jueves, 2 de mayo de 2013

La Enciclopedia Mecánica de Ángela Ruiz Robles de 1949, precursora del actual «e-reader» ...




Una maestra de Ferrol, Ángela Ruiz Robles, fue la inventora de una enciclopedia mecánica que bien podría considerarse como el primer libro electrónico de la historia, adelantándose en veinte años al dispositivo diseñado en 1971 por el estadounidense Michael Hart y en más de medio siglo a los actuales e-books. Maestra, escritora e inventora, doña Angelita -como era conocida- mostró siempre una gran inquietud pedagógica, y, en su afán por ayudar a los alumnos, además de la Enciclopedia Mecánica patentó una máquina taquimecanográfica y un atlas lingüístico gramatical.
Ángela Ruiz había nacido en la localidad leonesa de Villamanín (León) en 1895, y llegó a Ferrol como maestra en 1918 para impartir clases en la escuela de Santa Uxía de Mandiá. Años más tarde, en 1934, se hizo cargo de la gerencia de la Escuela Nacional de Niñas del Hospicio ferrolano, donde realizó una importante labor. En 1945 fue nombrada profesora de la Escuela Obrera gratuita, y tres años después empezó a impartir taquigrafía, ortografía, gramática y mecanografía en el Colegio Ibáñez Martín, del que llegó a ser directora. Falleció en Ferrol el 27 de octubre de 1975.
La Enciclopedia Mecánica fue construida en 1949 en el Parque de Artillería de Ferrol bajo la supervisión de la propia Ángela Ruiz. Patentada con fecha 7 de diciembre de 1949 -patente núm. 190.698-, la máquina formó parte de la Exposición del Museo Pedagógico de Galicia (Mupega) de Santiago desde el año 2006 hasta mayo de 2012, en que pasó a formar parte de la exposición permanente del Museo de Ciencia y Tecnología de A Coruña.
Botones y láminas
¿Y cómo funcionaba su invento? Se trataba de un pequeño libro, con botones, donde el alumno podía elegir entre varias opciones para ver bajo un cristal de aumento distintas laminas en las que se encontraba escrita la información deseada. Así describía Ángela su Enciclopedia Mecánica en 1955: "Abierta, consta de dos partes. En la de la izquierda lleva una serie de abecedarios automáticos, en todos los idiomas: con una ligerísima presión sobre un pulsador se presentan las letras que se deseen, formando palabras, frases, lección o tema y toda clase de escritos. En la parte superior de los abecedarios lleva a la derecha una bobina con toda clase de dibujo lineal, y en la de la izquierda otra con dibujo de adorno y figura. En la parte inferior de los abecedarios, un plástico para escribir, operar o dibujar. En la parte interior, un estuche para guardar asignaturas".
"En la parte de la derecha -continuaba su explicación- van las asignaturas, pasando por debajo de una lámina transparente e irrompible, pudiendo llevar la propiedad de aumentos, pueden ser estos libros luminosos e iluminados para poder leerlos sin luz. A la derecha e izquierda de la parte por donde pasan las materias lleva dos bobinas, donde se colocar los libros que se desee leer en cualquier idioma; por un movimiento de los misma van pasando todos los temas, haciendo las paradas que se quieran, o queda recogido. Las bobinas son automáticas y puede desplazarse del estuche de la Enciclopedia y extenderse, quedando toda la asignatura a la vista (...) Cerrado, queda del tamaño de un libro corriente y de facilísimo manejo. Para autores y editores el coste de sus obras se aminora considerablemente, por no necesitar ni pasta ni encuadernado y queda impresa de una tirada, o cada una de sus parte, resultando este procedimiento un bien general".
En palabras de la propia inventora, la Enciclopedia Mecánica tendría gran utilidad porque aligeraba el peso de las carteras de los alumnos, hacía más atractivo el aprendizaje y adaptaba la enseñanza al nivel de cada estudiante. Destacaba asimismo el hecho de que fuese "portable, que pese poco, de uso en casa y en el colegio, con la posibilidad de adaptarse a alumnos de todos los niveles y a los que tengan problemas de visión". Por si fuera poco, su invento apoyaba al aprendizaje "con sonidos", enseñaba varios idiomas y facilitaba el aprendizaje "en la oscuridad incorporando luz". Asimismo servía de soporte "para que otros maestros añadan sus propios materiales y aminorar costes".
En otra ocasión Ángela Ruiz señalaba que "los libros mecánicos proporcionan muchísimas ventajas. El mío ha sido ideado para todos los idiomas y facilita grandemente el trabajo a profesores y alumnos. Ideovisual, responde al progreso del vivir actual y cumple las leyes de enseñanza general. Por su calidad de internacionalidad, facilita en el mundo el arte de enseñar a profesores, pedagogos, especialistas de la enseñanza".

En 1970, Ángela Ruiz rechazó una propuesta de Washington para explotar sus patentes en Estados Unidos porque quería que fuera desarrollada en su país. A lo largo de su vida, doña Angelita escribió dieciséis libros de carácter científico. En 1947 recibió la Cruz de Alfonso X el Sabio en reconocimiento a su carrera profesional. Como inventora, fue galardonada en diversas exposiciones internacionales.


Fuente:
http://www.farodevigo.es 


2 comentarios:

  1. Enhorabuena por tu publicación! Es apasionante la vida de Doña Angelita. Su "enciclopedia mecánica", que paseo mundo adelante en todas las Exposiciones de inventiva ahora puede verse, desde hace un año, en el Museo de Ciencia y Tecnología de Coruña.
    Por si queréis saber algo más: http://rosamillangarcia.blogspot.com.es/2012/05/la-enciclopedia-mecanica-el-libro.html
    Un cordial saludo.
    Rosa Millán García

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    1. Gracias a ti Rosa, por dejarnos este enlace para saber más sobre Doña Angelita y su Enciclopedia mecánica. Me alegra comprobar que se reconoce y se da a conocer a nivel institucional la labor de aquellas personas que gracias a su inquietud y talento pusieron las bases del progreso.

      Un saludo

      Mar

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