Hoy es un día especial.
Hoy llegué a casa triste. Yo diría que algo más que triste, diría que hoy llegué a casa con pena en el alma.
Dejándome llevar por esa tristeza publiqué en el blog una nueva entrada titulada "Pena".
Al poco rato y tras recibir una llamada, leí este relato corto.
Por su calidad, por su sinceridad, por su intencionalidad, por las emociones que me hizo sentir y que también hizo sentir a más personas, por todo eso y por mucho más, pienso que esa historia corta bien merece ocupar una página entera en este blog.
Gracias, gracias por hacerme "ser protagonista" de esta emotiva historia.
Gracias desde el fondo de mi alma, un alma que ya no siente tanta pena...
Fin de curso
El
leve chirrido de la vieja puerta del aula anunció que ésta, estaba siendo empujada con
suavidad.
Tensi
entró poco a poco, sin prisa, sacando porvecho a cada paso que daba.
Se
colocó en el centro de la sala. Grandes ventanales quedaban a su derecha. Miró
con nostalgia a su alrededor. Cada mueble, cada objeto le traía a la cabeza un
recuerdo, un instante vivido…
Sintió
que la emoción humedecía sus ojos.
Momentos…
Imágenes
de niños riendo, protestando, jugando, aprendiendo...
Recuerdo
de sus reuniones con padres…
Padres
colaborando en improvisadas obras de teatro…
Momentos
y más momentos, cuyos recuerdos apretaron con fuerza su corazón dentro del
pecho…
Despegó
sus labios. Abrió la boca buscando una bocanada de aire que llenara sus
pulmones. Por un momento se sintió mareada. Le faltaba el aire…
Finalizaba
una etapa de su vida. Cuatro años de trabajo, ilusión y esfuerzo quedaban atrás…
Cogió
una pequeña silla y se sentó en el centro de la sala disfrutando del silencio…
Un silencio de nuevos recuerdos llenó ese momento. Se sintió sola... y deseaba
sentirse así…
Sus
manos jugaron con la parte inferior de la bata de trabajo.
Sus
piernas estaban flexionadas. Podía sentir en ellas el tacto de sus niños cuando
la abrazaban después de un juego en el aula…
Se
levantó y colocó la silla en su sitio. Una nueva mirada por toda la sala a modo
de despedida… Cerró por un instante los ojos. De nuevo emociones desbocadas llenaron su mente.
Salió
al pasillo. Las piernas le flaqueaban. Sintió ganas de llorar…
- No. Aquí no lloraré. Ya tendré tiempo de hacerlo
en la intimidad de mi casa – Pensó
de forma decidida.
No
deseaba que nadie percibiese su vulnerabilidad. Se sentía sensible, nostálgica…
Pero lo guardaba para ella. Lo llevaba en su corazón, dentro de su Alma…
Caminó
por el pasillo. Sintió las paredes desnudas. Ya no estaban los dibujos de los
niños, que durante el curso llenaron de color y vida aquel lugar.
De
nuevo sintió melancolía. De nuevo su mirada húmeda buscó refugio en algún lugar
inesperado. Algún objeto que la ayudase a controlar las ganas de llorar.
Comenzaba
una nueva etapa. La ilusión de un nuevo lugar de trabajo. Nuevos niños. Nuevos
compañeros de trabajo. Nuevas metas…
Se
despojó con gesto tranquilo la bata y se la colgó del brazo. Recogió su bolso...
Una última mirada atrás y a su cabeza volvieron imágenes de momentos llenos de
sonrisas divertidas de sus niños…
Miró
la mesa y allí estaba esperando pacientemente su bruja preferida. Se cruzaron una sonrisa cómplice.
Sintió, que aquella bruja, que durante el día escondía traviesamente las cosas
a los niños.., la miraba fijamente. Era la bruja que la acompañó los últimos cursos. La
bruja que llenó de ilusión y pequeñas fechorías a sus niños…
Dorotea
parecía sonreírle. De echo le sonrió abiertamente con su gran diente brillando
entre los labios, mientras le decía en su idioma
–
Has realizado un buen trabajo Tensi... Todos: padres y niños te llevan en su
corazón. Puedes sentirte orgullosa –
Sintió
la puerta cerrarse en sus espaldas. Respiró con fuerza. El aire, en su entrada galopante..,
quemaba dulcemente sus pulmones.
Con
paso resuelto se fue en busca del coche. Hora de irse a casa…
Caminó
con los brazos cruzados, apretando la bata contra su pecho. A ella le gustaban
las historias llenas de fuerza, repletas de vida, de sensaciones... Y estaba
viviendo una de ellas con total intensidad…
Mientras
caminaba, escuchó la voz alegre de una niña decir…
-
Mamá, ahí se marcha la maestra… –
No
giró la cabeza. Sonrió con renovada nostalgia. Se sintió orgullosa de su
trabajo.
Le
gustó la frase de la niña…
- Sí, allí
se iba la MAESTRA…
- pensó orgullosa-
JpTorga_______
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