"No es malo poseer sueños como tesoros,
pero hay que saber contenerlos cuando se tiene la seguridad de que causarán gran dolor si se desbocan.”
Una diosa para el rey, Mari Pau Domínguez
Sólo en sueños
Sólo en sueños,
sólo en el otro mundo del sueño te consigo,
a ciertas horas, cuando cierro puertas
detrás de mí.
¡Con qué desprecio he visto a los que sueñan,
y ahora estoy preso en su sortilegio,
atrapado en su red!
¡Con qué morboso deleite te introduzco
en la casa abandonada, y te amo mil veces
de la misma manera distinta!
Esos sitios que tú y yo conocemos
nos esperan todas las noches
como una vieja cama
y hay cosas en lo oscuro que nos sonríen.
Me gusta decirte lo de siempre
y mis manos adoran tu pelo
y te estrecho, poco a poco, hasta mi sangre.
Pequeña y dulce, te abrazas a mi abrazo,
y con mi mano en tu boca, te busco y te busco.
A veces lo recuerdo. A veces
sólo el cuerpo cansado me lo dice.
Al duro amanecer estás desvaneciéndote
y entre mis brazos sólo queda tu sombra.
sólo en el otro mundo del sueño te consigo,
a ciertas horas, cuando cierro puertas
detrás de mí.
¡Con qué desprecio he visto a los que sueñan,
y ahora estoy preso en su sortilegio,
atrapado en su red!
¡Con qué morboso deleite te introduzco
en la casa abandonada, y te amo mil veces
de la misma manera distinta!
Esos sitios que tú y yo conocemos
nos esperan todas las noches
como una vieja cama
y hay cosas en lo oscuro que nos sonríen.
Me gusta decirte lo de siempre
y mis manos adoran tu pelo
y te estrecho, poco a poco, hasta mi sangre.
Pequeña y dulce, te abrazas a mi abrazo,
y con mi mano en tu boca, te busco y te busco.
A veces lo recuerdo. A veces
sólo el cuerpo cansado me lo dice.
Al duro amanecer estás desvaneciéndote
y entre mis brazos sólo queda tu sombra.
Jaime Sabines
Sueños rotos, David Bisbal
(...)
No sabes cuantas veces
me he sentado en esta cama
llorandote
No sabes como vivo
sufriendo por tu olvido
aqui desesperado
por tenerte al lado mio
No sabes cuantas noches
te he buscado en esta cama
llorandote
siempre abrazando
nuestras fotos
juntando sueños rotos
y..eh...
me he sentado en esta cama
llorandote
No sabes como vivo
sufriendo por tu olvido
aqui desesperado
por tenerte al lado mio
No sabes cuantas noches
te he buscado en esta cama
llorandote
siempre abrazando
nuestras fotos
juntando sueños rotos
y..eh...
(...)
El sueño
Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?
¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora
de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra
y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?
Jorge Luis Borges
El Sueño de Pedro Henríquez Ureña
El sueño que Pedro Henríquez Ureña tuvo en el alba de uno de los días de 1946 curiosamente no constaba de imágenes sino de pausadas palabras. La voz que las decía no era la suya pero se parecía a la suya. El tono, pese a las posibilidades patéticas que el tema permitía, era impersonal y común. Durante el sueño, que fue breve. Pero sabía que estaba durmiendo en su cuarto y que su mujer estaba a su lado. En la oscuridad el sueño le dijo:"Hará una cuantas noches, en una esquina de la calle de Córdoba, discutiste con Borges la invocación del anónimo sevillano Oh Muerte, ven callada como sueles venir en la saeta. Sospecharon que era el eco deliberado de algún texto latino, ya que esas traslaciones correspondían a los hábitos de una época, del todo ajeno a nuestro concepto de plagio, sin duda menos literario que comercial. Lo que no sospecharon, lo que no podían sospechar, es que el diálogo era profético. Dentro de una horas, te apresurarás por el último andén de Constitución, para dictar tu clase en la Universidad de La Plata. Alcanzarás el tren, pondrás la cartera en la red y te acomodarás en tu asiento, junto a la ventanilla. Alguien, cuyo nombre no sé pero cuya cara estoy viendo, te dirigirá unas palabras. No le contestarás, porque estarás muerto. Ya te habrás despedido como siempre de tu mujer y de tus hijas. No recordarás este sueño porque tu olvido es necesario para que se cumplan los hechos.
