Sólo en sueños
Sólo en sueños,
sólo en el otro mundo del sueño te consigo,
a ciertas horas, cuando cierro puertas
detrás de mí.
¡Con qué desprecio he visto a los que sueñan,
y ahora estoy preso en su sortilegio,
atrapado en su red!
¡Con qué morboso deleite te introduzco
en la casa abandonada, y te amo mil veces
de la misma manera distinta!
Esos sitios que tú y yo conocemos
nos esperan todas las noches
como una vieja cama
y hay cosas en lo oscuro que nos sonríen.
Me gusta decirte lo de siempre
y mis manos adoran tu pelo
y te estrecho, poco a poco, hasta mi sangre.
Pequeña y dulce, te abrazas a mi abrazo,
y con mi mano en tu boca, te busco y te busco.
A veces lo recuerdo. A veces
sólo el cuerpo cansado me lo dice.
Al duro amanecer estás desvaneciéndote
y entre mis brazos sólo queda tu sombra.
Jaime Sabines
Solo en sueños
tras su escote dos delicias se escondian
los zapatos de gamuza eran la escusa
para no tocar el suelo porque no merecía
Nunca la pude encontrar mas que en este sueño
que nunca fue realidad
Con su pelo siempre suelto junto al viento
y una megillaz mas frias que el invierno
junto coraje cerrando una valijaz y me dijo
aqui esta la despedida
Nunca la pude encontrar mas que en este sueño
que nunca fue realidad
Pero de un tiempo a esta parte
una parte de mi sale corriendo a buscarte
y la otra sale a parar y a gritar por la ciudad
que tenga algo que me tire a soñar
Porque nunca la pude encontrar mas que en este sueño
que nunca fue realidad
Las pastillas del abuelo
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