¿Qué brilla en tu mirar que el alma enciende?
¿Por qué en tu voz, mi oído
todo lo capta y todo lo comprende?
¿Qué místico mensaje se desprende
de tu silencio al corazón herido?
¿Qué efluvio de un instante ya vivido
en tu ritmo de gracia me sorprende?
Ausentes somos, pero nunca extraños.
Yo te debí de amar hace mil años.
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