Jorge Luis Borges de "El Oro de los Tigres"
Sueño de una tarde dominical en la alameda central
Obra de Diego Rivera que data de 1948 con unas dimensiones 4.80 x 15 metros y se encuentra actualmente en el pabellón Diego Rivera en Mexico.
Fue pintado para el Hotel del Prado, ubicado en el
casco histórico de Ciudad de México, pero a raíz del terremoto de 1985
se mudó al Museo Mural. Rivera nos muestra en un imaginario paseo los
recuerdos de su niñez y al mismo tiempo realiza una síntesis de la
historia de México, representada por algunos de sus protagonistas más
emblemáticos.
El mural incluye aproximadamente retratos de familiares y personajes históricos; no se trata pues de una obra de historia oficial o de realismo socialista, sino un collage de personajes evocados por el pintor.
Con todo, los personajes se han dispuesto casi cronológicamente de izquierda a derecha. En el vértice de tres pequeñas pirámides humanas aparecen tres presidentes.
El mural incluye aproximadamente retratos de familiares y personajes históricos; no se trata pues de una obra de historia oficial o de realismo socialista, sino un collage de personajes evocados por el pintor.
Para descubrir casi a 150 personajes de
este mural de Rivera, de 15 metros de largo por 4,80 de alto, hay que
recorrerlo literalmente a pie. Es una obra monumental que se había
propuesto el pintor realizar: quería llevar a cabo un panorama de la
historia de su país reuniendo en la Alameda Central a personajes
procedentes de 400 años.
El pintor ha mezclado personajes
conocidos de la historia mejicana con otros muchos anónimos, añadiendo
además figuras mitológicas como el ángel y la muerte, así como miembros
de su familia. No se trata de un cuadro de historia oficial, sino un
collage, una imagen como las que pueden inspirar los sueños.
El mural esta compuesto por tres secciones, la primera, comenzando por
la izquierda nos muestra escenas de la conquista y la colonia y también
refleja grandes acontecimientos del siglo XIX, como la Independencia, la
invasión norteamericana, los 11 períodos presidenciales del General
Santa Anna y la intervención europea. La segunda parte con las figuras
centrales de Diego Rivera y la Calavera evoca la época porfirista. Por
último la tercera parte evoca los movimientos campesinos y las luchas
populares que culminaron con la Revolución de 1910.
Con todo, los personajes se han dispuesto casi cronológicamente de izquierda a derecha. En el vértice de tres pequeñas pirámides humanas aparecen tres presidentes.
Detalle: En el extremo izquierdo aparece el conquistador Hernán Cortés,
con las manos ensangrentadas. Un personaje que marcó la entrada de
México a la época moderna, pero al precio de destruir y someter una
cultura milenaria; desde entonces la clase indígena sobrevive como una
clase desfavorecida. A su lado aparece fray Juan de Zumarraga,
primer arzobispo de México, a él se debe la primera imprenta en
América, la creación de colegios y el inicio de la universidad, pero
también fue el primer inquisidor, condenando a 183 no creyentes por
continuar con las costumbres indígenas y realizar supuestos sacrificios
humanos, Rivera ha representado a los condenados con el capirote de
pecador delante de las llamas en las cuales serán quemados.
Aparece también Sor Juana Inés de la Cruz, escritora, poetisa y dramaturga mexicana; el octavo Virrey Luís de Velasco y Castilla con cuello de gola, personaje que mando a construir el Paseo La Alameda, como un sitio de esparcimiento para la elite mexicana.
Aparece también Sor Juana Inés de la Cruz, escritora, poetisa y dramaturga mexicana; el octavo Virrey Luís de Velasco y Castilla con cuello de gola, personaje que mando a construir el Paseo La Alameda, como un sitio de esparcimiento para la elite mexicana.
Benito
Juárez, jefe de Estado de 1858 a 1872, lleva en la mano la constitución.
En el centro se ve dormido a Porfirio Díaz en uniforme, que gobernó
durante más de 30 años hasta ser expulsado. En la parte derecha vemos a
Francisco Madero saludando mientras agita el sombrero.
