Después de llevar tres años sin aparecer públicamente y tras superar
una operación de corazón, el escritor brasileño Paulo Coelho ha
presentado el miércoles su último libro, El manuscrito encontrado en Accra, en un acto en el que ha hecho una una intensa defensa de internet y de la redes sociales.
Paulo Coelho publica su libro después de recuperarse de una operación de corazón
Foto: EFE (publicada en La Opinión el 24-11-2012)
"Para
mí, escribir significa el contacto humano, Nunca he comprendido eso del
escritor aislado en su torre de marfil. Internet es una revolución, y
las redes sociales, Twiter, facebook, mi blog o los post, han cambiado todo. Ha creado otro Renacimiento", subrayó el autor de El alquimista, ante una sala repleta de periodistas.
Y
es que Coelho, que tiene 17 millones de seguidores en las redes
sociales y que ha vendido cerca de 150 millones de libros en 168 países y
en 73 idiomas, lo primero que ha hecho, antes de iniciar la rueda de
prensa, ha sido poner un "tuit" a sus amigos para comunicarles que
estaba presentando su libro.
"La
tendencia del escritor hoy en día es básicamente escribir en las
plataformas para compartir su trabajo. El sueño del escritor es que sea
leído; no es hacer un jardín para su libro, sino captar otras
sensaciones humanas, compartir y que haya una compresión mutua",
argumentó un Coelho parlanchín, si se tiene en cuenta que ya no quiere
dar entrevistas ni hacer presentaciones de sus libros.
Pero
este escritor de 64 años, con una biografía intensa, rebelde, hippie,
transgresor, viajero por el mundo o víctima de torturas durante la
dictadura brasileña, entre otras cosas, que encontró la paz en 1986 tras
recorrer el Camino de Santiago, cree que en este momento de revolución
tecnológica existe, por contra, una crisis de valores.
Y para hablar de ello ha escrito El manuscrito encontrado en Accra,
publicado en España por Planeta y lanzado en América Latina el 22 de
noviembre, excepto en Colombia que saldrá el día 6 diciembre, al igual
que en Estados Unidos, publicado por Random House Mondadori.
En
él narra la historia del manuscrito de Accra, escrito en árabe, hebreo y
latín, que cuenta el relato sobre los consejos que le dio un sabio
griego a la población de Jerusalén en la víspera de la invasión de los
cruzados.
Así, en un claro homenaje a la obra El profeta, de Gibrán Jalil Gibrán, como señaló el miércoles el propio autor. El manuscrito encontrado en Accra
es una parábola sobre la falta de valores en la sociedad de hoy. Unos
valores que son los mismos hoy que hace 1000 o 5000 años, un libro sobre
la pregunta eterna: "Quién soy yo".
Un
libro sin respuesta, pero con muchas preguntas, "porque yo no tengo
respuestas, solo preguntas", añade este hombre que siempre va vestido de
negro y que empezó a escribir tarde, aunque desde entonces no ha
parado.
Y un libro escrito de forma alegórica que va dirigido a todos aquellos que se dejan sorprender, que tienen curiosidad y que no olvidan a ese niño que todos llevamos dentro.
En el comienzo del libro el autor cuenta cómo tuvo acceso a este
misterioso manuscrito, consiguiendo despertar el interés por su lectura,
pero sin aportar luz sobre la autenticidad del escrito. Según su
versión, el manuscrito fue descubierto en el año 1974 en Egipto por el
arqueólogo inglés sir Walter Wilkinson, justo en la misma región donde
tres décadas antes habían sido encontrados los Manuscritos de Nag
Hammadi, también conocidos como Evangelios Apócrifos.
Según Coelho el pergamino es real y tuvo acceso a él gracias al hijo de Wilkinson, "conocí al hijo de sir Walter Wilkinson en la navidad de 1982 en País de Gales y me acuerdo de que en la época mencionó el pergamino pero nadie le dio importancia al asunto. El 30 de noviembre de 2011 recibí de él una copia del texto al que se había referido. Este libro es la transcripción del manuscrito encontrado en Accra". Queda, pues, en manos del lector el darle credibilidad al escrito, aunque el objetivo del autor es transmitir una serie de valores que son universales y que muestran cómo en nada han cambiado las necesidades e inquietudes del ser humano en el curso de los años.
