sábado, 12 de enero de 2013

Cuál es el punto más meridional de África?


Los residentes de la cercana Ciudad del Cabo tienen que explicárselo con frecuencia a los turistas. El punto más meridional del continente es el mucho menos famoso cabo de las Agujas, 150 kilómetros al sudeste del cabo de Buena Esperanza y a unos 170 kilómetros de Ciudad del Cabo.
En general, el motivo que suele darse para explicar la fama, y el nombre, del cabo de Buena Esperanza es su gran importancia psicológica: era el punto a partir del cual los marineros, en el largo trayecto descendente a lo largo de la costa oeste africana de camino al Lejano Oriente, empezaban a navegar por fin en dirección este en lugar de sur.
Por otro lado, es posible que se tratara de un ejemplo temprano de estrategia de marketing.
El Cabo de Buena Esperanza fue bautizado así por el primer navegante conocido que lo rodeó, que no es otro que el portugués Bartolomeo Dias en el año 1488.  Y lo bautizó así por ser éste el lugar en el que albergó la “esperanza” de poder abrir una vía de comunicación marítima con Oriente, tarea para la que se embarcó. Este turístico lugar no es el punto más austral de África, aunque eso no hace que obviemos que se halla en un lugar espectacular e impresionante, dentro de la Península del Cabo, en un parque natural en el que existen playas de blanquísima arena y senderos que nos conducen a promontorios desde los que se domina el océano.
Bartolomé Díaz (1451-1500), el navegante portugués que descubrió el cabo de Buena Esperanza y el primer europeo en finalizar el espeluznante viaje alrededor del pie de África, lo llamó "cabo de las Tormentas". Su patrón, el rey Juan II de Portugal (1455-1495), que deseaba animar a otros a que adoptaran esa nueva ruta comercial, le corrigió y lo rebautizó como "cabo de Buena Esperanza".
El monarca falleció sin descendencia a los cuarenta años de edad. Bartolomé Díaz falleció cinco años después. Naufragó durante una tormenta terrible que se llevó cuatro naves y a todos sus marineros, frente al cabo al que tan ominosamente había bautizado.
El cabo de las Agujas es igualmente traicionero y debe su nombre a las afiladas rocas y a los arrecifes que infestan sus aguas enfurecidas.


 

No son precisamente aguas sosegadas, sino más bien todo lo contrario. Este cruce interoceánico es bien conocido por los marinos de todo el mundo a causa de los fuertes vientos que azotan la zona, las gigantescas olas que se generan – se han llegado a registrar olas de 30 metros en la zona – y la escarpada línea costera con la que cuenta; todo ellos factores que han provocado el hundimiento de numerosos barcos a lo largo de los últimos siglos. 
Por ello la ciudad local alberga un museo del naufragio que conmemora "un cementerio de barcos".
Gracias a que está muy aislada y a que la playa es inaccesible y muy rocosa, se trata de una zona rica en fauna y flora. En tierra firme, acoge a la microrrana Microbatrachella capensis, en grave peligro de extinción, y a la alondra aplaudidora de las Agujas (Mirafra [apiata] majoriae), cuyo ritual de apareamiento incluye un batido de alas muy ruidoso.
En las aguas frente a la costa y entre mayo y agosto, el mar hierve con miles de millones de sardinas sudafricanas (Sardinops sagax) en plena migración. Estos bancos forman una de las mayores congregaciones de vida salvaje del planeta y equivalen a las grandes migraciones de ganado salvaje en tierra firme. Pueden llegar a extenderse a lo largo de seis kilómetros de largo y dos de ancho. Cientos de miles de tiburones, delfines, focas y aves marinas viajan en pos del banco, del que se alimentan pero al que apenas afectan en su conjunto.



El cabo de las Agujas está a 34º 49' 58" S y 20º 00' 12" E y es el punto que separa oficialmente los océanos Atlántico e Índico. Si navegara frente a él, mirando a esta costa relativamente normal que se va curvando de forma gradual, es muy probable que no se diera cuenta de ello, a no ser que viera el mojón que marca el punto exacto de la punta.
"No hay en Agulhas nada que no sea la reflexión del viajero, la mirada sobre la historia."
Aquí es donde cobra sentido la historia, la pasión por los viajes y su pasado. Cape Agulhas no es sólo un punto geográfico significativo, es el emblema de muchos años de lucha por hacer mapas sobre las olas. Es parte de la historia de los fenicios, que se cree rodearon África allá por el 600 antes de Cristo; la de los árabes y sus expediciones en el siglo VII por toda la costa del continente; la posible llegada de los chinos a principios del siglo XV, tras el envío de una gran flota de la que se duda que pudiera haber llegado a todo el mundo hoy conocido, incluida América (lean si pueden el libro 1421, el año en que China descubrió el mundo); del portugués Bartolomé Dias, que en 1488 fue el primer europeo en doblarle el espinazo a este continente y abrir una ruta a Asia que completaría su compatriota Vasco de Gama diez años después; de la primera vuelta al Mundo de Magallanes y Elcano…
Cape Agulhas es todo eso, es el emblema de siglos de descubrimientos sobre el agua. En el Cabo de las Agujas el mar, aseguran, que habla. Sólo hace falta aguantar la mirada.


Fuente:
http://www.viajesalpasado.com
http://www.quo.es
http://elpapirodelviajero.wordpress.com
 http://es.paperblog.com


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