Abajo se encuentra Ignacio Ramírez, el Nigromante, quién sostenía originalmente un escrito con la polémica frase “Dios no existe”, durante la inauguración del mural, el sacerdote encargado se negó a bendecir la obra, luego un grupo de creyentes atentó contra la obra, borrando la máxima y mutilando con un cuchillo la cara de Diego niño. La obra deteriorada se tapó durante varios años, hasta que Diego Rivera, al regreso de su viaje a Moscú, la restauró y cambió la frase por “Conferencia en la Academia de Letrán 1836”, haciendo alusión a la ocasión y sitio en los cuales Nigromante había negado la existencia de Dios.
Debajo de Ramírez, aparece el emperador Maximiliano con su barba roja peinada cuidadosamente y su esposa Carlota, con un moño blanco en la cabeza. El emperador fue derrocado y fusilado y ella enloqueció, no obstante lo sobrevivió 60 años.
Abajo se encuentra Ignacio Ramírez, el Nigromante, quién sostenía originalmente un escrito con la polémica frase “Dios no existe”, durante la inauguración del mural, el sacerdote encargado se negó a bendecir la obra, luego un grupo de creyentes atentó contra la obra, borrando la máxima y mutilando con un cuchillo la cara de Diego niño. La obra deteriorada se tapó durante varios años, hasta que Diego Rivera, al regreso de su viaje a Moscú, la restauró y cambió la frase por “Conferencia en la Academia de Letrán 1836”, haciendo alusión a la ocasión y sitio en los cuales Nigromante había negado la existencia de Dios.
Debajo de Ramírez, aparece el emperador Maximiliano con su barba roja peinada cuidadosamente y su esposa Carlota, con un moño blanco en la cabeza. El emperador fue derrocado y fusilado y ella enloqueció, no obstante lo sobrevivió 60 años.
En la segunda sección central destaca la Catrina, un
esqueleto vestido elegantemente con una serpiente emplumada en sus
hombros. La muerte tiene un sentido muy especial en la cultura mexicana,
es considerada desde los tiempos precolombinos como otra forma de
existencia o de renacimiento, de allí que se celebre el Día de los
Difuntos como una fiesta, en la cual los mexicanos se reúnen en los
cementerios a comer y beber junto a sus parientes muertos. La serpiente
emplumada evoca al dios Quetzalcóatl. La imagen de la Cetrina fue grabada originalmente por José Guadalupe Posada, quién aparece a su lado derecho, es una crítica o burla de la burguesía de principio de siglo. Al lado izquierdo Diego Rivera se autorretrató como niño. Atrás se ve a Frida Kahlo,
tercera esposa de Diego y también reconocida pintora mexicana, viste un
típico vestido mexicano y lleva el símbolo del yin y yang, que
significa que ambos se complementaban y eran mutuamente esenciales para
su existencia.
La cantante “La Revoltosa”, una india vistiendo un
llamativo vestido amarillo se enfrenta a un gendarme, quien no la deja
circular por el paseo Alameda, destinado en esa época porfirista a
“personas decentes”, ella desafiante se sube la falda. Del otro lado se
encuentran unas damas vestidas a la moda francesa (hay un enfrentamiento
entre los vestidos de estas mujeres que implican lo nacional contra lo
extranjero), ellas son las hijas y la esposa de Porfirio Díaz.
Atrás aparece una reproducción de la fuente del parque Alameda, este
parque sigue siendo visitado hoy en día por los mexicanos. Sobre ellos
se eleva un globo rosado en recuerdo del vuelo realizado por Cantilla, en el año 1903 con las iniciales “RM”, símbolo de esperanza de la Revolución Mexicana.
Arriba, culminando esta segunda sección aparece con uniforme militar el tirano Porfirio Díaz,
quien gobernó por más de 30 años a México, el mismo se encuentra
dormido ante la realidad de su país, la estabilidad gubernamental la
había logrado gracias a los militares y los ricos hacendados, pero la
población indígena sufría las consecuencias de la pobreza .
Aquí aparecen dos niñas, en una marcada diferenciación de clases sociales, la primera rubia, bien vestida y con una hermosa muñeca y la otra niña indígena sube su mano a la cabeza para cubrirse del rolo del gendarme, el perrito le ladra a la familia campesina. Los padres de la niña rica, se muestran indiferente a la escena a sabiendas que la autoridad existe para protección de la clase acomodada. Así, los campesinos son retirados del parque por la autoridad complaciente.
El tercer segmento del mural representa al México de los años 40, identificado por una serie de construcciones tales como el Palacio de Bellas Artes y la Plaza de Toros.