Según Coelho el pergamino es real y tuvo acceso a él gracias al hijo de Wilkinson, "conocí al hijo de sir Walter Wilkinson en la navidad de 1982 en País de Gales y me acuerdo de que en la época mencionó el pergamino pero nadie le dio importancia al asunto. El 30 de noviembre de 2011 recibí de él una copia del texto al que se había referido. Este libro es la transcripción del manuscrito encontrado en Accra". Queda, pues, en manos del lector el darle credibilidad al escrito, aunque el objetivo del autor es transmitir una serie de valores que son universales y que muestran cómo en nada han cambiado las necesidades e inquietudes del ser humano en el curso de los años.
14 de julio de 1099. Mientras Jerusalén se prepara para la invasión de
los cruzados, un griego conocido como el Copta convoca a una reunión con
los jóvenes y los viejos, los hombres y las mujeres de la ciudad. El
Copta no buscaba unirse a ninguna religión en particular, pero había
guardado en su memoria todo lo que había escuchado para poder
transmitirlo a las generaciones futuras.
"En cuanto a mañana, la armonía se volverá discordia. La alegría será remplazada por el dolor", dijo .el Copta. "Ninguno de nosotros puede saber lo que nos reserva el futuro, porque cada día tiene sus buenos y sus malos momentos. Así que olvídense del ejército que espera afuera, y el miedo que acecha dentro. "Hablaremos, por .10 tanto, de nuestras vidas diarias, de las dificultades que debemos enfrentar."
Y le hicieron preguntas acerca de los verdaderos enemigos, la derrota, la soledad. Le hicieron preguntas con respecto a la lucha, el cambio, la belleza, el camino a seguir. Y después le hicieron preguntas sobre el amor, la lealtad, el destino, el sexo y la elegancia, el miedo, la ansiedad, la sabiduría y lo que aguarda en el futuro; y las respuestas del hombre sabio siguen siendo válidas ahora, mil años más tarde. Mientras esperaba el ataque enemigo, la gente se reunió en la plaza y preguntó. Y el Copta contestó.
No eres derrotado cuando pierdes, sino cuando desistes.
"En cuanto a mañana, la armonía se volverá discordia. La alegría será remplazada por el dolor", dijo .el Copta. "Ninguno de nosotros puede saber lo que nos reserva el futuro, porque cada día tiene sus buenos y sus malos momentos. Así que olvídense del ejército que espera afuera, y el miedo que acecha dentro. "Hablaremos, por .10 tanto, de nuestras vidas diarias, de las dificultades que debemos enfrentar."
Y le hicieron preguntas acerca de los verdaderos enemigos, la derrota, la soledad. Le hicieron preguntas con respecto a la lucha, el cambio, la belleza, el camino a seguir. Y después le hicieron preguntas sobre el amor, la lealtad, el destino, el sexo y la elegancia, el miedo, la ansiedad, la sabiduría y lo que aguarda en el futuro; y las respuestas del hombre sabio siguen siendo válidas ahora, mil años más tarde. Mientras esperaba el ataque enemigo, la gente se reunió en la plaza y preguntó. Y el Copta contestó.
No eres derrotado cuando pierdes, sino cuando desistes.
Estructurado en breves capítulos, el libro nos ofrece pequeñas joyas que
ensalzan valores universales que defienden por encima de todo la
tolerancia y el respeto, algo loable y necesario en la actualidad. Pero
el autor envuelve estos valores en un confuso manto de espiritualidad
new age que podría llevarnos a conclusiones erróneas. La tolerancia
entre religiones no quiere decir que todas sean iguales. Tiene que
existir un respeto a pesar de las diferencias pero no una uniformidad de
pensamiento y creencias; lo primero es libertad, lo segundo es
dictadura e imposición. No todas las religiones son iguales ni adoran al
mismo Dios, como no son iguales todas las ideologías.
Pero dejando a un lado este sincretismo ya clásico en el autor, el libro nos invita a reflexionar sobre nuestra existencia, a valorar lo prioritario y aprender a adaptarnos a las circunstancias, siendo valientes y arriesgándonos al fracaso porque “los derrotados son aquellos que no fracasan. La derrota es para los valientes, los que pueden tener el honor de perder y la alegría de ganar”.
Pero dejando a un lado este sincretismo ya clásico en el autor, el libro nos invita a reflexionar sobre nuestra existencia, a valorar lo prioritario y aprender a adaptarnos a las circunstancias, siendo valientes y arriesgándonos al fracaso porque “los derrotados son aquellos que no fracasan. La derrota es para los valientes, los que pueden tener el honor de perder y la alegría de ganar”.
Fuentes:
http://www.laopinion.com
http://megustan-loslibros.blogspot.com.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario