que eres dueña de mi tiempo,
en lo cotidiano habitas,
en mi espera y mi ansiedad.
En la fábula perdida
de aquel grillo solitario,
y en la antigua moraleja
que hoy descubro fue verdad.
No te vayas,
no te vayas nunca,
guárdame el secreto
de este gran amor...
No te vayas,
no te vayas nunca,
quédate conmigo
para andar los dos..
No hay comentarios:
Publicar un comentario