Aquí aparecen dos niñas, en una marcada diferenciación de clases sociales, la primera rubia, bien vestida y con una hermosa muñeca y la otra niña indígena sube su mano a la cabeza para cubrirse del rolo del gendarme, el perrito le ladra a la familia campesina. Los padres de la niña rica, se muestran indiferente a la escena a sabiendas que la autoridad existe para protección de la clase acomodada. Así, los campesinos son retirados del parque por la autoridad complaciente.
El tercer segmento del mural representa al México de los años 40, identificado por una serie de construcciones tales como el Palacio de Bellas Artes y la Plaza de Toros.
Un personaje emblemático de la cultura mexicana es el revolucionario,
que lucha contra la explotación de los pobres y combate la desigualdad
de clases con las armas. Presidiendo la lucha revolucionaria, aparece Emiliano Zapata,
sobre su caballo. Aparece acompañado de una mujer armada, en honor de
las mujeres que lucharon en la revolución mexicana, a los pies del
caballo aparecen un grupo de hombres armados con fusiles, uno lleva una
granada con la mecha encendida y en la bandera se lee “Tierra y
libertad” y “Viva Zapata”.
En el extremo derecho superior aparece el presidente Francisco Madero, otro revolucionario, que a pesar de haber nacido en rica cuna, luchaba junto con el pueblo contra la tiranía de Porfirio Díaz y abogaba por el voto a favor de los indígenas, el presidente saluda agitando el sombrero, la bandera que le sirve de fondo lleva escrita su consigna “Sufragio universal. No a la reelección”, fue derrocado y fusilado en 1913.
Todos estos personajes aparecen en un gran escenario de brillantes colores, paseando entre frondosos árboles y la arquitectura correspondiente a la época, cada uno de ellos esta tratado con los atuendos, gestos y actitudes que facilitan su identificación.
En el extremo derecho superior aparece el presidente Francisco Madero, otro revolucionario, que a pesar de haber nacido en rica cuna, luchaba junto con el pueblo contra la tiranía de Porfirio Díaz y abogaba por el voto a favor de los indígenas, el presidente saluda agitando el sombrero, la bandera que le sirve de fondo lleva escrita su consigna “Sufragio universal. No a la reelección”, fue derrocado y fusilado en 1913.
Todos estos personajes aparecen en un gran escenario de brillantes colores, paseando entre frondosos árboles y la arquitectura correspondiente a la época, cada uno de ellos esta tratado con los atuendos, gestos y actitudes que facilitan su identificación.
El pintor, que con tanta resolución puso
su talento al servicio de la revolución, había nacido en 1886. En el
centro del mural se ha retratado con el aspecto que debía tener a
principios de siglo: con pantalón corto y sombrero de paja, en los
bolsillos una rana y una culebra, juguetes vivientes. Toda su vida
conservó ese aspecto un tanto tosco y los ojos saltones. Detrás de él
está su esposa, la pintora Frida Kahlo. En actitud protectora, pone la
mano sobre el hombro del muchacho.
Fuente:
http://www.artecontacto.net
http://www.blogseitb.com
Solo en sueños, Las Pastillas del Abuelo
Su boca de terciopelo es lo que anelo
tras su escote dos delicias se escondian
los zapatos de gamuzan eran la escusa
para no tocar el suelo porque no merecia
Nunca la pude encontrar mas que en este sueño
que nunca fue realidad
Con su pelo siempre suelto junto al viento
y una megillaz mas frias que el invierno
junto coraje cerrando una valijaz y me dijo
aqui esta la despedida
Nunca la pude encontrar mas que en este sueño
que nunca fue realidad
Pero de un tiempo a esta parte
una parte de mi sale corriendo a buscarte
y la otra sale a parar y a gritar por la ciudad
que tenga algo que me tire a soñar
Porque nunca la pude encontrar mas que en este sueño
que nunca fue realidad...
tras su escote dos delicias se escondian
los zapatos de gamuzan eran la escusa
para no tocar el suelo porque no merecia
Nunca la pude encontrar mas que en este sueño
que nunca fue realidad
Con su pelo siempre suelto junto al viento
y una megillaz mas frias que el invierno
junto coraje cerrando una valijaz y me dijo
aqui esta la despedida
Nunca la pude encontrar mas que en este sueño
que nunca fue realidad
Pero de un tiempo a esta parte
una parte de mi sale corriendo a buscarte
y la otra sale a parar y a gritar por la ciudad
que tenga algo que me tire a soñar
Porque nunca la pude encontrar mas que en este sueño
que nunca fue realidad...
