determinadas sensaciones, que
varían según la cultura. De hecho, un mismo color puede expresar
sentimientos totalmente opuestos según el país en el que estemos.
Así, en Japón, en la India y en
la mayor parte de los países islámicos, es el blanco el color usado en
el luto porque se asocia a la muerte. Las antiguas tribus de África y
Oceanía se pintaban la piel con pinturas oscuras y cenizas; en Nueva
Guinea existía la tradición de cubrirse con barro.
En la cultura occidental el
color negro se asociaba con el misterio de la muerte y lo que puede
suceder después. La naturaleza humana teme a lo desconocido y lo
desconocido es oscuro, negro.
Con el tiempo, el simbolismo del color negro fue cambiando hasta convertirse en una forma de respeto y manifestación de dolor.
Otra
de las versiones sobre el uso de color negro para expresar duelo,
proviene de la antigua Roma, donde las mujeres usaban vestidos negros
llamados lugubrias para guardar luto a sus amantes muertos. Más tarde,
un decreto imperial estableció que el blanco sería el color del duelo y
así se usó por cientos de años en muchas partes de Europa,
particularmente en Francia, España e Inglaterra.
En 1498, Ana de Bretaña se
vistió de negro en el funeral de su esposo, Carlos VIII, y puso
colgaduras negras a su escudo de armas. Fue el primer funeral en negro
desde los tiempos de la antigua Roma. La viuda se veía tan hermosa que
el nuevo rey, Luis XII, pidió su mano y ella llegó a ser reina de
Francia por segunda vez.
Con la ayuda de los diseñadores
de modas de aquellos tiempos, se impuso de nuevo la costumbre de vestir
de negro durante el luto, no sin algunas excepciones. María de Escocia,
tras la muerte de su marido, Lord Darnley, llevaba trajes de color
blanco, por lo que era conocida como la “Reina Blanca”. Los reyes de
Francia usaban el púrpura, color que probablemente proviene de las
vestiduras que los soldados romanos pusieron a Jesucristo para mofarse
de él llamándolo Rey de los Judíos.
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