Un caleidoscopio es
uno de esos objetos que nos permite soñar despiertos. Y es tan infinita
la cantidad de combinaciones entre piezas, colores y posiciones, que
este objeto tan simple forma parte de los objetos mágicos de los que
podemos echar mano para viajar a otros mundos.
La palabra proviene del griego (=kalós bella éidos imagen scopéo
observar) y la invención consiste en un tubo que contiene tres espejos,
que forman un prisma tetraédrico con su parte reflectante hacia el
interior, al extremo de los cuales se encuentran dos láminas traslúcidas
entre las cuales hay varios objetos de color y forma diferente, cuyas
imágenes se ven multiplicadas simétricamente al ir girando el tubo
mientras se mira por el extremo opuesto. Dichos espejos pueden estar
dispuestos a distintos angulos. A 45º de cada uno se generan ocho
imágenes duplicadas. A 60º se observan seis duplicados y a 90º cuatro.
Desde
antes de los antiguos egipcios, se conocían los principios de la
simetría de reflexión y se pulían piezas de piedra caliza para formar
ángulos y observar las imágenes multiplicadas. Pero sin embargo no
fue oficialmente patentado y presentado como lo conocemos hoy en día
hasta el año 1816 por parte de David Brewster, un físico escocés, que desarrolló una versión contenida dentro de un tubo y la denominó caleidoscopio.
Desde 1801, el joven de 22 años se había dedicado intensamente al estudio de la óptica y del desarrollo de instrumentos científicos. Doce años más tarde, en 1813, publicó sus descubrimientos. Poco después desarrolló el primer caleidoscopio y aunque lo patentó, por errores de la época, nunca recibió remuneración, crédito de la producción masiva del aparato. Este gustó a todas las clases sociales y rápidamente se extendió a lo largo de Europa, llegando en menos de un año a Rusia. Allí desarrollaron una gran pasión por los caleidoscopios, al punto de crear algunos de ellos con piedras preciosas.
El fabulista A. Izmailov, en la revista “Blagonamerenni”
(julio de 1818), escribía lo siguiente sobre el caleidoscopio:
“Leí un anuncio del caleidoscopio y conseguí uno de estos, maravillosos aparatos,
“Leí un anuncio del caleidoscopio y conseguí uno de estos, maravillosos aparatos,
Miro, y, ¿qué ven mis ojos?
En distintas figuras y estrellas,
Zafiros, rubíes, topacios.
Y esmeraldas, y diamantes,
Y amatistas, y perlas,
Y nácar, y todo, ¡do repente!
Y en cuanto la mano muevo,
Mis ojos ven algo nuevo.
No sólo en verso, sino hasta en prosa es imposible describir todo lo que se ve en el caleidoscopio.
Las figuras cambian cada vez que se mueve la mano, sin que se parezcan las unas a las otras.
El método de creación inventado por David Brewster era sumamente fácil de copiar, y su patente no dio muchas ganancias. Sin embargo más allá del asunto monetario, Brewster dejó consigo un hermoso invento que ha hecho feliz a millones de personas.
Si elaboramos una explicación sencilla sobre el funcionamiento de un caleidoscopio
podríamos decir que se trata de una superficie llena de elementos, en
este caso pedazos de vidrio u otros objetos de colores, dentro de un cuerpo interiormente espejado
que refleja hacia todos los lados lo que está en el medio mismo. De
esta manera se crea una vista homogénea y reproducida varias veces del
bello caos formado en el interior del caleidoscopio.
Los caleidoscopios pueden estar formados por dos o más espejos. Las
diferentes cantidades de espejos crean diferentes efectos en los mismos.
Con dos espejos se crean los efectos más simples y homogéneos sin
embargo con 3 o más espejos se puede conseguir un arte más bonito y
especial.
Cómo funciona
En la base opuesta a la del visor se encuentran todos aquellos
elementos que crearán lo que luego veremos. Ahora pensemos que estamos
frente a un caleidoscopio de tres espejos, entonces la base será
triangular, el reflejo estará encerrado por estos tres espejos, los
cuales reproducirán infinitamente todo lo que aparece en el centro del
mismo.
Al mirar por el visor vemos una figura reproducida cientos de veces por estos 3 espejos que se reflejan unos a los otros creando una visión infinita de un espejo dentro de un espejo.
La distancia de grados entre los espejos crea diferentes
reproducciones de lo que encontramos en el centro. Con este ejemplo
cuando los espejos se encuentran a 45º uno del siguiente se crean ocho
imágenes duplicadas, cuando están a 60º se hacen seis y cuando estos se
encuentran a 90º se verán cuatro.
El funcionamiento de un caleidoscopio está muy alejado de
la complejidad de las figuras que nos muestra. Es mucho más sencillo de
lo que podemos llegar a imaginar.
Además del descrito existen diferentes tipos de caleidoscopios: el
caleidoscopio de agua, el caleidoscopio de disco, el caleidoscopio
polarizado y el teleidoscopio.
- El caleidoscopio de agua tiene las piezas de plásticos de colores suspendidas en agua, lo que provoca un lento movimiento contínuo de las mismas.
- El caleidoscopio de disco sustituye las cuentas de colores por un disco de plástico coloreado, lo que limita bastante las combinaciones posibles.
- El caleidoscopio polarizado sustituye la parte inferior por un cristal polarizado, de manera que la figuras que se forman están compuestas por la irisada descomposición de la luz que lo atraviesa.
- El teleidoscopio sustituye la parte inferior de los cristales o plásticos por una lente. Así, lo que se ve bajo el filtro de los prismas son los objetos cotidianos a los que lo dirigimos.
Nota sabionda: Aunque lo más común es que contenga
tres espejos que formen entre ellos tres ángulos de 60º, los espejos
pueden ser más —y consecuentemente otra la medida de los ángulos— para
la obtención de diferentes efectos.
¡DE ESOS QUEREMOS MUCHOS! No sólo Famosos y Ricos (DISQUE "ARTISTAS" que no aportan nada a quien le aplaude).- AGHER* (MEXICO)
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