Dale vida a los sueños
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.
Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastío, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.
Dale vida a tus sueños y, con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento, susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo con caricias, bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.
Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despierto.
Mario Benedetti
Los sueños, Chambao
Nuevo horizonte, misterio sin desvelar,
mensajes ocultos que nadie sabe descifrar,
fuente de pensamientos, fabrica de emociones,
guardan nuestros secretos,
alivian los dolores, nos guían el destino,
nos muestran el camino, busca dentro de ti,
alégrate por descubrir.
Porque aquello que sientes y deseas
te puede suceder a ti
y es que los sueños, los sueños, sueños son,
de todas maneras solo tienes que creer en
ti y es que los sueños son pura ilusión.
mensajes ocultos que nadie sabe descifrar,
fuente de pensamientos, fabrica de emociones,
guardan nuestros secretos,
alivian los dolores, nos guían el destino,
nos muestran el camino, busca dentro de ti,
alégrate por descubrir.
Porque aquello que sientes y deseas
te puede suceder a ti
y es que los sueños, los sueños, sueños son,
de todas maneras solo tienes que creer en
ti y es que los sueños son pura ilusión.
Sueños de libertad
Acusado del asesinato de su mujer, Andrew Dufresne (Tim Robbins) es
enviado a la prisión de Shawshank para ser encerrado de por vida. Con el
paso de los años conseguirá ganarse la confianza del director del
centro y el respeto de sus compañeros presidiarios, especialmente de Red
(Morgan Freeman), el jefe de la mafia de los sobornos.
Antonio Machado y los sueños...
Introducción a los sueños
Leyendo un claro día
mis bien amados versos,
he visto en el profundo
espejo de mis sueños
que una verdad divina
temblando está de miedo,
y es una flor que quiere
echar su aroma al viento.
El alma del poeta
se orienta hacia el misterio.
Sólo el poeta puede
mirar lo que está lejos
dentro del alma, en turbio
y mago sol envuelto.
En esas galerías,
sin fondo, del recuerdo,
donde las pobres gentes
colgaron cual trofeo
el traje de una fiesta
apolillado y viejo,
allí el poeta sabe
el laborar eterno
mirar de las doradas
abejas de los sueños.
Poetas, con el alma
atenta al hondo cielo,
en la cruel batalla
o en el tranquilo huerto,
la nueva miel labramos
con los dolores viejos,
la veste blanca y pura
pacientemente hacemos,
y bajo el sol bruñimos
el fuerte arnés de hierro.
El alma que no sueña,
el enemigo espejo,
proyecta nuestra imagen
con un perfil grotesco.
Sentimos una ola
de sangre, en nuestro pecho,
que pasa... y sonreímos,
y a laborar volvemos.
Soñé que tú me llamabas...
Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.
Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!...
Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!
Sueño
Desde el umbral de un sueño me llamaron...
Era la buena voz, la voz querida.
-Dime: ¿vendrás conmigo a ver el alma?...
Llegó a mi corazón una caricia.
-Contigo siempre... Y avancé en mi sueño
por una larga, escueta galería,
sintiendo el roce de la veste pura
y el palpitar suave de la mano amiga.
Anoche cuando dormía
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
Antonio Machado
"Sueño" (1932), de José Clemente Orozco (México, 1883-1949)
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Son sueños, El canto del loco
Son sueños
que son de verdad
Me gustaría que fuera real
Son sueños
quiero llegar hasta el final
y nada sirve si no estás
En silencio, te busco
y sueño con poderte amar
y te sigo buscando tanto
tu en mi nunca te has fijado
por eso te tengo que inventar
te sigo esperando tanto
tu en mi nunca te has fijado
por eso te tengo que encontrar
Son gestos
que quiero mirar
me gustaria poderte tocar
Son sueños
quiero que existas nada mas
sigo buscando ¿donde estas?
En silencio, te busco
y sueño con poderte amar
y te sigo buscando tanto
tu en mi nunca te has fijado
por eso te tengo que inventar
te sigo esperando tanto
tu en mi nunca te has fijado
por eso te tengo que encontrar
La vida es sueño
Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey,
y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
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