El dolor, como origen de un sufrimiento humano, es innecesario
y, con frecuencia, está presente en muchos casos de procedimientos
tanto diagnósticos como terapéuticos (PDT).
La mayoría
de éstos pueden realizarse bajo una adecuada sedo-analgesia,
bien como técnica única o bien combinada con anestesias locales
o regionales. De hecho uno de los factores que contribuyen al incremento
en las técnicas de sedación consciente frente a la anestesia
general es el creciente desarrollo de técnicas menos invasivas
como alternativa a la cirugía.
Ello conlleva la creciente
necesidad de disponer en áreas hospitalarias distintas a los quirófanos
de un experto en técnicas de sedación que, además de poseer
conocimientos en farmacología de los ansiolíticos, analgésicos
e hipnóticos, los tenga también en reanimación cardiopulmonar,
en diversas patologías de base, y en monitorización avanzada
(con métodos cada vez más seguros y fiables). Este estado de cosas
está apuntando, en definitiva, a la presencia de un anestesiólogo
que colabore con otros profesionales en dichos PDT.
En términos generales, la sedación proporciona un adecuado
equilibrio entre la comodidad y seguridad del paciente durante
ciertos procedimientos diagnósticos y terapéuticos. De acuerdo
con la American Dental A s s o c i a t i o n, la sedación consciente es
“un nivel de consciencia mínimamente deprimido que retiene la
capacidad del paciente para mantener independiente y continuamente
su vía aérea y responder adecuadamente a estímulos
físicos y órdenes verbales, conseguido por métodos farmacológicos
o no-farmacológicos”. Los objetivos primarios de la sedación
consciente incluyen una adecuada sedación con riesgo mínimo,
ausencia de ansiedad, amnesia, y protección frente al
dolor y otros estímulos nocivos. Alcanzar un balance óptimo
entre la comodidad del paciente y su seguridad requiere una
cuidadosa dosificación de las drogas analgésicas y sedantes, así
como una apropiada monitorización de los sistemas nervioso
central, cardiovascular y respiratorio, sin olvidar una buena comunicación
tanto con el paciente como con el cirujano o explorador.
Las técnicas más populares de sedación consciente incluyen
el uso de combinaciones de benzodiacepinas y analgésicos
morfínicos, con una dosificación muy cuidadosa para minimizar
los riesgos de depresión respiratoria grave; así suele emplearse
midazolam más fentanilo. Otras técnicas que tienen
menor riesgo de depresión respiratoria emplean midazolam y
ketamina o, más actualmente, hipnóticos de acción corta, como
el propofol, más morfínicos de acción ultracorta como el remifentanilo.
Durante un procedimiento bajo sedación consciente, el nivel
de consciencia debe ser controlado, inicialmente a intervalos de
1 minuto, mientras se esté procediendo a la administración de
fármacos hasta alcanzar un nivel adecuado y, posteriormente
con frecuencia, evitando en lo posible la interferencia en el proceso
que se está realizando. La monitorización de la función
respiratoria es esencial; se debe observar la actividad respiratoria
espontánea o realizar una auscultación continua de los
ruidos respiratorios mediante estetoscopio. En situaciones
donde el paciente esté físicamente separado del anestesiólogo
es conveniente estar dotado de un monitor de apnea (p. ej.,
C O2 espirado). La pulsioximetría, aunque imprescindible, no
debe sustituir la observación del paciente, ya que puede haber
retrasos de hasta un minuto o mayores entre la aparición de
apnea y una variación apreciable en el monitor del pulsioxímetro,
sobre todo si el paciente está respirando suplementos de
oxígeno .
La American Society of Anaesthesiologists, en 1997, establece
la necesidad de aplicar, en la sedación, los mismos requisitos
que a cualquier paciente quirúrgico: consulta preanestésica, consentimiento
informado, monitorización, cuidados postoperatorios,
etc.
El nivel de sedación puede ser evaluado tanto por el médico
que la realiza como por el paciente. El médico, mediante las escalas
de Ramsay o de White modificada y el paciente, por ejemplo,
mediante la escala analógica visual (EVA).
La escala modificada de White (2) incluye 5 grados (Tabla I),
y en la de Ramsay (3), muy utilizada para medir el grado de
somnolencia, el punto 1 de White se completa en otros dos puntos,
hasta un total de 6 (Tabla II). Otra escala muy utilizada es la
observación del grado de alerta (de 1 a 5), denominada comúnmente
OAA/S (Observer´s Assessment of Alertness/Sedation).
TABLAI
ESCALADE WHITE MODIFICADA
Puntos Grado de sedación
1 Completamente despierto
2 Ligeramente somnoliento
3 Ojos cerrados y responde a órdenes verbales
4 Ojos cerrados y responde a estímulos físicos de mediana intensidad
5 Ojos cerrados y no responde a estímulos de mediana intensidad.
ESCALADE WHITE MODIFICADA
Puntos Grado de sedación
1 Completamente despierto
2 Ligeramente somnoliento
3 Ojos cerrados y responde a órdenes verbales
4 Ojos cerrados y responde a estímulos físicos de mediana intensidad
5 Ojos cerrados y no responde a estímulos de mediana intensidad.
TABLAII
ESCALADE RAMSAY
Puntos Graduación
1 Ansioso, agitado, incontrolable
2 Colaborador, orientado, tranquilo
3 Ojos cerrados, responde a órdenes verbales y a mínimos estímulos
4 Dormido, responde rápidamente a estímulos luminosos y auditivos
5 Dormido, responde perezosamente a estímulos luminosos y auditivos pero responde a estímulos importantes como la aspiración traqueal
6 No responde a estímulos.
Fármacos de uso más común en técnicas de sedación cosnciente
Hipnóticos: tiopental, metohexital, propofol
Benzodiacepinas: midazolam, diazepam
Anestésicos: ketamina
Morfínicos: fentanilo, remifentanilo
Ventajas para el paciente
ESCALADE RAMSAY
Puntos Graduación
1 Ansioso, agitado, incontrolable
2 Colaborador, orientado, tranquilo
3 Ojos cerrados, responde a órdenes verbales y a mínimos estímulos
4 Dormido, responde rápidamente a estímulos luminosos y auditivos
5 Dormido, responde perezosamente a estímulos luminosos y auditivos pero responde a estímulos importantes como la aspiración traqueal
6 No responde a estímulos.
Fármacos de uso más común en técnicas de sedación cosnciente
Hipnóticos: tiopental, metohexital, propofol
Benzodiacepinas: midazolam, diazepam
Anestésicos: ketamina
Morfínicos: fentanilo, remifentanilo
Ventajas para el paciente
- Si es usted una persona nerviosa, le proporcionará tranquilidad en todo momento
- Ausencia total de dolor
- Vago recuerdo del proceso.
Una vez pasados los efectos de la sedación, Ud. apenas recordará la intervención. - Monitorizado en todo momento
- Controlado por especialistas profesionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario