domingo, 4 de agosto de 2013

El bosque más antiguo del mundo está en Nueva York

Investigando el suelo de un bosque de 385 millones de años en una zona excavada de Nueva York, cazadores de fósiles encontraron evidencia de un complejo ecosistema bullicioso de vida vegetal.







Para los científicos, fue como caerse de una máquina del tiempo y caminar por un mundo perdido, en el que podían identificar cada árbol y cada planta, con el aspecto exacto que tenían y en el lugar exacto donde se encontraban durante el Devónico Medio, hace millones de años. Científicos del Museo de Nueva York y de las Universidades de Binghamton y Cardiff han desenterrado en el estado de Nueva York un bosque entero fosilizado de 385 millones de años, el suelo del bosque más antiguo del mundo. La investigación, que aparece publicada en la revista Nature, ha permitido describir la extraordinaria riqueza y complejidad de este antiquísimo paraje natural, al tiempo que puede arrojar nueva luz sobre el papel de los bosques actuales y su impacto en el cambio climático.
«Fue como descubrir el equivalente botánico de unas huellas de dinosaurio», explica William Stein, profesor asociado de ciencias biológicas en la Universidad de Binghamton, y uno de los autores del artículo. «El área recién descubierta fue preservada de tal manera que, literalmente, hemos sido capaces de caminar entre los árboles, sabiendo de qué tipo eran, dónde habían echado raíces y cuánto habían crecido».
El reciente descubrimiento se ha hecho en la misma área de las montañas de Catskill, en el Condado de Schoharie, donde fueron encontrados en 1920, durante la construcción de una presa cercana, los fósiles de los árboles más viejos de la Tierra. Pero la cantera se rellenó y la única manera de estudiar este escenario natural era a partir de los fósiles guardados en los museos. Pero, por fortuna, una nueva oportunidad surgió en 2010. Durante la reparación de la misma presa, las autoridades de Nueva York permitieron a los investigadores volver a examinar el sitio. Y se llevaron una auténtica sorpresa. No se trataba de unos cuantos árboles, se trataba de la selva entera. Lo que hallaron en esta ocasión fue una gran parte prácticamente intacta del suelo del antiguo bosque, con un impresionante nivel de detalle de la composición global de la selva. Las raíces y las posiciones de las bases de los troncos se habían preservado.

Árboles de 10 metros
El antiguo bosque resultó inesperadamente complejo. Para empezar, los árboles de Gilboa, de hasta diez metros de altura y parecidos a palmeras, se asentaban en depresiones de casi dos metros de diámetro, rodeados de miles de raíces. Entre ellos se encontraban las aneurophytales, plantas que vivían en el suelo del bosque, como los helechos modernos, posiblemente luchando para abrirse camino como las enredaderas tropicales hoy en día. Las aneurophytales son los primeros en el registro fósil que tenían madera auténtica y el grupo más antiguo conocido en el linaje que condujo a las modernas plantas de semillas. También hallaron un ejemplo importante de un musgo de árbol.
El equipo cree que el área probablemente disfrutó de un ambiente de humedal en un clima tropical. En el momento en el bosque de Gilboa empezó a emerger -durante el período Devónico Medio- la Tierra experimentó una dramática caída en los niveles globales de dióxido de carbono atmosférico y el enfriamiento asociado llevó a un período de glaciación. Los científicos creen que el bosque nos puede enseñar mucho sobre los ecosistemas actuales y ofrecer lecciones valiosas sobre el cambio climático y el futuro del planeta.


Fuente:
http://www.abc.es




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